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Genealogía de la Estupidez.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Juan Antonio
González de Requena Farré en "De necios a idiotas. Transformaciones discursivas del léxico de
menosprecio intelectual"
(UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE, 2020) hace un recorrido por los términos de la
incapacidad intelectual en la comunidad hispanohablante: necio, tonto,
ignorante, estúpido, bobo, idiota, imbécil e insensato. La infancia,
adolescencia y juventud no sólo es un período de formación, es un período de
gracia para ser estúpido. Es muy fácil sentirse inadecuado y engañado por falta
de conocimientos, ciencia y experiencia. El adulto que actúa como un estúpido
es desacreditado por sus pares y la sociedad en general. En las Etimologías de San Isidoro
de Sevilla (siglo VII) aparecen los términos IMBECILLVS "la débil
fragilidad e inconstancia" (a falta de báculo, símbolo de autoridad en el
mundo antiguo); IGNARVS o ignorante "el que ignora" (sine naribus
"por falta de olfato"); INSCIVS "quien carece de ciencia";
IDIOTA "inexperto", OBTVNSVS o confundido "obtuso";
INSIPIENS o necio "carece de criterio o sapiencia"; STVLTVS o
embotado "que por aturdimiento no reacciona ante las injurias y
afrentas"; STVPIDVS o estúpido "estupefacto". François Boissier
de Sauvages en Nosologie methodique (1771), en la categoría de
locuras o enfermedades mentales (FOLIES), incluía el orden de la IMBÉCILLITÉ
"imbecilidad" y STUPIDITÉ o BÊTISSE "estupidez" para
caracterizar la debilidad intelectual o la inaptitud a la hora de razonar y juzgar
adecuadamente. La estupidez sería una variante de la imbecilidad en que, a las
dificultades para juzgar, se sumarían la debilidad, lentitud o abolición de la
facultad de imaginación y memoria para apercibirse de los objetos, así como la
incapacidad para entender adecuadamente lo que se habla. Philippe Pinel en Nosographie
philosophique (1798), incorporó en la clase de las enfermedades
nerviosas y como un tipo de vesania y lesión del entendimiento, el género del
IDIOTISME "idiotismo". En el idiota se debilitarían o anularían
completamente las funciones del entendimiento e, incluso, los afectos del
ánimo. El CRÉTINISME "cretinismo" sería una especie de idiotismo
extremo endémico en algunas regiones de Europa. Jean-Étienne Dominique Esquirol
en Des maladies mentales considerees sous le rapport medical,
hygienique, et medico-legal (1838), incorporó en el lenguaje médico la
IMBÉCILLITÉ "imbecilidad" y el IDIOTISME "idiotismo" entre
las formas de la enajenación mental atribuibles a la impotencia o la debilidad
de las funciones intelectuales, y también distinguió la imbecilidad y la
idiotez como especies de degradación de la inteligencia humana. La
imbecilidad se caracterizaría por una conformación y organización normales, que
hacen posible disfrutar de las facultades intelectuales y afectivas, aunque con
un desarrollo limitado y más débil que en las personas de inteligencia normal,
de modo que los imbéciles podrían pensar, hablar y recibir alguna educación. El
idiotismo sería el grado máximo de falta de facultades intelectuales y morales
(incluido el uso de la palabra), y representaría el estado más rudimentario de
la inteligencia y la sensibilidad, debido a una organización incompleta y a un
desarrollo prácticamente nulo de la sensibilidad, la atención, la memoria, de
manera que sólo se pueden repetir acciones por costumbre o imitación, sin guía
de la razón. Jean Baptiste François Descuret en La Medecine des
passions, ou, Les Passions considerees dans leurs rapports avec les
maladies, les lois et la religion (1841), realiza una sistematización del
saber médico-legal sobre las supuestas enfermedades intelectuales, en grado
descendente de la razón hacia el idiotismo pleno y congénito. La IMBÉCILLITÉ
"imbecilidad" corresponde al debilitamiento de las facultades intelectuales
de individuos que tuvieron su razón cabal y pueden dar muestras momentáneas de
memoria, atención o juicio. La BÊTISE "tontería" o STVLTITIA
"embotamiento" es una forma de idiotismo que exhibe tenues fragmentos
de inteligencia y capacidad de hablar. La STUPIDITÉ o STVPIDITAS
"estupidez" es la forma de idiotismo que exhibe algunas percepciones
y sentimientos de las necesidades físicas. El ABRUTISSEMENT
"embrutecimiento" o AMENTIA "demencia" es el estado más
abyecto de la condición humana, en el cual ni siquiera se dan percepciones o
sentimientos de necesidades. Pedro María de Olivé en Diccionario de
sinónimos de la lengua castellana (1843), al IGNARVS
"ignorante" le falta aplicación e instrucción, el NESCIVS
"necio" sabe las cosas mal, carece de discernimiento, es incapaz de
pensar por sí mismo y todo lo hace al revés. El necio y el bobo
comparten la incapacidad para pensar por sí mismos, crédulos e incapaces de
comprender. El ATTONITVS "tonto" ignora, carece de capacidad de
conocer y discernimiento, y es indiferente ante todo: no tiene disposición
natural o se ha entontecido por la educación o las circunstancias de la vida.
El tonto se asemeja al INSENSATVS "insensato" por la carencia
de sensatez, y al necio y al imbécil
que carecen de inteligencia y juicio. La ignorancia del IDIOTA es atribuible a
un defecto natural en los órganos que sirven las operaciones del entendimiento,
asociado a la incapacidad de combinar ideas. Para Olivé, la diferencia entre
el idiota y el imbécil es que el primero nace y el segundo lo
llega a ser por alguna causa extraña, por su mala educación o por el aire de su
país natal: "El idiota lo es siempre: al imbécil se le
puede curar". El estúpido
carece de sentimientos y no se conmueve por nada, una falta total de
inteligencia atribuible a la organización natural: "El estúpido carece enteramente de
inteligencia, es como inferior a las mismas bestias, pues ni aún el instinto de
estas tiene. Todo lo espiritual le falta; sólo tiene lo material de los brutos
y sus apetitos, y en la clase de estos sólo se le puede comparar con las más
torpes y de muy limitado instinto: son como las tortugas en la especie humana" (De Olivé, 1843, p. 165). Lo
terrible de estas definiciones es que el ignorante, el necio, el bobo, el tonto
y el imbécil pueden ser producto de una mala educación y malos hábitos. Los
términos más infamantes son idiota, cretino y estúpido por disposición natural,
el tonto y el imbécil se encuentran a medio camino entre la disposición teleológica
y el embrutecimiento. Existe una tendencia a llamar IMBECILLVS a los petulantes
y engreídos, pero el imbécil carece de inteligencia. Toda persona que sufra
vejaciones se embrutece voluntariamente para soportar ese estilo de vida. Las
prostitutas beben alcohol y se refugian en las drogas. Los policías y los
militares en ciertos casos se tienen que drogar para poder realizar su trabajo.
En la administración pública es común el alcoholismo y la drogadicción. Afirmar
que en las instituciones gubernamentales hay IGNARVS, NESCIVS, IMBECILLVS y BRVTVS
no es un insulto. Es producto de lamentables condiciones formativas,
culturales, económicas y laborales: espacios deshumanizantes, degradantes,
alienantes y embrutecedores. Existen trabajos con exposición a solventes que
alteran el nivel cognitivo: áreas de aprendizaje y memoria, memoria visual,
memoria de retención, atención y flexibilidad mental, coordinación óculo-manual
y destreza visoespacial, velocidades de percepción y procesamiento de la
información. Incluso llegan a alterar el estado de ánimo: ansiedad y depresión.
Cada vez que los políticos autorizan empresas que trabajan con solventes en
zonas habitacionales, aparte de corruptos, son asesinos. La definición de
STVPIDVS entra en el ámbito irracional del BARBARVS y el BALBVS en la cultura
grecorromana: "el que balbucea" (bobo). En los seres humanos
superiores el espíritu racional controla el cuerpo, en los seres humanos
inferiores el cuerpo controla el espíritu y la esclavitud oficializaba su
irracionalidad. ¡Los romanos esclavizaban a los estúpidos!, no se preocupaban
por la esclavitud material porque era un tema moral resuelto. El mundo de las
apariencias es una prisión de los sentidos y aquellos cuya mente era gobernada
por las pasiones y los apetitos de su cuerpo eran esclavos. El estoicismo buscaba
la libertad del alma, no del cuerpo: "Los bárbaros ocupaban un lugar propio y bien
definido en este universo romano, un lugar basado en una concreta visión del
cosmos. Los seres humanos, argumentaban los romanos, constaban de dos
elementos: un espíritu inteligente y racional, y un cuerpo físico. Por encima
de la humanidad, en el cosmos, habitaban seres constituidos únicamente de puro
espíritu. Por debajo de los seres humanos estaban los animales, que encarnaban
la materia pura. En la organización del cosmos, la humanidad era la
única que combinaba un espíritu inteligente y un cuerpo físico. Por encima
de la humanidad, en el cosmos, existían otros seres que, pese a estar dotados
de poderes de mayor o menor magnitud, compartían la característica de estar
constituidos únicamente de puro espíritu. Por debajo de los seres humanos
estaban los animales, que encarnaban la materia pura. En esta organización, la
humanidad es la única que combina un espíritu y un cuerpo, y de aquí emanaba la
comprensión romana de la racionalidad. En las personas plenamente racionales
–como la élite romana, desde luego-, el espíritu racional controlaba al cuerpo
físico. Pero en los seres humanos inferiores –los bárbaros-, el cuerpo dominaba
a la mente. En una palabra, los bárbaros eran la imagen opuesta de los romanos:
les encantaba el alcohol, el sexo y las riquezas mundanas. La irracionalidad
bárbara se revelaba también de otras maneras. En opinión de los romanos, era
fácil distinguir a un bárbaro por su reacción ante la fortuna. Si tenía un
pequeño golpe de suerte, creía haber conquistado el mundo. Ahora bien, del
mismo modo, el más ligero contratiempo le conduciría a la más profunda de las
desesperaciones, y se lamentaría de su destino. Allí donde los romanos
calculaban las probabilidades, formulaban planes sensatos y se adherían a ellos
contra viento y marea, los desafortunados bárbaros se veían siempre y en todas
partes expuestos al embate de los acontecimientos fortuitos. La sociedad
bárbara era también colectivamente inferior: un mundo en el que el poder
dictaba el derecho y en el que triunfaban quienes tenían los mayores bíceps" (Heather, pp. 98, 99). Robert
Musil en Uber die Dummheit (1937) presentó un concepto diferente, la
STVPIDITAS no podía reducirse a una falta de inteligencia o insuficiencia
intelectual. De la misma manera que existen variadas formas de insuficiencia
intelectual o psicológica, cabe distinguir dos tipos de estupidez: la estupidez
atribuible a la debilidad de la razón, la torpeza intelectual, la incapacidad
para aprender y la pobreza de imágenes y discurso; la estupidez pretenciosa y
elevada, que no carecería de cierta inteligencia, pero asume labores desmedidas
y supone cierto sentimiento desequilibrado o una colaboración insuficiente
entre sentimiento y razón, de manera que puede asociarse a una educación
desproporcionada, así como a la inestabilidad e infertilidad intelectuales. La
aportación de Musil es interesante, aborda las insuficiencias de la formación y
de las inteligencias. Podemos asumir que la estupidez por disposición natural
es poco frecuente y que el ser humano es inteligente y desarrolla varios tipos
de inteligencia. A partir de las definiciones podemos inferir la importancia de
la formación y el contexto, la primera relacionada con la autoridad del saber y
la construcción del conocimiento, y la segunda con el medio en el que se
aplican las inteligencias. La modernidad se caracteriza por la especialización
del trabajo, por muy brillante que sea una persona, si se le mueve de lugar va
a quedar como un imbécil. En las instituciones públicas los partidos políticos
violan los perfiles profesionales, en el mejor de los casos tienes a personas
que son competentes en su área haciendo el imbécil en otra área. En el peor de
los casos a ignorantes haciendo el imbécil en cualquier área. En ambos casos se
sobrestima las habilidades humanas. Sólo el INSENSATVS y el NESCIVS sobrestiman
sus propias capacidades, creen que su dominio de un área los capacita para
otras áreas. Bajo el parámetro de Robert Musil, el insensato y el necio son
STVPIDVS. En la sociedad del conocimiento se aspira a la interdisciplinariedad,
multidisciplinariedad y transdisciplinariedad. Puedes desconocer cosas, pero no
por qué las desconoces. El problema no puede ser de formación ni de método: "La estupidez que se entiende con eso no es una enfermedad mental y, sin
embargo, es la enfermedad más peligrosa de la mente, peligrosa hasta para la
vida. Y, puesto que toda persona puede comportarse eventualmente de un modo no
demasiado prudente, o bien no encontrar el equilibrio entre el comportamiento
objetivamente funcional, apropiado y competente, la estupidez puede darse en
cualquiera de vez en cuando; sobre todo en condiciones de vida confusas,
complejas e, incluso, constitutivamente estúpidas" (Musil, 2014, pp. 41-49). La
teoría del conocimiento de Platón hace evidente que el bárbaro, el tonto, el
imbécil y el estúpido priorizan lo sensible sobre lo inteligible, lo irracional
sobre lo racional, el cuerpo sobre el intelecto y la materia sobre el espíritu.
A favor de los bárbaros, tontos, imbéciles o estúpidos modernos, se puede
argumentar que el embrutecimiento voluntario es producto de una vida miserable.
¿Dónde reclutan los partidos políticos a sus clientelas? Entre los miserables
es más fácil encontrar bárbaros, tontos, imbéciles, brutos y estúpidos. Platón
nunca se refiere al pueblo productor como STVPIDVS, no habla de desigualdad
natural o diferencias innatas, como sí lo hicieron Aristóteles y Kant. El
problema de Platón son las condiciones sociales, el mundo de la necesidad
material y el mundo de las apariencias es corrupto. La corrupción de los
individuos brillantes no es producto de una mala vida familiar o una mala
educación, sino de la influencia corruptora de la multitud. El pueblo sólo es
capaz de una virtud relativa, específica a su baja condición social, pero su
corrupción es absoluta. Si tuviéramos que evaluar la teoría platónica del
conocimiento con las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento, el
resultado es evidente: libro, periódico, revista, cine, radio, televisión,
internet, redes sociales. El HOMOVIDENS habita en la Caverna, se mantiene en el
nivel de las imágenes o apariencias, las creencias y las opiniones, los deseos
y los apetitos. No tiene tiempo ni fuerzas para salir de la Caverna, el mundo
de la necesidad material no permite análisis científicos de la realidad ni
juicios políticos del mundo. En el mejor de los casos es un consumidor pasivo
de pensamiento. En el peor de los casos es un consumidor de entretenimiento
para evadirse de la realidad. A la adicción al sexo, la bebida y la comida se
suma la televisión, el internet, los videojuegos y el celular. Las tecnologías
de la información satisfacen cualquier tipo de demanda de imágenes las 24 horas
del día en cualquier parte del planeta. Paul Tabori en The Natural Science
of Stupidity (1959), considera que la estupidez no concierne a algún
defecto congénito en el órgano de la inteligencia o alguna imperfección
incurable en las funciones mentales; más bien, involucra un mal empleo o poca
utilización de nuestro instrumental para razonar y, por tanto, un problema en
la persona del usuario: "El prudente puede convertirse en estúpido y el
estúpido en prudente" (Tabori, 1993, p. 2). La STVPIDITAS tampoco se
confundiría con la IGNORANTIA, pues la abundancia de conocimientos puede
encubrir la ignorancia, y la ignorancia puede convivir con la PRVDENTIA cuando
no es preciso mucho conocimiento o educación formal; no obstante, la estupidez
explota y agudiza la ignorancia, que se perfila, por ende, como síntoma de
estupidez. Para Tabori, la estupidez se vincula con la incapacidad personal
para autoexpresarse y lograr la cooperación de instinto o emoción y razón, con
la consiguiente resistencia intelectual y la derrota del propio deseo o
voluntad. Al fin y al cabo, la estupidez se manifestaría cuando se ve
obstaculizada la expresión del propio deseo o voluntad, de manera que el
estúpido "se abstiene de actuar (estupidez pasiva) o actúa erróneamente
(estupidez activa)". De ese modo, se limita también la adquisición de
conocimiento, y así se suma la ignorancia a la estupidez. Como crítica a la
tesis de Tabori, deseo y voluntad, experiencia y conocimiento, no es lo mismo.
El contraste con el dualismo platónico de los mundos sensible e inteligible, de
lo racional y lo irracional, del cuerpo y del intelecto, de la materia y del
espíritu. El deseo es un atributo del cuerpo y la voluntad es un atributo del
espíritu. Quien confunde deseo con voluntad y experiencia con conocimiento
carece de juicio. En el mundo grecorromano el deseo es la marca del esclavo,
quien no se gobierna a sí mismo en ningún lugar puede ser libre. La voluntad
está vinculada con la libertad, para ejercerla se requiere de autocontrol y
autodominio de las pasiones y los deseos. Carlo Cipolla en Le leggi
fondamentali della stupidita umana (1988), advierte de la peligrosidad
incalculable de los estúpidos, sobre todo cuando ocupan posiciones de poder o
autoridad. La teoría de Cipolla se basa en el utilitarismo de la estupidez, los
STVPIDVS lo son porque sus acciones u omisiones sólo obtienen pérdidas o no
ganan nada, y generan pérdidas o daño personal a los demás; de ese modo, se
distinguen tanto de los ingenuos o incautos SPROVVEDVTI que sufren pérdidas
personales en beneficio de otros, como de los malvados BANDITI que obtienen
ventajas personales a costa de los demás, y por supuesto, de los INTELLIGENTI
que combinan la ganancia propia con la ventaja ajena. Aaron James en las
características del ASSHOLE "culero" presenta la imbecilidad como un
rasgo estable de la personalidad que reúne una serie de condiciones: (a) el
imbécil se arroga sistemáticamente una serie de ventajas particulares en las
relaciones sociales; (b) tiene como motivación el firme convencimiento, aunque
sea errado e injustificable, de que está en su pleno derecho y es especial;
finalmente, se siente inmune ante las quejas y protestas de las demás personas:
"En ese sentido, el imbécil se distingue del estúpido que, aunque también
sea desconsiderado con los demás, no tiene problemas en disculparse"
(James, 2016, pp. 11-13). En resumen, la segunda clase de estúpido es peligrosa
en posiciones de poder y autoridad, y el culero es un imbécil moral: "En cuanto al término más utilizado en cada uno de los siglos, el término
necio fue el más empleado entre los siglos XV y XVII (corresponde casi a la
mitad del léxico de menosprecio intelectual analizado en cada siglo), y en los
siglos XIX y XX predomina el vocablo tonto (con valores de 23.8% y 30.2%,
respectivamente). Si analizamos la trayectoria de los distintos significantes
de incapacidad intelectual, se observa que el uso de términos como necio,
ignorante o bobo disminuyó significativamente a partir del siglo XVIII,
mientras que el uso de los vocablos tonto, estúpido, idiota e imbécil se ha ido
incrementando hasta alcanzar sus niveles más altos en los siglos XIX y XX…
Cuando consultamos en diccionarios escritos entre el siglo XVII y el siglo XIX,
el significado atribuido a los términos analizados (necio, tonto, ignorante,
estúpido, bobo, idiota, imbécil e insensato), llama la atención la diferencia
en las definiciones otorgadas al léxico de menosprecio intelectual. En el Tesoro
de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias (1611), los rasgos más
repetidos en el léxico explícito de menosprecio intelectual son la falta de
saber y la ignorancia, así como la falta de discurso… En una fuente del siglo
XVIII como el Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real
Academia Española (1783), se sigue observando cuánto pesa la falta de saber en
el menosprecio intelectual (de hecho, varios términos incluyen ignorante o
necio en su definición); aunque también cobra importancia la falta de artificio
(la condición de simple o, incluso de bruto), la falta de sentido (o discernimiento)
y la falta de razón… En el equivalente del siglo XIX, el Diccionario de la
lengua castellana de la Academia española (1832), al caracterizar la capacidad
intelectual, sigue predominando la condición de falta de saber o la ignorancia,
aunque se acentúa la diferenciación de rasgos relativos a la falta inherente de
capacidad intelectual y de facultades cognoscitivas (debilidad de espíritu o
genio, falta de entendimiento, falta de razón, falta de discernimiento, falta
de prudencia o falta de comprensión), así como desaparecen las carencias
relacionadas con el lenguaje"
(Requena Farré, pp. 108, 109, 110).
Yas © |
Genealogía de los Intelectuales.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
En Esparta la
doble monarquía representaba el
equilibrio de los elementos. La gerousía era
el Consejo de los veintiocho ancianos de setenta años, el contrapeso entre la apella popular y la autoridad
real, a favor de los dos reyes para oponerse a la democracia y a favor del
pueblo para dificultar el poder de un rey. La oligarquía griega respondió a la
democracia de Atenas con dos revoluciones, la primera en 411 a.C., la segunda y
más grave en 404 a.C., el golpe de estado de los Treinta Tiranos con la ayuda
de los 700 espartanos que ocuparon la Acrópolis. Los Treinta mataron y
expulsaron de la ciudad a sus enemigos y sólo 3000 ciudadanos conservaron sus
derechos (10%), entre ellos Sócrates, cuyos amigos, aliados y discípulos se
encontraban entre los principales oligarcas. En 403 a.C., la democracia fue
restablecida, instituyendo a petición de Esparta una amnistía que excluyera de
la persecución a los oligarcas que los apoyaron. Para burlar la amnistía
presentaron acusaciones graves contra Sócrates: el "amigo de los enemigos de la democracia". Platón y Aristóteles desarrollaron sus
carreras en el exilio, ¡los fundadores intelectuales de la Academia y el
Liceo!, no existía la libre divulgación de ideas que la democracia liberal
supone. ¡Los autores del canon occidental estuvieron excluidos en la Antigüedad
clásica! La Universidad medieval islámica y cristiana fue la única que les dio
su lugar. Platón (427-347 a.C.) fue educador de
Dionisio I y Dionisio II de Siracusa, Aristóteles (384-322
a.C.) de Filipo II y Filipo III de Macedonia (Alejandro Magno), ambos autores de
la figura del rey filósofo. Ellen Meiksins Wood en "De Ciudadanos a señores feudales. Historia
social del pensamiento político desde la antigüedad a la Edad Media" (PAIDÓS, 2011), ubica que la teoría política
se remonta a los filósofos griegos: Protágoras, Sócrates, Platón y Aristóteles.
La base de una serie de pensadores que forman parte del canon: Agustín de
Hipona, Tomás de Aquino, Nicolás Maquiavelo, Thomas Hobbes, John Locke,
Jean-Jacques Rousseau, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, etc. Todos tienen en
común el analizar el Estado de manera crítica y prescriptiva, pues todos ellos conciben
cómo debería ser la ordenación justa y adecuada de la sociedad y del gobierno,
la mayor parte basada en las fórmulas de la buena vida que sólo pueden venir de
la filosofía. Aristóteles
distingue entre diferentes formas de autoridad. El tipo de autoridad que se
ejerce sobre hombres que ocupan posiciones serviles, pero también existe una "política" de
autoridad entre hombres libres, en los que los iguales políticos gobiernan y
son, a su vez, gobernados. Lo que hace que esta forma de autoridad sea "política" es que
ocurre en, y sólo en, una comunidad cívica, una comunidad de ciudadanos cuya
condición es intrínsecamente igual: todos tienen el derecho de participar en el
gobierno. Existe cierta ambigüedad en la manera en que
Aristóteles concibe la autoridad "política", y si puede aplicar a todas las formas de politeia, de la democracia a la
monarquía, pero lo que queda claro es que el gobierno sólo puede ser político
entre hombres que son libres e iguales, en principio capaces de mandar y de ser
mandados. En la polis ideal de
Aristóteles, en la que la comunidad cívica se limita a los ricos y nobles, y en
la que esta comunidad manda a las clases subordinadas productoras, excluidas de
la ciudadanía, es decir, una polis
que distingue entre las "partes" de una comunidad cívica
y las "condiciones" para el cuerpo civil,
aunque siempre gobernadas por él. Por lo tanto, la relación entre condiciones y
partes, gobernantes y gobernados, no es "política". Al esbozar la polis ideal Aristóteles definió la relación entre los que mandan y
los que son mandados como una relación entre la comunidad cívica y aquellos que
se hallan fuera de ella. La
comunidad cívica consta de ciudadanos: las "partes" de la polis
que tienen derecho a gobernar y que, por lo tanto, se hallan en posición de
gobernar y, a su vez, de ser gobernados. Guillermo de Moerbeke (1215-1286), al
parecer a instancias de Tomás de Aquino, tradujo el conjunto de las obras de
Aristóteles al latín, entre ellas, la Política,
en 1260. Una traducción incorrecta de un importante pasaje sería aceptada por el
propio Santo Tomás. En la traducción de Moerbeke, "a su vez" se
convierte en un "en parte", y la referencia de Aristóteles a gobernar y
ser gobernado "a su vez" ya no se aplica a la comunidad cívica cuyos
miembros tienen derecho a gobernar, sino más bien a un gobernante que es, "en parte", tanto
un gobernante como un gobernado. Para Tomás de Aquino, el gobierno es "político" en la
medida en que el propio gobernante, como sus súbditos, se halla obligado por
las leyes. La esfera "política" como una relación entre iguales cívicos
desaparece por completo. En realidad, dista mucho de ser evidente que la categoría de ciudadanía,
tal como Aristóteles la entendió, tuviera significado en términos medievales.
El pueblo disfruta de derechos en virtud de la señoría, o como miembros de un
gremio o corporación que tenía un fuero o una carta de libertades; pero la
compleja estructura jerárquica del señorío feudal y de las corporaciones que
constituían el orden medieval es algo muy distinto de la antigua comunidad
griega de ciudadanos. Las ideas de la
ciudadanía activa, tal como fueron concebidas en la Antigüedad clásica, serían
sustituidas, en la evolución de la teoría política occidental, por concepciones
del consentimiento pasivo, en realidad, tácito. En sus formas más benignas,
estas nociones de consenso simplemente extendieron los principios de las
corporaciones medievales, cimentadas en el derecho romano, según los cuales el
todo corporativo podía quedar vinculado por las decisiones de la minoría que lo
representaba. Pero la idea tempranamente moderna de consentimiento, ya fuera
corporativo o individual, sería incluso compatible con la monarquía absoluta (la
obra de Thomas Hobbes) y con nociones de soberanía que derivaban del
"pueblo", en las que el pueblo, por rigurosamente que fuera
concebido, en absoluto desempeñaba un papel efectivo. Nociones como la de consentimiento y soberanía deben más a las
concepciones medievales (y, de hecho, imperiales romanas) del gobierno que a
las antiguas ideas de ciudadanía activa. La gente cuyo papel político era
pasivo podía haber sido aceptada, por san Agustín de Hipona, como
"ciudadanos", pero según los criterios de Aristóteles, habrían sido "condiciones"
y no "partes" de la polis. Tomás de Aquino, Juan de París,
Marsilio de Padua y Guillermo de Ockham hicieron uso de la teoría política
clásica y, en concreto, de Aristóteles. Con ciertos ajustes, que Tomás de
Aquino introdujo, la filosofía política de Aristóteles proporcionó el marco
conceptual para situar al gobierno secular en un orden cósmico mayor, de modo
que satisfaciera las necesidades temporales de los cristianos medievales. Los
filósofos cristianos medievales como Tomás de Aquino seguían estando profundamente
influidos por el neoplatonismo de los primeros cristianos (sobre todo en su
forma agustiniana), pero sus necesidades eran diferentes de las que habían
tenido los primeros cristianos. La espiritualidad ultramundana del
neoplatonismo, con su desvalorización de la existencia terrenal en favor de la
vida espiritual y la liberación mística de lo material, sirvió razonablemente
bien a los cristianos en el turbulento período del Imperio romano tardío. Allí
donde la comunidad cívica había dado paso decisivamente al dominio imperial,
los súbditos cristianos ya no tenían que preocuparse de las complejidades de la
gobernanza secular. A los teólogos como Agustín de Hipona, por ejemplo, les
bastaba con suscribir la división del trabajo entre el César y Dios. Pero era
preciso algo diferente para dar cuenta de la preocupación de los cristianos
medievales por las complejidades de la gobernanza feudal, entre ellas su
obsesión por los conflictos entre diferentes reivindicaciones del poder
temporal. La teoría aristotélica de la
política y el lugar que le concede en su sistema filosófico proporcionaron un
marco conceptual para que los pensadores cristianos admitieran el primado de lo
espiritual, al tiempo que trataban el gobierno temporal, incluso el gobierno
secular, como la mayor de las preocupaciones cristianas en este mundo. El argumento de la Política de
Aristóteles procede de su teoría general de la naturaleza. En su intento de
explicar los principios del orden que permanecen invariables en un mundo
natural sujeto al movimiento y al cambio, el estagirita hace hincapié en dos
principios: el propósito o telos hacia el que todo proceso tiende, y la
jerarquía intrínseca del orden natural. Aristóteles aplica estos principios
a la polis sosteniendo que esta forma de asociación humana es la más
elevada y que perfecciona el desarrollo humano; que el "hombre es por
naturaleza un animal político", una criatura destinada a vivir en una polis,
porque sólo es en la polis donde puede satisfacer su propio telos
como un ser racional y moral. La polis, con sus costumbres y leyes, es
la que acostumbra a los hombres a vivir de acuerdo con los principios de la
virtud y del bien necesarios para alcanzar la felicidad que es adecuada a los
seres humanos. En cuanto al mejor tipo de polis, Aristóteles propone una
forma ideal, en la que el principio jerárquico, que es fundamental en la
naturaleza, la división entre los elementos que dirigen y los que son
dirigidos, se reproduce claramente en la división entre "condiciones"
y "partes" de la polis, pero sugiere que la "polis más
factible" es aquella que combina elementos de las formas oligárquica y
democrática a fin de reducir el desorden que generan, en concreto, los
conflictos entre ricos y pobres y sus concepciones divergentes de la justicia.
El aristotelismo de Tomás de Aquino, que aparece descrito en su Summa
Theologica (Suma Teológica), comienza con el tratamiento de la humanidad
como parte del orden natural, en el que cada parte se halla dirigida hacia su
propio telos natural más adecuado. Los
seres humanos están excepcionalmente dotados de razón, y como criaturas
racionales, tienen un acceso cognitivo excepcional a la realidad, que incluye
una capacidad natural para comprender los principios morales fundamentales
necesarios para alcanzar aquella felicidad que es específica a la humanidad. El
telos humano consiste en hacer que se cumplan esas capacidades
racionales, aplicándolas a la prosecución del bien, que es accesible a la razón
natural. La razón práctica ensancha, tanto para el Aquinate como para
Aristóteles, la capacidad cognitiva para comprender la naturaleza de las cosas,
haciendo posible que los seres humanos se formen juicios racionales no sólo
sobre las cosas que realmente son, sino también sobre las acciones correctas.
Si bien los principios de la bondad son accesibles a la razón, la bondad humana
en la práctica, es una función de los sentimientos que la razón dirige. Es una
cuestión de formación y hábito, que produce una disposición no sólo a perseguir
el bien, sino a quererlo. Como Aristóteles, el Aquinate argumenta que la vida,
en una comunidad "política", forma a la gente en los principios
morales y la habitúa a querer el bien para la humanidad. Por esta razón, los
seres humanos son, por naturaleza, animales "políticos", en el sentido
de que el telos natural de la humanidad se realiza de mejor manera en
las comunidades "políticas" que son gobernadas conforme a derecho. La
virtud superior es la justicia: proporcionar a los hombres aquello que merecen;
y esto, probablemente, puede lograrse mejor en cierto tipo de
"constitución mixta": "En
este sentido, difiere sustancialmente de Agustín de Hipona. La exposición que
Tomás de Aquino hace de la vida en este mundo es muy diferente del modo en que
su gran predecesor había tratado la historia humana en esta existencia terrenal
y pecadora. Para Tomás de Aquino, la historia no sólo es un trágico
espectáculo, en el que no predomina ninguna armonía, ningún orden justo o
legítimo. En un mundo así, a lo que se puede aspirar es, a lo sumo, a cierto grado
de seguridad y comodidad materiales, siempre y cuando los súbditos, incluido
los cristianos, obedezcan al César mientras buscan la liberación en el reino
espiritual neoplatónico. Pero decir esto no equivale a afirmar que la Caída
y el pecado no tengan ninguna incidencia en la teología de Tomás de Aquino,
sino sólo que la asociación política no es, para él, un mal necesario del que
deba ocuparse la humanidad caída. Dado que el orden político es también un
orden natural, tuvo que haber existido antes de la Caída, aunque la propensión
de los seres humanos al pecado haya requerido coerción a fin de mantener la paz
y el orden de un modo que no era preciso en la condición anterior a la
expulsión del paraíso. La Caída no significó la pérdida de la razón natural. Y
si bien los seres humanos son capaces de elegir no actuar conforme a los
principios de la razón, sus distintivas capacidades racionales les permiten
comprender y seguir la ley natural. Pueden alcanzar la felicidad o la dicha en
este mundo si viven de acuerdo con los principios de la razón y la moralidad.
El orden político temporal, dirigido hacia el bien común, es el medio con el
que puede conseguirse ese fin. Para la teoría política, la consecuencia más
importante de esta manera de ver las cosas la encontramos en el concepto de
ley. Tomás de Aquino tiende un puente entre la teología y los principios del
gobierno terrenal al distinguir entre distintos tipos de ley: divina; eterna;
natural, y humana o positiva. La ley
divina, dirigida a la vida eterna y a la relación de la humanidad con Dios, es
el tema de la revelación divina en las escrituras. Conceptualmente es diferente
de la ley eterna, que representa los principios de un orden cósmico gobernado
por Dios. En la medida en que la razón humana tiene acceso al orden cósmico,
podemos hablar de ley natural. La ley natural es aquel aspecto de la regulación
divina al que la razón humana puede acceder, que establece los principios
básicos del bien en la práctica humana y legitima el gobierno. Esta ley, a su vez,
debe encarnarse en las leyes positivas que los gobiernos de la tierra promulgan
y estatuyen" (Wood, pp. 264, 265, 266). En la Edad Media estaban definidos los
intelectuales, los filósofos y teólogos, los Siete Sabios de la Edad Media:
Al-Farabi (870-950), Ibn Rushd (1126-1198), Tomás de Aquino (1225-1274), Juan
de París (1255-1306), Juan Duns Escoto (1266-1308); Marsilio de Padua
(1290-1342) y Guillermo de Ockham (1288-1348). En la antigua Roma, hubo
diferentes puntos de vista sobre los derechos de propiedad, pero los juristas en
general consideraron la propiedad como una convención establecida por los
estados que el derecho civil hacía cumplir. En el bajo imperio, los Padres de
la Iglesia y, entre ellos, especialmente Agustín de Hipona propusieron una resolución
que seguiría ejerciendo su influencia a lo largo de toda la Edad Media e
incluso en períodos posteriores. Según esta doctrina, después de la expulsión
del hombre del Paraíso, tanto el gobierno como la propiedad eran males
necesarios. Esto significaba que, si
bien la propiedad era una convención humana creada por el estado, que velaba
también para hacerla cumplir, su función en el mantenimiento de la paz y el
orden social, al igual que la función misma del gobierno, estaba sancionada por
la autoridad divina. De ello se desprendía que disposiciones de propiedad y
poder en apariencia injustas o poco equitativas podían contar con la
aquiescencia de los cristianos, al igual que el César podía ordenar su
obediencia. Y los pensadores franciscanos encontraron modos de demostrar que el
uso podía ser separado de la posesión, de la propiedad. El teólogo y filósofo Juan Duns Scoto (1266-1308) argumentó que, en el
estado de inocencia, todas las cosas habían sido utilizadas en común. Esto
significaba que el uso común era ordenado por la ley natural. Pero el uso común
no comportaba la posesión comunitaria de la propiedad, puesto que cada uno sólo
tenía derecho a utilizar lo que era necesario sin que ello excluyera el uso por
parte de los demás. De eso se desprendía que el uso y la posesión de la
propiedad estaban separados. Ninguna forma de posesión de la propiedad, y menos
aún la propiedad privada, podían considerarse como naturales, aunque las
relaciones complejas de la sociedad civil requerían de la institución de la
propiedad para mantener la paz y el orden civil. La doctrina franciscana de
la pobreza generó una controversia sobre la cuestión de la propiedad y, en
general, sobre las relaciones entre la posesión de la propiedad y la
jurisdicción. Esto, tal como hemos visto, tuvo amplias consecuencias para las
relaciones entre la Iglesia y el estado, la autoridad papal y el poder secular.
Los franciscanos adoptaron la opinión de que, como Dios había dado el mundo a
la humanidad para que lo usara en común, nadie, ni una entidad individual ni
una corporativa, podía afirmar que sus derechos de propiedad estaban basados en
la naturaleza. Tanto el poder eclesiástico como el poder secular sólo podían,
en cualquier caso, administrar la propiedad como mayordomos. La orden dominicana
se opondría al argumento franciscano. Por un lado, los dominicos sostuvieron
que el uso no podía separarse de la posesión de la propiedad, y que una
transferencia de uso equivalía a una transferencia de la posesión de la
propiedad. Por otro lado, insistieron en la separación de la propiedad y de la
jurisdicción, y negaron que hubiera un sentido en el que las autoridades, tanto
las seculares como las eclesiásticas, pudieran reclamar la efectiva propiedad o
dominium sobre los bienes que
administraban. El argumento más sólido contra la posición franciscana fue
expuesto en la bula papal del papa Juan XXII, Quiva vir reprobus. El papa sostenía que el dominium de Dios sobre la creación era análogo al dominium humano sobre las posesiones
terrenales, que esto fue cierto tanto antes de la Caída como después de ella, y
que, por tanto, la propiedad era, de hecho, natural. Además, podían separarse
uso y posesión de la propiedad. Sólo la propiedad podía justificar el consumo
de bienes, porque sólo los propietarios tenían derecho de destruir sus
posesiones. El uso de bienes no consumibles, incluso, requería un derecho de uso: "Juan
de París afirmaría la autoridad espiritual del papa al tiempo que negaría que
tuviera un dominium absoluto y, por
tanto, le negaría la supremacía temporal. Al mismo tiempo, argumentó que la
universalidad del reino espiritual no puede aplicarse a los reinos seculares,
con sus condiciones diversas, lo cual significa que nunca puede haber un
imperio universal. Juan se basa en la teoría de la realeza desarrollada por
Tomás de Aquino, y sobre ella construye su teoría de la propiedad. El argumento proviene de la defensa de la
propiedad privada en contra de la propiedad comunal, en razón de que si todo se
poseyera en común, sería difícil mantener la paz. El bien común puede
alcanzarse mejor permitiendo que los individuos saquen partido de su propiedad
bajo la supervisión de cierto tipo de potestad secular cuya finalidad sea el
bien común. Juan, sin embargo, añadió un importante perfeccionamiento a la
distinción que los dominicos hacían entre propiedad y administración. Al
definir el dominium en términos más
restringidos como dominium in rebus –
es decir, las cosas materiales- y no como señoría en un sentido más amplio,
sostuvo que los individuos tienen derechos inalienables de propiedad que
provienen de su propio trabajo e industria y que preceden a las instituciones
seculares y eclesiásticas. El estado secular, por tanto, tenía potestad
jurisdiccional para regular la propiedad de los individuos y arbitrar entre sus
disputas y querellas, pero no tenía ningún dominium…
En la polémica sobre la pobreza apostólica, Ockham exploró el concepto de dominium, distinguiendo entre
condiciones antes y después de la Caída. En la condición anterior al pecado
original, la humanidad disfrutaba de la capacidad de utilizar toda la creación,
pero sin poseerla en propiedad. Una vez que el pecado de Adán transformó la
condición humana, Dios facilitó los medios de mejorar la vida humana otorgando
a la humanidad una capacidad para apropiarse de bienes temporales, en la forma
de propiedad individual, y de proteger sus derechos de propiedad instituyendo
para ello el gobierno. El objetivo de
Ockham era demostrar que, puesto que tanto la propiedad como el gobierno
resultan del pecado de Adán, claramente pertenecen a la esfera temporal, que se
halla bajo la dirección de la autoridad secular, lo cual significaba que el
papa no podía reclamar para sí ninguna plenitud de poder. Si bien la propiedad
es una creación humana, que depende de la autoridad civil, la capacidad para
ejercer el dominium en su forma
posterior a la Caída es un don de Dios. La utilidad de la propiedad privada, no
sólo reconocida por el derecho civil, sino por el ius gentium, constituye un derecho inalienable" (Wood, pp.
275, 291).
Yas © |
Expulsión de la Ciudadanía.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Ellen Meiksins Wood
en "De
ciudadanos a señores feudales. Historia social del pensamiento político desde
la Antigüedad a la Edad Media" (PAIDÓS, 2011), ubica que en las obras de Esquilo y Sófocles se ponen de
manifiesto el auge de la comunidad cívica, de la ciudadanía y del principio del
derecho. En sus obras se refleja la evolución de la democracia con sus nuevas
concepciones de la ley, la igualdad y la justicia. Pero en sus tragedias se manifiestan
las tensiones de la polis democrática
y la naturaleza y el origen de las normas políticas, los valores morales y las
concepciones del bien y del mal. Aristófanes y Platón criticaban a los sofistas por
convertirse en la expresión intelectual de la decadencia moral, los
representantes del abandono de los valores tradicionales. Una polis
democrática en la que todos los criterios de lo que está bien y está mal habían
sido dejados de lado. Las estrategias retóricas que los sofistas habían
perfeccionado, el principio de confrontación adoptado por los abogados, según
el cual en cualquier cuestión siempre había dos bandos, fueron interpretadas
por los críticos como un modo de "hacer que la peor de las causas
pareciera la mejor". Los sofistas estaban de acuerdo en que hay una
diferencia esencial entre las cosas que existen por naturaleza (fusis) y
las cosas que existen según la costumbre, la convención o la ley (nomos).
Los sofistas fueron los inventores de la teoría política. Podían poner en juego
sus argumentos para defender la democracia o para atacarla. Los defensores de
la oligarquía argumentaban que había una división natural entre gobernantes y
gobernados, y que la jerarquía natural debía reflejarse en las disposiciones
políticas. Los defensores de la democracia podían argumentar que no había tal
división según la naturaleza, que los hombres son iguales por naturaleza y que
no era conveniente crear una jerarquía según la ley. Los demócratas podían
argumentar que la igualdad política creada por la ley tenía la ventaja de
moderar las desigualdades naturales y hacer posible que los hombres vivieran en
armonía. O podían argumentar que, por muy similares que los hombres fueran por
naturaleza, la vida en sociedad requería diferenciación, una división del trabajo,
y un cierto tipo de desigualdad según la ley. Los sofistas estaban
representados en la oligarquía y en la democracia, pero se distinguían por el
relativismo epistemológico y el pluralismo moral, nunca iban más allá de la
realidad empírica. No les interesaba el verdadero conocimiento, son los
exponentes griegos de la posverdad: "Más allá del bien y del mal".
Demócratas o antidemócratas, los sofistas eran expresiones de la democracia en
la que una opinión de un hombre era tan buena como la de cualquier otro, un
principio que no es compartido por las democracias occidentales. El sofista
Protágoras pensaba que más allá del juicio humano, no hay un árbitro sincero
para la verdad, es imposible que existan criterios absolutos sobre lo que es
verdad y lo que es falso, lo que está bien y lo que está mal. Cada individuo
debe ser el juez último, idea resumida en el más conocido de sus aforismos:
"El hombre es la medida de todas las cosas, de las cosas que son lo que
son y de las cosas que no son lo que no son". Platón utilizó la figura de
Calícles, el "Nietzsche griego", para representar la idea radical
sofista de que la justicia es el "derecho del más fuerte". A
diferencia de los sofistas, que tendían hacia el relativismo o el pluralismo
moral y nunca se aventuraban más allá de la realidad empírica. Sócrates y
Platón estaban preocupados por un tipo diferente de "naturaleza", una
realidad más profunda o superior que era el objeto del verdadero conocimiento.
Para ellos el mundo empírico era un mundo de apariencias, el objeto del saber
convencional imperfecto, en el mejor de los casos, era una opinión recta, pero
no un conocimiento real. Los filósofos establecieron una distinción entre
aprendizaje y persuasión, sugiriendo que los sofistas, como los abogados, en
realidad no estaban interesados en conocer la verdad, sino en defender una
causa y persuadir a otros. El discurso de Protágoras es el único argumento
sistemático en defensa de la democracia de la antigua Grecia que ha
sobrevivido. La polis no existe para lograr algún propósito moral
superior, sino para servir a los intereses humanos ordinarios y facilitar las
condiciones en la que los seres humanos puedan llevar vidas razonablemente
pacíficas y cómodas. La convicción de que los hombres son capaces de emitir
juicios políticos y que su bienestar no sólo depende de la participación en un
orden cívico, sino también el derecho a los beneficios que procura la vida
cívica. La democracia como la entendían los atenienses era el derecho a buscar
el bienestar humano y la felicidad en la polis. En la antigua Grecia la isegoria
no sólo significaba libertad de expresión en el sentido en que entendemos el
derecho en las democracias modernas, sino igualdad en el hablar público. La
libertad de expresión, tal como la entendemos, tiene que ver con la ausencia de
interferencia en nuestro derecho a hablar. La igualdad de expresión, tal como
los atenienses lo entendían, tenía que ver con el ideal de la participación
política activa de los pobres y los trabajadores. La igualdad de expresión, tal
como la entienden PSOE-Unidas Podemos en la Educación en Valores Cívicos y
Éticos, significa simpatizar con su programa (feminismo, LGTBIQ+) para poder
participar en la ciudad. La conquista de Alejandro Magno hizo que Atenas fuera
desplazada como centro de la cultura por ciudades como Alejandría o Pérgamo,
con sus grandes bibliotecas, y la filosofía griega tuvo que adaptarse a la
realidad imperial. Pero también desplazó la polis griega por la polis
imperial macedonia. Alejandro y sus sucesores invocaron los antiguos
principios de la libertad de trabajo, la autonomía y la democracia, prometiendo
el derecho a vivir bajo sus propias leyes y ancestrales divinidades, libres del
pago de tributos y de guarniciones imperiales. Pero al mismo tiempo la introducción
de la cosmópolis transfería los antiguos principios y lealtades de la polis al estado imperial, al mismo
tiempo que despojaba a la ciudadanía de su ámbito político y sustituía la
ciudadanía activa por la pertenencia pasiva a una comunidad cósmica o comunidad
humana universal. El principio cosmopolita halló su expresión en la
supresión coercitiva de la diferencia, pero también en el fomento de la mezcla
y en el cruce matrimonial entre las diversas etnias, en la aparición de cultos
religiosos sin fronteras en lugar de cultos cívicos y tribales particularistas,
y sobre todo en la hegemonía que ejercían la lengua y la cultura helena. La
expulsión de la ciudadanía activa provocó el surgimiento de escuelas del
recogimiento que ya no situaban la felicidad humana en la polis, sino en
los recursos internos del individuo y en el cosmos… La fundación de la escuela
epicúrea en Atenas se atribuye a Epicuro en 306 a.C. Hijo de padres atenienses,
nació en el año 341 a.C. en la isla de Samos. Desde pequeño experimentó los
efectos de las conquistas macedonias, después de la muerte de Alejandro Magno,
Perdicas, el regente imperial, expulsó de Samos a los colones atenienses. La
obra de Epicuro sólo ha sobrevivido a través de fragmentos o a través de las
palabras de sus discípulos y seguidores, que muestra la influencia atómica de
Demócrito y la creencia en los extraterrestres. La obra clásica epicúrea más
importante conservada es De Rerum Natura ("De la naturaleza de las
cosas"), el poema de Lucrecio en la Roma tardía, donde resume el
pensamiento epicúreo, la idea de los átomos, el pensamiento infinito y la
inevitabilidad de otros mundos con vida: "No parece lógico que éstos sean
el único mundo y cielo creados, y que más allá de eso, los abundantes cuerpos
de materia no tengan ningún propósito… Los átomos, que no tienen número en la
totalidad del espacio infinito, se unirían ocasionalmente para convertirse en
el principio de grandes cosas, el mar, el cielo y la raza de seres vivos… Se
debe admitir que hay otros mundos en otras regiones, así como distintas razas
de hombres y especies de animales salvajes. En la suma total de las cosas no
hay nada que sea singular, que nazca siendo único y crezca de la misma manera y
solo; en realidad pertenece a alguna clase, y hay muchos más del mismo". La
fundación de la escuela estoica se atribuye a Zenón (333-264 a.C.), nacido en
la colonia griega de Citio, en la isla de Chipre. Hijo de un comerciante que,
después de estudiar con el filósofo cínico Crates, fundó su escuela: la Estoa,
cuyo nombre evoca la Stoa Pikile, el
pórtico pintado de la antigua ágora de Atenas donde Zenón enseñaba. La obra
política más importante del primer estoicismo es la "República" de
Zenón. La obra describe una polis
ideal, que carecía de las instituciones de la ciudad-estado-real, tales como
tribunales de justicia, las escuelas, los templos, la propiedad y el dinero, y
cuya unión solamente se apoyaba en las relaciones de armonía entre individuos
virtuosos: "Se ha dicho que
Alejandro, de hecho, inventó la noción de cosmópolis, que recibió su
expresión teórica en la filosofía estoica, reemplazando la polis por una
comunidad humana universal, y haciendo hincapié en la igualdad y la hermandad
del género humano frente a los particularismos de la polis… A medida que
la identidad y la acción cívica dieron paso a diferentes maneras de estar en el
mundo social, filósofos como los epicúreos y los estoicos se preocuparon más
por el lugar que el individuo ocupaba en el cosmos que por el orden político…
Para Epicuro y sus seguidores, el bien supremo, incluso el último propósito de
la vida, es el placer (aunque no en el sentido amoral y hedonista que
vulgarmente es atribuido a los epicúreos) y la evitación del dolor. La
felicidad, ante todo, requiere la paz que acompaña a la ausencia de miedo, un
miedo que, en particular, significa miedo a la muerte y a la vida futura… Esto
conlleva una explicación de los procesos naturales sin necesidad de recurrir a
fuerzas divinas o sobrenaturales, una explicación que descansa en la concepción
de que los cuerpos materiales están compuestos por átomos y de que la psique
humana está gobernada por sensaciones generadas materialmente y que, en gran
medida, son fuentes certeras de conocimiento… Su tema central no era la vida
del ciudadano, sino la experiencia y la ética de la persona individual, pues
esta filosofía consideraba que la relación más elevada que puede darse entre
los individuos no era la unión cívica, sino la amistad personal… El estoicismo,
al igual que el epicureísmo, básicamente se ocupó de la ética y del bienestar
del individuo. El dominio de sí, incluso la renuncia completa a sí mismo, que
relacionamos con el "estoicismo", la aspiración a eliminar las
pasiones que son causa de la desdicha y el sufrimiento de los hombres, y el acento
puesto en los bienes internos del alma, parecen ser otras tantas razones a
favor de un retiro completo de la vida política… En el corazón de la doctrina
estoica se halla la noción de logos, la razón universal de un orden
cósmico divino, el principio dinámico en la naturaleza material. El universo
estoico es completamente unitario. En marcado contraste con el dualismo
platónico de los mundos sensible e inteligible, de lo racional e irracional,
del cuerpo y del intelecto, en la filosofía estoica, al menos en su forma
originaria, no existe una división entre espíritu y materia. Desde un punto de
vista epistemológico, esto significa que la sensación y la percepción humana
(cuyos contactos con la realidad son directos) no son fuentes imperfectas de
opinión, que deban distinguirse del conocimiento verdadero al que se accede
sólo a través de la razón, sino fundamentos fiables del conocimiento" (Wood, pp. 133, 140, 142, 143,
144). Adrián Baquero Gotor en "La
traición de Diógenes. Lecturas contemporáneas de la filosofía cínica"
(PRENSAS DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA, 2020), el Cinismo de la antigua Grecia
se gestó en un contexto previo al dominio de la ciencia, del capitalismo y del
monoteísmo; tres pilares sobre los que se construye nuestro mundo moderno. Por
supuesto, cuando hablamos de "Cinismo" nos estamos refiriendo a la
sabiduría que practicaban los filósofos de la escuela Cínica, una concepción
totalmente alejada del desvirtuado sentido que atribuimos coloquialmente al
término "cinismo". La escuela Cínica fue fundada en la antigua Grecia
durante el período helenístico, un período de decadencia de la Grecia clásica
en el que se produce una profunda crisis que abarca distintos aspectos de la
cultura: aspectos políticos (la conquista de Grecia por parte del Imperio macedonio
acaba con la independencia política de las polis),
aspectos económicos (Grecia pierde el control económico sobre el tráfico
marítimo al perder los grandes puertos), aspectos sociales (los valores
tradicionales de la Grecia clásica se debilitan por las nuevas corrientes de
pensamiento), etc. Como suele ocurrir, esta crisis cultural repercutió sobre la
sociedad y también sobre la filosofía, pues la felicidad del individuo ya no
podía sustentarse en la confianza del Estado, en la riqueza o en los grandes ideales
de la filosofía. En este momento aparecen una serie de modestas escuelas
filosóficas formadas por pequeños grupos de pensadores con ideas en común, que
se reúnen en puntos concretos de la ciudad para reflexionar sobre cuál puede
ser el mejor camino para alcanzar la felicidad por uno mismo. La escuela Cínica
fue una de estas escuelas que lanzó una propuesta de camino para alcanzar la
felicidad, tal vez una de las propuestas más extremas, al tiempo que más
directas y efectivas; por eso algunos filósofos de la época no dudaron en
considerar al Cinismo como un "atajo hacia la virtud". Según el
relato histórico, el fundador de esta escuela fue Antístenes, quien había sido
discípulo del sofista Giorgias, pero posteriormente estableció buena amistad
con Sócrates, pasando a formar parte del círculo del pensamiento socrático.
Pero, indudablemente, el filósofo más popular de esta escuela fue Diógenes de
Sinope, por ser el mejor representante de los valores de dicha escuela al
llevarlos al extremo mediante su propia vida. Su excéntrico modo de vida hizo
que sus anécdotas biográficas se popularizaran en la Antigüedad y fueran
transmitidas a través de la historia, convirtiendo al sabio de Sinope en el
indiscutible protagonista de esta escuela. El camino que proponen para alcanzar
la felicidad pasa por un principio básico: vivir de acuerdo con la naturaleza. Es
la misma propuesta que encontraremos en los estoicos, pero aquí con una
aplicación más primaria. A grandes rasgos, el Cinismo dice que la cultura es un
impedimento para alcanzar la ansiada felicidad que todos buscamos, pues la
complejidad de la vida en sociedad hace que, dentro de la cultura, la felicidad
requiera un mayor sacrificio de los valores y libertades de la persona.
Observando a los animales, los Cínicos consideraron que la felicidad es más
fácilmente alcanzable si solo atendemos a criterios biológicos, por eso
proponen un modo de vida acorde con nuestra naturaleza, logrando una felicidad
más fácil de alcanzar al simplificar nuestras aspiraciones. Resulta muy
interesante analizar el transcurso histórico del Cinismo, ya que, durante
muchos siglos, esta escuela pareció quedar en el exilio filosófico. Mientras
que otras escuelas helenísticas coetáneas, como el estoicismo o el epicureísmo,
tuvieron continuidad como corrientes de pensamiento en la historia de la
filosofía, el Cinismo apenas la tuvo mucho más allá de su contexto original
griego, llegando al mundo latino muy entremezclada (con enorme controversia) en
el estoicismo romano y sin apenas trascendencia posterior en la Edad Media.
Como es sabido, el discurso filosófico de la Edad Media en Occidente pasa por
el filtro de la interpretación escolástica, que aportaba mayor validez y
credibilidad a aquellas sabidurías que mejor pudieran adaptarse a las Sagradas
Escrituras, ya que así no cuestionaban los dogmas religiosos de la Verdad
revelada por Dios. Algunas escuelas paganas pudieron adaptarse bien a la
tradición escolástica, pero el irreverente ateísmo que profesa el materialismo
Cínico presenta de por sí enormes dificultades para amoldarse al discurso del
cristianismo, por lo cual la lectura e interpretación de los Cínicos durante la
Edad Media quedó reducida a escasas referencias marginales y poco relevantes.
Sin apenas presencia entre los autores importantes de este período y sin
ninguna evolución destacable en el pensamiento de esta corriente, el Cinismo
fue cayendo progresivamente en el olvido bajo la amenaza de quedar abandonado
para siempre en algún rincón de la historia de la filosofía. Sin embargo,
cuando parecía que la lámpara de Diógenes se había apagado casi por completo y
que ya no iba a servir para encontrar hombres dispuestos a seguir esta
sabiduría, la Ilustración centroeuropea y su intención por superar las
supersticiones del Medievo hicieron renacer el interés por esta escuela a
partir del siglo XVIII. Resulta curioso observar que esta nostalgia por las
escuelas filosóficas paganas de la Antigüedad no se limita exclusivamente a los
Cínicos, pues en el presente muchas corrientes de pensamiento están recuperando
métodos y valores de las escuelas helenísticas para guiar la construcción del
sujeto contemporáneo. Por ejemplo, el culto al placer practicado por el
hedonismo epicúreo, la ataraxia o la concepción estoica del destino siguen
siendo ideas que fascinan en la actualidad, probablemente porque estas escuelas
propusieron métodos para alcanzar la felicidad que todavía siguen siendo útiles
aplicados al mundo contemporáneo:
"Junto con la condición de expatriados e inmigrantes que hace de la vida de
los Cínicos una elección casi heroica en la antigua Grecia (al depender casi
únicamente de sí mismos), hay una característica coincidente en las biografías
de los Cínicos en torno a la peculiar relación que la mayoría establecieron con
el dinero y la propiedad antes o en el momento mismo de convertirse a la
filosofía. En efecto, se puede reconocer fácilmente que la relación con la
pobreza material y el conflicto con el dinero es otro de los motivos con los ha
querido la tradición reconocerlos, en su carácter filosófico, como miembros de
una misma escuela. El exilio y la extrema pobreza no fueron condiciones de la
vida de Antístenes, según lo precisan las fuentes biográficas. Sin embargo,
también parece que, al menos después de su conocimiento de Sócrates, debía de
vivir en un régimen de considerable austeridad, cercano al que practicara su
gran amigo y maestro, a juzgar por el desprecio expreso que hace del lujo y la
opulencia. Que Diógenes vivió la mayor parte de su vida en una situación de
extrema pobreza es en cambio evidente. Conocida es de todos la historia por la
que se dio comienzo a su andadura filosófica: Diógenes, hijo del responsable de
la banca de Sinope, se vio envuelto en su juventud en un caso de reacuñación
ilegal de moneda, teniendo finalmente que huir al exilio. Instalado en Atenas,
tuvo que enfrentarse a una miseria absoluta que, sin embargo, resignificó al
decidir entregarse a la vida sencilla, por la inspiración que le procuró
-supuestamente- observar cómo vivía feliz un ratón y tras conocer,
precisamente, el ejemplo de Antístenes. Crates, por su parte, al parecer se
desprendió de sus ricas propiedades. Es dudoso si esto lo hizo forzado tras ser
arrasada Tebas, su ciudad natal, por Alejandro, pero la tradición dicta que
esto lo hizo por propia voluntad y que decidió también entonces entregarse al
estilo de vida Cínico; tomó como ejemplo a Diógenes el Cínico y reforzó su
firme oposición a vivir y a comportarse como un ciudadano cualquiera. De
Mónimo, en Corinto, de quien poco sabemos a excepción de que era empleado de la
banca local, se dice también que, admirado por el ejemplo de Diógenes, simuló
un brote de locura y empezó a desperdigar todo el dinero que tenía a su cargo
hasta que su amo lo despidió, disponiéndose entonces a seguir al de Sinope y
luego también a Crates. Hiparquia, fascinada por la personalidad de Crates, y
pese a que éste pusiera todo su empeño en disuadirla a petición de los padres
de ella, decidió sin embargo renunciar a todos sus privilegios como hija de una
buena familia de Maronea y adoptar el estilo de vida del que desde entonces
sería -Crates- su compañero de vida y de filosofía" (Pons Olivares, pp. 251, 252, 253).
Yas © |
Cinismo Cosmopolita.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Daniel Pons
Olivares en "Filosofía, Historia de la Filosofía y Orígenes del
Pensamiento Cínico en Vidas y Opiniones de los Filósofos Ilustres de Diógenes
Laercio" (UNIVERSITAT DE LES ILLES BALEARS, 2013), encuentra entre los
Cínicos griegos (alrededor del siglo IV a.C.) algunos de los personajes más
peculiares de la historia de la filosofía. Más que Antístenes, Crates e
Hiparquia y, por supuesto, por encima de otros Metrocles, Menipo, Mónimo,
Menedemo u Onesícrito, el más renombrado es, sin duda alguna, Diógenes el
Cínico. Asimismo, Diógenes
es el protagonista de las más conocidas representaciones del filósofo Cínico en
la historia de la iconografía, y se le puede ver en numerosas situaciones
-ciertas o no, pero reveladoras en todo caso de su carácter- ataviado
únicamente con el manto característico del filósofo Cínico, e instalado, a la
vista de todos, en una gran tinaja, "buscando un hombre" con una
linterna, o incluso dirigiéndose de forma descarada al gran Alejandro Magno para
que se quitara de en medio, pues, subido a un esplendoroso caballo, le tapaba
el Sol que tan plácidamente estaba tomando en el Craneo. Junto con Diógenes,
cabe destacar a Antístenes, a quien se le reconoce como amigo y discípulo de
Sócrates -presente junto a él incluso en sus últimas horas en prisión, antes de
ser ejecutado-, al tiempo que es designado por las fuentes como el maestro o
inspirador del propio Diógenes. Desde la Antigüedad se ha discutido si se debe
considerar a Antístenes el iniciador del cinismo o si más bien conviene
reconocer en esto a Diógenes el Cínico. En general, se puede establecer que hay
que entender a Antístenes como un antecesor del cinismo, como un pensador
proto-cínico, aunque hay que advertir que se deben a él -en una fase socrática
de su pensamiento- la mayoría de las aportaciones teóricas de las que
posteriormente pudo derivar esta primacía de la práctica directa en el estilo
filosófico del cinismo. Las afirmaciones antisténicas, en efecto, armonizan
bien con las prácticas cínicas, aunque el carácter personal de Antístenes fuera
bastante más moderado que el de Diógenes el Cínico. Los Cínicos aparecen en un
momento en el que la polis griega comienza a acusar a marchas forzadas
el principio de su propia desaparición como centro de la actividad y universo
de sentido del ciudadano griego, de manera que, cada vez más, se hacen
necesarias formas de regencia y credos alternativos para la vida personal. Es
por este motivo que el cinismo se ofrece como una opción distinta y se opone en
gran medida a la pujanza de la religión y el misticismo que debía ser propia de
su tiempo. Son muy significativas las anécdotas que ponen a Diógenes y, en
especial, a Crates frente a Alejandro, como destructor de las poleis griegas en
su afán imperialista. Así, por ejemplo: "A Alejandro que le preguntó (s.c.
a Crates) si quería que se reconstruyera su patria, le contestó: "¿Por qué
hay que reconstruirla? Pues igualmente un Alejandro la destruirá de
nuevo", insistiendo en que, en verdad, "tenía por patria la mala reputación
y la pobreza inexpugnable al azar y que era ciudadano de Diógenes, que no había
sido insidiado por la envidia". A esta característica condición de
expatriados se suma la consecuente cualidad de extranjeros (o de mestizos, como
Antístenes, hijo de un padre ateniense y probablemente de una esclava tracia).
Esta condición, común a la mayoría de los filósofos Cínicos, debió de marcar
profundamente la orientación de su filosofía, hasta el punto de que, frente a
su situación carente de toda salvaguarda, apuestan los Cínicos por la sola
asistencia de la razón en una constitución integral de vida y pensamiento
contra toda constitución hipócrita o inauténtica en el seno de la polis.
Cuenta una anécdota que Diógenes de Sinope, exiliado en Atenas y abocado a una
situación de extrema pobreza, "al observar un ratón que corría de un lado
a otro y que no buscaba un sitio para dormir, ni se preocupaba por la
oscuridad, ni deseaba nada de lo que se consideran goces, descubrió (s.c.
Diógenes) una solución a su situación", entregándose de esta forma a la
vida sencilla que aprendió también como seguidor de Antístenes (vid. D.L. VI
21), a quien se le denomina con el sobrenombre de "Perro simple". No
obstante, Diógenes tomará como paradigma de su ejemplo no tanto al ratón que,
según se cuenta, le sirvió de inspiración inicial, como al perro, kyon,
y de entre ellos, por motivos obvios, el perro callejero, género con el que se
identificó plenamente, a juzgar por las anécdotas (muchas de ellas exageradas)
que hemos conservado acerca de esta relación; y de hecho, como
"perruno" fue reconocido y vituperado muchas veces por el resto de
ciudadanos. La figura del perro como símbolo de su filosofía y carácter, tanto
si fue por propia elección o por voluntad de asentimiento ante la imposición de
los juicios -en principios despreciativos- de la mayoría, no es, en cualquier
caso, nada inoportuna. El perro, en efecto, es, de entre los animales,
quizás el más próximo en convivencia y entendimiento al hombre, si bien sigue
representando el referente de la naturaleza frente al contexto de la cultura y
sociedad humanas en el que es escogido. El perro, en cualquier caso, orina,
defeca y copula en público, prácticas, entre otras necesidades, que no sería en
modo alguno toleradas por la moral tradicional de la época, como tampoco en
tantos otros ámbitos sociales antiguos y modernos. Así pues, el perro es
adoptado también por el filósofo Cínico como el paradigma, ejemplo o simple
metáfora de la correcta vida natural que debe ser aceptada, como un bien, en el
seno de la polis. Que la actitud
de la que hacen gala los Cínicos, sustentados en el paradigma del perro,
contravenga la moral popular y las costumbres y normas establecidas se debe, de
forma evidente en la opinión de estos filósofos, a que las reglas de la polis
están enviciadas y, consecuentemente, no tienen ningún sentido en el desarrollo
del bienestar y el potencial auténticamente humano (ni en el ámbito social ni,
sobre todo, a escala tanto particular como genérica, en el progreso personal de
cada individuo). Otro posible origen del nombre de la escuela cínica, que
también apunta Diógenes Laercio, es que se tomara del nombre del gimnasio Cinosarges,
lugar donde podían reunirse los Cínicos y donde se dice que platicaba, en
primer lugar, Antístenes sobre filosofía. Cinosarges significa
literalmente "perro blanco", lo que justifica que algunos creyeran
que el nombre "Cínico" procede del nombre de este gimnasio. Conviene
apuntar además, al hilo de esta versión, que el perro es protagonista de al menos
uno de los títulos de las obras de Antístenes, en referencia directa a temática
homérica y, en concreto, odiseica: Sobre Odiseo y Penélope. Todo apunta a que
se hace referencia al perro de Odiseo, fiel compañero que aguardó a su amo
hasta su vuelta a Ítaca y que, momentos antes de morir por la edad y la
enfermedad, fue el único que reconoció a Odiseo a su llegada. En cualquier
caso, entre las virtudes del perro se encuentran valores muy del gusto de los
Cínicos: el remarcado principio de sencillez y humildad material en las formas
de vida, la autonomía, la nobleza, la lealtad, la sinceridad, la capacidad de
reconocer y de denunciar de forma evidente y directa al indeseable, la falta de
pudor con la fisiología (en contra de los modales de la época), la confianza en
la capacidad del propio esfuerzo y la fortaleza física para gozar de una buena
salud y valerse en la vida, la disposición del ánimo y la conducta conforme a
la especificidad de cada situación, por penosa que sea, pero también la falta
de reconocimiento de patria concreta alguna, más que, si acaso, en la forma de
la amistad hacia el congénere que comparte su misma actitud y convicciones y de
la cual deriva su reconocido y originario sentido del cosmopolitismo,
fundacional para la historia del pensamiento occidental hasta nuestros días. Algo
que tampoco pasa inadvertido en la conducta de los Cínicos es la ácida
acometida de algunos de ellos, principalmente Crates, hacia las prostitutas. De
un lado, el cinismo presenta a la prostituta común una opción preferible a
implicarse con heteras, y también como una vía de escape a los estúpidos
enredos del compromiso matrimonial. El refinamiento de las heteras,
unión de coquetería y elegancia en el hablar y en el vestir, no era ni mucho
menos del gusto de los Cínicos, sino que las reconocían como unas
"buscaproblemas" para la mayoría de los hombres que, obnibulados
muchas veces por un loco y ridículo concepto del amor, y debido a una
desviación malsana de sus impulsos sexuales, entraban como corderos al degüello
en un juego de fuerzas propio de unas complejas relaciones de dominación. Desde
este punto de vista, irse con una prostituta se observaba por parte de los
Cínicos como una alternativa justificable para satisfacer sencillamente los
apetitos sexuales naturales. En consecuencia, parece que Crates llegó a llevar
a su hijo con una prostituta para instarle a que evitara caer en el innecesario
embrollo del matrimonio. Esto se extrae también de la expresión que se le
atribuye a Antístenes por la que, al ver una vez "a un adúltero que huía,
exclamó: "¡Qué desgraciado! De qué gran peligro podías haber escapado por
un óbolo". Por otra parte, de Diógenes el Cínico se cuenta que se
masturbaba habitualmente en público y sin ningún pudor decía: "¡Ojalá que
frotándome la barriga se calmase también el hambre!". En efecto, al igual
que cualquier otro tipo de apetito, para un Cínico las cuestiones sexuales se
reducen a un problema simple de satisfacción de impulsos naturales, como sucede
con la necesidad de alimento. Si no se consideran de este modo, los apetitos
sexuales pueden convertirse en foco de problemas psicológicos socialmente
inducidos, puesto que el mal, para un Cínico, es sólo moral (esto es, cultural)
y no algo natural. El sexo, en definitiva, es un acto al que también se le debe
acompañar una máxima expresión de la libertad y sencillez de la naturaleza
humana. Sin embargo, tampoco lícito propiciárselo por cualquier medio, pues
parece que algunas formas de sexualidad "degenerada" son también
consideradas por los Cínicos un producto de la mala gestión, culturalmente
inducida, de los apetitos. Así, por ejemplo, Diógenes hacía blanco de sus
cáusticas reprobaciones a los pederastas corruptores de menores y de sus
enseñanzas más atentas a los jovencitos en situación de riesgo. En
efecto, estos eran quienes principalmente se encontraban en el delicado punto
de inflexión en el que su desarrollo natural podía doblegarse por la represión
de la costumbre ciudadana y la degeneración del vicio, desviando sus impulsos
hacia una compleja maraña de tortuosos enredos psicosociales: "Los primeros "Cínicos" adoptaron este nombre por el gusto de
que los llamaran perros o "perrunos". El perro era, por así decir, el
tótem de su escuela, pero no sólo eso, también constituía un modelo efectivo
para la configuración de la conducta humana. Así también, como un perro,
Diógenes el Cínico acostumbraba a satisfacer sus necesidades en cualquier
lugar, y todas ellas -"las de Deméter y las de Afrodita"-, sin
importarle quién estuviera presente. Sabemos también que Crates y su compañera
Hiparquia copulaban en público, a la vista de todos, y que, evidentemente, no
les importaba mostrar su desnudez ante cualquiera. Por otra parte,
los Cínicos establecían con idéntica naturalidad una equidad en las relaciones
entre ambos sexos. Para empezar, Antístenes, como predecesor inmediato del
cinismo y supuesto maestro de Diógenes, declara que "la virtud de un
hombre y de una mujer es la misma", e Hiparquia, quien vestía y vivía del
mismo modo que su compañero Crates, ejemplifica este estado de igualdad hasta
el punto de que se la cuenta, ya en su tiempo, como una auténtica
"filósofo" más entre los Cínicos. La figura de Hiparquia es
excepcional en la historia de la filosofía griega, pues en ningún otro caso que
sepamos se ha ofrecido, en la Antigüedad, una dignidad y un reconocimiento
mayores a una mujer como integrante de una escuela filosófica, en igualdad de
condiciones que cualquier otro miembro. En verdad, el cinismo destaca por ser
una de las pocas corrientes filosóficas antiguas que hace vocación expresa de
la igualdad en dignidad de hombres y mujeres. Esta igualdad se hace
efectiva como una condición natural siempre y cuando los individuos no se
encuentren atrapados por los clichés
que impone el inconsciente popular sobre ellos en tanto que miembros de un
distinto género, sobre todo en el caso de la denigrante minusvalía que se le
supone al signo de lo femenino y que hace a la mujer más sensible a la tiranía
de la costumbre. Habida cuenta de esta distinción de dignidad entre hombre y
mujer, se puede entender también que a Diógenes le espantara cruzarse con emperifollados
afeminados que ocultaban su condición natural, innecesariamente, bajo
vestidos engalanados e intensos perfumes. Esto, por otra parte, es algo que se
puede prestar a discusión y causar extrañeza, pues hay que reconocer que el
caso de Diógenes es bastante particular en este punto. En efecto, parece que
Diógenes reprobaba sistemáticamente a los afeminados. En una ocasión: "A
un joven bellamente acicalado que le interrogaba, le contestó que no le diría
nada antes de que, desnudándose, mostrara si era una mujer o un hombre", y
en otra ocasión, al ver "a un joven afeminado, le dijo: "No te
avergüenza pretender ser peor que lo que eres por naturaleza? Pues ella te hizo
hombre y tú te fuerzas a ser mujer". En primer lugar, no es de extrañar
que demostraran estar en contra de la ocultación de la condición natural de
cada persona, pues esto se une a una crítica general del Cínico a la
artificiosidad y al fingimiento, en contraposición con la honestidad del vivir
y del pensar en libertad, sin estar atado por prácticas sociales de disimulo" (Pons Olivares, pp. 224, 225,
226). Los Cínicos se caracterizan por despreciar todo aquello que consideran
hablar por hablar, esto es, cualquier discurso teórico que no revierta de
manera clara y sencilla en la conformación de una praxis personal y un progreso
vital que han de ser dirigidos por la conciencia personal. En la base de esta
actitud podemos reconocer a Antístenes en la indicación de que "la virtud
está en los hechos y no necesita de grandes discursos ni conocimientos".
En su expresión mordaz -concisa y contundente-, que ha servido de inspiración
para dar nombre a un tipo de género "serioburlesco", el Cínico se
mueve entre una forma de ironía más que evidente -sobre todo en el juego de
palabras que hace usando expresiones y pasajes de la literatura popular- y la
sinceridad más cruda y severa, de modo que, en cualquier caso, el Cínico nunca
se muestra falso ni se anda con tapujos. En esto, Diógenes es, sin duda, el
prototipo de Cínico, al considerar un grandísimo bien para el hombre la
"libertad de palabra". En el centro de sus críticas a distintos tipos
de discursos y saberes o, más bien, de su desprecio cáustico y llano a la
palabrería, se encuentran ámbitos tan propios de la formación tradicional
griega como la Física, la Geometría, la Lógica y la Música, además de la
instrucción en el refinamiento retórico (cuyos protagonistas son objetivo de
gran cantidad de ataques de los Cínicos) y el adiestramiento y las
competiciones atléticas (en tanto que preocupación por un cuidado exagerado del
cuerpo). Así pues, atletas, músicos, astrónomos, gramáticos, rétores y otros
filósofos de corte más teorético, pero también políticos y poderosos de todo
tipo -muy especialmente tiranos y demagogos- y sus servidores, son blanco
habitual de la atrevida y mordaz locuacidad del Cínico, en su crítica general a
todo lo que consideran un esfuerzo inútil o degenerado. El pensamiento Cínico
se concentra, como único ámbito de fundamental importancia para la constitución
de una práctica de vida integral y virtuosa, en la reflexión ética. La ética de
los Cínicos se ofrece como alternativa a todo objeto y aspiraciones de la
formación tradicional, aristocrática y especializada, que consideran
innecesarios e incluso viciados. A ello le opone el Cínico un interés
personal y sincero por el autodesarrollo y la conformación del propio carácter,
el ejercicio (también el ejercicio físico, en su justa medida) y el esfuerzo
constante por mantener la armonía de vida en el manejo de un pensamiento fresco
e independiente, reconocible, más que en ninguna otra escuela, por una palabra
simple -que en general se ciñe a lo evidente- y por una expresión muchas veces
irónica e incluso hiriente, pero reveladora y certera en su afán de denunciar
lo sobrante para la naturaleza del hombre. Debido al rechazo que hacen de los
estudios generales (de la Matemática, la Lógica, la Música, etc., que formaban
parte de la paideia tradicional) y a su propuesta de concentración de
las energías del pensamiento en el ámbito de la ética (como vía directa de
consecución de la virtud y único ámbito fundamental para la filosofía), desde
antiguo se ha reconocido al cinismo bajo la imagen de ser un "camino
corto" o "atajo hacia la virtud". Atajo por cuanto propone,
según es la experiencia efectiva de sus principales representantes, una
conversión radical, rápida e incluso inmediata de la persona y de las propias
formas de vida a las exigencias de la filosofía, que no todos son capaces de
resistir. No existe en la propuesta cínica propedéutica alguna para un acceso a
la virtud y a una forma de vida filosófica, y mucho menos en ninguna disciplina
teórica, pues consiste en un acto de decisión, de compromiso vital que depende
tan sólo del atrevimiento en el cambio de las propias formas de existencia, en
la asunción de lo correcto, suficiente, natural y evidente a la razón humana en
cada situación. Pero el modo de vida Cínico constituye un "atajo"
también porque, siendo fieles a esta metáfora, la filosofía -y la filosofía
cínica más que ninguna- requiere de una voluntad y de una fortaleza
extraordinarias y constantes para que el camino pueda ser transitado con éxito
y sin que el cuerpo y la mente desfallezcan: "A pesar de su falta de
apego a la propiedad y, en especial, de su rechazo de las riquezas y los lujos,
hay que advertir que no se puede considerar que los Cínicos fueran contrarios a
la propiedad privada. Para estos librepensadores, que estiman ante todo y en
todos los ámbitos de la vida la autarquía personal (el dominio autónomo de sí,
junto con la autosuficiencia) como un bien principal, la propiedad privada es
también legítima y se hace efectiva de forma natural en tanto que derecho de
uso, como se deriva sobre todo de los testimonios que conservamos acerca de
Diógenes el Cínico sobre esta cuestión. En definitiva, para un
Cínico, nada parece ser de nadie -o mejor dicho, está ahí para cualquiera que
lo necesite- mientras no sea usado o aprovechado por alguien, ya se trate de un
instrumento, de comida, ropa, un terreno o un lugar donde habitar; pero en el
momento en que un objeto en cuestión es de utilidad para alguien que lo
aprovecha, parece evidente que con tal gesto se lo ha apropiado, si bien sólo
hasta que, de nuevo, deje de usarlo. Los objetos de esta forma no se encuentran
determinados por un sentido exclusivo de la propiedad en tanto que posesión
permanente de alguien y con independencia de si la usa o no. Los objetos pasan
de mano en mano y son de quien de ellos se beneficia en cada momento, siendo
posteriormente abandonados para cualquier otro que los necesite. Así los
Cínicos tampoco se prestan las cosas, sino que directamente se reclaman o son
tomadas en el momento en que dejan de servir a alguien, aun cuando éste no las
ceda, pues sólo mientras son usadas con utilidad pueden ser consideradas
propiedad de quien las usa, y luego vuelven a quedar libres de apropiación, sin
dueño alguno establecido. Por otro lado, sería un error terrible para un
Cínico, y muy común entre el grueso de los ciudadanos, aferrarse a algún tipo
de posesión, pues esto es para el cinismo sólo otro generador de dependencia
que esclaviza al hombre al no dejar ver su auténtica autosuficiencia natural y
cosmopolita. En definitiva, la posesión acaba poseyendo y haciendo dependiente
al poseedor y, para un Cínico, hay que proveerse solamente de los útiles que se
observan como estrictamente necesarios o, como dice Antístenes, conviene
hacer de la misma manera que "para un viaje deben prepararse provisiones
de tal clase que puedan flotar junto al náufrago". De este modo, un manto,
un bastón y un pequeño hatillo o zurrón, con alguna que otra cosa más, son
suficientes para un Cínico. En cuanto a lo demás, como dice Crates, "toda
tierra es ciudad y casa/preparada para acogernos", y para Diógenes no es
necesaria ni tan siquiera una copa, vaso o escudilla, como pudo comprobar al
ver que un niño bebía agua con las manos y que otro comía lentejas directamente
del hueco de una hogaza de pan"
(Pons Olivares, pp. 254, 255, 256).
Yas © |
Filosofía en el Bachillerato.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
La Ley Orgánica General del Sistema
Educativo (LOGSE, 1990) sustituyó la Ley de 1970, donde había Filosofía en 3º
del Bachillerato Unificado Polivalente (BUP), tanto en Ciencias como en Letras.
Si luego hacía el Curso de Orientación Universitaria (COU), cursaba como
obligatoria Historia de la Filosofía. La LOGSE del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE, 1990) cambió el sistema y el Bachillerato pasó a tener dos años,
la Filosofía perdió peso, pues se mantuvo como obligatoria sólo en un curso,
1º. Historia de la Filosofía pasó a ser una materia sólo de estudiantes de
Humanidades y Ciencias Sociales. Aquel currículo lo firmaba entonces el ministro
Alfredo Pérez Rubalcaba. Cuando llegó el Partido Popular (PP) al Gobierno en
1996 no cambió la ley educativa socialista, pero sí modificó los currículos. En
2000 cambió el currículo de Bachillerato y estableció Filosofía I como materia
común de primer año y Filosofía II como materia común de segundo año para los
alumnos de todas las modalidades. La ministra de Educación Pilar del Castillo y
Aguirre del Partido Popular (PP) aprobó la Ley Orgánica de Universidades 6/2001
(LOU) y la Ley Orgánica de Calidad de la Educación 10/2002 (LOCE), y con ella
un nuevo currículo (2003). Entre las asignaturas comunes del Bachillerato
figuraban Filosofía en 1º e Historia de la Filosofía y de la Ciencia en 2º, que
debían cursar todos los alumnos en cualquiera de las tres modalidades. Además,
la LOCE establecía la asignatura de Ética en 4º de la Educación Secundaria
Obligatoria (ESO), siendo la primera ley en introducir una triple enseñanza de
filosofía: Ética, Filosofía e Historia de la Filosofía. También se introducía
la asignatura Sociedad, Cultura y Religión en dos opciones a elegir para el
alumno, una confesional y otra no confesional. La no confesional estaba
destinada a ser impartida por los docentes de Filosofía. En cualquier caso, el
currículo de la LOCE nunca llegó a aplicarse porque en 2004 José Luis Rodríguez
Zapatero (PSOE) ganó las elecciones, derogó la ley educativa de José María
Aznar y aprobó la LOE (2006). La Ley
Orgánica 2/2006 (LOE) estableció Filosofía y Ciudadanía en 1º de Bachillerato,
e Historia de la Filosofía en 2º, siendo ambas materias comunes y obligatorias
para todos los estudiantes. En 4º de la ESO se enseñaba Ética y Ciudadanía, la
derivada de la polémica Educación para la Ciudadanía. En pleno apogeo de la
crisis económica internacional y con un paro juvenil del 50%, la Ley Orgánica
de Mejora de Calidad Educativa 8/2013 (LOMCE) del ministro de Educación José
Ignacio Wert Ortega (PP). La LOMCE mantuvo la materia de Filosofía como
troncal de 1º en todas las modalidades de Bachillerato, pero dejó Historia de
la Filosofía de 2º sólo para los que cursaban la modalidad de Humanidades y
Ciencias Sociales. Para los demás era una materia optativa. Como aquello no
gustó, hubo ocho CCAA que introdujeron Historia de la Filosofía como
obligatoria para todos los estudiantes de 2º de Bachillerato. Además, también
la LOMCE desplazó la Ética de materia obligatoria a una alternativa de la
Religión llamada Valores Éticos. Ello motivó que varias autonomías introdujeran
una asignatura obligatoria de Ética en 4º de la ESO. En la práctica, el
alumnado español pasaba por la educación obligatoria sin cursar Filosofía. Olga
R. Sanmartín hizo un análisis de los 17 currículos autonómicos de secundaria y
bachillerato: "Nueve autonomías blindan la Historia de la Filosofía en
contra del espíritu de la LOMCE" (EL MUNDO, 18/07/2016). Ante la entrada
en vigor de la LOMCE, los gobiernos autonómicos de Cataluña (Junts pel Sí) y
Andalucía, Extremadura y Asturias (PSOE) hicieron obligatoria para todas las
modalidades la Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato. En Cantabria
(PSOE+PCR) la Historia de la Filosofía sólo era obligatoria en la modalidad de
Ciencias y Humanidades, pero no en Artes. Baleares (PSOE+Més) la hizo obligatoria
en la modalidad de Artes. En Aragón (PSOE+Cha), Murcia y La Rioja (PP) la
hicieron obligatoria en Humanidades y Ciencias Sociales. Las nueve regiones representaban 140.964 estudiantes. Quienes
mantuvieron la Historia de la Filosofía como la LOMCE fueron Galicia, Castilla
y León, y la Comunidad de Madrid; Castilla-La Mancha (PSOE); la Comunidad
Valenciana (PSOE+Compromís); Canarias (CC+PSOE); el País Vasco (PNV) y Navarra
(GB+Bildu+IE). Las ocho regiones representaban 151.021 estudiantes. La mitad de
los estudiantes españoles de 17 y 18 años estaban obligados a cursar Historia
de la Filosofía y la otra mitad no. La
Red Española de Filosofía denunciaba que la reválida de 2017 examinaba las
asignaturas de todo el Bachillerato, aquellos que no llevaran Historia de la
Filosofía 2º por su propia voluntad iban a llegar menos preparados para el
examen. Aunque no tenía efectos académicos para obtener un título de
Bachillerato, contaba para ingresar en la Universidad. La Red Estatal de
Filosofía denunciaba una pérdida de interés generalizado en las Humanidades y
la tendencia a agrupar las distintas áreas del conocimiento en nombre de la
gestión. En Chile existía una situación similar, la eliminación de la
Filosofía como asignatura obligatoria desde el 2019 para el 3º Medio y desde el
2020 para 4º Medio, además de la fusión de Física, Química e Historia en una
asignatura única: "Ciencia, Naturaleza y Sociedad". En octubre de
2018 hubo un acuerdo parlamentario en la Comisión de Educación del Congreso de
los Diputados de España entre el PP y el PSOE para que la Filosofía se
estudiara en un ciclo formativo de tres años: un curso en 4º de la ESO
restituyendo Ética, y en los dos años de Bachillerato. En pleno confinamiento COVID-19, la Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE) de la
ministra de Educación Isabel Celaá (PSOE) derogó la LOMCE y modificó la Ley
Orgánica 2/2006 (LOE). La LOMCE recupera Filosofía e Historia de la Filosofía
como obligatorias para todos los estudiantes de Bachillerato, cualquiera que
sea la modalidad que cursen: Filosofía en 1º e Historia de la Filosofía en 2º.
Sin embargo, diluye su compromiso de recuperar la Ética para la ESO en la
asignatura Educación en Valores Cívicos y Éticos, que puede cursarse en
cualquiera de los cursos de la etapa. El Ministerio asegura que el
currículo de Valores Cívicos y Éticos tiene una parte de contenidos sobre
Ética. Pero quienes reivindican la importancia de la Ética como iniciación al
pensamiento crítico y lógico les parece insuficiente y poco serio. De hecho, la
Ética debería ser transversal en Matemáticas, Geometría, Arquitectura,
Medicina, Derecho, Filosofía y Artes Plásticas: Estética. La LOMLOE hace que la
asignatura voluntaria de religión deje de contar para la nota media y suprime
contenidos básicos en Historia (la Conquista de América, la Revolución
Francesa), Matemáticas (logaritmos), Lengua y Literatura Castellana (historia
literaria) y Economía (inflación, déficit, planes de pensiones) de la ESO. A
cambio, los estudiantes cursarán Trabajo Monográfico, Servicios a la Comunidad,
Formación y Orientación Personal y Profesional, Digitalización o Economía o
Emprendimiento. Aparte de Educación en Valores Cívicos y Éticos, la nueva
Educación para la Ciudadanía de PSOE-Unidas Podemos: "memoria
democrática", "ecofeminismo", "ética de los cuidados",
"derechos LGTBIQ+", las banderas políticas del Gobierno de Coalición.
Los contenidos políticos de Educación en Valores Cívicos también se incluyen en
Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Biología, Educación Plástica,
Expresión Artística, Educación Física e Historia. Es de sentido común que los
Valores Cívicos y Éticos deberían estar acompañados de los grandes debates de
la ciudadanía: "Por ejemplo, en la España obligada a drásticos recortes y
sacrificar gran parte de su presupuesto en enjuagar su déficit con Europa, ya
hay españoles que confiesan: "Ahora comprendemos cómo se las han visto los países latinoamericanos
durante tantos años con la dichosa deuda externa". En efecto, ese inacabable débito bloquea el
desarrollo, jibariza la protección social, aumenta la desigualdad en todos los
campos (sobre todo en el fundamental de la educación) y deteriora
sustancialmente la confianza en las instituciones democráticas. Y cuando éstas pierden apoyo –porque no sólo
son cuestión de razón, sino también de fe, como casi todo- el vacío que deja se
rellena con su caricatura, la mermelada populista. Algunos han dicho que el
populismo es la democracia de los ignorantes: añadamos, para ser justos, que es
también la democracia de los decepcionados… El populismo es el sueño de una
democracia sin remilgos, un sistema instantáneo en el que la voluntad generosa
y solidaria del pueblo se realizase sin interferencias. Pero lo malo es que
precisamente son las trabas (es decir, los procedimientos, garantías y
contrapoderes) las que constituyen la democracia, mientras que la pretensión de
que hay una sola voluntad popular (y que por lo tanto lo que piense cada
ciudadano es irrelevante o nocivo salvo que coincida con ella) es la negación
misma del sistema democrático… Cuando hay elecciones, por ejemplo, quienes las
ganan dirán satisfechos que "el pueblo ha hablado".
¡Ah, pero eso no convence a todos los autodenominados portavoces del pueblo!
Los que no están conformes con el resultado electoral asegurarán que el pueblo
ha sido engañado, traicionado, que no ha podido expresarme libremente durante
la campaña previa, que sus auténticas demandas no han sido escuchadas. Unos
dirán que los gobernantes electos han recibido su autoridad legítima del
pueblo, otros replicarán que los políticos no representan al pueblo y
desconocen sus verdades necesidades o abusan desvergonzadamente de él… El
pueblo no necesita someterse a leyes, ni a controles numéricos, ni siquiera a
controles de alcoholemia. Y su voz es la voz de la democracia misma, que según
sus más entendidos entusiastas está por encima de cualquier ley, constitución o
estatuto… El pueblo es la democracia en estado puro, asilvestrada, y aunque
parezca que sostiene opciones que muchos no comparten tiene siempre la
verdadera mayoría, la mayoría moral. Además es el pueblo (o sea, los chantres
que hablan en su lugar) el único que decide quién es el pueblo y quién no, y dispensa
y revoca los correspondientes certificados de buena conducta" (Savater, pp. 39, 40, 112, 113). El Atlantic College del United
World Colleges (UWC) ofrece el Programa de Diploma de Bachillerato
Internacional (16-19 años), el Programa de Orientación Profesional del
Bachillerato Internacional (16-19 años) o Programa para los primeros años (2-15
años). En su página web www.uwcatlantic.org afirma que es un movimiento
educativo global que hace de la educación una fuerza para unir personas,
naciones y culturas por la paz y un futuro sostenible. Es la única ONG
educativa global que selecciona a estudiantes de diferentes orígenes
socioeconómicos, culturas, razas, religiones y nacionalidades. Un
elemento central del espíritu de UWC es la creencia de que la educación puede
unir a jóvenes de todos los orígenes sobre la base de su humanidad compartida,
para comprometerse con la posibilidad del cambio social a través de acciones
valientes, ejemplo personal y liderazgo desinteresado. Para lograr esto, las
escuelas y universidades de UWC en todo el mundo ofrecen una experiencia
educativa desafiante y transformadora a un grupo deliberadamente diverso de
jóvenes, inspirándolos a convertirse en agentes de cambio positivo en línea con
los valores fundamentales de UWC: Entendimiento internacional e
intercultural, Celebración de la diferencia, Responsabilidad e integridad
personal, Responsabilidad mutua y respeto, Compasión y servicio, Respeto al
medio ambiente, Un sentido de idealismo, Reto personal, Acción y ejemplo personal. La página afirma que UWC cuenta con 18
escuelas y universidades en 4 continentes, la mayoría de las cuales se centran
exclusivamente en el grupo de edad de 16 a 19 años: una época en que la energía
y el idealismo de los jóvenes pueden orientarse hacia la empatía, la
responsabilidad y la acción a lo largo de toda la vida. Estas Universidades
imparten el Programa de Diploma de Bachillerato Internacional (IBDP) como su
plan de estudios formal, una calificación en la que UWC jugó un papel
importante en el desarrollo, al tiempo que enfatiza la importancia del
aprendizaje experiencial, el servicio comunitario y las actividades al aire
libre. Los estudiantes universitarios de UWC son seleccionados a nivel
nacional, en más de 150 países, a través del exclusivo sistema de comités
nacionales de UWC. La selección se basa en la promesa y el potencial
demostrados. De acuerdo con el espíritu de la UWC de que la educación debe ser
independiente de los medios socioeconómicos del estudiante, el 70% de los
estudiantes en sus años de Diploma IB reciben asistencia financiera total o
parcial, según sus necesidades. UWC fomenta un compromiso permanente con la
responsabilidad social y, hasta la fecha, ha inspirado una red mundial de más
de 60.000 ex alumnos que creen que es posible actuar y marcar la diferencia a
nivel local, nacional e internacional: "Nuestra misión es hacer de la
educación una fuerza para unir a personas, naciones y culturas por la paz y un
futuro sostenible". La
página web muestra la red UWC GLOBAL COLLEGES: Waterford Kamhlaba UWC of
Southern Africa, Africa; UWC Costa Rica, Americas; Pearson College UWC,
Americas; UWC USA, Americas, UWC Changshu China, Asia Pacific; Li Po Chun of
Hong Kong, Asia Pacific; UWC ISAK Japan, Asia Pacific; UWC Mahindra College,
Asia Pacific; UWC Thailand, Asia Pacific; UWC South East Asia, Asia Pacific;
UWC Adriatic, Europe; UWC Dilijan, Europe; UWC Maastricht, Europe; UWC Mostar,
Europe; UWC Red Cross Nordic, Europe; UWC Robert Bosch College, Europe; UWC
East Africa, Africa. Los
estudiantes del Programa de Diploma de Bachillerato Internacional (IBDP)
escogen una asignatura de cada una de los siguientes grupos de asignaturas:
Estudios de Lengua y Literatura, Adquisición de Lenguas, Individuos y
Sociedades, Ciencias, Matemáticas, Artes (en vez de hacer una asignatura en las
Artes, los estudiantes pueden optar por estudiar otra dentro de Ciencias,
Individuos y Sociedades, o Adquisición de Lenguas). En el caso de Estudios de Lengua y
Literatura, según el centro, aparecen como opciones Literatura Árabe, Lengua y
Literatura Árabe, Literatura Armenia, Literatura Bosnia, Literatura China,
Lengua y Literatura China, Literatura Croata, Literatura Danesa, Lengua y
Literatura Holandesa, Literatura Inglesa, Lengua y Literatura Inglesa,
Literatura Francesa, Lengua y Literatura Francesa, Literatura Alemana, Lengua y
Literatura Alemana, Literatura Hindi, Literatura Indonesia, Literatura
Italiana, Lengua y Literatura Japonesa, Literatura Koreana, Literatura Noruega,
Literatura Rusa, Literatura Serbia, Literatura Siswati, Literatura Eslovena,
Literatura Española, Lengua y Literatura Española, Literatura Swahili,
Literatura Sueca, Lengua y Literatura Thai, Literatura y Performance,
Autodidacta con Apoyo Escolar. En Adquisición de Lenguas, según el centro, Italiano
desde el inicio, Italiano B, Japonés desde el inicio, Japonés B, Mandarín desde
el inicio, Mandarín B, Noruego B, Ruso desde el inicio, Español desde el
inicio, Español B, Swahili desde el inicio, Swahili B. En Individuos y
Sociedades, según el centro, Administración de Empresas, Ciencias Económicas,
Sistemas Ambientales y Sociedades, Geografía, Políticas Globales, Historia,
Lengua y Cultura, Filosofía, Pensamiento Político, Psicología, Antropología
Social y Cultural, Artes y Culturas Mundiales, Religiones Mundiales. En
Ciencias, según el centro, Biología, Ciencias de la Computación, Química,
Sistemas Ambientales y Sociedades, Tecnología de Diseño, Ciencia Marina,
Física, Ciencia del Deporte, Ejercicio y Salud. En Matemáticas, según el
centro, Matemáticas: Análisis y Enfoques, Matemáticas: Aplicaciones e
Interpretación. En Artes, según el centro, Danza, Música, Filme, Teatro, Artes
Visuales. Los estudiantes generalmente estudian tres asignaturas a nivel
medio y tres asignaturas a nivel superior, en las cuales se espera que
demuestren un abanico más amplio de conocimientos, comprensión y destrezas. Las
asignaturas específicas que se ofrecen varían entre los diferentes colegios
UWC, y a menudo reflejan su localización geográfica y zonas de interés. Además
de los seis grupos de asignaturas, los estudiantes completan tres partes
troncales al Programa de Diploma que son fundamentales a la filosofía del
programa: Monografía, Teoría del Conocimiento (TdC), Creatividad, Actividad y
Servicio (CAS). Los estudiantes investigan un tema de interés especial, y
desarrollan destrezas en investigación independiente y redacción exigidas a
nivel universitario. La Monografía normalmente se escribe para uno de los seis
grupos de asignaturas y debe tener un máximo de 4.000 palabras. Los estudiantes
tienen el apoyo de un supervisor académico durante el proceso de investigación
y redacción. En Teoría del Conocimiento, el curso incentiva a reflexionar sobre
la naturaleza del conocimiento y la manera en la que conocemos lo que afirmamos
saber. Se evalúa mediante una presentación oral y ensayo de 1.600 palabras. En
Creatividad, Actividad y Servicio, asumir responsabilidades, desarrollar
habilidades sociales, creativas y de relación con el entorno natural, y,
aprender a acercarse a los demás con empatía. Los estudiantes participan en una
serie de proyectos que tienen el objetivo de ayudarles a desarrollar estas
habilidades mientras se involucran de forma activa en su comunidad local. En
resumen, en el Bachillerato Internacional (IBDP) la Filosofía y la Historia son
materias optativas y no aparece la Ética ni la Estética. Es evidente que sin
Matemáticas no hay Lógica, Ética ni Estética. Además, deberíamos preguntarnos por
qué la Educación en Valores Cívicos y Éticos de PSOE-Unidas Podemos incluye
"memoria democrática" y no "historia de la democracia" o "filosofía de la
democracia". Los políticos no se contentan con manipular los mitos, la historia
y el lenguaje, también asumen el derecho de desplazar la historia por la "memoria
histórica" y las "reparaciones históricas" en nombre del
"pueblo": "Podríamos
pensar que "pueblo" es el nombre que damos al conjunto de ciudadanos,
pero la cosa no es tan sencilla. Hay importantes diferencias: la primera es que
los ciudadanos pueden ser buenos, malos o regulares mientras que el pueblo
siempre es bueno por definición. Todo pueblo es el pueblo elegido: la comunidad
de los santos. Los atropellos cometidos por los ciudadanos son delitos o
crímenes, los que se cometen en nombre del pueblo y los representantes del
pueblo acogen como suyos son hazañas o simples excesos de celo… Antes, en la
entrada de algunas fincas lucía el cartel de "Cuidado con el perro";
ahora, en la puerta de ciertos partidos debería poner: "Cuidado con el
pueblo"… Los que se han metido en el enredo de la ponencia de la paz
tropiezan, entre otras cosas, con el tema de establecer institucionalmente la
memoria de lo acontecido. Es un asunto extraordinario confuso, como ocurre en
todos los intentos de establecer por ley una "memoria histórica".
Lleva a contradicciones insolubles, este verano me pareció oír que Patxi
Zabaleta abogaba por una amnistía de los terroristas pero sin olvido de lo
ocurrido, cuando resulta que "amnistía" significa precisamente "olvido",
al menos para quienes recordamos un
poco del griego que aprendimos en el colegio… La verdad es que la memoria y la
historia no son ni mucho menos lo mismo y tratar de homogeneizarlas por decreto
o por acuerdo político es estrictamente imposible y probablemente indeseable.
Lo explicó bien el maestro Tony Judt, al que me permito citar en extenso porque
merece la pena: "Yo creo profundamente en la diferencia entre la historia
y la memoria; permitir que la memoria sustituya a la historia es peligroso.
Mientras que la historia adopta necesariamente la forma de un registro,
continuamente reescrito y revaluado a la luz de evidencias antiguas y nuevas,
la memoria se asocia a unos propósitos públicos, no intelectuales: un parque
temático, un memorial, un museo, un edificio, un programa de televisión, un
acontecimiento, un día, una bandera. Estas
manifestaciones mnemónicas del pasado son inevitablemente parciales,
insuficientes, selectivas; los encargados de elaborarlas se ven antes o después
obligados a contar verdades a medias o incluso mentiras descaradas, a veces con
la mejor de las intenciones, otras veces no. En todo caso, no pueden sustituir
a la historia" (en Pensar el siglo
XX, Editorial Taurus, 2012). Moraleja: es mejor que establecer las frágiles
y dolientes verdades del pasado sea tarea de los historiadores y no resultado
de conveniencias políticas. Por lo demás, la memoria que cada cual guarda de lo
que ha vivido nunca puede ser sustituida por decreto" (Savater, pp.
113, 148, 149).
Yas © |
Filosofía de la Prostitución.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Ningún hombre recibe formación doctrinal
en "patriarcado" ni tramita carnet de patriarca, el patriarcado no es
una categoría científica ni el feminismo es una ciencia. Los hombres a través
de las instituciones reciben la influencia de distintas filosofías políticas:
teoría-praxis. Los sofistas son afectos a justificar la prostitución por su
relativismo epistemológico y pluralismo moral, como no iban más allá de la
realidad empírica, era perfectamente razonable cumplir los propios deseos
carnales, incluso con una prostituta: "Más allá del bien y del mal". Los sofistas defendían mentiras o
acciones inmorales con absoluto desparpajo, el origen de los cínicos modernos.
Los cínicos antiguos defendían con absoluta desvergüenza verdades empíricas, el
origen de los libertarios. Para ser sofista se requiere de habilidades
retóricas para dominar los giros dialécticos: el discurso teórico, el examen,
la argumentación y la impugnación. La idea radical sofista de que la justicia
es el "derecho del más fuerte" es aplicable hasta nuestros días. La
prostitución es legal porque existen sofistas que han creado discursos
jurídicos e institucionales que la justifican. Al mismo tiempo, la esclavitud
ya no es legal, pero tampoco ha desaparecido. La antigua esclavitud era una
relación a largo plazo, había que hacer una gran inversión económica que tenía
que estar garantizada por una serie de documentos oficiales. La nueva
esclavitud es una relación a corto plazo, la desechabilidad ha aumentado la
rentabilidad de los esclavos, reduce el tiempo de esclavitud y resta
importancia a la cuestión de la propiedad legal. Los nuevos esclavos son
temporales y desechables, exprimidos en el menor tiempo posible. Ya no tiene
sentido afirmar la propiedad legal porque implicaría hacer frente a las obligaciones.
Ningún proxeneta está dispuesto a mantener prostitutas viejas, enfermas o con
hijos. Ambas posturas, la promotora y la abolicionista, parten del hecho de que
la prostitución infantil o problemas relacionados con la prostitución como el
tráfico de mujeres, la trata de personas, el comercio con drogas, las mafias,
etc. En todos estos casos, la prostitución va unida a la comisión de delitos
tipificados en los códigos penales no existiendo controversia teórica, ni
dentro ni fuera del feminismo, en relación con la persecución jurídica que
deben sufrir los mismos. Los defensores de la prostitución parten de la tesis
de la compra venta de relaciones sexuales a cambio de un dinero entre dos
personas adultas y capaces, pactadas voluntariamente por ambas. Las
abolicionistas cuestionan la voluntad y la libertad de esos intercambios. A
partir de ello, haremos un recorrido por la filosofía griega, y finalmente lo
contrastaremos con los argumentos de los promotores y las abolicionistas. La epistemología platónica está basada en
la división entre la razón y las pasiones. El verdadero propósito de la
humanidad no es el mero placer, ni el poder ni la riqueza material, sino la
consumación de la esencia del hombre como un ser racional. Los platónicos
buscan la liberación social del mundo de la necesidad material y la liberación
epistemológica del alma respecto del mundo material de las apariencias. El
platónico tiene que trascender las apariencias (imaginación, imágenes,
creencias, opiniones) para alcanzar el conocimiento de las Formas (objetos
matemáticos, geométricos). De la epistemología platónica se deduce que la
prostitución es un ejemplo de los apetitos más bajos del mundo material
corrupto. Los platónicos son grandes amantes de la contemplación
ética-estética, la unión de la bondad y la belleza: kalokagathía. Los
platónicos son los hombres perfectos, el modelo de la aristocracia y la
caballería: equilibrio, proporción, simetría, armonía. Los epicúreos son
afectos a la amistad personal de las mujeres, ya que su fin no es el placer
carnal, sino la felicidad. Sin embargo, la doctrina epicúrea puede ser usada
para justificar indirectamente la prostitución, si el último propósito de la
vida es el placer y la evitación del dolor, y si los cuerpos sólo están
compuestos por átomos y la psique humana sólo está gobernada por sensaciones
generadas materialmente, cualquier materia serviría para alcanzar el placer…
Los estoicos son afectos a la completa renuncia de sus pasiones y a los bienes
internos del alma, junto con los platónicos, de los pocos que pueden ver a las
mujeres como almas. Por un lado, los
estoicos jamás van a consumir prostitución sin dejar de ser estoicos. También
entienden que el mundo material de las apariencias es una prisión de los
sentidos, la liberación de las prostitutas no puede ser material hasta que
llegue la muerte, se enfocan en la liberación espiritual. Se puede usar la
doctrina estoica para justificar indirectamente la prostitución. La prostituta
puede asumir una dualidad entre el alma y el cuerpo, dando por hecho que el
cuerpo siempre será esclavo y que la única liberación posible es espiritual.
La prostituta estoica prostituye el cuerpo, pero no prostituye el alma. Es
posible justificar que una prostituta se mantenga libre espiritualmente a
diferencia de las mujeres que buscan la libertad en el mundo material de las
apariencias. Los cínicos eran afectos a satisfacer sus necesidades con las
prostitutas por su rechazo a los convencionalismos sociales del amor platónico
y el matrimonio. Es más fácil que un platónico tenga novias y amigas bellas,
que un epicúreo tenga muchas amigas no carnales ni platónicas, que un estoico
intente salvar el alma de las prostitutas, que las prostitutas usen el
estoicismo para no comprometer su alma, y que los sofistas (cínicos modernos) y
los cínicos justifiquen la prostitución. Al mismo tiempo, el empirismo de los
cínicos los lleva a rechazar los simulacros de género y la pederastia: LGTBIQ+.
Es evidente que la bandera arcoíris es una metafísica, que en el mundo empírico
es un simulacro de género, y en el mundo del derecho una violación jurídica de
las relaciones materiales entre mujeres y hombres. Los sofistas y los cínicos
no tienen problemas para justificar la prostitución, pero acabo de demostrar
que se puede usar la escuela epicúrea y estoica para justificar indirectamente
la prostitución, el problema de las tesis dualistas es que se puede invertir
sus principios con el "giro dialéctico". ¿Qué tipo de filósofos son
aliados del feminismo?, ¿sofistas, platónicos, epicúreos, estoicos o cínicos?
Por otro lado, el feminismo comparte el relativismo epistemológico y el
pluralismo moral sofista de los cínicos modernos, y el empirismo sofista,
epicúreo y cínico griego. En los debates de la prostitución se usan argumentos
filosóficos, éticos y estéticos: "Las
posiciones a favor de los derechos de las trabajadoras del sexo consideran que
el Estado tiene la obligación de legalizar la prostitución. Esto significa que
no debe dictar normas cuyo objetivo sea castigar a las personas implicadas en
esta práctica siempre que la misma se realice con el consentimiento de todas
ellas. Por lo tanto, los grupos pro-derechos sostienen que no toda compra-venta
de sexo es el resultado de una acción coactiva y que no todas las prostitutas
son víctimas. Justifican esta
afirmación recogiendo las declaraciones de las propias mujeres que se dedican a
esta actividad. Según sus propias palabras, la mayoría de ellas se
introdujeron en la prostitución por necesidades económicas, todas admiten que
fue una decisión dura de tomar, pero muchas manifiestan en la actualidad su
deseo de seguir ejerciendo la prostitución. Los motivos pueden ser muy
variados, pero en gran medida son de carácter económico: la prostitución les
permite ganar más dinero y en menos tiempo que si se dedicasen a otra
actividad; además, les confiere la facultad de gestionar su dinero, su tiempo y
la forma y el modo de desarrollarla; es una forma de ganarse la vida para poder
mantenerse ellas y sus familias, etc. (Espejo, 2008); (Maqueda, 2008/2009),
(Garaizábal, 2006, 2009), (López Riopedre, 2012); (Mestre, 2008), (Romalho,
2012), (Lorenzo, 2008). El grupo abolicionista, por su parte, considera que no
se puede hablar en ningún caso de prostitución libremente consentida, ya que
las mujeres que se dedican a ella lo han hecho debido a una necesidad
imperiosa. Aducen que no hay libertad de elección cuando la situación en la que
se encuentran esas mujeres impide que haya opciones entre las cuales elegir.
Una cosa, sostiene este grupo, es hablar de prostitución voluntariamente
aceptada y otra muy distinta de prostitución libremente aceptada (Falcón, 1992,
2012, 2014), (Barry, 1988), (Giménez, 2008). Ante esta réplica, los grupos
pro-derechos estiman que, si se parte de un concepto tan amplio de libertad,
nada en la sociedad es libremente elegido puesto que siempre existen
circunstancias condicionantes. Cuando se escoge un trabajo no siempre es el que
se desea puesto que las circunstancias sociales, políticas, económicas,
familiares determinan y limitan todas las decisiones posibles. Qué
características debe tener una decisión para afirmar que se ha tomado
libremente es una cuestión aún muy discutida en el ámbito filosófico,
psicológico y jurídico. El debate sobre
qué debe hacer el Estado respecto de la prostitución se tornaría inútil si no
se admitiese al menos que junto a personas a las que de forma violenta y en
contra de su voluntad se las coacciona para que ejerzan la prostitución,
conviven otras que son plenamente conscientes de lo que hacen y deciden hacerlo
sin que nadie las intimide o coaccione. Hay una parte del abolicionismo que se
muestra dispuesta a aceptar esta diferenciación, aunque señalan que, a pesar de
ello, las opciones con las que cuentan las prostitutas son demasiado limitadas
y a veces "sólo pueden optar entre vender su sexualidad o malvivir"
(Rubio, 2008, p. 88)" (Gimeno Presa, pp. 78, 79). Resulta evidente que la
escuela platónica es la que mejores argumentos presenta en contra de la
prostitución. La voluntad sólo puede depender de la razón, la libertad es un
atributo del alma, no del cuerpo. En Grecia y en Roma la esclavitud sólo
oficializaba la irracionalidad, los promotores de ideologías irracionales son
esclavistas. El debate de la prostitución tiene la ventaja de exhibir los sofismas
de la democracia liberal y la obligación de buscar el verdadero conocimiento.
La libertad que se puede ejercer en un mundo material es limitada, está sujeta
a diversos condicionantes: el mundo material de las apariencias y de la
necesidad material. Ni los demócratas griegos justificaron la libertad en
abstracto, esa libertad ilimitada en el mundo empírico sólo existe en la
cabecita de los liberales y los neoliberales: la eleutheria "libertad de trabajo", no la libertad respecto
del trabajo; la isegoria "libertad
de palabra" para buscar la felicidad en la vida pública. Que escuelas como
la epicúrea o la estoica gocen de buena salud en el pensamiento posmoderno sólo
indica que la gente ya no busca la felicidad en la democracia: la expulsión de la
ciudadanía activa, el recogimiento del mundo y la pertenencia a una comunidad
imaginaria: "derechos humanos". Hacer filosofía es cuestionar las
contradicciones teóricas de los sistemas políticos, económicos y jurídicos. El debate de la prostitución hizo que las feministas
se acordaran de que ni la voluntad ni la libertad es ilimitada en el mundo
empírico. Por otro lado, ningún Estado está obligado a legalizar la
prostitución para que las prostitutas resuelvan sus problemas económicos. El
criterio moral universal de la democracia griega era el bienestar humano, no el
consentimiento privado liberal. Los discursos a favor de la prostitución se
desactivan llevándolos a las discusiones políticas que son propias del Estado,
como la búsqueda de mínimos básicos de bienestar para que nadie se vea en la
necesidad económica de buscar el sustento con su sexo. En el capitalismo
hay un sistema de apropiación que no depende de las desigualdades jurídicas o
de la desigualdad de derechos políticos. Un sistema en el que las clases apropiadoras
y productoras son libres e iguales ante la ley, en el que la relación supone un
acuerdo contractual entre individuos libres e iguales, y en el que incluso es
posible el sufragio universal sin que afecte a los poderes económicos del
capital. El debate de la prostitución pone al descubierto el cinismo moderno de
la democracia liberal, los promotores de la prostitución no se equivocan cuando
usan el argumento de la igualdad jurídica y la igualdad de derechos políticos
entre clientes y prostitutas, ambos libres e iguales para llegar a acuerdos
mercantiles. Detrás de estos sofismas jurídicos, políticos e institucionales se
encuentran restricciones puramente económicas: la carencia de propiedad de los
trabajadores y su falta de propiedad de los medios de producción que los obliga
a vender su fuerza de trabajo para obtener un sustento: "trabajo
sexual". La prostitución es una exigencia del mercado que obliga a cumplir
ciertos imperativos de competencia y beneficios. Sólo en el capitalismo se ha
puesto gran parte de la vida humana fuera del alcance de la responsabilidad
democrática, regulada por los imperativos del mercado y las exigencias del
beneficio. A los liberales no los vas a sacar del discurso del consentimiento
privado, libre e igualitario, pero los exhibes al cuestionar el bienestar
humano como criterio moral universal de la democracia y las contradicciones
teóricas de la igualdad jurídica y la igualdad de derechos políticos: "Por otra parte, los grupos que abogan
por la legalización piensan que las mujeres tienen derecho a disponer de su
cuerpo como estimen oportuno. Esa facultad "forma parte del ejercicio de
su derecho de libertad" (Espejo, 2008, p. 138). Entre los usos que pueden
darle está el de comercializar con su sexualidad. Admiten que nuestra sociedad
es una sociedad de consumo, capitalista y mercantilizada, y que el sexo debe
interpretarse dentro de este contexto por lo que no se justifica que no se
pueda comprar y vender. Este
argumento es discutido por la posición abolicionista que ve en la
mercantilización del cuerpo un problema ético reprobable. Objetan que de igual
forma que el Estado prohíbe la venta de órganos, debe prohibir la venta del
cuerpo de las mujeres. Para los grupos pro-derechos incurre en un error al
identificar cuerpo con sexualidad. Afirman que con la prostitución no se
compran ni se venden los cuerpos de las personas, simplemente se usan para
prestar un servicio. Lo que se vende es un servicio sexual y una vez finalizado
este, el cuerpo sigue perteneciendo a la prostituta. Por lo tanto, lo que las
mujeres hacen cuando se prostituyen es usar su capacidad sexual para obtener
una ganancia. Alegan que de igual forma que un psicólogo presta sus
conocimientos, una abogada presta un servicio de defensa o un operario
"arrienda" sus manos para hacer un trabajo, las prostitutas comercian
con su sexo. Una vez más justifican esta afirmación con las historias de vida
de las personas que se prostituyen en la que estas afirman que su función es
similar a la que efectúan las abogadas, "con la sola diferencia de que
ellas deciden a quién prestar el servicio y a quién no, mientras que las
abogadas tienen que defender en muchas ocasiones a personas que son
delincuentes sabiendo que son culpables" (Holgado, 2008, p. 27). El grupo
pro-derechos considera que ver en el uso de la sexualidad un problema moral y
no verlo en otras prácticas sociales análogas tiene solo un origen prejuicioso
frente a la sexualidad, la cual "es sacralizada de forma no
justificada" (Garaizábal, 2006, p. 67). En ese sentido afirman que cada
uno puede tener las creencias morales que desee, pero que no debe imponérselas
a los demás (Maqueda, 2006). La
obligación de los Estados democráticos es respetar y garantizar el derecho de
libertad de las personas. La prohibición de la prostitución consentida
impediría que las mujeres pudieran ejercerlo. Con base en este argumento, los
grupos pro derechos manifiestan que carece de fundamento la imposición de
sanciones tanto a las prostitutas como a sus clientes. Solo se debe perseguir la
prostitución forzada. Para las abolicionistas, si bien las prostitutas no deben
ser castigadas al ser siempre personas que sufren violencia y explotación, sí
lo deben ser los compradores de sexo en cuanto que estos llevan a cabo actos de
dominación que atentan contra la dignidad de las mujeres tratándolas como cosas
y no como personas" (Gimeno Presa, pp. 79, 80). En resumen, la idea de
que "las que las mujeres tienen derecho a disponer de su cuerpo como
estimen oportuno" parte de un concepto de voluntad y libertad ilimitada
que contrasta con las condiciones materiales. Este argumento no sólo juega en
contra de los promotores de la prostitución, sino del feminismo liberal: ONU
Mujeres. Los promotores se ven obligados a reconocer que la prostitución forma
parte de una sociedad capitalista de consumo que ve en el sexo una mercancía
como cualquier otra. Son las fuerzas del mercado y no los consentimientos
libres e igualitarios los que empujan la legalización de la prostitución. El
punto en contra de los promotores es que la compra-venta de servicios sexuales
es propia de sociedades consumidoras de humanidad, no creadoras de humanidad:
ciencia, arte, literatura, religión. Bajo esta lógica, no existe ninguna
diferencia entre la prostitución y la esclavitud si el cuerpo humano y no la
inteligencia humana es un producto de comercio. El punto a favor de las
abolicionistas es el rechazo de la mercantilización del cuerpo como un problema
ético, el punto en contra es que la mercantilización del cuerpo excede la
prostitución: modelaje, actuación, pornografía, deporte, política. El único
punto a favor de los promotores es la distinción entre la venta y la renta del
cuerpo, la prostituta no vende su cuerpo. En contra, la prostitución no sólo
causa daños a terceros, sino a los mismos implicados: enfermedades de
transmisión sexual, enfermedades mentales. No se puede equiparar la
prostitución con el ejercicio de otras profesiones y oficios, aunque sea
posible hablar de prostitución moral en aquellos trabajos en que sus actores se
vean obligados a adoptar puntos de vista contrarios a su razón soberana y a sus
principios morales y éticos. Desde un punto de vista ético, la corrupción
humana es más grave que la prostitución del cuerpo y nadie se alarma porque las
instituciones estén en manos de prostitutas morales. La prostitución no nace en
la democracia, pero es el único sistema político que la justifica en nombre de
la libertad y la igualdad. La prostitución no sólo es un problema moral, es un
problema económico. El hecho de que los liberales y los neoliberales usen el
discurso económico para justificar la prostitución, hace evidente que no lo
abordan como un problema: falta de propiedad, falta de medios, falta de mínimos
básicos de bienestar: "El Estado de
bienestar debe atender y reconocer las demandas legítimas de sus ciudadanos
como estos actúan de forma libre y no dañan ni perjudican a nadie. No debe
entrar a valorar si éticamente es correcto o no, siempre que se cumplan los
derechos reconocidos en la Constitución. Si la prostitución no viola ninguno de
estos derechos y si, además, su reconocimiento como un trabajo es beneficioso
tanto para las mujeres que la ejercen como para el Estado, no existe ninguna
razón jurídica que impida su consideración como una actividad laboral más (Gay,
Otazo, Sanz, 2003). Es más, algunas partidarias del trabajo sexual
refuerzan esta argumentación afirmando que si el Estado no lo reconoce, lo que
está haciendo es "imponer por ley el sexo gratuito", y esto
"sentaría un precedente intervencionista en la sexualidad de la
ciudadanía, obligándonos, a través de la tutela estatal, a tener una supuesta y
estereotipada sexualidad "correcta" (Espejo, 2008, p. 128). Frente a
todos estos argumentos las abolicionistas afirman que la consideración de la prostitución
como un trabajo convierte a los Estados en proxenetas, fomenta la desigualdad
entre hombres y mujeres normalizando relaciones donde las mujeres asumen un
estatus de subordinación respecto de aquellos, aumenta la trata de mujeres y
beneficia la proliferación de mafias (Riera, 2009), (Raymond, 2004). Si el
trabajo es un deber, además de un derecho, la normalización de la prostitución
como una actividad laboral la convierte en una posible opción para entrar en el
mercado laboral. El problema que esto conlleva es que en una sociedad en la que
el trabajo es la llave para obtener los derechos de ciudadanía y la integración
en el grupo social, tal y como reconocen los grupos pro-derechos, muchas
mujeres se verán abocadas a elegir esta opción para poder acceder a los
derechos que la ciudadanía comporta y para no sentirse excluidas y marginadas
en la sociedad. En épocas de crisis, y
dada la falta de oportunidades que muchas mujeres tienen para encontrar un
trabajo, la prostitución será una opción legítima y las mujeres que pueden
optar a ella y rehúsen a hacerlo podrán ser consideradas por el Estado como
ciudadanas que eluden cumplir con sus obligaciones. Además, afirmar que la no
legalización de la prostitución niega la apertura a las mujeres para acceder a
una parcela del mercado laboral, significa "aceptar que una de las
misiones de estas en la vida social es dar placer sexual a los hombres, y
asumir esto legitima al Estado para lleve a cabo políticas que las mantengan en
este tipo de actividad" (Fiss, 1995. p. 216)" (Gimeno Presa, pp.
85, 86).
Yas © |
Discusiones Escolásticas.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Francisco
Carpintero Benítez en "Los
escolásticos sobre la prostitución"
(UNIVERSIDAD DE CÁDIZ, 2006) expone distintas posturas sobre una actividad de
naturaleza pecaminosa. Según la doctrina más extendida en el siglo XIII, el
hombre posee dos naturalezas, una sensitiva y otra racional. Las exigencias de
la naturaleza sensitiva han de ser satisfechas, aunque cara a Dios eran más
relevantes por su mortificación que no por su plenitud. ¿Por qué han de ser
cumplidas las exigencias de la naturaleza sensual humana? Ésta
hubiera sido una pregunta boba: el género humano necesita reproducirse, todos
necesitamos conservarnos y hemos de comer y beber todos los días y, desde un
punto de vista político, la gente necesita estar contenta para no dar lugar a
alborotos y sediciones. Diríamos hoy que se toleraban las exigencias de la
sensualidad. Esta visión del hombre cambió a partir de Tomás de Aquino, que
aunque escribía en Latín pensaba en Griego, ya hacía suya la doctrina de la praxis como fundamento de toda moral.
Pues para Tomás no podían dejar de tener relevancia propiamente sobrenatural
todas las realidades que formaran parte del homo
viator, y por eso se opuso a la doctrina del doble fin, o doble naturaleza,
en la vida del hombre, que se designaba entonces como puris naturalibus. De
hecho, cuando el de Aquino explica que los preceptos de la ley natural siguen
al orden de las inclinaciones naturales del hombre, se refiere en primer lugar
a lo que es común a todos los seres, que es conservar su vida, en segundo lugar
a las inclinaciones de la sensibilidad, como es la unión del varón con la
hembra (coniunctio maris et foeminae),
y un tercer momento a las inclinaciones que provienen desde la racionalidad
humana, como es el afán de conocimiento. De todas formas, y en lo que hacía al
sexo, faltaba una Teología que lo integrara en el conjunto de la vida
cristiana, aunque Tomás de Aquino dio un paso decisivo al reconocer que las
inclinaciones naturales o sensitivas del ser humano ocupan un lugar destacado
en el momento de conocer lo que pertenece a la ley natural. Los papas siempre
tuvieron presente que el matrimonio era un sacramento instituido por Cristo. En
el Corpus Juris Canonici encontramos
abundantes Decretales de los Papas que explican que el bautismo disuelve los
lazos del pecado, pero no los del matrimonio; pues debían ser muchos los que
creían que, al bautizarse, quedaban exentos de los compromisos contraídos según
los ritos paganos. Los sacerdotes tenían
más difícil casarse, pues varias decretales prohibían que lo hicieran con
viudas, concubinas y prostitutas; el problema, de todos modos, desapareció
cuando la Iglesia les prohibió el matrimonio. Pero son interesantes las
distinciones entre las mujeres, según que fueran solteras, viudas, prostitutas
o concubinas. Si nos adentramos en el segundo milenio, vemos como Alejandro de
Alés –uno de los pilares de la Escolástica- explicaba que, según las leyes
divinas y humanas, existen diferencias entre la esposa, la concubina y la
prostituta: pues la esposa es la mujer que se toma para compartir la vida;
concubina es la mujer que se tiene por algún tiempo para tener prole; y la
prostituta sólo está ad explendam
libidinem. Ha quedado apuntado que el de Aquino inaugura otro talante
porque él no observa dos naturalezas en el hombre, de forma que el ser humano
se compusiera un mixtum compositum de
racionalidad y sensibilidad, sino que entiende que la forma del hombre, y su
materia, forman una tercera realidad que no es pura racionalidad ni pura
sensitividad: Es el hombre. Él llama a la ley natural "la ley del hombre", en parte porque la
conocemos mediante algunos "primeros
principios de la razón práctica", que
componen una participación en la razón de Dios, y en parte porque hemos de
inducirla desde lo que observamos en las respuestas históricas del ser humano
ante sus necesidades. Aquino mantiene que si una persona descuida su
sensibilidad hasta el punto de volverse insensible, esa persona peca
gravemente. La insensibilidad era un pecado grave entre estos escolásticos, y
Tomás de Vío, más conocido como el Cardenal Cayetano, que ha sido el más
extenso comentador de Tomás de Aquino, publicó un manual de pecados, ordenados
por orden alfabético, que recibió muchas ediciones. En la voz Insensibilitas explica que este pecado
es muy raro, y consiste en que alguien, sin causa razonable, huya de las
delectaciones sensibles naturales; este pecado es mortal. Al filo de esta actitud, Aquino considera que no es buena la poligamia,
porque si un hombre dispone de varias mujeres, esto implica que no hay amistad
liberal entre hombre y mujer, sino algún tipo de sujeción servil. En realidad,
manifiesta en otra ocasión, la poligamia demuestra la falta de amor a la mujer.
Porque nadie comienza a amar a una mujer si primero no se recrea en su belleza;
y ni siquiera se puede decir que la ama porque se alegre de su presencia; hay
amor completo cuando, al estar ella ausente, la desea, como si llevara mal su
ausencia y deseara su presencia. El Cardenal Cayetano nos explica que el
pensamiento deleitoso de una mujer bella que hemos visto no constituye ningún
pecado a menos que lo dirijamos a un mal fin. Tomás de Aquino, al tratar el
sexo no se detiene en su función procreadora, ni tampoco en el placer; tiene
presentes ambos momentos. Esto lo vemos claramente cuando se plantea si en el
estado de inocencia, esto es, antes del pecado original, los hombres se
reproducían por coitos. Explica que sí, "porque lo que es natural al hombre ni se le da
ni se le quita por el pecado". En
otro momento explica que en el estado de inocencia, el placer por coito sería
mayor que el de ahora, que estamos dañados por el pecado. Debía ser más grande
el placer en el estado de inocencia, porque en la Prima Pars de la Suma teológica estudia si el coito es lícito, dado
que ahora el varón pierde el conocimiento durante la eyaculación. Es posible
que el hombre del siglo XIII disfrutara mucho más del sexo que el hombre del
erotizado siglo XXI. Por lo que hace a la prostitución, apenas se detiene en
este tema. Se trataba de una quaestio
clásica sobre la que debían hablar y decidir, de hecho, todos los teólogos,
para mostrar su ingenio al tratar de cohonestar una conducta inmoral con su
permisión por la autoridad pública. Tomás
de Aquino dice, simplemente, sobre ella, que se debe ser permitida, porque si
prohibiéramos todas las cosas malas perderíamos demasiadas cosas buenas. Ésta
última línea, la de considerar que la prostitución había de ser tolerada
civilmente, fue la absolutamente dominante en las filas escolásticas. Ricardo
de Mediavilla, que además de teólogo fue conocido por ser General de los
Franciscanos, a finales del siglo XIII, explicaba que los príncipes que
permitían la prostitución pública no pecaban contra el tercer precepto de la
segunda tabla. Le mueve a pensar así el considerar que la ley humana puede
prohibir todos los vicios, porque a los hombres les resulta demasiado difícil,
a causa de su corrupción, abstenerse de las voluptuosidades de la carne; si
prohibiera estos vicios la república caería en males peores, como son los
adulterios; y es preferible que haya simples fornicaciones que no adulterios.
Las discusiones recayeron frecuentemente más en detalles accidentales que no en
el núcleo de la cuestión. Así, por
ejemplo, a pesar de que el talante de los tomistas fue más abierto, y Tomás de
Aquino aprobaba los afeites de las mujeres, Pedro de Alvernia, obispo de París
y uno de los pocos teólogos que siguió al de Aquino en el siglo XIII, entendía
que las pinturas y afeites de las mujeres constituían un mos meretricum. El siglo XV fue coto privado de Gerson, Almain,
Conrado, Biel, etc. Tocados ante todo por el agustinismo que tenía en mala
opinión la sensitividad humana. De todas formas, todos entienden que la prostitución
debe ser tolerada, y en este tiempo las discusiones no se planteaban sobre la
tolerancia de las prostitutas como sobre si las prostitutas podían exigir sus
honorarios, esto es, si sus clientes tenían el deber en conciencia de pagar
estos honorarios: "Las
opiniones fueran otra vez unánimes. Escribía Conrado de Summenhart que aunque
la meretriz adquiera la propiedad del dinero por un acto injusto, esto es, por
fornicar, sin embargo, no recibe ese precio injustamente, de forma que
recibiendo tal dinero no peca. Tres eran las cuestiones que se plantearon en la
Baja Edad Media: Si el poder público debería tolerar la prostitución; si la
prostituta podía lícitamente, en conciencia, exigir sus honorarios; y si los
clientes estaban obligados en conciencia a pagar estos honorarios. La
mayor parte de los teólogos y juristas contestaron positivamente a estas tres
cuestiones, de modo que esta época entendía que si un hombre no pagaba a la
prostituta cometía dos pecados, uno primero contra la castidad, y otro posterior
contra la justicia. Los tomistas fueron por lo general más comprensivos ante
las debilidades de la carne. Además, Santo Tomás de Aquino había sentado que
era finalidad del poder político hacer posible una vida virtuosa para sus
ciudadanos, pero sin caer en actitudes moralizantes, pues la virtud es un
asunto muy personal… Quizá el tomista más complejo y conocido del siglo XVI fue
Domingo de Soto. Trata de este tema en su De
justitia et jure, L. IV, quaestio 7,
a propósito de la restitución, en donde plantea dos dificultades usuales en
este tema. De acuerdo con la concepción patrimonialista e individualista del
derecho Soto explica que no es lícito argumentar que nadie tiene derecho a
pecar, éste pide su dinero para pecar, no lo pide para hacer uso de su derecho.
La verdad es que pide para dar, que sí es una conducta a la que tiene derecho,
aunque no tenga derecho al pecado al que va unido. Parece que sigue pensando en
el supuesto de simonía, y añade que, al no haber derecho a pecar, no hay
derecho a dar, si la dación misma constituye un pecado. Pero otra cosa es la merced de la prostituta, que es un caso en el que
no constituye pecado pagar por lo hecho, aunque el mismo acto constituya
pecado. El tema es complicado, y Soto propone distinguir dos acepciones de la
palabra derecho. Según una, el derecho es lo mismo que la ley, y en tal caso es
evidente que nadie tiene derecho a pecar, porque la ley no permite pecar a
nadie. Pero si entendemos el derecho como aquello que es propio de cada uno, de
lo que cada cual puede hacer uso sin hacer injusticia a nadie, en este caso el
sujeto hace uso de su derecho, sea para sobornar a un juez, o para una simonía"
(Carpintero Benítez, pp. 232, 233, 234, 235). Santo Tomás –sigue explicando
Domingo de Soto- indica que si se da algo para actuar contra la ley, esto es
ilícito, como sucede en el caso de simonía, y es preciso restituir, no al mismo
que dio, sino a los pobres. Pero si el mismo acto de dar no es ilícito en sí
mismo, sino que es simplemente la causa por la que se da, como pagar a una
prostituta, no procede la restitución. Dice Soto que una objeción de este tipo
la expone Juan de Medina en De
restituione et contractibus, que impugna a Santo Tomás y con él a casi
todos los teólogos, y que mantiene que la meretriz ni puede recibir nada como
precio o merced de su fornicación, y que en todo caso sólo puede recibir a modo
de donación, porque si lo recibiera como precio debería restituir. Esta
solución no convence a Soto, que entiende que únicamente hay dos tipos de realidades
que no se pueden vender, porque no tienen precio: Las espirituales, y los
delitos. Pasa a examinar por qué no son venales las cosas espirituales, y tras
un breve exordio remite a un capítulo posterior. Por los pecados, aunque en
razón de su culpa no sólo son viles e indignos de cualquier precio, sino que
hay que abominarlos, sin embargo hay que admitir que, a través del
consentimiento, cualquiera puede alquilar sus obras, también las voluptuosas,
que pueden ser adquiridas por precio o dinero. Y ésta es la razón por la que la
mujer que entrega su cuerpo, puede recibir dinero por el placer que recibe el
varón quien, además, puede que procree prole con ella. Y que no se trata de una
donación, sino de un precio, y esto lo probamos manifiestamente porque la república
no solamente permite a estas míseras mujeres, sino que les tasa el precio, y de
aquí viene el nombre de meretriz, dicitur
enim a merendo. Y quien no les pague debe ser llevado ante los jueces, lo
que no sucedería si se trata de una donación. Repite la frase clásica que
encontramos en estos autores, tomada de un jurista romano: Meretrix turpiter facit, quod sit meretrix: non tamen turpiter accipi,
cum sit meretrix. Mayor duda le
asalta con las mujeres que no ejercen la prostitución públicamente: ¿Pueden
recibir lícitamente su precio? Porque la ley no permite sino las que trabajan
en lupanares públicos, y aquellas otras ni siquiera se les tasa el precio. Pero
es mucho más justo entender que han de recibir su precio y más si tenemos en
cuenta que, por ser más honestas, hay que estimarlas en más. En lo que hacer a
las vírgenes y a las casadas, que pueden ser acusadas de estupro o adulterio,
ellas también pueden recibir su precio, estaría obligado en conciencia a
pagarlo quien se lo hubiera prometido, a no ser que excediera de la estimación
que corresponde a la condición de sus personas. "Pues por derecho natural
la concesión del cuerpo es estimable en dinero". Aunque, cara a su exigencia legal ante los
jueces, sí hay diferencias entre estas personas; pues las prostitutas pueden
exigir ante los tribunales su precio, y esto se les niega a las que no son
públicas. Y las vírgenes y casadas tienen prohibido acudir a los tribunales, y
si la ley se entera de lo sucedido, ha de castigarlas, y serán privadas de lo que
han cobrado; aunque el derecho natural exige que se les pague antes de dictar
sentencia. Si no llega el asunto a los tribunales, no están obligadas a
devolver lo recibido. El aristotelismo tomista había resurgido muy a finales
del siglo XV y comienzos del siglo entre las manos del Cardenal Cayetano, Juan
Capreolus, Pablo Soncinas o Conrad Koellin. Tomás de Aquino tuvo un éxito
especial en España porque lo introdujo Francisco de Vitoria, a comienzos del
siglo XVI, en la Universidad de Salamanca, y tuvo una larga escuela que fue la
dominante hasta finales de siglo. La tolerancia estuvo unida al destino del
tomismo, porque hacia 1590 se impusieron las Conimbricenses, y aunque no
condenaron la prostitución, su actitud general ante las realidades sensitivas fue
muy distinta. Así, Tomás de Aquino había establecido que el orden de los
preceptos de la ley natural sigue el orden de las inclinaciones comunes con los
animales, la primera que menciona es la coniunctio
maris et foeminae. El teólogo que se ocupó más extensamente
del tratamiento moral y jurídico de la prostitución fue Luis de Molina (el más
jurista de los teólogos españoles de esta época), que dedicó toda la disputatio 94 de su De justitia et jure al tema. Sigue estrechamente a Diego de
Covarrubias. Su actitud puede quedar resumida en lo que expone en el Index Rerum et Materiarum, en donde
escribe que "la
prostituta pública no solamente recibe lícitamente por la fornicación hecha,
sino que se le concede acción en el foro civil para exigir el pago. Y si no ha
sido fijado, puede exigir lo que sea costumbre". El
tema lo conecta inmediatamente con lo que llamaban obligación natural, pues la quaestio 94 trata de la licitud de la
restitución si recibe por causa torpe, y hasta qué punto se puede denegar en
estos casos la posibilidad de repetir el pago. Expone varios argumentos sobre
la imposibilidad de exigir los honorarios, que los toma de Juan de Medina, que
pueden quedar resumidos en el que ya conocemos. Que nadie tiene derecho a
exigir algo por una torpeza gratuita. Molina mantiene, al contrario, que
recibir un precio por una acción deshonesta o prohibida es posible, no en razón
de la deformidad y por ser ofensa a Dios, que es por lo que se constituye en
pecado, sino por razón de la delectación que lleva unida, o por el peligro, o
por el daño que sufre una persona por hacer una merced a otra, y así lo estiman
comúnmente los doctores. Covarrubias ha indicado –prosigue Molina- que no puede
recibir el precio precisamente porque el pacto es injusto: De lo que resulta
que no tiene precio estimable. "Pero
veo yo las cosas de otro modo, porque entiendo que el precio puede ser estimado
no porque sea un acto injusto (que implicaría que está hecho contra alguien),
sino porque quien lo hace se expone a peligros y discriminaciones". Como primera tesis,
concluye Luis de Molina que lo adecuado al derecho natural es sostener que
quien recibe un precio moderado y equivalente por una causa torpe, ni comete
una injusticia, ni está obligado a restituir. La segunda conclusión es la siguiente: Pactar y recibir el precio antes
del acto deshonesto es pecado. Pero una vez que todo ha sucedido, ya sí se
puede exigir lo prometido. Pues antes de cometer el acto, una de las partes
puede echarse para atrás, y esto es lícito; pero una vez que se ha cumplido,
por derecho natural hay que pagar. Y así el pecado que aparece en el pacto, en
la entrega y en la recepción del precio antes de la conducta injusta pactada,
no es pecado, hablando en justicia, si todo ha pasado… Sea ésta la tercera
conclusión: La prostituta pública no solamente retiene lícitamente lo que
recibió como precio justo, o incluso lo que se le dio como donación gratuita
por la fornicación, sino que una vez realizado el acto, se le ha de conceder
acción externa o civil para que pueda pedir el precio moderado que fue
convenido antes de fornicar. Y si no convinieron nada, el fornicario ha de
pagar lo que sea costumbre, porque hay que suponer que ella no lo hizo gratis,
sino para recibir el precio habitual. Y esta conclusión es común: Que la
prostituta actúa deshonestamente, porque es prostituta, y esto es contra el
derecho natural; pero no recibe deshonestamente, precisamente porque es
prostituta… Aunque también es evidente que si se ha convenido con la meretriz
cometer un pecado en el futuro, el pacto puede y debe ser rescindido, y de
hecho es nulo antes que la torpeza haya sido cometida, de modo que los que han
pactado no se han obligado a nada; y si alguien ha recibido por un pecado
futuro, queda obligado a restituir lo que se le dio. Todo esto vale para la
prostituta pública, pero es dudoso que se le pueda ser aplicado a la occulta fornicaria. Algunos que cita
Covarrubias han estimado que no se le debe en conciencia el precio, y Molina se
opone a esta opinión, entre otras cosas porque entiende que lo que da una mujer
que no es pública meretrix es de
mucho más valor que lo que da la prostituta pública, y no existe ley positiva
que la vuelva incapaz de recibir precio si lo recibe por esta causa. Lo mismo
hay que decir del precio que recibe una virgen por hacer entrega de su cuerpo.
Desde luego, está claro que si el fornicario, o la fornicaria, recibe algo de
alguien que no tiene capacidad de alienar, debe restituir. Y de este tema hay
que examinar a estas personas, aunque sean meretrices: "Juan de Medina, Doctor en Teología de la
Universidad Complutense, activo hacia 1550, aportó también sus opiniones. Él,
en un tratado dedicado a la restitución, que dominó ampliamente buena parte del
siglo XVI y del XVII, entendía que no existe el deber de pagar a los chulos,
aduladores, estafadores y demás personas que contribuían a hacer obras
nefandas, como matar, golpear, infamar; a éstos no les había de pagar por vía
de precio, sino solamente "per
viam donationis"… Así,
el que paga a la prostituta sabiendo que el acto fornicario es ilícito, y que
nada aprovecha a su alma, sino que la introduce en la muerte, si sabe y quiere
dar algo que excede del valor de esta cosa torpe, se entiende que lo regala, y
de este modo la meretriz puede recibir de forma lícita, y retener lo recibido,
pero no de modo que parezca que recibe un precio por el acto de fornicación. Y por
esto, si el mismo fornicario no trata de regalar, sino pagar como precio porque
entiende que ese precio lo debe a la meretriz por la torpeza que han cometido,
la prostituta no puede recibir ni retener si falta la donación o cualquier otro
título honesto. Además, hay que mirar si la donación ha sido hecha por un menor
o por alguien que tiene captada la mente –por la prostituta-, que éstas son
personas que no pueden donar… Lo mismo sucede si el cliente se ha enamorado de
la meretriz movido por los engaños de ésta, que no menos obceca al hombre el
amor excesivo que el vino, y en estos casos no parece que la donación sea libre
o voluntaria. Y quizá por esta razón fue por la que muchos doctores entienden
que la meretriz pública, que entrega su cuerpo no por una merced, sino por la
libido, está obligada a restituir: Porque los hombres, como enseña la
experiencia, no se obcecan tanto por el amor de una prostituta pública como por
el de una que lo es ocultamente… Si la meretriz recibe según derecho, más si
recibe por una donación no prohibida por las leyes, no recibe torpemente. Lo
mismo podemos decir de la mujer casada, que no puede exigir precio ni a otros ni
a su marido, (al contrario de lo que sucede con las prostitutas, y esto es
bueno, porque así se evitan adulterios) y si la casada se niega a entregar su
cuerpo si no hay precio, esto es extorsión y queda obligada a restituir, salvo
que el marido quiera donar. Pero es
preciso repetir que si se trata de un simple contrato de alquiler y no
interviene ninguna donación, entonces la prostituta no puede recibir precio por
este acto pecaminoso, ni puede retener el dinero que ha recibido. Si se trata
de una meretriz oculta y no pública, las leyes distinguen entre una y otra, y
la que es pública pierde lo que adquiere y habrá de ir al fisco: aunque antes
que haya sentencia, el lucro es para ellas. La razón de que el derecho distinga
entre las prostitutas públicas y las ocultas reside en que si se permiten las
que no son públicas, podrían surgir muchas incomodidades en la vida civil, como
son las risas y las burlas, tal como nos muestra la experiencia"
(Carpintero Benítez, pp. 246, 247, 248, 249, 250).
Yas © |
Ideología del Progreso.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
El FESTIVAL DE LAS
IDEAS PUEBLA 2024 (Auditorio Metropolitano, Centro Ricardo B. Salinas) presentó
el jueves 7 de marzo a Francis Fukuyama ("retos geopolíticos de 2024"). Fukuyama es uno de los autores más promocionados y desacreditados del
siglo XX. La tesis del "fin de la historia" parte del mito de
una humanidad que avanza hacia la adopción general de unos mismos valores e
instituciones, y no es el único. John Gray en "Misa Negra. La religión apocalíptica y la muerte de la utopía"
(PAIDÓS, 2012) rescata los orígenes escatológicos de teorías como el "fin
de la historia" y la "democracia liberal". Agustín de Hipona introdujo en el
cristianismo una distinción categórica entre la ciudad del hombre y la ciudad
de Dios: como la vida humana está marcada por el pecado original, ambas
ciudades jamás podrían ser la misma. Al despojar de literalidad la esperanza de
la llegada del Fin, Agustín preservó la escatología reduciendo sus riesgos. La
noción de izquierda y derecha política
viene de la Revolución francesa. Originalmente derivaban del acomodo en los
asientos de los diputados en los Estados Generales: aquellos que se sentaban en
su podio a la izquierda del presidente eran identificados como radicales;
aquellos a la derecha adquirieron la tonalidad de los conservadores.
Pero el espectro se modificaba cada vez que los eventos empujaban a la
Revolución hacia la izquierda. Surgían constantemente nuevos radicales con
demandas cada vez más extremas, y algunos de los diputados de la nueva derecha
parecían salidos de la antigua izquierda. Ni la izquierda ni la derecha
política son categorías fijas, pero ambas pueden ser calificadas de radicales y
extremistas. El problema es que ésta definición maniquea ya no es aplicable,
podemos encontrar "nuevas izquierdas" con programas políticos de las
antiguas derechas, y "nuevas derechas" con programas políticos de las
antiguas izquierdas. Definir la realidad entre izquierda o derecha carece de
sentido y el único motivo para hacerlo es la persuasión política. Demandas
ultraliberales como la legalización de la prostitución, el aborto, las drogas y
la eutanasia vienen de las "nuevas izquierdas" o de los
"liberales", no de las antiguas izquierdas que generaron el Estado de
Bienestar, entre ellas el nazismo, que no era de "ultraderecha", sino
de extrema izquierda. La derecha
tradicional se definía a sí misma desde la Revolución francesa por su oposición
a las ideologías utópicas. En el pasado, la derecha representaba una aceptación
realista de la flaqueza humana y la consiguiente visión escéptica sobre la
posibilidad del progreso. No se oponía por sistema al cambio, pero rechazaba
rotundamente cualquier concepción de la historia entendida como una marcha
triunfal hacia cumbres iluminadas por el sol. La política era vista como una
manera de afrontar la imperfección humana. La visión de las cosas de la
derecha tradicional se fundamentaba sobre la doctrina cristiana del pecado
original. Religiosa o no, la derecha entendía que era imposible superar los
defectos de la naturaleza humana. Pero durante el último siglo la derecha ha
abandonado la filosofía de la imperfección y ha abrazado la búsqueda de la
utopía. Los neoliberales que dieron
forma a las políticas occidentales de la década de 1990 eran economistas
caracterizados por una fe ingenua. El avance del libre mercado podía necesitar
de alguna ayuda suplementaria: a través de los programas de ajuste estructural
que el Fondo Monetario Internacional imponía a muchos países con economías
emergentes. Pero acabaría extendiéndose y aceptándose en virtud de la
prosperidad creciente. Pero pronto fue reemplazado por el neoconservadurismo. Los neoconservadores entendían que la
política de libre mercado no podría extenderse a todo el mundo mediante un
proceso pacífico, sino que sería necesario apoyar su difusión aplicando la
fuerza militar. El origen del neoconservadurismo se encuentra en la izquierda,
la fe en la revolución ingresó en las filas de la derecha neoconservadora. Si
actualmente la palabra derecha significa tantas cosas por su vaciamiento de
significado, lo mismo le ocurre a la palabra conservador. Entendemos por derecha tradicional y conservadora a una persona que no
es utópica, bajo ese planteamiento soy de derecha. El neoconservadurismo y el
neoliberalismo divergen en ciertos puntos esenciales. A diferencia de los
neoliberales, los neoconservadores no pretenden el retorno a una era imaginaria
de Estado mínimo. Son conscientes de que no todos los efectos sociales de los
mercados sin trabas son benignos y reclaman del gobierno un fomento de aquellas
virtudes que el libre mercado desatiende. A diferencia de los neoliberales,
los neoconservadores ven en la religión una fuente fundamental de cohesión
social. Pero por encima de todo, los neoconservadores no están dispuestos a
fiarlo todo a la evolución social. Más inteligentes, por lo general, que los
neoliberales, han comprendido que, aunque el capitalismo es una fuerza
revolucionaria que derriba regímenes y estructuras sociales establecidas, esto
último no acontece por sí solo: se necesita el poder estatal (y, en ocasiones,
la fuerza militar) para acelerar el proceso. En lo que a su entusiasmo por el
cambio revolucionario respecta, el neoconservadurismo tiene más en común con el
jacobinismo y el leninismo que con el neoliberalismo o el conservadurismo
tradicional. La derecha tradicional era liberal en lo económico y conservadora
en lo social, la izquierda tradicional era liberal en lo social y conservadora
en lo económico. Los neoconservadores y los neoliberales son ultraliberales,
capaces de proponer debates que cuestionan toda forma de vida ética. Joaquín de
Fiore invirtió el sentido de la teología agustiniana y transformó la doctrina
cristiana de la Trinidad en una filosofía de la historia en la que la humanidad
pasaría por tres estadios distintos: la Era del Padre, la Era del Hijo, la Era
del Espíritu Santo. La división de la historia humana en tres eras tuvo un
profundo impacto sobre el pensamiento laico. La visión hegeliana de la evolución de la libertad humana a través de
tres estadios dialécticos, la teoría de Marx sobre el paso del comunismo
primitivo a la sociedad de clases y al comunismo mundial, la visión positivista
de Auguste Comte desde la evolución de la humanidad desde una fase religiosa de
desarrollo a una científica, pasando por una fase metafísica intermedia.
"El fin de la historia" para Marx es el comunismo; para Herbert
Spencer y F. A. Hayek, el libre mercado mundial; para Auguste Comte, la
tecnocracia universal; para Fukuyama, el capitalismo democrático global: el
capitalismo democrático estadounidense como un producto de exportación. Ni los
derechos humanos que en teoría son universales tienen esa aceptación global. Es
un mito escatológico y apocalíptico, que, en el caso de la democracia liberal,
se ha intentado imponer en vano en Oriente Medio. Fukuyama es un promotor
neoconservador del capitalismo democrático estadounidense. Las teorías del
progreso son escatológicas, pero las teorías de la modernización son teodiceas,
relatos de providencia y redención arropadas con la jerga de las "ciencias
sociales": "Asistimos no sólo al final de la Guerra Fría o al paso de
un período particular en la historia de la posguerra, sino al final de la
historia como tal: es decir, el punto final de la evolución ideológica de la
humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como forma
definitiva e insuperable de gobierno humano" (FUKUYAMA, 1992, p. 199). La
segunda tesis es contradictoria: "La democracia liberal puede ser más
funcional para una sociedad que ha alcanzado ya un alto grado de igualdad
social y de consenso sobre ciertos valores básicos. Pero para sociedades
altamente polarizadas en cuestiones de clase social, nacionalidad o religión,
la democracia puede ser una fórmula para el estancamiento en un punto
muerto" (FUKUYAMA, 1992, p. 177).
Sobre el primer punto, se supone que la democracia debería generarlos, en caso
contrario es inexportable. Sobre el segundo, el "punto muerto" se
refiere a una solución militar y dictatorial para sociedades altamente polarizadas:
"Una dictadura modernizadora puede, en principio, ser más eficaz que una
democracia para crear las condiciones sociales que permitan a la vez un
crecimiento económico capitalista y, con el tiempo, el establecimiento de una
democracia estable" (FUKUYAMA, 1992, p. 179). La última es reconocible
en México y España, el caso de la dictadura del General Porfirio Díaz Mori que
permitió el crecimiento económico y la estabilidad social, que a su vez
permitió la democracia. El caso del Caudillo Francisco Franco Bahamonde y la
transición española. Pero son ejemplos de transición a la democracia que ningún
demócrata liberal quisiera usar porque la memoria no reconoce los medios. Un
amigo de Leo Strauss, Alexandre Kojève, un filósofo ruso establecido en París.
Kojève escribió su tesis doctoral sobre el filósofo religioso ruso Vladímir
Soloviev (1853-1900), quien en 1899 había publicado un libro de diálogos sobre
"La guerra, el progreso y el fin de la historia", en el que retrataba
a Nietzsche como precursor del Anticristo. Una versión de la idea del "fin
de la historia" apareció reproducida en la obra de Kojève y, a través de
éste, resurgió en el libro de Fukuyama "El fin de la historia y el último
hombre". Kojève presentaba el "fin de la historia" en términos
derivados de Hegel y sugería que la estación terminal no era el comunismo, sino
un sistema capitalista mundial. Allan Bloom, discípulo de Leo Strauss,
introdujo a Fukuyama en la obra de Kojève: "El filósofo ruso entendía la historia desde
una perspectiva escatológica que jamás se cuestionó. Lo mismo le sucede a
Fukuyama, que continúa creyendo que Estados Unidos es la primera sociedad
posthistórica. Aunque Francis Fukuyama ha negado que dijera alguna vez que la
historia había tocado a su fin en un sentido literal, sí llegó a afirmar en
1989 que se habían terminado los conflictos sobre el tipo de gobierno más
legítimo y que estábamos asistiendo al "fin de la historia"… Esta
proclamación contiene dos elementos: la afirmación de que la historia ha
alcanzado su consumación final y la proposición -más específica- según la cual
la democracia liberal es ahora el único modo de gobierno legítimo. La idea de
que la historia se mueve hacia un "final" es un mito que no puede ser
sustentado ni refutado por la argumentación racional. Pero la tesis de la que
la democracia liberal es actualmente el único modo de gobierno legítimo tiene
el mérito de ser demostrablemente falsa. La proposición según la cual "la
democracia liberal occidental" es "el punto final de la evolución
ideológica de la humanidad" constituye una auténtica profesión de fe
escatológica… Nietzsche fue durante toda su vida gran admirador de Voltaire -el
célebre racionalista ilustrado- y, como él, despreciaba la exaltación rousseauniana
de la emoción sobre la razón. Y es que, aunque el estereotipo popular presenta
a Nietzsche como un romántico, fue, en realidad, un pensador que adoptó una
versión radical de la Ilustración y la llevó hasta sus consecuencias extremas…
La idea del Übermensch constituye una versión exagerada de humanismo
moderno y evidencia lo que Nietzsche tenía en común, no sólo con los nazis,
sino también con Lenin y Trotsky. Los vínculos entre los valores liberales y la
Ilustración que tantas personas se afanan actualmente de poner en relieve son
más tenues de lo que se creen… Voltaire es, quizás, el pensador ilustrado más
paradigmático. Pero, para él, el Estado liberal sólo era una más de las
posibles vías de materialización del progreso humano; él pensaba, por ejemplo,
que había muchas circunstancias en las que un despotismo ilustrado resultaba
más eficaz. Para Voltaire, como para muchos otros pensadores de la
Ilustración, los valores liberales son útiles si promueven el progreso, pero
resultan irrelevantes u obstructores cuando no lo favorecen… Entre los
pensadores ilustrados de izquierda, la sociedad liberal era considerada un
valioso estadio en la evolución hacia una fase superior del desarrollo humano,
mientras que entre los pensadores ilustrados de derecha, era vista como un
estado de caos que, en el mejor de los casos, podía servir como punto de
transición de un orden social a otro… Pero tanto para los unos como para los
otros, los valores liberales estaban condenados a acabar en la papelera…" (Gray, pp. 83, 84). El FESTIVAL DE LAS IDEAS PUEBLA 2024
(Auditorio Metropolitano, Centro Ricardo B. Salinas) presentó el sábado 9 de
marzo a Cayetana Álvarez de Toledo ("Llamamiento a los jóvenes mexicanos"), anunciada como defensora de la democracia liberal frente a sus
enemigos: populismo, nacionalismo, separatismo, políticas identitarias: "Defiendan la democracia, sean salmones" (151 k). La decimoquinta marquesa de
Casa Fuerte (Madrid, 15 de octubre de 1974) es doctora en Historia Moderna por
la Universidad de Oxford, realizó una tesis sobre el obispo Juan de Palafox,
virrey de la Nueva España, dirigida por el historiador hispanista Sir John H.
Elliott. Hija del marqués Juan Illán Álvarez de Toledo y Giraud (1926-2012),
hijo de un aristócrata napolitano de origen español, idealista y arruinado, Illán
Álvarez de Toledo Lefébvre, y de una francesa pequeño burguesa de Marsella, una
violinista de vanguardias, Yvonne Marie Félicie Giraud Colom; y de la argentina
Patricia Angélica Peralta-Ramos y Madero, hija de Alfredo Peralta Ramos de
Tezanos Pinto y Angélica Madero Esteves. Cayetana vivió una infancia de cuento de hadas, hasta los siete años en
el barrio Hampstead de Londres, teniendo un cementerio vecino lleno de lápidas
de grandes escritores cubiertos de moho y hojas. Aterrizó en Argentina justo en
la guerra de las Malvinas, donde tuvo su primer choque con el nacionalismo
argentino. En Buenos Aires estudió en el colegio Northlands, donde comenzó su
amistad con Máxima Zorreguieta, la actual Reina consorte de los Países Bajos.
Casada en primeras nupcias con Joaquín Güell, primo de Agatha Ruiz de la Prada
(PRADA). Desde pequeña quiso ser arqueóloga por la colección griega y
egipcia del Bristish Museum. Su pasión
por la arqueología (el estudio del pasado) se transformó en una gran pasión por
la historia (el estudio del pasado cercano), finalmente por el periodismo (la
narración del presente) y la política (la construcción del futuro). Un giro
dialéctico que no fue aprobado por su mentor intelectual Sir John Elliott: de
historiadora de Oxford a periodista y política. En su currículo se encuentra
ser editora, columnista y jefa de sección de EL MUNDO y diputada por el Partido
Popular (PP). Autora de "Política y reforma en España y el México
virreinal: la vida y el pensamiento de Juan de Palafox, 1600-1659" (OXFORD
UNIVERSITY PRESS, 2004; Marcial Pons, 2011), "La crisis de la monarquía de
Felipe IV" (CRÍTICA, 2006) y "Políticamente indeseable"
(Ediciones B, 2022). Cayetana no es
la única aristócrata que se dedica a la política, existen varias generaciones
de la familia Habsburg: el archiduque Otto de Habsburg-Lorraine fue presidente
de la Unión Internacional Paneuropea, diputado por el Partido Unión Social
Cristiana de Baviera y diputado en el Parlamento Europeo; Carlos de
Habsburg-Lorraine fue presidente de la Unión Paneuropea en Austria y diputado
en Bruselas por el Partido Popular Austriaco; el archiduque Jorge de
Habsburg-Lorraine fue embajador de Hungría; Walburga de Habsburg-Lorraine fue
diputada en el Parlamento de Estocolmo por el Partido Moderado, presidenta de
la Juventud-Paneuropea Alemania, de la Unión Europea Femenina y vicepresidenta
de la Unión Paneuropea Internacional; Mónika de Habsburg-Lorraine es
vicepresidenta del Comité Español por la Unión Paneuropea; Gabriela
Casanova-Cárdenas y Habsburg fue embajadora de Georgia en Alemania. Los
miembros Habsburg más conservadores no aceptan la participación de sus miembros
en la política partidista, rechazo que es éticamente correcto. La hermana del
Archiduque Simeón de Bulgaria, Catalina de Habsburg-Lorraine, es una escritora
de éxito: "Las Austrias.
Matrimonio y razón de Estado en la monarquía española" (VINTAGE, 2013); "María Antonieta. Una mujer de su linaje
relata la gloria y la tragedia de la reina de Francia" (VINTAGE, 2013). En México cada vez que
se tratan los nombres de Cristóbal Colón, Hernán Cortés o Maximiliano de
Habsburg, la historia se convierte en un instrumento al servicio del poder.
Personajes como Cayetana Álvarez de Toledo, los Habsburg de la política, ambos
con la condición de apátridas -la triple nacionalidad de Cayetana (española,
francesa, argentina), la expulsión Habsburg de Austria por Hitler-, condición
que los acerca al cosmopolitismo alejandrino. E incluso Fernando Savater,
critican aspectos negativos de los nacionalismos, especialmente Cayetana: el pueblo elegido, la idea mesiánica
de nación (Israel-Palestina, Ucrania-Rusia, España-Cataluña, España-País
Vasco), los movimientos nacionalistas, los nacionalismos separatistas, la
xenofobia nacionalista, los nacionalismos contemporáneos que hacen de la
identidad su Quinta Columna, la definición de derechos por pertenecer a un
grupo o una tribu identitaria, el abandono de la igualdad ilustrada por la
lucha de identidades de la izquierda, la atomización de la comunidad política,
el uso de la historia con fines políticos espurios. Es común culpar a los
nacionalismos por las guerras, pero también omitir el pensamiento escatológico
y apocalíptico del "fin de la historia" unido a corrientes ilustradas
que vieron en la violencia utópica un medio de progreso. No fue el nacionalismo
lo que movió a Lenin, Stalin, Hitler, Franco, Mussolini, Mao, Pinochet,
Salazar, Videla, Stroessner, Somoza, Bush, Obama o Putin, sino la ideología del
progreso. La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la república francesa,
la república de los Estados Unidos y las repúblicas americanas, son ejemplos
del progreso, pero también de la barbarie: revolución francesa, revoluciones
americanas, etc. Cayetana Álvarez de Toledo parte de la tesis de que los ciudadanos
de un Estado-nación son libres e iguales ante la ley, podemos cambiar la
palabra ley por Dios, o mejor aún, ley de Dios, y encontramos una lógica
mesopotámica, la libertad o igualdad ante los dioses. Los sofismas de la
democracia liberal que promueven pactos voluntarios y ocultan las relaciones
entre capital y trabajo. Las contradicciones del discurso expuestas por Ellen
Meiksins Wood en "De ciudadanos a señores feudales. Historia social del
pensamiento político desde la Antigüedad a la Edad Media" (PAIDÓS, 2011). La primera del dualismo de la comunidad
cívica de la antigua Grecia: las ideas fundacionales de ciudadanía e igualdad
adaptadas para que sirvieran a la causa de la desigualdad y la dominación. La
segunda del dualismo alejandrino cosmopolita: la idea de igualdad y hermandad
humana para despojar de la ciudadanía activa por la pertenencia pasiva a una
comunidad cósmica imaginada. La tercera del dualismo imperial romano: la idea
de ciudadanía como un instrumento hegemónico de oligarquía e imperio. La
cuarta del dualismo occidental cristiano: un logos cósmico universal,
una ley natural universal y común a todos, la igualdad de todos los seres
humanos ante Dios, al mismo tiempo que el carácter sagrado de la propiedad
privada, la legitimidad de la desigualdad social y la autoridad absoluta de los
gobiernos terrenales. La quinta del dualismo teórico de la política moderna: la
declaración de que los seres humanos o los hombres eran libres e iguales en el
estado de la naturaleza, y luego el argumento de la monarquía absoluta (Hobbes)
o el dominio de las clases hacendadas (Locke). La sexta del dualismo liberal
capitalista: la democracia relegada a una esfera política formalmente separada,
al tiempo que se dejaba intactas las inmensas disparidades de poder entre
capital y trabajo y el puesto de trabajo, dejando gran parte de la vida humana
fuera de la responsabilidad democrática, gobernada por imperativos del mercado.
Podemos agregar la séptima del dualismo neoliberal globalista: la idea de
multiculturalidad, interculturalidad, interracialidad, inclusión étnica,
inmigración, representación, derechos humanos, gobernadas por los organismos
supranacionales que representan los intereses de los capitales internacionales:
"En primer lugar planteemos la cuestión dentro de una perspectiva
histórica más amplia. la teoría política occidental no inventó la noción de
igualdad humana. La antigua filosofía china, por ejemplo, cuenta con sus
propias formas de igualitarismo. La teoría política occidental, en cambio, al
menos en algunos momentos fundamentales de su historia, se enfrentó al problema
muy específico de hallar una manera de expresar y justificar el dominio sobre
la base de una igualdad natural… Pero cuando el propio principio de dominación
era seriamente cuestionado, la cosa cambiaba totalmente. El peso de
la justificación pasó a recaer mucho más sobre la desigualdad humana como base
natural para la dominación y la desigualdad social. En esas circunstancias, una
noción de igualdad natural podía suponer una grave amenaza para las élites
dominantes. Cuando la plebe cuestionó la autoridad apelando a la igualdad
natural, fue preciso idear estrategias teóricas y políticas que permitieran
superar la amenaza y hacer que las ideas democráticas acabaran volviéndose en
contra de ellas mismas. La historia de esta estrategia empieza en la antigua
Grecia… Hasta aquel momento, siempre había sido evidente que el estado
representaba la dominación, concretamente allí donde se suponía que los hombres
eran iguales por naturaleza. Pero ahora, el propio estado -de hecho, sobre todo
el estado- representaba la igualdad. Pese a las desigualdades sociales, todos
los ciudadanos, en su nueva identidad política, eran iguales. Esto significa
que había nuevas maneras de disimular las relaciones de dominación, con tal que
fueran amparadas bajo la capa de la ciudadanía y la igualdad cívica. No era,
por supuesto, una cuestión sencilla. Pero, como vimos, Alejandro Magno y sus
sucesores adoptaron algo parecido a esta estrategia cuando, en la defensa de la
nueva cosmopolis imperial, se reclamaron los valores de la polis,
e incluso de la democracia. Las élites
hacendadas de la Roma republicana se enfrentaron a algunos de los mismos
problemas de sus homólogos griegos… Pero había diferencias importantes entre la
República romana y la democracia ateniense, diferencias que dieron ocasión, o
requirieron, estrategias ideológicas diferentes. La república estaba, a todas luces, dominada por la aristocracia
senatorial, cuya dominación también era aceptada en la esfera de lo cívico. Los
romanos nunca desarrollaron la noción de "un ciudadano, un voto",
sino que sólo contaban con los votos de grupo; la identidad de la ciudad no
disolvía ni eclipsaba la división entre patricios y plebeyos, clientes y
patronos, el Senado y el pueblo romano" (Wood, pp. 179, 180,
181).
Yas © |
La Era Populista.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
El 20 de mayo de 2024 apareció el
desplegado "Integrantes
de la comunidad cultural a favor de Xóchitl Gálvez", firmado por 250
personajes en apoyo de la candidata de la coalición "Fuerza y Corazón por
México", integrada por los partidos Revolucionario Institucional, Acción
Nacional y de la Revolución Democrática. Entre ellos Roger Bartra, Enrique
Krauze, Héctor Aguilar Camín, Ángeles Màstretta, Agustín Basave, Alberto Ruy
Sánchez, Rafael Pérez Gay, Federico Reyes Heroles, Francisco Barnés de Castro,
Francisco Martín Moreno, Gabriel Zaid, Gilberto Guevara Niebla, Guillermo
Sheridan, Gerardo Estrada, Jorge Castañeda, José Sarukhán, Rafael Trejo
Delarbre: "Los que firmamos este manifiesto
tenemos diferentes puntos de vista políticos e ideológicos. Hemos decidido
manifestarnos públicamente debido a que el gobierno de López Obrador y su
partido pretenden extender la deriva autoritaria durante el próximo sexenio, lo
que significa una grave amenaza para la democracia. Ello implica la continuidad
de la corrupción política y una creciente inseguridad que ha dejado buena parte
del país a merced del crimen organizado. Se agrega la amenazante militarización
del territorio, que se ha convertido en parte del problema y no de la solución.
Vivimos en una coyuntura muy peligrosa. Las elecciones del próximo junio serán
una confrontación entre el autoritarismo y la democracia. Creemos que la opción
democrática está representada por Xóchitl Gálvez. Nuestro llamado a votar por
ella responde a la enorme urgencia de defender la democracia amenazada. El
peligro de una regresión autoritaria ha ocasionado que fuerzas políticas y
partidos de diferente orientación se hayan unido para defender la democracia.
Ante esa polarización en dos bandos, instigada por el gobierno, buscamos la
pluralidad democrática que propicie el diálogo, la discusión, los pactos
razonados y la tolerancia. Polarizar implica que un polo hegemónico acabe por
aplastar a los adversarios como si fueran enemigos. Frente a la uniformidad
gris y autoritaria del obradorismo, apoyamos la pluralidad multicolor de la
oposición. Por estas razones, llamamos a votar por Xóchitl Gálvez". El 24 de mayo de 2024 apareció el
desplegado "Por una democracia para todas y todos", firmado por 900
personajes en apoyo de la candidata de la coalición "Sigamos haciendo
historia", integrada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional,
del Trabajo y Verde Ecologista. Entre ellos Juan Ramón de la Fuente, Lorenzo
Meyer, Elena Poniatowska, David Kershenobich, Silvia Torres, Manuel Peimbert,
Rosaura Ruiz, Moisés Selman, Enrique Semo, Luis de la Peña, Arturo Menchaca,
Patricia Moreno, Juan Pedro Laclette, Irene Cruz, Javier Bracho, Eugenia León,
Ifigenia Martínez, Violeta Vázquez Rojas, Jorge Islas Samperio, José Antonio
Merino, Susana Harp, Javier Jiménez Spriú, Regina Orozco, Horacio Franco: "La
transformación de la vida pública nacional que vivimos es producto de un
movimiento profundo, amplio, plural, que surge de las luchas por la democracia
y la justicia en México. En ella coincidimos ciudadanas y ciudadanos de una
sociedad plural, que encuentra en la candidatura de la Dra. Claudia Sheinbaum
Pardo y en su programa de gobierno, las mejores propuestas para consolidar un
país más justo y próspero. La democracia seguirá fortaleciéndose con la
siguiente etapa de la transformación. Ganaremos las elecciones, libre y
democráticamente el 2 de junio. Salgamos todas y todos a votar por el único
proyecto de nación que garantiza la prosperidad compartida. Quienes suscribimos
este documento, académicos, intelectuales, científicos, apoyamos a la Dra.
Claudia Sheinbaum Pardo para la Presidencia de la República". Enrique
Krauze en el "Mesías Tropical" (LETRAS LIBRES, 2006) desnuda las
diferencias de López Obrador con sus supuestos modelos: Lázaro Cárdenas y
Benito Juárez. La constitución liberal
de 1857 limitó el poder presidencial, instituyó la división de poderes y
consignó las más amplias libertades y garantías individuales. Benito Juárez
tenía adversarios en la Suprema Corte y el Congreso, pero jamás utilizó el
Ejecutivo para romper la división de poderes. La "austeridad republicana"
de los gobiernos juaristas (1858-1872) debía hallar su contraparte en el manejo
impecable de las finanzas públicas, lo contrario de la opacidad en las cuentas
públicas. Lázaro Cárdenas se mantuvo fiel a los paradigmas de la Revolución
Mexicana: marginó a los comunistas prosoviéticos de la CTM, asiló a Trotsky y
dejó el poder en manos del moderado Ávila Camacho, en lugar del radical Múgica.
A pesar de que la gestión de Lázaro Cárdenas coincidió con el ascenso del
nazismo, el socialismo soviético constituía una alternativa al capitalismo
occidental. La educación cardenista era "socialista". Pero Lázaro Cárdenas
no atizó el odio de clases ni era proclive a las ideologías que lo promovían.
De hecho, Cárdenas, tras la expropiación petrolera, fue el precursor de la
industrialización en México y el fundador del Instituto Politécnico Nacional
(IPN). López Obrador se ha hecho fotografiar en público con un ejemplar de la biografía
de Tomás de Aquino, en cuya obra la soberanía popular emana de Dios hacia al
pueblo, y quien debe de interpretarla correctamente es la autoridad elegida por
Dios. Aristóteles distingue entre gobernantes legítimos e ilegítimos, o entre
gobernantes que actúan de acuerdo al interés común y gobernantes que actúan
pensando en su propio interés. Pero lo que define el gobierno "político"
es que ocurra en el seno de una comunidad de ciudadanos que en principio están
facultados para la participación política. En cambio, para Tomás de Aquino, el
centro del discurso "político" se aleja de la comunidad de ciudadanos
a medida que adapta lo político a las condiciones del orden feudal, a su
jerarquía de rangos jurídicos y corporaciones. Incluso, el principio de la doctrina franciscana de la pobreza podía
interpretarse en el sentido de que otorgaba una ventaja a la autoridad
eclesiástica, aunque sólo fuera porque, al derivar tanto la jurisdicción como
la propiedad de Dios y no de algún poder temporal, el papa, que era el vicario
de Cristo en la Tierra, podía afirmar que, efectivamente, actuaba en nombre del
dueño y que, por tanto, podía ejercer una jurisdicción superior, mientras que
las otras autoridades, las seculares y las eclesiásticas, sólo disfrutaban de
una jurisdicción delegada por el papa. Las Coronas de los reinos católicos en
la Edad Media no eran propiedad de los reyes, sino del papado, eran
jurisdicción delegada que podía revocarse. En el Reino de España los
presidentes solían jurar o prometer con una mano sobre un ejemplar de la
Constitución Española y otra sobre una Biblia. En estas ceremonias solía haber
un Crucifijo. Acto que realizaron tanto José María Aznar, Mariano Rajoy y José
Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, desde 2014, poco después de que Felipe VI
llegase al trono, la Casa Real permite prescindir de esos símbolos. El PSOE en
varias ocasiones ha propuesto eliminarlos de las ceremonias oficiales para
distinguir bien el ámbito civil y oficial del religioso, de carácter privado
según el artículo 16.3 de la Constitución. Pedro Sánchez en su toma de posesión
no hizo el juramento ante el Crucifijo y la Biblia, sólo prometió su cargo ante
Felipe VI. En Estados Unidos, un país protestante, los presidentes juran ante
la Biblia, y en distintos momentos George W. Bush (2001-2009), Barack Obama (2009-2017)
y Donald Trump (2017-2021) han hecho uso político de su contenido. En México, Vicente
Fox (2006-2012) en la transmisión de su ceremonia de investidura, inició
rezando ante la Virgen de Guadalupe en la Basílica, culminando con su toma de
protesta como presidente de la República ante el Congreso de la Unión con un Crucifijo
de madera. Luis Echeverría Álvarez (1970-1976)
realizó una visita al papa Pablo VI en 1974 y José López Portillo (1976-1982) sostuvo
un encuentro con Juan Pablo II en 1979. Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) vio
el acercamiento con la Iglesia católica como una oportunidad para mejorar su
imagen frente a la ciudadanía, luego de su polémico triunfo en 1988. En 1990
recibió a Juan Pablo II y envió a la Santa Sede a un representante personal,
restableció las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano en
septiembre de 1992 y promovió una reforma a la Constitución para otorgar
personalidad jurídica a las iglesias y permitir que los ministros de culto
pudieran votar. El argumento de Salinas de Gortari era modernizar la
relación entre el Estado y la Iglesia católica, que legalmente había tenido
pocos cambios en más de un siglo. En 1860, las Leyes de Reforma aprobadas en
México establecieron el Estado laico y pusieron en manos del estado los bienes
del clero, lo que llevó al Vaticano a romper relaciones con el gobierno
mexicano. Más adelante, la Constitución de 1917 impuso restricciones a los
ministros de culto, como la de no poder votar. Aunque la soberanía popular de Santo
Tomás de Aquino emana de Dios hacia al pueblo, la autoridad elegida por Dios,
sea secular o eclesiástica, depende de la jurisdicción del papa, una autoridad
institucional. La crítica de Fernando Savater a los populismos es extrapolable
a México, el discurso de López Obrador cumple esas características: la idea
antidemocrática de que sólo existe una "voluntad popular" y aquellos
que se encuentren fuera de ella no pertenecen al "pueblo", cuya
voluntad está por encima de cualquier ley, constitución o estatuto. El nombramiento de Obrador
como "presidente legítimo" por la
Convención Nacional Democrática (CND), rechazaba la usurpación de Felipe
Calderón (2006-2012) como presidente de la República: haya existido fraude o
no, el nombramiento de Obrador no estaba avalado por el Estado. El "Gobierno
legítimo" paralelo estaba conformado
por José Agustín Ortiz Pinchetti, Gustavo Iruega, Bernardo Bátiz, Octavio
Romero Oropeza, Mario di Constanzo, Luis Linares, Claudia Sheinbaum, Bertha
Elena Luján, Marta Elvia Pérez Bejarano, Raquel Sosa, Asa Cristina Laurel,
Laura Itzel Castillo. Roger Bartra, partiendo de las experiencias
latinoamericanas, detecta tres componentes básicos del populismo. En primer
lugar, una masa de población heterogénea formada de residuos de sectores
sociales tradicionales agraviados y excluidos por la modernización. En segundo
lugar, una modernización capitalista extremadamente rápida y agresiva que
genera en la masa social excluida y empobrecida un profundo resentimiento. En
tercer lugar, un líder carismático y autoritario que apela al pueblo con
recursos emotivos, un ramillete contradictorio de ideas y que encabeza un
movimiento que sobrepasa a los partidos tradicionales. Roger Bartra
en el sistema político mexicano ubica la paradoja del Partido Revolucionario
Institucional, una mezcla de populismo con institucionalidad: la
institucionalización de la revolución. Donald Trump busca el regreso al "sueño
americano" y hacer a "América más
grande" y López Obrador el regreso a
un México antes del neoliberalismo modernizador ochentero de Miguel de la
Madrid (1982-1988) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), el México sesentero
y setentero de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), Luis Echeverría (1970-1976) y José López
Portillo (1976-1982). El populismo nacionalista de Echeverría y López Portillo
lo mismo tuvo acercamientos con los papas Pablo VI y Juan Pablo II, que
alianzas con algunas expresiones de izquierda que le dieran una imagen
progresista. A diferencia de Enrique Krauze que compara
a López Obrador con Hugo Chávez, un populista de izquierda. Roger Bartra lo
compara con un populista de izquierda (1988, 1994, 2000, 2006, 2012) que dio un
giro populista a la derecha reaccionaria (2018-2024). En "Regreso a la
Jaula: El fracaso de López Obrador" (DEBATE, 2021) es certero en su
análisis, AMLO es populista, reaccionario, conservador, tradicionalista. La Cuarta Transformación es
retropopulista, busca el retorno al México de los años sesenta y setenta, se
reclama sucesora de la Independencia, la Reforma y la Revolución: "El cuerpo y la sangre del antiguo
partido autoritario y corrupto se convierten en el pan y el vino de Morena. Las
elecciones fueron sin duda un proceso democrático, pero fueron también una gran
eucaristía política convocada por el populismo triunfante. Acaso esta transubstanciación sea la Cuarta
Transformación anunciada por Obrador, la que ha llevado al nacionalismo
revolucionario a encarnar sucesivamente en el PNR (Partido Nacional
Revolucionario), el PRM (Partido de la Revolución Mexicana), el PRI (Partido Revolucionario
Institucional) y ahora en Morena (Movimiento de Regeneración Nacional)… Detrás
de la avalancha de medidas espectaculares pero superficiales, destinadas a
provocar el aplauso fácil, se descubre el intento por restaurar el régimen
autoritario presidencialista. El nombramiento de 32 comisarios políticos en los
estados, delegados federales que representarán directamente al poder central,
está concebido como un proceso de consolidación de Morena como un partido
oficial controlado por el gobierno. Ésta es la forma en la que operó el PRI
durante decenios, como apéndice electoral del gobierno… No estamos ante la
inminente instauración de un gobierno de izquierda, razón por la cual los
empresarios están relativamente tranquilos. A ellos el autoritarismo no les
preocupa mucho. Los drásticos y severos recortes en el gasto público que se han
anunciado revelan, por el contrario, una inclinación francamente conservadora
que aúna a un rechazo a aumentar los impuestos. La composición del gabinete de
Obrador muestra un perfil derechista, con pocas excepciones. La política
económica que se ha perfilado parece un neoliberalismo con dosis de
nacionalismo populista… El presidente Obrador ha tomado tres importantes
decisiones que son típicamente derechistas (y neoliberales): no subir los impuestos,
aplicar una dura política de austeridad e impulsar la militarización y la
legalización de la función policíaca del ejército. El gobierno populista, al
mismo tiempo, se orienta hacia una política de subsidios y subvenciones al
estilo del viejo PRI. No en balde Obrador ha expresado su admiración por
Antonio Ortiz Mena, quien fuera secretario de Hacienda de los presidentes
Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz entre 1958 y 1970, cuando la economía
crecía a más del 6 por ciento y la inflación apenas superaba el 2 por ciento.
Claro que ese paraíso al que quiere regresar formó parte de los años dorados de
la economía mundial, los "gloriosos treinta años" que se iniciaron en 1945, después de la
Segunda Guerra Mundial"
(Bartra, pp. 40, 46). En cuanto al sistema de partidos, Enrique Krauze apela a
una izquierda moderna como alternativa ideal frente a un PAN ultramontano, sin
autoridad política, un PRI anquilosado, sin autoridad moral, y la izquierda
autoritaria de Obrador. Roger Bartra ve una gran decadencia. El PRI en un
proceso de tecnocratización semiliberal o neoliberal que fue arruinado por la
corrupción. La izquierda prácticamente desaparecida del panorama y una derecha
más o menos democrática, agrupada en el PAN, en una situación difícil. La
existencia de un nuevo partido que está en el gobierno, pero que todavía no es
plenamente un partido. Es una especie de retorno a la organización de un
partido oficial dirigido desde el gobierno. A diferencia de lo que ocurría en
el antiguo régimen, cuando los canales de control se ejercían a través de la
Secretaría de Gobernación, ahora se quieren ejercer a través de la Secretaría
de Hacienda. La autoridad política, la autoridad moral y la corrupción
adquieren tintes religiosos, el PRI, el PAN y PRD son culpables del pecado
neoliberal. John Gray afirma
que en muchas culturas y a lo largo de la mayor parte de la historia, la
humanidad ha vivido obsesionada por la idea de una sociedad perfecta, pero la
ha interpretado como el recuerdo de un paraíso perdido antes que una visión de
un futuro alcanzable. La utopía no siempre ha tenido un carácter revolucionario
o, siquiera político. Muchos utópicos no han pretendido cambiar radicalmente la
sociedad, sino crear una comunidad ideal que la sociedad pudiese usar como
modelo. El utopismo fue un movimiento de retraimiento del mundo antes de que se
convirtiera en un intento de rehacer ese mundo a la fuerza. El
romanticismo y muchos pensadores de la Ilustración compartían la idea de que la
sociedad había sido antaño un todo orgánico: unos apuntaban hacia la
cristiandad medieval, Platón situaba su república ideal en una edad de oro
anterior a la historia, Marx miraba hacia el pasado más remoto en busca de una
sociedad en la que la humanidad no estuviera alienada ni reprimida. Siempre que
creían haber encontrado la sociedad perfecta, su imagen de la sociedad en
cuestión demostraba ser una quimera. Ninguna sociedad ha formado nunca un todo
orgánico y la propia idea de comunidad orgánica, poco tolerante con el
conflicto y la diversidad, se presta fácilmente a ser utilizada contra las
minorías. En cualquier caso, la idea de que la sociedad debe formar un conjunto
orgánico dista de ser exclusivamente romántica. La fantasía de una comunidad
sin fisuras es tan característica del pensamiento ilustrado y del
contrailustrado. Para F. A. Voigt toda escatología trascendental proclama el
fin de este mundo. Pero la escatología secular siempre queda atrapada en su
propia contradicción. Proyecta sobre el pasado una imagen que nunca fue, y concibe lo que es en términos de lo que no es, y el futuro en términos
de lo que nunca podrá ser. El pasado
más remoto se convierte en una edad de la inocencia de carácter místico -o
mítico-, una edad de oro –o heroica-, una era de repúblicas ideales o de
comunismo primitivo. López
Obrador en "2018: La salida. Decadencia y renacimiento de México"
(PLANETA, 2017), explicó sus propósitos y promesas de sexenio. En ese final
feliz, habría un crecimiento económico anual de 4%. Estaba seguro de que a
mitad del sexenio el país sería autosuficiente en maíz y frijol. Prometió que
en 2024 todo el territorio nacional sería reforestado. Al terminar su gobierno
ya no habría migración del campo a las ciudades o a Estados Unidos. Por el
contrario, habría un regreso al campo. En las regiones rurales la gente se
quedaría contenta trabajando en el lugar donde nació, en su medio ambiente, con
su familia, sus costumbres y su cultura. Ya no habría
necesidad de abandonar la tierra natal. En 2024 los índices de delincuencia se
habrían abatido a la mitad y la corrupción de cuello blanco habría desaparecido
totalmente. Para ese año se habría consumado una revolución de las conciencias,
la que impediría el predominio del dinero, del engaño, de la imposición del
afán de lucro sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor prójimo. Es un
verdadero paraíso en la Tierra. Es evidente que ninguna postura racionalista
tendría esas metas en un sexenio o en una vida, ese mundo feliz es más utópico
que la regeneración del PRI, carente de todo contacto con la realidad externa,
especialmente de aquella que ordena la contención del gasto (austeridad
republicana) y fuentes de ingreso (reforma fiscal). La Cartilla
Moral (1952) de Alfonso Reyes buscaba fortalecer los valores culturales,
morales y espirituales, porque el bienestar de una sociedad radica no sólo en
lograr el bienestar material, sino también el bienestar del alma de la persona
virtuosa: la rectitud, la honestidad, la justicia, la educación y la felicidad.
La Guía
ética para la transformación de México de López Obrador (2020), un
compendio de propuestas filosóficas, éticas y religiosas, producto de decenas
de foros, mesas de diálogo, reflexión o debate, y la consulta con 18 iglesias y
13 organizaciones civiles. La promesa de perseguir a los corruptos del pasado
neoliberal se acabó con la promesa de mano dura con los nuevos corruptos. En 2024 muy pocas personas recuerdan la Constitución moral de Obrador, más bien
su violación moral, pero la redención de los criminales y los corruptos sigue
vigente. Es dudoso que el perdón cristiano y la rehabilitación de personajes
cuestionables como Elba Esther Gordillo, Enrique Peña Nieto, Manuel Velasco
Coello, Alejandro Murat, Alejandra del Moral, aporte algo a ese paraíso
terrenal de la 4T:
"En realidad, la identidad moral de los mexicanos que busca implantar
López Obrador no se encuentra en el pueblo, sino en las líneas de uno de los
textos más reaccionarios que se han escrito sobre el tema: la Cartilla moral de Alfonso Reyes. No hay
que ir más lejos para definir el perfil del ser nacional que invoca el
lopezobradorismo. Este texto contiene la moralina que necesita el presidente
para alimentar espiritualmente a sus partidarios y guiar al pueblo hacía una
mítica Cuarta Transformación. No estoy
seguro de que el gobierno, aprovechando el profundo malestar que vive la
población, logre provocar esa íntima tristeza reaccionaria de la que hablo
López Velarde en la que se sumergía la identidad nacional. El discurso oficial
exalta la felicidad del pueblo, no sus tristezas. Si acaso, se incita una
nostalgia por la edad de oro en la que, antes de la llegada del neoliberalismo,
supuestamente vivía la sociedad mexicana. El presidente y sus admiradores
hablan mucho de la necesidad de una "revolución de las conciencias"
para impulsar al gobierno. Pero no veo por ningún lado la sustancia y las ideas
que le den contenido a ese cambio revolucionario de la conciencia nacional… El
credo se materializó por fin en noviembre de 2020 cuando la constitución moral
quedó degradada en una Guía ética para la
transformación de México… El resultado de esta alquimia populista fue un
panfleto destinado a propagar la doctrina moral del presidente, en el que aun
quedó un fuerte tufo religioso y que emana de ideas cristianas sobre la culpa,
el arrepentimiento, la dignidad, la redención, el perdón, la maldad y el amor
al prójimo… Aunque intentaron inyectarle algunas ideas nuevas y modernas, el
catecismo ético revela una clara inclinación tradicionalista. La Guía es un auténtico manual de moralidad
y buen comportamiento, es a la manera de la que escribió Manuel Antonio Carreño
en el siglo XIX… La Guía contiene
veinte preceptos, el primero de los cuales es un verdadero insulto a la
inteligencia, pues exalta hipócritamente el laicismo y la diversidad e invita a
que "evitemos
imponer "nuestro
mundo"
al mundo de los demás"
en un panfleto que hace exactamente eso: imponer un corpus moral con toda la
fuerza del Poder Ejecutivo… Una curiosa
perla de este manual de ética es el precepto número 10, titulado "De la
redención": "los criminales y corruptos pueden redimirse por medio de
la reflexión, la educación e incluso la terapia psicológica, sin renunciar,
desde luego, por la seguridad de la sociedad y por motivo de justicia, a la
posibilidad de sanciones como la privación de la libertad". Al concepto
religioso de redención, como liberación del pecado, se le agrega un granito de
modernidad hablando de terapia, y se le relega a la justicia en segundo lugar,
como una posibilidad" (Bartra, pp. 133, 134, 135).
Yas © |
La Era Neoliberal.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
La periodista rusa
Inna Afinogenova consiguió la primera entrevista con el actual presidente de
México: "Entrevista completa a López Obrador", Canal Red
Latinoamérica (1.7 M). Canal dirigido por Pablo Iglesias, ex vicepresidente del
Gobierno y fundador del partido Podemos. Retomada por El País: "López
Obrador da la primera entrevista en años: más de dos horas sin tocar los
asuntos espinosos. El presidente de México elogia a Claudia Sheinbaum, habla de
su paquete de reformas constitucionales y ataca a la oposición en una
conversación con Canal Red, un pequeño medio español dirigido por el ex
político Pablo Iglesias" (Georgina Zerega, 21/02/2024). López Obrador
durante su mandato ha utilizado la división política entre
conservadores y liberales del siglo XIX. Esos conservadores católicos y esos
liberales revolucionarios se convirtieron en el siglo XX y XXI en
neoconservadores neoliberales, una mutación que hubiera hecho las delicias de
Hegel. La Real Academia Española define el liberalismo de la siguiente manera: "Doctrina política que postula la libertad individual y social en lo
político y la iniciativa privada en lo económico y cultural, limitando en estos
terrenos la intervención del Estado y de los poderes públicos". Al neoliberalismo, de la siguiente manera: "Teoría política y económica que tiende a
reducir al mínimo la intervención del Estado". Ambas definiciones son muy parecidas. Por
neoliberalismo se entiende un conjunto de ideas que proponen el retorno a los
valores liberales en su forma original, lo que, según opinan los neoliberales,
significa un Estado estrictamente limitado y un libre mercado sin tales
limitaciones. Pese a su supuesta racionalidad científica, el neoliberalismo
tiene sus raíces en una interpretación teleológica de la historia, y en esto
mantiene una estrecha afinidad con el marxismo. La aplicación de las ideas
neoliberales ha provocado una reacción contraria. En la Polonia y la Hungría
poscomunistas, el triunfo de la nueva derecha ha ido del resurgimiento de la
vieja derecha, que combate los excesos del libre mercado, pero también ha reavivado
algunos de los peores elementos del pasado. El nacionalismo cultural
integrista y el antisemitismo han reaparecido en buen aparte de la Europa
comunista. En Europa occidental, la derecha extrema ha experimentado un proceso
de modernización que la ha convertido en actor clave de la política
democrática. Pocos partidos europeos de extrema derecha mantienen en sus
programas la vieja reivindicación proteccionista de los años de la posguerra. En
el norte de Italia y en Suiza, abogan por una economía de alta tecnología
vinculada al resto del mundo por el libre comercio global, pero aislada de los
trastornos mundiales mediante un veto a la inmigración. La extrema derecha
ha sido capaz de sacar provecho del descontento de las víctimas de la
globalización en los países ricos: trabajadores poco cualificados y cuadros
intermedios cuyo trabajo puede realizarse a un coste más bajo en las economías
emergentes. Gracias a su identificación con estos colectivos, la derecha
radical ha conseguido condicionar la agenda política de muchos países, incluso
la de aquellos donde ha experimentado un descenso electoral. En Estados Unidos,
la derecha se ha escindido entre ideólogos neoconservadores y nativistas
paleoconservadores. Las ideas neoliberales han conformado las políticas
aprobadas y aplicadas en Gran Bretaña y en otros muchos países desde finales de
la década de 1980. El neoliberalismo abarca varias corrientes de pensamiento,
pero todas ellas comparten ciertas creencias fundamentales. Los neoliberales
están convencidos de que la condición más importante para la libertad
individual es el libre mercado. De ahí que el ámbito de actuación del Estado
deba quedar rigurosamente limitado. La democracia puede ser deseable, pero ha
de ser restringida a fin de proteger las libertades del mercado. El libre
mercado, constituye el sistema más productivo a los ojos de los neoliberales y
eso explica por qué tiende a ser emulado en todo el mundo. Los mercados sin trabas
como el modo más eficiente y pacífico de organizar la economía. En un mercado
libre globalizado, la guerra y la tiranía desaparecerían. Con algunas
variaciones, F. A. Hayek, Milton Friedman y un amplio elenco de figuras menores
suscribieron tales creencias. Todos ellos fueron exponentes de una ideología
ilustrada de finales del siglo XX cuyos principios básicos –pese a ser
presentados como resultados de la investigación científica- tienen profundas
raíces religiosas. Los neoliberales aspiran a recuperar la pureza perdida del
neoliberalismo (la que tenía antes de que se contaminara con las ideas
colectivistas) y, como todos los fundamentalistas, acabaron dando origen a una
caricatura de la tradición que pretendían resucitar. El neoliberalismo fue
una versión paródica en pleno final del siglo XX de la economía política
clásica. Los economistas clásicos del siglo XVIII creían que todas las
sociedades atravesaban unos estadios concretos de desarrollo que conducían a un
mismo destino: una civilización comercial basada en el intercambio mercantil.
Pero eran muy conscientes de las deficiencias de las sociedades de mercado. Sin
esa conciencia, los neoliberales transformaron la economía clásica en una
ideología utópica. Para Adam Smith, la sociedad comercial era la mejor forma de
asociación humana, pero no dejaba de ser también sumamente imperfecta. Aunque
le impresionaba la productividad de los mercados libres, Adam Smith temía los
riesgos morales de éstos. La teoría de Marx sobre los efectos alienantes del
trabajo asalariado debe mucho a las ideas de Smith sobre los efectos de las
sociedades comerciales. Caricaturizado por los ideólogos del siglo XX como un
misionero del mercado, Smith fue, en realidad, un teórico temprano de las
contradicciones culturales del capitalismo. A diferencia de los neoliberales
del tramo final del siglo XX, Smith no creía en la efectividad de los planes de
reforma liberalizadora. La esperanza que tenía de que su utopía se hiciera
realidad descansaba sobre sus propias creencias religiosas. Smith tenía poco
en común con ciertos evangelistas laicos del libre mercado como Hayek o
Friedman. Para él, el surgimiento de la sociedad comercial sería obra de la
divina providencia. La mano invisible era la de Dios, que obraba a través de
los sentimientos humanos; la razón humana desempeñaba un papel reducido en todo
ese proceso. El mercado no se desarrollaba porque las personas entendieran sus
ventajas, sino que surgía como un producto derivados de los instintos que Dios
había implantado en ellas. La idea del sistema natural de libertad
propuesta por Smith se sustentaba sobre una determinada concepción de la
providencia, y el pensamiento liberal en su conjunto está condicionado por las
creencias cristianas. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el liberalismo
empezó a vincularse con el pensamiento laico. Desde entonces, muchos han sido
los intentos que han tenido por objeto separarlo de sus orígenes, pero el
liberalismo continúa siendo un vástago del cristianismo. A comienzos del siglo
XIX, el principal argumento a favor del libre comercio era que los aranceles
frustraban los designios divinos. Según la fórmula más habitual de dicha idea,
Dios había esparcido recursos por todo el mundo para que pueblos que se
hallaban muy separados entre sí pudieran establecer relaciones más estrechas a
través del comercio y, de ese modo, acabaran reconociéndose mutuamente como
hermanos. El libre comercio constituía un medio para alcanzar la hermandad bajo
la ley de Dios. El ideólogo neoliberal más ambicioso e influyente fue F. A.
Hayek (1899-1992). Hayek creció en los años finales del imperio de los
Habsburg, un régimen que el mismo consideraba como un modelo de sistema liberal
en ciertos sentidos. En la década de 1930, mantuvo un prolongado debate acerca
de los orígenes de la Gran Depresión con J. M. Keynes que éste último ganó sin
dificultad. La corriente dominante de la economía en aquella época postulaba
que, dada las condiciones apropiadas, la planificación central podía resultar
muy productiva. Contra aquel consenso, Hayek argumentó que se trataba de una
política inherentemente inviable. En esencia, el argumento de Hayek partía de
la base de que los planificadores jamás podrían poseer la información necesaria
para organizar la vida de forma eficiente. Hayek logró mostrar que la idea de
una economía planificada con éxito es una utopía. Pero olvidó señalar que lo
mismo se puede decir del concepto de mercado autorregulado. El mercado libre en
la Gran Bretaña de mediados del siglo XIX fue obra del poder estatal. Lo mismo
se puede decir de los sucedido a finales del siglo XX: reinventar el mercado
supuso poner freno a las instituciones que habían evolucionado espontáneamente
en su momento, como los sindicatos y los monopolios empresariales. Y esto sólo
pudo conseguirse a través de un Estado fuertemente centralizado: "Thatcher no se
convirtió en una neoliberal hasta finales de la década de 1980, pero los
orígenes del período neoliberal en Gran Bretaña se remontan a la crisis
económica de los años setenta… Ella estaba empeñada en destruir el socialismo en Gran
Bretaña… En vez de eso, llevó al Partido Conservador al borde del colapso y
destruyó el conservadurismo como proyecto político en Gran Bretaña… El precio
del éxito de Thatcher fue una sociedad que, en muchos sentidos resultó ser la
contraria de la que ella había pretendido crear. Su propósito
de liberar al mercado de las cadenas que lo reprimían era, en principio,
alcanzable y se hizo realidad en buena medida. Pero Thatcher también creía que
podía liberar el mercado y, el mismo tiempo, encoger el Estado, algo que
resultaba tan utópico como su objetivo de reinstaurar los valores burgueses… En
el fondo, el país evocado en los sueños nostálgicos de Thatcher no era tanto la
Gran Bretaña victoriana como la de la década de 1950, pero la idea de que, con
la liberalización, se lograría recrear esa Arcadia perdida resultaba
llamativamente paradójica. La Gran Bretaña conservadora de los años cincuenta
fue una consecuencia secundaria del colectivismo laborista. Thatcher levantó los
cimientos del país al que soñaba regresar. De aquel país, casi difunto cuando
Thatcher accedió al poder en 1979, ya no quedaba ni el recuerdo cuando ella
abandonó el cargo en 1990. En su empeño por restablecer el pasado, había
borrado sus últimas huellas. Thatcher propagó un espíritu individualista de
responsabilidad personal, pero en la clase de sociedad que se necesita para
favorecer el libre mercado, dejan de ser rentables virtudes tan anticuadas como
ahorrar y hacer planes para el futuro… Aunque una generación previa de teóricos
sociales vaticinó que el progresivo desarrollo del capitalismo generaría
aburguesamiento (entendido como la difusión del espíritu propio de la clase
media a toda la sociedad), lo cierto es que ha provocado justamente el efecto contrario…
En muchos sentidos, la perspectiva de Hayek sobre el libre mercado se asemeja a
la de Marx… Sin embargo, Marx a diferencia de Hayek, entendió que el avance del
capitalismo acabaría con el modo de vida burgués… Hayek trató de unir la
defensa del libre mercado con una especie de conservadurismo cultural; pero su
intentó chocó frontalmente contra la energía transgresora del mercado sin
ataduras. Ésta fue una contradicción suya que los neoconservadores
comprendieron muy bien y que, en cierto modo, se propusieron resolver"
(Gray, pp. 107, 108, 109, 129). En México, a partir de 1981, los precios del
petróleo comenzaron a disminuir y los capitales empezaron a salir. El gobierno
mantuvo la paridad cambiaria. Las tasas de interés sufrieron un alza a nivel internacional,
lo que hizo aún más atractiva la salida de capitales. Además, casi la mitad de
la deuda externa del país vencía en 1982. Para marzo de ese año, la situación
fue insostenible y la paridad cambiaría pasó de 24.51 a 57.18 pesos por dólar.
El gobierno anunció medidas de emergencia: recortes a los subsidios, el aumento
de 30% a los salarios mínimos y el congelamiento de cuentas en dólares, seguido
por su conversión a moneda nacional a precios por debajo de mercado.
Finalmente, se decidió nacionalizar la banca. El gobierno implementó a partir de 1982 un
plan de estabilización que tenía como objetivos de corto plazo: el abatimiento
de la inflación y la reducción en el déficit en la balanza de pagos: las
principales medidas fueron las drásticas reducciones en el gasto público y los
subsidios, la imposición de controles salariales, el inicio de una
liberalización comercial, una reducción generalizada en el nivel de
intervención gubernamental en materia económica, y el control sobre el tipo de
cambio (Székely, 1994: 2). Si bien con estas medidas se logró frenar la caída
de la producción económica, la inflación no se detuvo. Las políticas
implementadas se basaron en la liberalización de los mercados, la privatización
de las empresas en manos del Estado y en la consolidación de la desregulación
impositiva del capital. Con estos se perseguía elevar los niveles de
crecimiento, productividad y alcanzar un nivel de desarrollo social más
equitativo; aunque en realidad se buscaba la estabilidad macroeconómica.
El sexenio de Miguel de la Madrid
(1982-1988) inició con un ambiente económico desfavorable: las finanzas
públicas eran altamente deficitarias, existía un deterioro en la cuenta
corriente, el tipo de cambio estaba subvaluado y se producían constantes
renegociaciones de la deuda pública y privada. Todos estos elementos
propiciaron un deterioro en el nivel de vida de la población y una creciente
fuga de capitales. El gobierno trató de
restaurar la estabilidad financiera con la reducción del déficit en las
finanzas públicas y mediante una devaluación monetaria. Además, se buscó
implantar un nivel de austeridad en el régimen fiscal. Con esta política se
respondía a parte de las condiciones impuestas por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) para la concesión de un préstamo por cuatro mil millones de
dólares. De esta manera comenzaría una política crediticia favorable a los
intereses mexicanos. A pesar de todas estas medidas, el país continuó en una
recesión económica. Muchos fueron los factores que la explican. Entre los
más importantes: los sismos de 1985, la caída en los precios internacionales
del petróleo de 1986 y el desplome de la Bolsa Mexicana de Valores de 1987. En
diciembre de 1988 tuvo lugar el cambio de gobierno con el que asumió la
presidencia Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Durante ese sexenio se
decidió la desregulación administrativa, el control de la inflación, las
privatizaciones y la flexibilidad en el tipo de cambio. Uno de los principales
objetivos era que con una banda de flotación flexible se redujera,
sustancialmente, el nivel de inflación. Por otra parte, la principal carta de
política exterior del presidente Salinas fue la consolidación del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con este instrumento se esperaba
un flujo de inversión extranjera directa que "resolvería",
en gran medida, los problemas económicos, políticos y sociales del país. Con
Salinas como presidente, el gobierno mexicano continuó con programas de ajuste
y se inició, parcialmente, la recuperación económica. Además, para atraer a los
inversionistas extranjeros, el gobierno adoptó, entre otras medidas, una mayor
apertura, una mayor liberalización y la privatización de diversas
paraestatales. Sin embargo, a partir
de 1989, se produjo nuevamente una reducción en el nivel de vida de la
población. El mercado mexicano fue
incapaz de absorber un crecimiento sostenido de la producción. Es decir, la
contracción del ámbito interno fue frenando progresivamente el crecimiento del
PIB durante la mayor parte del sexenio. Esta pérdida del dinamismo económico
influyó en el ánimo de los inversores. La salida de divisas en la cuenta
corriente durante el sexenio de Salinas fue de 105 786 millones de dólares.
Esta fuga de capitales no hubiera sido posible sin una forma de compensación
como lo fue en la cuenta de capital, es decir, recursos externos. Asimismo, en la administración de
Salinas entraron al país 101 933 millones de dólares por medio de inversión
extranjera. Este solo hecho explica el bajo requerimiento de divisas en la
mayor parte del sexenio. Pero del total de inversión extranjera, 70.2% fue en
cartera. Así, casi tres cuartas partes del déficit de cuenta corriente tuvieron
que ser financiadas con inversión especulativa, lo que demuestra la frágil
posición de México con respecto al exterior. A finales de 1993 la situación
parecía insostenible en México para los analistas internacionales, como lo fue
el caso de Rudiger Dornbush del MIT. Él comentaba que la apreciación del peso
había llegado a tal nivel que, dados los indicadores de cuenta corriente, podía
generar presiones especulativas devaluatorias. Los funcionarios mexicanos
hicieron caso omiso de sus observaciones. En 1994 la economía mexicana enfrentó una
serie de acontecimientos adversos desde principios de año. El gobierno centró
sus esfuerzos en mantener la estabilidad de los mercados financieros y
cambiarios. No obstante, sucedió la crisis de diciembre de 1994. Ésta se inició
desde principios de dicho año, con el levantamiento armado del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. Sin embargo, las reservas
internacionales del país continuaron creciendo: pasaron de 25 334 millones de
dólares en diciembre de 1993 a 25 885 millones de dólares en marzo de 1994. Pero el 23 de marzo de 1994, con el asesinato
de Luis Donaldo Colosio, la situación económica se hizo insostenible. A partir
de abril, México aumentó progresivamente las tasas de interés con la finalidad
de mantener niveles de rendimiento atractivos para los inversionistas. Sin
embargo, ante las expectativas de riesgo cambiario, el incremento de las tasas
de interés fue insuficiente. Se intentó retener el ahorro en el mercado
financiero mediante la emisión de tesobonos (bonos indexados al dólar) para
sustituir los cetes (títulos en moneda local). La fuga de capitales durante los primeros dos trimestres del año
ascendió de 5 289 a 6 462 millones de dólares. La llegada al gobierno, en
1988, de la administración encabezada por Carlos Salinas de Gortari significó
un recrudecimiento de estas medidas neoliberales: se aceleró la venta de las
empresas aún en manos del Estado y se privatizó la banca nacional; se concretó
también el Tratado de Libre Comercio con Canadá y los Estados Unidos. Los
resultados de estas medidas fueron en general positivos en términos
macroeconómicos (Urzúa, 1993). Desgraciadamente el éxito general de la economía
no se acompañó de efectos positivos en el conjunto de la sociedad mexicana. Al
inicio del sexenio del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000),
las autoridades financieras mexicanas parecían tener la convicción de poder
evitar una crisis. De hecho, dos semanas antes de la devaluación se reiteraba
que nada pasaría. El 19 de diciembre de 1994, las autoridades decidieron
ajustar la paridad cambiaria en 15%, por lo que el tipo de cambio pasó de 3.5 a
4.0 pesos por dólar. Esta medida fue tomada como respuesta a la baja de la
Bolsa Mexicana de Valores de 4.15%, y también porque la paridad peso-dólar se
situaba en el tope máximo de la banda de flotación por segundo día consecutivo.
El incremento de la paridad cambiaria produjo un efecto negativo entre los
agentes económicos. Al percibir que el banco central mexicano perdía reservas y
que la sobrevaluación del peso superaba el 15%, comenzaron a retirar sus
capitales del país. Esto provocó una abrupta caída de la bolsa, una pérdida de
reservas por 2 500 millones de dólares y una creciente presión especulativa. A finales de diciembre de 1994, las
reservas internacionales en poder del Banco de México se situaban alrededor de
los 6 000 millones de dólares, lo que significó una pérdida de 11 000 millones
de dólares en tan sólo un mes. Al mismo tiempo, la fuga de capitales y la
salida de inversión de cartera fueron de 1 689 millones de dólares y de 7 355
millones de dólares respectivamente durante el primer trimestre de 1995, a
pesar de la devaluación: "Durante la
presidencia de Miguel de la Madrid (1982-1988), se inició el proceso de
desmantelamiento del sector paraestatal a partir de liquidaciones de 294
empresas u entidades en bancarrota, siendo acompañado por 72 fusiones, 25
transferencias y 155 ventas de firmas. Entre éstas últimas la mayoría eran
compañías que habían recibido apoyos de Nacional Financiera (NAFIN) pero no
podían cubrir sus compromisos. Luego
bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari siguieron las ventas de
empresas mayores, incluyendo el monopolio telefónico altamente rentable de
Telmex que fue a parar a manos de Carlos Slim Helú y sus aliados
transaccionales, varias empresas mineras muy importantes, las grandes
firmas siderúrgicas, los ferrocarriles nacionales, Conasupo y otras empresas
cuya venta fue instrumentada por la Unidad de Desincorporación de Entidades
Paraestatales, encabezada por Jacques Rogozinski, quien a su vez era
dependiente del secretario de Hacienda y Crédito Público, Pedro Aspe Armella…
De acuerdo con Emilio Sacristán Roy, quien fue director financiero de empresas
siderúrgicas paraestatales en los años de 1982-1985, las privatizaciones que se
llevaron a cabo en este sector desde 1987 en adelante fueron altamente costosas
para el gobierno y los contribuyentes. En primer lugar, el gobierno asumió
pasivos por valor de 6 mil millones de dólares en las empresas AHMSA, y de
Sicartsa I y II. Luego vendió las firmas (sin deudas) por la suma de 755
millones de dólares cuando su valor –de acuerdo con su capital contable (basado
en valuación de instalaciones y maquinaria); era cercana a 6 mil millones de
dólares; Sacristán señala que, inclusive, en un caso, la empresa compradora
vendió parte de la maquinaria por el doble de lo que había pagado por toda la
compañía privatizada… En total, de
acuerdo con Rogozinski y Chang, el gobierno obtuvo alrededor de diez mil
millones de dólares entre 1990 y 1993 por la privatización de los bancos. Sin
embargo, fue tan arriesgada la gestión de dichos bancos por los nuevos dueños
que cuando estalló la crisis de 1995, la mayoría fueron a la quiebra y tuvieron
que ser rescatados por el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), Y
luego fueron vendidos a bancos extranjeros. De acuerdo con los cálculos de
Sacristán Roy, el gobierno acabó aportando alrededor de 30, 000 mil millones de
dólares en los rescates de los bancos, lo que implica que, en vez de haber
ganado con las privatizaciones, acabó perdiendo ingentes cantidades de dinero,
que serían aportados por los contribuyentes y por PEMEX" (Hernández, pp.
18, 19, 20).
Yas © |
La Era del Desengaño.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
En la década
de los ochenta surgió BlackRock (1988) en asociación con el Grupo Blackstone,
el cual era una empresa dedicada a la gestión de capital privado. BlackRock se
hizo famosa al acabar la crisis bancaria de 2008 debido a que se dedicaba a
comprar activos inmobiliarios a precios de venta al público para alquilarlos a
precios inflados. Es el mayor proveedor mundial de fondos indexados de bajo
costo a través de su plataforma iShares, después de comprar en 2009 Barclays
Global Investors por 13.500 millones de dólares. Actualmente es el mayor fondo
buitre de inversión del mundo: 10,5 billones de dólares en activos. La Tercera
Potencia económica detrás de Estados Unidos y China. Vanguard
Group y State Street, sus dos competidores más cercanos, administran
aproximadamente 9 billones y 4 billones de dólares. BlackRock y Vanguard Group
controlan la Bolsa de Nueva York. La plataforma tecnológica de BlackRock,
Aladdin, ofrece servicios de negociación y mediación de riesgos para carteras
financieras, no sólo a los clientes de BlackRock, sino también a rivales como
Vanguard Group y State Street y otras empresas importantes. Junto con State
Street, las Tres Gigantes cuyas participaciones promedio en las 500 mayores
empresas estadounidenses que cotizan en bolsa había saltado del 5 por ciento en
1998 a más del 20 por ciento. Dado que muchos accionistas no se molestan en
votar en las asambleas anuales, BlackRock, Vanguard y State Street representan
alrededor de una cuarta parte de todos los votos emitidos en promedio, lo que
aumentará al 41% en las próximas dos décadas. Una gran cantidad de
exfuncionarios del gobierno de Estados Unidos trabajan en BlackRock, y otros de
la compañía en el gobierno. Es el nuevo Goldman Sachs. BlackRock tiene un
control accionario de las 20 compañías más grandes: Apple, Exxon Mobile,
Google, Berkshire Hathaway, Microsoft, Petrochina, Johnson & Johnson,
General Electric, Chevron, JP Morgan Chase, Wells Fargo, Royal Dutch Shell,
Nestlé, Wal-Mart, Novartis, Roche, Toyota Motor, China Mobile, ICBC. BlackRock se ha hecho de enemigos en Walt
Disney Company por las deudas de la empresa y la inclusión forzada de género,
raza y diversidad. También de muchos enemigos conservadores al adoptar
consideraciones ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). El 1 de
mayo de 2024, el ministro Oscar Puente del PSOE presumía en Twitter que el
gestor invertía 60.000 millones en la economía española. BlackRock es el primer
inversor privado de Enagás (5,42%), el segundo mayor accionista de Naturgy
(20%) y de Iberdrola (5,39%) y el primero de Repsol (5,47%). También tienen
presencia en BBV, La Caixa y Santander. Eventos internacionales como la
Gran Recesión y el Estrés Hipotecario 2008-2024 (Lehman Brothers, Bear Stearns,
Goldman Sachs, Merryll Lynch, AIG, Silicon Valley Bank, Signature Bank,
Silvergate Bank, Credit Suisse), la guerra de Ucrania-Rusia, la guerra
comercial de Estados Unidos-China, el desabasto en las cadenas de suministro,
el COVID-19, el cierre de las fronteras, el repliegue al nacionalismo y el
ascenso de la derecha en Europa ha tenido distintas lecturas. El CEO de
BlackRock, Larry Fink, de formación politólogo, ve el "fin de la
globalización", otra lectura escatológica y apocalíptica, semejante a la de Kojève o
Fukuyama. Pero entiende que las reglas del juego cambiaron, BlackRock debe
capitalizar la restructuración económica de la desglobalización. Larry Fink lo
mismo se reúne con Mauricio Macri, Javier Millei, Donald Trump, Emmanuel Macron
y Pedro Sánchez. En 2018 se reunió con los candidatos presidenciales José
Antonio Meade (PRI), Andrés Manuel López Obrador (Morena), Margarita Zabala y
Ricardo Anaya (PAN, PRD, MC). En 2024 con las candidatas Claudia Sheinbaum
(Morena, PT, PVEM) y Xóchitl Gálvez (PRI, PAN, PRD). El 21 de febrero de 2024, Claudia Sheinbaum compartió una foto en
Twitter con el siguiente comentario: "Me reuní con
Larry Fink, politólogo, empresario y financiero estadounidense. Presidente de
BlackRock, la empresa de gestión de activos más grande del mundo. Hablamos del
momento mexicano y le agradecí mucho su visita". Xóchitl
Gálvez hizo lo propio, pero fue más indiscreta: "Cuando inviertes
los fondos de pensión de miles de trabajadores tienes la gran responsabilidad
de hacerlo en países que respetan sus propias leyes y cumplen con sus acuerdos
internacionales. Para construir el país que soñamos necesitamos recuperar la
confianza en México". La presidenta
electa Claudia Sheinbaum habló el jueves 6 de junio de 2024 con los
representantes del Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI),
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la
gestora de inversiones BlackRock para ofrecer continuidad, tras el desplome del
peso mexicano. El peso ha bajado un 8% desde las elecciones del domingo 2 de
junio de 2024, la peor semana en cuatro años de fortaleza, alcanzando un cambio
de 18,30 por dólar. El Pacto por México de Enrique Peña Nieto prometió un
crecimiento a más del 5% anual. El crecimiento real del PIB promedió sólo el
2.4% anual. López Obrador en su libro prometió un crecimiento económico anual
de 4%. La previsión de crecimiento de 2,8% para 2024 está en línea con el
pronóstico del FMI, que proyecta una expansión mundial de 2,9% en 2024,
levemente menor de 2023 y 2022, cuando el indicador se cifró en 3% y 3,5%. Por su parte, el Banco Mundial en su reporte
semestral Global Economic Prospects anticipa una desaceleración de la economía
mexicana en los dos primeros años de gobierno de la presidenta electa Claudia
Sheinbaum, resultado del impacto que tendrán la restricción de las políticas
fiscal y monetaria: el PIB del año 2025 y 2026 del 2.1 y 2%. Ningún gobierno neoliberal mexicano ha
logrado la tasa del 6% anual alcanzada después de la Segunda Guerra Mundial. La diferencia entre los gobiernos
neoliberales y el gobierno de López Obrador no es el crecimiento anual, sino la
devaluación del peso y los programas sociales. El peso mexicano tuvo una depreciación
de 4,462% con Miguel de la Madrid (1982-1988), de 47,6% con Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), de 187,6% con Ernesto Zedillo
(1994-2000), de 21% con Vicente Fox (2000-2006), de 26.8% con Felipe Calderón
(2006-2012), 56.6% con Enrique Peña Nieto (2012-2018). El 12 de junio la
Secretaría de Hacienda adelantó un pago de 894 millones de dólares para reducir
la deuda externa del primer año de Sheinbaum, la tercera operación para
refinanciar bonos con vencimiento en 2025, alcanzado un total refinanciado de
cerca de 4 mil millones de dólares. El Banco Mundial acaba de aprobar un nuevo
préstamo de 1.000 millones de dólares al gobierno de México, el monto supera
los 700 millones solicitados en 2022 y 2023 durante el gobierno de Obrador. El
financiamiento está destinado a políticas de desarrollo financiero sostenible e
inclusión. Según
datos del INE de la jornada electoral del 2 de junio de 2024, de los 98,468,994
electores registrados, sólo se emitieron 60,115,184 votos, con un 61.0498% de
participación o un 39% de abstención. En primer lugar ganó el abstencionismo
con 38,353,810 electores que no se sienten representados en la democracia, en
segundo lugar Claudia Sheinbaum ganó la elección con 35,924,519 votos, en tercer
lugar Xóchitl Gálvez obtuvo 16,502,697 votos, en cuarto lugar Álvarez Máynez
obtuvo 6,204,710 votos y en quinto lugar 1,400,144 votos nulos. A pesar de la
propaganda de El País México, Canal Red Latinoamérica (Inna Afinogenova, Pablo
Iglesias, Manu Levin), Sin Embargo (Álvaro Delgado Gómez, Alejandro Páez
Varela), El Canal de Hernán Gómez (Facundo 2.0.) y Julio Astillero, a Claudia
Sheinbaum no la eligieron las mayorías, sino las primeras minorías. A "la
primera presidenta de México" no la respalda "el pueblo de
México": 62,544,475, c) más del 60% del padrón no se sintió identificado
por algún candidato o partido, d) Claudia Sheinbaum deberá gobernar para todos
los mexicanos dada su falta de legitimidad: 36.5%. Tampoco está casada con el "pueblo de México", sino Jesús María Tarriba Unger: analista de
riesgos de Banamex (1994-1997), Banco Santander (1997-2016) y Banco de México
(2017-2024): "Es
preciso no olvidar que el capitalismo, para afianzarse como modelo de
producción, se apoyó fuertemente en los Estados nacionales. Eran los gobiernos
nacionales los que coordinaban las políticas económicas e industriales en el
interior de sus dominios; establecían desde los salarios mínimos a las
condiciones laborales de contratación; asimismo, no dudaban en ofrecer toda
clase de prebendas a las empresas y grupos empresariales para atraerlos a sus
territorios… Lo que se viene denominando la construcción del Estado de
Bienestar fue el resultado de políticas intervencionistas de los gobiernos con
el fin de promover una cierta redistribución de los recursos y de la riqueza.
En un mercado duro y puro, sin intervención del gobierno, la educación, la
sanidad, la vivienda, la alimentación, etc., serían privilegio de una minoría,
el resto de la población acabaría en la más pura marginación y miseria… A
partir del último tercio del siglo XX, podemos constatar que vivimos en una
sociedad en la que la esfera económica, a través de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial,
la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización
Mundial del Comercio (OMC) dictan a los gobiernos las líneas maestras que
obligatoriamente deben seguir, si no quieren quedar al margen o considerarse
enemigos de tales estructuras mundialistas. Son estas organizaciones las
encargadas de promover y vigilar los procesos de globalización del capital… Bajo
conceptos de enorme aceptación entre los políticos conservadores en incluso
entre un buen número de socialdemócratas, como los de la necesidad de un ajuste
estructural o de una reorganización de la producción y el capital se recrudece
una política que tiene como rostro verdadero el que sólo salen favorecidos
quienes prestan, mientras que se empobrece cada vez más a los que son los
destinatarios de la ayuda… Este tipo de organismos mundialistas (el FMI, la
OCDE, el BM, la OMC), con el apoyo de las grandes empresas multinacionales, son
el verdadero cerebro de las políticas neoliberales, hasta el punto de que
llegan a construir todo un gran entramado de redes de fuerza para lograr el
consentimiento de la población a sus propuestas. Es el control de los recursos financieros que tienen en sus manos lo
que les permite dirigir las líneas del pensamiento de la inmensa mayoría de los
medios de comunicación de masas, el control de las publicaciones de numerosas
editoriales, ejercer con autoridad en los partidos políticos a base de créditos
y donaciones para sus campañas, influir en el trabajo de instituciones de
formación e incluso instituciones educativas, en especial en las universitarias
a través de la concesión de subvenciones económicas para la promoción de
determinadas líneas de investigación" (Torres, pp. 17, 20, 21). Nelson Arteaga
Botello en "Pobres y
delincuentes. Estudio de sociología y genealogía" (UAEM, 2006), detecta que la pobreza fue percibida
por los gobiernos federales, durante gran parte del siglo XX, como un problema
pasajero que vendría a diluirse conforme se fortaleciera la capacidad
productiva y económica del país, en particular de la industria. Esta idea del
desarrollo económico fue hegemónica en la perspectiva oficial a finales de la
década de los setenta y funcionó a partir de dos modelos: el llamado "desarrollo estabilizador" (1950-1970) y el de "desarrollo compartido" (1970-1976). Ambos se inscribieron en el
contexto internacional marcado por cierta bonanza producto del juego económico
instaurado después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pese a que desde
1940 la economía mexicana creció a una tasa mayor del 6 por ciento anual –lo
que llevó a algunos a hablar del "milagro mexicano"-, los procesos de polarización social no estuvieron
ausentes. A principios de los setenta, la economía empezó a ser sacudida por
las profundas transformaciones que tenían su origen en los cambios que en esa
misma década empezó a presentar a escala internacional. Estas sacudidas fueron
leídas en el aparato gubernamental mexicano como avatares económicos que no
habrían de generar más que molestias pasajeras. La crisis de 1976 significó un
cambio –pese a las resistencias de un sector de las élites en el gobierno-, en
la forma de conducir la economía nacional. Ante un ambiente económico
caracterizado por un profundo déficit fiscal en la cuenta corriente de la
balanza de pagos, un enorme incremento de la deuda pública y una inflación
creciente, el gobierno se vio obligado a devaluar el peso frente al dólar para
evitar la fuga de capitales. Se intentó, además, subsanar el déficit con
préstamos solicitados al extranjero y la orientación de la economía hacia la
exportación de petróleo; desgraciadamente, la caída en 1981 de los precios
internacionales de crudo produjo la catástrofe económica un año después
(Gollás, 1994): "En la década de
los ochenta los ingresos por hogar disminuyeron en los grupos sociales más
desprotegidos, mientras que aquellos ubicados en los estratos sociales más
altos –en particular el último decil- presentaron un incremento en sus ingresos
(Pastor y Wise, 1997). El crecimiento anual por ingresos de los grupos más
pobres –exceptuando el primer decil- crece en menor proporción que, el último
decil; de hecho, es sólo en este sector social quien se encuentra por arriba
del crecimiento a nivel nacional. Pero la diferencia más fuerte se encuentra al
finalizar la década de los ochenta y al principio de los noventa. El sector más
depauperado –ubicado en el primer decil-, presenta una caída en sus niveles de
ingreso. Los estratos medios y los
más pobres perdieron en esos años una buena parte de su participación en el
ingreso total. Como señala Székely (1994), el 35 por ciento más pobre de la
población observó reducciones en su nivel de bienestar entre 1984 y 1989, en
tanto que el 10 por ciento más rico logró un incremento en sus ingresos
promedio de 27 por ciento. Hacia finales de la década de los ochenta y principios
de los noventa la pobreza alcanza el 40 por ciento de la población de México
(Blanco, 1992); de este porcentaje, cerca de la mitad vivía en la pobreza
extrema (Warman, 1989). Si bien la pobreza por ingreso aumentó de manera
importante entre 1981 y 1999 (Boltvinik, 2001b), la incidencia de la pobreza
entre 1989 y 1994 prácticamente no cambió (Lustig, 1998; Boltvinik, 2001b).
Esta situación aún es más grave si se observa que el gasto social se redujo
enormemente desde la segunda mitad de la década de los setenta. En 1974 se
destinaba el 23 por ciento del gasto gubernamental al desarrollo social
–educación, vivienda, seguridad social y salud- mientras que para 1988 sólo
representaba el 10 por ciento (Ward, 1993). Por sectores, esta tendencia también se puede observar: si en 1980 se
destinaba un 3.02 por ciento del PIB a la educación, para 1990 ese porcentaje
se redujo a 2.41 por ciento; en salud se detecta este mismo proceso: en 1980 se
orientaba el 0.40 por ciento del PIB, para 1990 sólo el 0.33 por ciento; por
último, y no menos importante, en el mismo período el porcentaje del PIB
dirigido a la vivienda, la seguridad social y el bienestar pasó de 6.10 por
ciento a 4.89 por ciento (Pastor y Wise, 1997). Esto se ha hecho acompañar de
una reestructuración laboral en el país que ha debilitado las protecciones y
garantías de los trabajadores en el país. Las políticas de ajuste implementadas
durante la década de los ochenta no se hicieron acompañar de una política
definida de atención a la población que se veía afectada por dichos ajustes"
(Arteaga Botello,
pp. 41, 42, 43). Hoy en día los salarios reales apenas superan el nivel que tenían en 1980.
La pobreza ha sido personalizada y persistente. Si medimos desde el comienzo
del TLCAN, que supuestamente impulsó la economía mexicana, en realidad, la tasa
de pobreza nacional mexicana fue más alta en 2014 que cuando se implementó el
TLCAN en 1994. Esto se traduce en que 20.5 millones de mexicanos más vivían en
la pobreza en 2014, en comparación con 1994. Son múltiples las causas de este
prolongado fracaso económico, incluido el TLCAN, que ayudó a amarrar un
conjunto de políticas económicas inapropiadas que comenzaron en la década de
1980. Alrededor de 5 millones de familias de campesinos mexicanos fueron
desplazados de la agricultura entre 1991 y 2007. Los cultivadores de maíz más
pobres de México vieron cómo disminuían sus ingresos a medida que el maíz
estadounidense subvencionado hacía bajar los precios en los mercados mundiales.
México también tuvo la desgracia de vincular su economía a la de Estados
Unidos, justo cuando estaba a punto de embarcarse en la construcción de las dos
mayores burbujas de activos en la historia mundial: la burbuja bursátil a fines
de los años 90 y la burbuja inmobiliaria después de 2002, seguida de la Gran
Recesión de 2008. El rescate de México en 1995 (el FOBAPROA, que en 1999 llegó
a los 552,300 millones de pesos, hasta diciembre de 2021 la deuda alcanzó 1
billón 040,507 millones de pesos), los de Indonesia, Tailandia y Corea del Sur
en 1997-1998, el rescate de Rusia en 1998, el rescate de Argentina en 2000 y
muchos otros fueron, en realidad, rescates a los bancos, aunque llevaran el
nombre del país cuyos bancos habían prestado dinero en exceso. Entonces, en
2008-2009, el gobierno de Estados Unidos tuvo que abordar el mayor rescate
bancario de la historia: Goldman Sachs. Joseph
E. Stiglitz en "El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene
lo que el 99% necesita" (TAURUS, 2012),
explica que la Gran Recesión de 2008 hizo la vida más difícil para la clase
media estadounidense. Había una mayor desigualdad de distribución de ingresos
en todos los niveles de renta; incluso dentro del 1 % más alto, el 0,1 % más
alto de los perceptores de rentas estaba llevándose una mayor tajada de dinero.
Para 2007, el año anterior a la crisis, el 0,1 % más alto de las familias de
Estados Unidos tenía unos ingresos 220 veces mayores que la media del 90 %
inferior. La riqueza estaba repartida de forma aún más desigual que los
ingresos, ya que el 1 % más rico poseía más de un tercio de la riqueza del
país. Estados Unidos ha ido partiéndose en dos, a un ritmo cada vez mayor. En los
primeros años del nuevo milenio posteriores a la recesión (entre 2002 y 2007),
el 1 % más alto se llevó el 65 % del incremento de la renta nacional total.
Mientras que al 1 % más alto las cosas le iban fabulosamente, la mayoría de los
estadounidenses en realidad estaban empobreciéndose. Los miembros de la clase
media estadounidense sentían que llevaban mucho tiempo pasándola mal, y tenían
razón. A lo largo de las tres décadas anteriores a la crisis, sus ingresos
apenas habían variado. De hecho, la renta de un trabajador típico ha estado
estancada durante un tercio de siglo. Utilizamos el término "típico" para referirnos a la mediana de ingresos, es decir,
un nivel de ingresos tal que la mitad de los trabajadores tiene unos ingresos
mayores que esa cifra y la otra mitad, unos ingresos menores. La mediana de
ingresos de las familias era, de hecho, más baja en 2010 (49.445 dólares) que
en 1997, descontando la inflación (50.123 en dólares de 2010). A lo largo de un
período más amplio, entre 1980 y 2010, la mediana de ingresos de las familias
básicamente se estancó, ya que creció a una tasa anual de tan solo el 0,36%.
Descontando la inflación, la mediana de ingresos de los varones en 2010 fue de
32.137 dólares; en 1968 fue de 32.844 dólares. Un número cada vez mayor de estadounidenses apenas es capaz de cubrir
sus necesidades básicas. La proporción de personas que estaban en esta
situación eran del 15,1 por ciento en 2010, frente al 12,5 por ciento de 2007.
En lo más bajo del todo, para 2011, el número de familias estadounidenses en
situación de pobreza extrema –los que
viven con dos dólares al día por persona o menos, que es la medida de la pobreza
que utiliza el Banco Mundial para los países en vías de desarrollo- se habría
duplicado respecto a 1996, hasta alcanzar 1,5 millones de familias: "Aunque Estados Unidos siempre ha
sido un país capitalista, nuestra desigualdad –o al menos su elevado nivel
actual- es algo nuevo. Hace aproximadamente treinta años, el 1 por ciento más
alto de los receptores de rentas recibía sólo el 12 por ciento de la renta
nacional. Ese nivel de desigualdad debería haber sido inaceptable ya de por sí;
pero desde entonces, las diferencias han crecido espectacularmente, de forma
que para 2007, los ingresos medios, después de impuestos, del 1 por ciento más
alto habían llegado a los 1,3 millones de dólares, pero los del 20 por ciento
inferior ascendían a tan sólo 17, 800 dólares. El 1 por ciento más alto recibe
en una semana un 40 por ciento más de lo que el 20 por ciento inferior recibe
en un año; el 0,1 por ciento más alto recibió en un día y medio aproximadamente
lo que el 90 por ciento inferior recibió en un año; y el 20 por ciento más rico
de los perceptores de rentas ganan en total, después de impuestos, más que la suma del 80 por ciento inferior…
La última vez que la desigualdad se aproximó al alarmante nivel que vemos hoy
en día fue durante los años previos a la Gran Depresión… En pocas palabras, la
historia de Estados Unidos es esta: los ricos se están haciendo más ricos, y
los más ricos de entre los ricos se están haciendo todavía más ricos, los
pobres se están haciendo más pobres y más numerosos, y la clase media se está
vaciando. Los ingresos de la clase media están estancados o disminuyendo, y la
diferencia entre sus miembros y los ricos de verdad está aumentando… Por
ejemplo, a lo largo de las últimas tres décadas, quienes percibían salarios
bajos (los que están en el 90 por ciento inferior) han visto aumentar sus
salarios tan solo en un 15 por ciento aproximadamente, mientras que los que
están en el 1 por ciento más alto han experimentado un aumento de casi el 150
por ciento, y el 0,1 por ciento superior, de más del 300 por ciento… Incluso
después de que los ricos perdieran una parte de su riqueza con la caída de los
precios de las acciones durante la Gran Recesión, el 1 por ciento de familias
más ricas poseía 225 veces más patrimonio que el estadunidense típico, una
relación que casi duplica la que había en 1962 o en 1983… Las crisis vienen acompañadas de altos índices de desempleo, lo que
empuja los salarios a la baja, de forma que los trabajadores se ven doblemente
perjudicados. En las crisis anteriores, el FMI (que normalmente actúa con el
apoyo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos) no sólo insistía en que se
llevaran a cabo enormes recortes presupuestarios por parte de los países con
problemas, lo que convertía las crisis económicas en recesiones y depresiones,
sino que también exigía la liquidación a precio de saldo de los activos, y ese
era el momento en que entraban en escena los financieros para forrarse"
(Stiglitz, pp. 50, 51, 54, 110).
Yas © |
Ucrania & AIPAC.
ΑΒΓΔΕΖΗΘΙΚΛΜΝΞΟΠΡΣΤ
Los
judíos son una de las comunidades migrantes más destacadas en México.
Isaac Chertorivski Shkoorman (1948) fue asesor de Carlos Salinas de Gortari,
desarrolló con éxito las estrategias de comunicación de Solidaridad, el TLC, el
SAR, la Reforma Monetaria (la campaña de los tres ceros) y el Acuerdo Nacional
para la Modernización Educativa Isaac José Woldenberg Karakowsky (1952) fue
Presidente del Instituto Federal Electoral (1996-2003) en los sexenios de
Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada. Salomon Chertorivsky
Woldenberg (1974) fue Secretario de Salud en el sexenio de Felipe Calderón
Hinojosa. México, al
menos ha tenido un presidente y más de un secretario de gobernación judío:
Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN, 1989-2018). Los sefarditas
Carlos Salinas de Gortari (con doble nacionalidad mexicana-española por
ascendencia materna) y José María Córdoba Montoya. Claudia Sheinbaum Pardo ahora
es la primera presidenta sefardita de México (2024-2030) por gracia de Andrés
Manuel López Obrador: Centro Nacional de Inteligencia (CNI, 2018-2023). Claudia
Sheinbaum está amarrada con el tema Rusia-Ucrania, Israel-Palestina, Estados
Unidos-China, temas sensibles para el gobierno israelí y el gobierno estadounidense.
Jacobo Zabludovsky Kraveski es recordado por "24 HORAS", Nino Canún Serrano por "¿Y usted qué opina?, Adela
Micha Zaga por "Tercer Grado", Leo Zuckermann Behar por "Tercer Grado", Enrique Krauze Kleinbort
por "Clío TV", Carlos Alazraki Grossman
por "Atypical Te Ve", Edgard Smolensky Kirchner
por "Cuídate de la cámara", Hernán Gómez Bruera por el
"Octágono", Andrés Roemer Slomianski por
"Informativo 40", Sabina Berman Goldberg por
"Shalalá". El presidente judío de
Ucrania, Volodímir Zelenski, ha tenido un papel internacional desde la invasión
rusa en febrero de 2022. Estados Unidos ha destinado 113.000 millones de
dólares. El 13 de junio de 2024, la UE le otorgó un préstamo de 50.000 millones
de dólares financiado con activos rusos congelados. El CEO de BlackRock, Larry
Fink, está interesado en la reconstrucción de Ucrania. Cuando venzan esos pasivos,
las ucranianas van a recibir la mayor cogida de la historia. Los judíos en la Alta Edad Media se
extendieron al norte y al este; hacia el Báltico y Polonia, y también por
Ucrania. En el año 882 se funda la Rus de Kiev, invadida en 1256 por los
mongoles. Tras su desintegración, uno de los principados, el de
Galicia-Volinia, se convirtió en el Reino de Rutenia. En 1349 se unió a
Lituania, formando el Gran Ducado Lituano, Ruteno y Aukstaitija. Durante la
década de 1470, en el principado de Moscú las actividades judías originaron la
aparición de una secta judaizante secreta y las autoridades realizaron
esfuerzos para eliminarla. Iván el Terrible ordenó ahogar a los judíos que
rehusaran abrazar el cristianismo y se les excluyó oficialmente del territorio
ruso. El obstáculo ruso a una mayor penetración en el este originó un
intenso proceso de colonización judía en Polonia, Lituania y Ucrania. La
colonización se caracterizó por la rápida expansión de la economía agrícola y
comercial, y un formidable aumento de la población. Alrededor de 1500 había
sólo de 20.000 a 30.000 judíos en Polonia, de una población total de cinco
millones. Hacia 1575, mientras la población total se había elevado a siete
millones, el número de judíos había subido a 150.000. Desde 1503 la monarquía
polaca había designado a un rabino de Polonia y la aparición de un gran
rabinato apoyado por la corona. A partir de 1551, el gran rabino fue elegido
por los propios judíos. El rabinato tenía amplias atribuciones sobre la ley y
las fianzas, y la asignación de jueces y de gran diversidad de funciones. Los
reyes comprobaron que podían obtener dinero de los judíos vendiendo a ciertas
ciudades y pueblos el privilegio de no tolerandis Juadeis. Pero podían
obtener más dinero permitiendo el desarrollo de las comunidades judías y
explotándolas. El rabinato y los consejos judíos funcionaban como agencias
recaudadoras de impuestos, que destinaban el 70% a la Corona de Polonia a
cambio de protección. Los judíos
tuvieron que ingeniar nuevas formas de financiación comunitaria. Los judíos
polacos superaron a los italianos en la obtención de la aprobación del halajá a
los nuevos métodos de crédito y financiación. Apareció el mamram, aprobado por
el rabinato. Los judíos polacos mantenían vínculos con empresas de familias
judías en los Países Bajos y Alemania. En 1607 las comunidades judías de
Polonia y Lituania obtuvieron la autorización para utilizar el heter iská, un
sistema de préstamos entre judíos que permitía a un judío financiar a otro a
cambio de un porcentaje. Como tenían fácil acceso al crédito, desarrollaron un
papel importante en el desarrollo de Polonia oriental, el interior de Lituania
y Ucrania. Como la población de Europa occidental se estaba expandiendo
rápidamente, pronto se hizo evidente la necesidad de importar una mayor
cantidad de grano. Los terratenientes polacos se asociaron con los empresarios
judíos para crear nuevas áreas de cultivo con el fin de abastecer el mercado,
llevar el grano hasta los puertos del Báltico y embarcarlo en dirección a
Occidente: Radziwill, Sovieski, Zamojki, Ostrogski, Lubomirski. Los puertos
estaban bajo administración de los luteranos alemanes, los calvinistas
neerlandeses eran los propietarios de las naves y los judíos hacían el resto.
Actualmente podemos ver que Ucrania es el granero del mundo y el mar Negro es una
zona estratégica por los granos, el gas y el petróleo. Pronto los judíos
entraron en conflicto con los griegos por el negocio del grano. Luego con los
rusos. En el siglo XVII Ucrania se incorporó a la República de las Dos Naciones
(Polonia y Lituania). En 1648, tras la rebelión de Jmelnitski, se formó la
Ucrania cosaca. En el siglo XVIII la mayoría del territorio ucraniano, polaco y
lituano quedaría dentro del imperio ruso creado en 1721. Las variables son
evidentes, existía un conflicto religioso entre ortodoxos y judíos, un
conflicto económico por la ruta del grano, un conflicto político por las
reivindicaciones nacionalistas rusas. Los judíos eran el eslabón débil, los
griegos y los rusos eran ortodoxos. El
éxito económico judío fue el detonante de la animadversión y la idea de que los
judíos controlaban la economía ucraniana o al menos gran parte de ella. Los
métodos de crédito y financiación y las relaciones con otros mercados les
permitían ser más eficientes en la esfera económica. Las acusaciones no eran
infundadas. Fueron víctimas de su propio éxito. En 1880 los judíos ashkenazís de Rusia
tuvieron prohibido ejercer el notariado. En 1887 fueron excluidos de las
escuelas militares y los exámenes del ejército. En 1888 la prohibición de
trabajar en dispensarios militares. En 1889 de las bandas de música castrenses. A partir de 1890 de
trabajar como abogados o procuradores sin una autorización especial. La ley
prohibía comerciar a los judíos con oro, petróleo, carbón y otros minerales.
Excluidos del Instituto de Ingenieros Civiles de San Petersburgo, el Colegio
Médico Militar, el Instituto de Electricidad de San Petersburgo, el Instituto
Veterinario de Járkov y los diferentes colegios de minas. En 1871 el primer pogromo en Odessa, instigado por los
comerciantes griegos. En 1881, después del asesinato del zar Alejandro II, el
Estado asumió la dirección de los pogromos:
gobierno, policía, extrema izquierda, lituanos y ucranianos. Entre 1881-1911 el
período de los actos antijudíos con la mayor emigración desde 1492: las leyes de mayo de 1882, la primera gran
oleada de emigración, de 50.000 a 70.000 por año; las restricciones al ingreso
de los judíos en las profesiones y recorte del área de asentamiento en
1886-1887; 110.000 judíos expulsados de Moscú en 1891 y 137.000 en 1892; las
grandes expulsiones de las regiones exteriores del asentamiento en 1893-1895;
establecimiento del monopolio de los alcoholes que arruinó a los comerciantes
judíos en 1894-1896, emigración de 200.000 judíos por el pogromo de 1905-1906. En 1914 había 5.500.000 judíos en Rusia y 2.000.000 en el Imperio
Austriaco, del que fueron a parar 3.000.000 a Estados Unidos. En 1880 había
250.000 judíos en Estados Unidos, en 1920 4.500.000. En 1920 Nueva York tenía
la mayor comunidad yiddish: 1.640.000
judíos. La población de
residentes de Francia nacidos en el extranjero pasó del 2,6% al 8% entre 1900 y
1931. La población judía de Francia se triplicó en cuatro décadas y pasó de los
95.000 en 1900 a los 300.000 en 1940. En 1917, tras la revolución de febrero, tuvo lugar
la Guerra de Independencia de Ucrania, que acabaría en 1921 con el territorio
dividido entre la Ucrania soviética y la Segunda República Polaca. Los antepasados
paternos de Jacobo Zabludovski Kraveski (1928-2015) se encuentran en Zabludowe.
Los de Nino Canún Serrano (1941-2023) en Krasnodar. Los de Wolf Ruvinskis
Manasevics (1921-1999), Isaac Chertorivski Shkoorman (1948), Isaac José
Woldenberg Karakowsky (1952) y Salomon Chertorivsky Woldenberg (1974) en
Odessa. Los de Estanislao Shilinski Bachanska (1911-1985) y Claudia Sheinbaum
Pardo (1962) en Lituania: "Primero, Odessa fue la
cuarta ciudad más grande del Imperio Ruso a finales de siglo, con una población
judía de aproximadamente 138.000 en una ciudad con 403.000 habitantes… El
pogromo de octubre de 1905 en Odessa fue el resultado de la coyuntura de varios
conflictos sociales, económicos y factores políticos que produjeron las
condiciones en el otoño de 1905… En 1821, 1859, 1871, 1881 y 1900 se produjeron
graves pogromos en los que los judíos fueron asesinados y heridos y las casas y
negocios judíos sufrieron daños sustanciales. El sentimiento antijudío era
común entre la población rusa de Odessa, ya que bandas de judíos y jóvenes
rusos a menudo se involucraban en peleas sangrientas. Cada año, en Semana
Santa, circulaban entre la comunidad judía de la ciudad rumores de un pogromo
inminente. El pogromismo se intensificó después del cambio de siglo cuando surgieron
organizaciones militantes patrióticas y prozaristas que se involucraron en
ataques contra judíos y otras actividades antisemitas… La sustitución de
griegos por rusos como pogromistas refleja el declive de la influencia griega
en Odessa y subraya la tensión y hostilidad que también existía entre rusos y
judíos en la ciudad… El papel increíblemente destacado desempeñado por los
judíos en la vida comercial e industrial de la ciudad después de mediados de
siglo también contribuyó al resentimiento contra la comunidad judía de Odessa. En la década de 1880, por ejemplo, las
empresas propiedad de judíos controlaban el 70 por ciento del comercio de
exportación de cereales, y las casas de corretaje judías manejaban más de la
mitad de todo el comercio de exportación de la ciudad. La dominación judía del
comercio de cereales continuó expandiéndose durante las siguientes décadas; en
1910, las empresas judías manejaban casi el 90 por ciento del comercio de
exportación de productos de cereales. Además de sus actividades como
comerciantes, intermediarios y exportadores, a finales de siglo los judíos de
Odessa también ocupaban posiciones destacadas en los sectores manufacturero,
bancario y minorista. En 1910, los judíos poseían algo más de la mitad de las
grandes tiendas, empresas comerciales y pequeñas tiendas" (Weinberg, pp. 249, 251,
252). Samantha Power en "Problema Infernal: Estados Unidos en la Era del
Genocidio" (FCE, 2002) aborda los
problemas de Ronald Reagan con el AIPAC. En abril de 1985 la Casa Blanca anunció
que el presidente Ronald Reagan tenía programado colocar una corona en el
cementerio de Bitburg en Alemania Federal en el mes siguiente. El viaje de
Reagan conmemoraba el cuadragésimo aniversario del final de la Segunda Guerra
Mundial, pero cuando la prensa informó que 49 oficiales de la Waffen SS nazi
estaban sepultados ahí, y que Reagan se negó a visitar memoriales del
holocausto, recibió críticas por su falta de sensibilidad. El Washington Post y
el New York Times lo instaban a abandonar la visita, "uno de los episodios más bochornosos y dañinos de
su presidencia". La Legión Estadounidense,
que representaba a 2.500.000 veteranos de guerra, expresó estar "sumamente decepcionada". El líder republicano del Senado, Bob Dole, por su
parte, solicitó públicamente la cancelación de la visita. Más de 250
legisladores le escribieron al canciller alemán, Helmut Kohl, para pedirle que
excusara de tal humillación al presidente estadounidense cambiando el lugar. Diversas organizaciones protestaron con
vehemencia. El principal grupo de cabildeo pro israelita, la Comisión
Estadounidense de Asuntos Públicos Israelíes (American Israel Public Affairs
Committe, AIPAC), el Consejo Memorial del Holocausto, organizaciones de
sobrevivientes judíos y la mayoría de los más importantes dirigentes
judeoestadounidenses expresó enojo y alarma. Wiesel, sobreviviente del
holocausto, afirmó que rara vez había observado semejante indignación en los
grupos judíos, y condenó lo que describió como "el comienzo de la
rehabilitación de las SS". En una ceremonia en la Casa
Blanca en honor de Wiesel, Ronald Reagan intentó suavizar las cosas con "razones políticas y estratégicas" para visitar Bitburg. Pero en sus declaraciones
públicas Wiesel rechazó la defensa de Reagan: "El
tema aquí no es la política, sino el bien y el mal. Y nunca debemos
confundirlos. Yo vi en acción a las SS. Y vi a sus víctimas. Éstas fueron
amigos míos. Fueron mis padres". Reagan defendió el viaje
por diversas razones: esperaba "cimentar" la amistad germano-estadounidense, era necesario
mantenerse firme en sus compromisos con el canciller Kohl, era importante
trascender la culpa alemana. En una entrevista, Reagan sostuvo que los soldados
alemanes fueron "víctimas" de los nazis, "ni
más ni menos que las víctimas de los campos de concentración". En respuesta a la indignación, Reagan agregó una
visita al campo de concentración de Bergen-Belsen, pero se negó a hacer lo
único que podía haber contenido las críticas: cancelar la visita. Prefería el
descenso de su popularidad en las encuestas a ceder ante la presión pública y
culpó a la prensa por crear la controversia: "Consiguieron
algo, y como perros (…) van a seguir masticándolo".
Reagan ignoró las predicciones de sus
estrategas republicanos de que la visita de Bitburg le costaría el apoyo de los
judíos. El día de la visita, el 5 de mayo de 1985, estallaron protestas en
Boston, Miami, Atlanta, Milwaukee, Filadelfia, Newark, West Hartford y New
Haven. Harold Kohn, quien en 1984 había entregado al gobierno un análisis legal
de por qué debía ratificar el Convenio sobre Genocidio, no recibió ninguna
contestación de la Casa Blanca. Cuando se desató la tormenta por Bitburg, Kohn
recibió una llamada urgente de un oficial del Consejo Nacional de Seguridad
(CNS), que le comunicó que el presidente pensaba proponer la inmediata
ratificación de la ley sobre genocidio. El AIPAC ha estado en el ojo del
huracán. En 1963 el senador William Fulbright solicitó una investigación
parlamentaria acerca de sus finanzas. La investigación reveló que, en los
últimos cuatro años, el lobby había recaudado cinco millones de dólares
libres de impuestos de la comunidad judía estadounidense a través de la compra
de bonos que eran clandestinamente trasferidos al Estado de Israel. La ley
estadounidense prohibía los grupos de presión a favor de países extranjeros.
Para esquivar la prohibición legal, afirmaron que los bonos tenían el fin de
financiar programas de asistencia social en Israel. La comisión investigadora
descubrió que los indigentes israelíes jamás recibieron un dólar. El dinero
terminaba en las arcas de Israel y regresaba a Estados Unidos, a la cuenta
bancaria del AIPAC. Tanto Ronald Reagan como William Fulbright se convirtieron
en lo que el lobby judío no estaba dispuesto a aceptar. Todo el que
estuviera en contra de Fulbright en su campaña de reelección, recibía apoyo y
financiamiento del AIPAC, desde entonces, ningún candidato que quiera ver
destruida su carrera política, se ha atrevido a seguir los pasos de Ronald
Reagan y William Fulbright. Cuando el AIPAC se sobrepasaba con sus actividades
de espionaje para Israel, el FBI les ponía la mano encima, el caso de Jonathan
Pollard, condenado en 1986. En 2004 Larry Franklin, analista de alto rango del
departamento del Pentágono dedicado a Irán, fue condenado a trece años de
prisión por entregar información de alto secreto a dos colaboradores del AIPAC:
Steve Rosen y Keith Weissman: "John Mearsheimer y Stephen
Walt han publicado un artículo que incita a pensar. Se basa en investigaciones
exhaustivas y habla del poder del lobby israelí en Washington, el Comité de
Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (American Israel Public Affairs
Committe, AIPAC), posee a la hora de condicionar la política estadounidense, en
Oriente Próximo en general y en Israel en particular. El argumento básico es
que el grupo de presión israelí dirige la política estadounidense en contra de
los intereses nacionales del país norteamericano… Sin embargo, en la década
de 1970 cambiaron las tornas: el Gobierno israelí no pudo resistir la tentación.
Menachem abrió camino con la ayuda de un joven y entusiasta likudnik,
Benjamín Netanyahu. En 1978 el Gobierno de Likud declaró su intención de
estrechar el vínculo con los integristas cristianos. Cuando Israel ocupó el sur
del Líbano en la Operación Litani, les abrió las puertas para que pusieran en
marcha un canal de televisión. Mayor importancia tuvo, no obstante, el
consentimiento por parte del Gobierno para la apertura en Jerusalén de la
embajada internacional cristiana en 1980… En 1985, Netanyahu, entonces
embajador de Israel ante las Naciones Unidas, declaró en la convención anual de
los cristianos sionistas que el apoyo de éstos a Israel era una tarea
moralmente superior a cualquier otra… Las iglesias no se contentaron con las
meras palabras y establecieron un dispositivo especial cuyo principal objetivo
era asistir a Israel desde dentro de Estados Unidos, dispositivo del cual
Netanyahu supo hacer buen uso una vez alcanzó el cargo de primer ministro.
Mientras el lobby proisraelí concentraba sus esfuerzos en ganarse el
apoyo del Partido Demócrata, los cristianos consiguieron hacerse, como mínimo,
con las simpatías del Partido Republicano… No
deja de ser llamativo que el lobby proisraelí fuera creado, según las
declaraciones de su fundador, con el fin de eliminar las influencias proárabes
que se ejercían sobre el Departamento de Estado. La política exterior
propugnada por Reagan en la década de 1980 –según la cual el presidente
estadounidense y su colega británica, Margaret Thatcher, debían liderar a un
Occidente audaz hacia la victoria sobre el gran demonio, Moscú- y el acontecer histórico que la acompañó
reforzaron aún más el sionismo cristiano. Todo ello se vio alimentado por una
revolución televisiva que purgó el sistema de valores estadounidenses y redujo
el fundamentalismo cristiano al formato de la pequeña pantalla" (Chomsky & Pappé, pp.
33, 42, 43). A nivel internacional los ojos estaban puestos en Alemania, Rusia
y Afganistán. En 14 de abril de 1988,
los acuerdos de Ginebra con la retirada soviética de Afganistán. La caída del
Muro de Berlín y la reunificación supuso un cambio drástico para la población
de Alemania Oriental: 1989-1990. Durante toda la Guerra Fría, los gobiernos
occidentales vieron en los movimientos islamistas unos instrumentos útiles para
su lucha contra el comunismo. Los muyahadines
afganos fueron armados, entrenados y financiados por Occidente, y Al Qaeda fue
una de las organizaciones que recibió la ayuda occidental. La administración de
Reagan cimentó estrechos contactos con el Irán del ayatolá Jomeini con el
objeto de contener la influencia soviética en el golfo Pérsico. Reagan hizo
caso omiso de las violaciones de derechos humanos de Sadam Hussein. George H.
W. Bush siguió el camino de Reagan, los magnates del petróleo habían invertido
en infraestructuras e industrias armamentísticas en el mundo árabe, los árabes
eran sus clientes y proveedores, les convenía una coalición árabe que
mantuviera la estabilidad. Bush padre inició la guerra contra Irak por la
invasión de Kuwait, pero deseaba una coalición árabe y e inició relaciones con
líderes palestinos en detrimento de Israel. En respuesta, el AIPAC demonizó a
los líderes palestinos de Jerusalén y trató de destruir la alianza con Irak con
la ayuda del Instituto de Washington para la Política de Oriente Próximo
(Institute for Near East Policy, INEP). La invasión de Kuwait de Sadam Hussein
benefició los planes israelíes al romper relaciones con Estados Unidos: "En octubre de 1989, tras una guerra entre Irán e Irak
que había durado ocho años, April Gillespie, embajadora de Estados Unidos en
Bagdad, recomendaba a Bush padre que aprobara un decreto presidencial con el
fin de mejorar notablemente la relación comercial entre ambos países
(particularmente en lo referido al crudo). Fue así como Estados Unidos comenzó
a comprar mil millones de dólares de petróleo iraquí al año. En 1990, a la
tradición de los arabistas y las consideraciones sobre el petróleo mencionadas
se unió la presión ejercida por el lobby pro israelí… La caída de la
Unión Soviética, las iniciativas de paz saudí e israelí y la primera Intifada
llamaron la atención de Washington sobre el punto de vista palestino. Se vivió
entonces un momento histórico ciertamente inusitado. En Israel ejercía el poder
una de las Administraciones más derechistas que ha gobernado el país. En
consecuencia, Bush padre abrió un auténtico diálogo con los representantes de
dos formaciones base del poder palestino: la Organización para la Liberación de
Palestina en Túnez y los líderes palestinos de Jerusalén este, que tenían su
sede en la llamada Casa Asia. Estas formaciones eran consideradas "moderadas" no sólo por los arabistas, sino también por miembros
de la Casa Blanca. Era la primera vez desde 1948 que un grupo palestino recibía
tal trato. Sorprendentemente, todos los países árabes llegaron a un consenso
acerca de cómo resolver el conflicto según la solución biestatal y cómo
normalizar el suministro de petróleo a Estados Unidos. Todo el mundo era feliz,
salvo Israel y el AIPAC. A Israel le perturbaba en particular la postura
pragmática de la Casa Asia. El Gobierno
israelí respondió con una política de acoso y la construcción masiva de
asentamientos ilegales en Jerusalén este. El Gobierno estadounidense respondió
de forma airada y el secretario de Estado, James Baker, reprendió públicamente
al gobierno israelí… El presidente aceptó la propuesta del secretario de
Estado, James Baker, quien para proteger los intereses estadounidenses en
Oriente próximo prefería una coalición árabe, aunque el precio a pagar fuera
una conferencia de paz, que se celebraría en Madrid y sería rechazada de plano
por Israel. Durante la conferencia de Madrid, Bush padre y su secretario de
Estado quedaron impresionados por la delegación palestina de la Casa Asia y su
capacidad de liderazgo" (Chomsky & Pappé, pp. 64, 65, 66).
Yas © |
Autor del texto: Armando
Ossorio ©
※ XPOFERENS ※
"La danza
macabra que a fines de la Edad Media conduce a los diversos "estados"
del mundo –es decir, a los diferentes grupos de la sociedad. Hacia la nada en
la que se complace la sensibilidad de una época en decadencia, arrastra a
menudo junto a reyes, nobles, eclesiásticos, burgueses, gentes del pueblo, un
clérigo que no siempre se confunde con los monjes y los sacerdotes. Ese clérigo
es el descendiente de un linaje original en el Occidente medieval: el de los
intelectuales… Entre tantas palabras (sabios, doctos, clérigos, pensadores),
este término designa un tipo de contornos bien definidos: el de los maestros de
las escuelas. Este tipo se anuncia en la Alta Edad Media, se desarrolla en las
escuelas urbanas del siglo XII y florece a partir del siglo XIII en las
Universidades. El término designa a quienes tienen por oficio pensar y enseñar
su pensamiento. Esta alianza de la reflexión personal y de su difusión en una
enseñanza caracterizaría al intelectual. Sin duda, antes de la época contemporánea,
el intelectual nunca tuvo también delimitado ni tuvo tanta conciencia de sí
mismo como en la Edad Media. En lugar de designarse con el término clérigo, que es equivoco, trató de
bautizarse con un nombre del que hizo campeón Siger de Brabante en el siglo
XIII, philosophus…".
Yas © |
"La palabra
filosofo está tomada de la antigüedad. En la época de santo Tomás de Aquino y
de Siger, el filósofo por excelencia, el filósofo con P es Aristóteles. Sólo
que en la Edad Media éste es un filósofo cristiano. Es la expresión de aquel
ideal de las escuelas desde el siglo XII al siglo XV: el humanismo cristiano.
Pero para nosotros la palabra humanismo designa a otro tipo de sabio, el del
Renacimiento de los siglos XV y XVI que se opone precisamente al intelectual
medieval… Sabio y profesor, pensador por oficio, el intelectual también puede
definirse por ciertos rasgos psicológicos que se disciernen en su espíritu, por
ciertos aspectos del carácter que pueden endurecerse, convertirse en hábitos,
en manías…. Detrás de la razón, la Edad Media supo ver la pasión de lo justo,
detrás de la ciencia la sed de lo verdadero, detrás de la crítica la búsqueda
de lo mejor. A los enemigos del intelectual, Dante respondió hace siglos al
colocar en el Paraíso, donde los reconcilia, a las tres más grandes figuras de
intelectuales del siglo XIII: santo Tomás, san Buenaventura y Siger de
Brabante".
Jacques Le Goff.
Los
intelectuales en la Edad Media.
gedisa editorial.
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