Autor: Viktoria Borodinova. CC BY-SA 4.0 |
La posesión mental.
Agustín de Hipona defendía que el
gobierno y la propiedad son males necesarios después de la caída de la gracia o
expulsión del Paraíso, convenciones humanas sancionadas por la autoridad
divina. El judeocristianismo tiene raíces judías,
apocalípticas, escatológicas, milenarias y comunitarias, pero su defensa de la
propiedad es católica, apostólica y romana. La salvación en el catolicismo
desde Pablo de Tarso es universal, imperial y personal. Los judeocristianos
originales predicaban la pobreza y la redistribución de bienes: “Si quieres ser
perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los
cielos; y ven, y sígueme” (Mt 19: 22); “No os acumuléis tesoros en la tierra,
donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde los ladrones penetran y
roban” (Mt 6:19); “Sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni
la herrumbre destruyen, y en donde ladrones no penetran ni roban” (Mt 6:20). En
la concepción judeocristiana las posesiones estaban en el cielo, en la
platónica en el mundo de las ideas, en la aristotélica en la mente. Las tres
tienen su lógica, nadie te puede quitar lo que te pertenece, con la mente lo
poseemos todo, la diferencia entre los esclavos y los esclavistas. Los esclavistas
trabajan con su mente y los esclavos con su cuerpo. El esclavista domina su
cuerpo y los cuerpos a través de su mente, el esclavo no domina su propio
cuerpo. No hay mayor contradicción que hablar de derechos humanos manteniendo
relaciones de explotación. Hablar de igualdad desde la desigualdad, de libertad
desde la esclavitud, de opresión desde el privilegio. Los posmodernos hacen
malabarismos para ser víctimas desde el privilegio. Y sin embargo no roban nada
que no les pueda ser arrebatado, en la práctica no poseen nada. En una democracia nadie puede
apelar para sus propios valores la universalidad, se requiere de un
conocimiento de verdades absolutas y universales, no de realidades empíricas
mundanas. Sócrates identifica la virtud, la condición para disfrutar de
derechos políticos, con la sabiduría filosófica, un bien absoluto y universal. Distingue
que todas las artes y oficios procuran beneficios a los hombres mientras
conservan su esencia de servicio, una vez que la pierden, sólo los perjudican
como simples medios de enriquecimiento. La medicina a los enfermos, la
educación a los estudiantes, el gobierno a los gobernados, el zapatero a los
que necesitan zapatos. Todos se preparan para servir, pero en un mundo material
nadie lo hace gratis, sino a cambio de un pago. El que lo recibe se llama
mercenario, los hombres virtuosos no participan en los negocios por el temor de
ser llamados mercenarios. En Grecia, Roma y la Edad Media los aristócratas
tenían prohibido dedicarse al comercio, una actividad considerada innoble: “¿No has
observado, Trasímaco, en lo que a los cargos públicos se refiere, que nadie
quiere ejercerlos por sí mismos, sino que todos exigen un salario a trueque de
su ejercicio, convencidos de que tales cargos sólo resultan útiles, por su
propia índole, a aquellos para quienes son ejercidos?... Resulta, por tanto,
evidente, una vez más, que ningún arte, ninguna autoridad, apunta a su propio y
exclusivo interés, sino, como ya queda dicho, el interés de su súbdito o
sujeto; es decir, al del más débil y no al del más fuerte… Trasímaco, que nadie
quiere gobernar ni curar gratuitamente los males ajenos, sino que exige
recompensa por ello; porque si alguno quiere ejercer su arte como es debido,
ninguna recompensa resulta para él del mero ejercicio de ese arte, porque todo
provecho es para su sujeto” (Platón, pp. 18, 19). Ahora nos vamos a centrar en el
Platón “marxista”, el origen del platonismo tiene una base material. La
división social del trabajo entre gobernantes y productores que excluye al
productor de la política, la esencia de la justicia en la República y de la
teoría del conocimiento. Los aristócratas son los únicos que pueden ejercer su
arte como es debido porque son libres del mundo de la necesidad. La división
entre la razón y las pasiones es la división entre los elementos superiores del
alma y los elementos más bajos. La justicia no puede estar sujeta a las
convenciones, las opiniones, las apariencias, las recompensas y los castigos.
La justicia es una idea absoluta y universal. En el mundo antiguo la ley era
sinónimo de decadencia, la virtud engendraba los deberes: la autonomía moral
kantiana del deber. Platón concibe la virtud como un acceso privilegiado a verdades
universales y absolutas superiores que no están al alcance de la mayoría por la
división social del trabajo. Las reformas de Solón en el siglo VI liberaron a los campesinos de la
necesidad de trabajar para otros y de la enajenación de su trabajo, pero no de
la necesidad de trabajar para sí mismos. El pueblo no nace para ser libre ni
igual, nace para trabajar. En un mundo material el trabajo es una obligación,
los trabajadores pertenecen al mundo de las apariencias y la necesidad. El
filósofo pensaba que la virtud y la posición social eran inseparables, la vida
virtuosa depende de condiciones materiales idóneas que sólo pueden representar los
que viven del trabajo de los demás. Quien podía vivir del
trabajo ajeno podía dedicarse, exclusivamente, a la política, al cultivo de la
inteligencia, a los ejercicios corporales, que constituían para los griegos un
motivo de emulación y de gloria. Su cuerpo se desarrollaba y adquiría
elegancia, su mente se elevaba, sus maneras se refinaban. En cambio, los que
debían buscarse la vida con su trabajo, absortos en su obra manual, quedaban
casi siempre, física e intelectualmente, inferiores a los otros. Platón no
consideraba ciudadanos a los campesinos, curtidores, zapateros, herreros,
carpinteros, etc. La falta de virtudes y la degradación pertenecen al mundo de
la necesidad. Quien tiene hambre no piensa en “salvar al mundo”, piensa en
comer sin importar sus métodos: “En la doctrina de Platón, resulta imposible separar las cualidades
morales de la condición social (como el concepto inglés de “nobleza”, que
implica un atributo moral y una posición social)… Más en concreto, la
realización de la naturaleza filosófica depende de las condiciones de vida de
una aristocracia ociosa, capaz de adueñarse del trabajo de los otros y de ser
libre de la necesidad de tomar parte en el trabajo productivo… Una polis gobernada por los apetitos más
bajos, esto es, una polis gobernada
por sus clases banáusicas
inevitablemente corromperá al alma más admirable… En la concepción que Platón
tiene de la propiedad, lo más importante es que los gobernantes pertenezcan a
un grupo que viven del trabajo de otros y que es ajeno a las necesidades
materiales, que son la fuente más fundamental de distracción para la
intelección. En el mundo real, la aproximación que más se acerca a su ideal
–una clase gobernante que puede “abstenerse de cualquier forma de negocio, de
cultivar la tierra o de cualquier otro oficio”- es la de una clase
terrateniente que está segura en su propiedad, inmóvil e inalienable, que
ordena el trabajo de otros y que nunca se rebaja a los sórdidos tratos comerciales…
Asimismo, es significativo que, cuando Platón responsabiliza a una “mala
formación” de la corrupción de los individuos brillantes que prometían, no está
pensando en el efecto nocivo de una mala vida familiar o en una mala educación,
sino más bien, y ante todo, en la influencia corruptora de la multitud… Resulta
evidente que, para Platón, el conocimiento verdadero que Sócrates ha
identificado con la virtud no sólo exige la liberación epistemológica con
respecto al mundo material de las apariencias, sino también la liberación
social del mundo de la necesidad material en la vida cotidiana... El idealismo
filosófico de Platón resulta ser notablemente materialista: el verdadero
conocimiento, el conocimiento de las Ideas o de las Formas, tiene condiciones
materiales muy concretas” (Wood, pp. 100, 102, 103, 110). En Homero la diké “justicia” es sinónimo de un comportamiento correcto y
adecuado de los nobles en contra de quienes quebrantan todas las reglas de la
decencia. El aristócrata es decente al alcanzar las verdades objetivas del
conocimiento y los productores indecentes por el mundo de la necesidad. La base
de la sumisión voluntaria en Platón y de la esclavitud en Aristóteles es la
superioridad moral para elevarse por encima de las virtudes de su condición
social. La
Política intenta descubrir los
principios del orden que permanecen constantes a través de todos los procesos
de cambio, la noción de propósito o telos hacia al que todo proceso
tiende y la jerarquía del orden natural: en todas partes de la naturaleza hay
un elemento dominante y un elemento dominado. Aristóteles ve en la naturaleza procesos
ordenados y regulares: “el telos
verdadero para cualquier cosa y ser”. En la naturaleza cada quien tiene su
lugar, desde lo más alto hasta lo más bajo (La Gran Cadena del Ser), la polis la expresión de la jerarquía
natural con el gobierno de los elementos dominantes. En un mundo igualitario no
existirían elementos dominados, cadenas alimenticias ni sociedades estratificadas
porque todos deberían tener la misma jerarquía. La base de la división social
del trabajo: intelectuales, guerreros, productores, esclavos. Para
Aristóteles los esclavos, las
mujeres y los niños poseían distintas partes del alma, en los esclavos sometida
a los impulsos del cuerpo, en las mujeres la facultad de deliberación
incompleta y en los niños inmadura, la razón de su subordinación. Los
movimientos posmodernos que no dominan su cuerpo siempre van a ser esclavos.
Aquellas personas que no son capaces de ser fines en sí mismos son esclavos de
quienes sí los tienen: “Por eso, para Aristóteles, por encima del mundo técnico
está la contemplación. El hombre es un ser capaz de tener de manera tal que no
se le escapa lo que tiene, sino que lo tiene estrictamente. Ese tener es un
tener estrictamente tal. Eso es pensar. Cuando pienso soy todas las cosas, dice
Aristóteles. Psykhe pôs pánta: el
alma en cierto modo lo es todo. Ese cierto modo es precisamente el lógos. La capacidad posesiva de nuestra
mente es mucho más amplia que la de nuestra mano. Nosotros podemos poseer con
la mente incluso aquello que no construimos: podemos poseer la verdad de las
cosas, la verdad de lo natural; podemos hacer teoría acerca de los astros…
Pero, en principio, es claro que la capacidad de posesión de nuestra mente, si
se compara con la de la mano, hay que definirla como universal. Con la mano
poseemos en concreto, en particular; y, además, muy débilmente, es decir, no
muy formalmente, sino de una manera puramente instrumental, constituyendo
artefactos. Pero no penetramos posesivamente; no “tocamos” la esencia de las
cosas, como hace, en cambio, nuestra mente. Con nuestra mente lo poseemos todo,
dice Aristóteles… El lugar de las ideas, no es, como pensaba Platón, un lugar
celeste; el lugar de las ideas es el pensamiento,
porque es donde son poseídas. Y para las ideas lo mismo es ser poseídas que
ser. Una idea no poseída por una mente no existe… Formalmente, nuestro tener
corpóreo es medial. Pertenece al orden de los medios, dice Aristóteles. No
pertenece nunca al orden de los fines. Lo que pertenece estrictamente al orden
de los fines es la posesión mental. Poseer con el conocimiento, con la mente,
es poseer fines. El télos es poseído
exclusivamente cuando se conoce, dice Aristóteles en el libro Lambda de la Metafísica y así mismo en
el noveno. Se trata de pasajes geniales. Aparece también en el De ánima y en la Ética a Nicómaco... Nuestra posesión corpórea es una posesión
medial. Quien marca los fines es quien posee los bienes, y es quien, por lo
tanto, establece el orden de los medios respecto a los fines…” (Polo, pp. 21,
22).
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La igualdad y la desigualdad.
La escuela
estoica se atribuye a Zenón de Citio (333-264 a.C.), nacido en una colonia griega en la isla de
Chipre. Hijo de un comerciante y también se dedicaba al comercio hasta que
conoció al filósofo Crates de la escuela cínica, fundando la Stoa Pikile, el nombre del pórtico de la
antigua ágora de Atenas donde Zenón enseñaba. La escuela estoica se divide en tres períodos: la
Estoa Antigua, la Estoa Media y la Estoa Tardía. La Estoa Media representada
por Panecio de Rodas (185-109 a.C.) y Posidonio de Apameia (135-51 a.C.). La
Estoa tardía por Séneca (4 a.C.-65 d.C.), Epícteto (55-135) y Marco Aurelio
(121-180 d.C.). A diferencia de
la República de Platón donde sólo debían gobernar los elementos superiores del
alma, la República de Zenón carecía de instituciones y estaba apoyada en
relaciones de armonía entre individuos virtuosos. Para Platón la clase de los
que viven del trabajo de los demás para dedicarse exclusivamente a la virtud,
para Zenón basado en el logos
universal con la libertad de elegir o repudiar la virtud. El estoicismo
justifica una igualdad natural trascendente a todos los seres humanos, los únicos
responsables de actuar acorde a la razón o rechazarla. Platón es más
materialista que Zenón, la virtud depende de condiciones materiales idóneas y no
sólo de elecciones personales. El estoicismo era monista porque no distinguía
entre espíritu y materia, mundo sensible e inteligible, racional e irracional,
cuerpo e intelecto. El logos
universal impregnaba todas las cosas materiales. Amelia Valcárcel ve el universalismo que
preconfigura la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en el
pensamiento del filósofo y matemático Antifonte de Atenas (V a.C.), encontrado
en una tumba del Alto Egipto en el siglo III d.C.: “Todos somos los mismos, respiramos
de la misma manera, tenemos la misma voluntad”. El universalismo de los
derechos humanos se basa en la teoría del origen común. El logos universal en un texto conocido como “Teología Menfita”,
esculpido en la piedra de granito negro llamada “Piedra Shabaka” de la dinastía
XXV, c. 710 a.C., basada en un papiro original que corresponde al reinado de
Rameses II en la dinastía XIX, c. 1250 a.C. El dios de la palabra Ptah, el dios
del cristianismo en el Evangelio de San Juan 1:1: “Grande y excelso es el Dios creador, que concedió
su poder a todos los dioses por medio de su corazón y con su lengua... Ocurrió
que el corazón y la lengua triunfaron sobre todos los otros miembros, pues Él
está como corazón en todos los cuerpos, como lengua en todas las bocas de los
dioses, personas, animales y criaturas reptantes y en todo lo que vive,
mientras piensa como corazón y ordena como lengua todo lo que desea...”. Panecio de Rodas destruyó el monismo al
introducir la división del alma entre una razón que controla y unos apetitos
subordinados, el dualismo de las sociedades jerárquicas de Platón y Aristóteles.
El estoicismo es la versión antigua de la Iglesia católica, es universal, imperial y personal. Reconoce la igualdad universal y la
comunidad universal, en la práctica bajo la forma de una monarquía, un imperio
u organismos supranacionales, pero es personal, producto de la expulsión de la
ciudadanía activa con el recogimiento político. El estoicismo está emparentado
con la escuela cínica y epicúrea. Es posible justificar la igualdad universal y la equidad y al mismo
tiempo la desigualdad y la esclavitud por voluntad propia. El estoicismo
defiende la fortaleza de ánimo y la justicia, el cuestionamiento de la
esclavitud, del imperio y de la propiedad, pero también las justificaron bajo
los mismos principios. Los
esclavistas romanos tienen mala fama, y sin embargo eran superiores moralmente
que los actuales. La justificación
de la esclavitud era racional, estoica y ética. Por encima de los seres humanos
se encontraban seres de puro espíritu en el universo con poderes de mayor o
menor magnitud y por debajo los animales que encarnaban la materia pura. El ser
humano era el único que combinaba un cuerpo físico y un espíritu racional. En
los seres humanos superiores el espíritu gobernaba el cuerpo, en los seres
humanos inferiores el cuerpo al espíritu y la esclavitud
sólo oficializaba su irracionalidad. Estoy de acuerdo con la concepción romana, las personas
que no se gobiernan a sí mismas en ningún lugar pueden ser libres. Los romanos no se preocupaban por la esclavitud porque era un tema
moral resuelto, el mundo de las apariencias es una prisión y aquellos cuya mente
era gobernada por su cuerpo eran esclavos. En el estoicismo romano la
esclavitud sólo existe en la mente, la paradoja de la gente libre materialmente
que es esclava y los presos materiales que son libres mentalmente: “El hombre
puro y sincero que se aparta del foro, de la curia y de toda administración del
Estado para ocuparse de cosas más grandes, ama a todos con los que su trabajo
le permiten realizar su ideal, silenciosamente se los agradece y se cree
obligado a ellos, sin que ellos mismos lo sepan” (Marco Aurelio); “Haz lo que
la naturaleza exige, obra si te es posible, y no te preocupes por si alguien se
entera ni esperes la República de Platón” (Marco Aurelio); “Libertad y
esclavitud, una lleva el nombre de la virtud, la otra el del vicio y ambas son
hijas de la voluntad. Quien no participa de esta última, no conoce las
primeras. El alma está acostumbrada a mandar en el cuerpo y en todas aquellas
cosas que al cuerpo se refieren y no participan del elemento racional. De modo
que nadie sería esclavo si el espíritu se mantuviera libre” (Epícteto); “La
fortuna encadena tristemente al cuerpo, como el vicio al alma. Quien tiene el
cuerpo libre y el alma en cepos es esclavo, quien, por el contrario, tiene el
cuerpo ligado y el alma en libertad, es libre” (Epícteto). Los estoicos no son
antiesclavistas materiales, sino espirituales. Reconocen que el mundo de las
apariencias es una prisión de los sentidos, el estoico coloca el ideal de la
vida en la voluntad y no en las cosas materiales. Séneca reconoció humanidad e
igualdad a los siervos sin intentar modificar sus relaciones materiales: “Son
siervos, pero son también hombres; son siervos, pero también camaradas; son
siervos, pero también humildes amigos; son siervos, y también compañeros de
nuestra servidumbre, si por un solo momento consideráis el poder que sobre
nosotros y sobre ellos tiene la fortuna. Por esto me río de los que tienen a
deshonra sentarse a la mesa con los siervos… Si reflexionas un momento, ¿no ves
que éste que tú llamas siervo tiene tu mismo origen, está bajo el mismo cielo,
y respira, vive y muere como los demás?”: “Así, por ejemplo, Séneca (h 3
a.C.-65 d.C.) explicaba la doctrina estoica demostrando de qué modo todas las
cosas pueden ser consideradas comunes, al menos por los hombres sabios,
mientras siguen siendo propiedades individuales y privadas… Se trataba de una
manera de pensar que reflejaba las realidades históricas de un imperio
cosmopolita, que apelaba a principios universalistas para sustentar su
legitimidad, al tiempo que coexistía con un tipo de régimen de propiedad
privada… Gran parte de la filosofía estoica romana, por no hablar del derecho
romano, se dedicó a mantener este equilibrio peculiar defendiendo las
aspiraciones del imperium del estado
al tiempo que consolidaba el carácter sagrado del dominium privado… El Nuevo Testamento atribuye a las palabras de
Jesús el principio de que debe “darse al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios”. Enunciado de esta sencilla manera, el principio es bastante
consistente con el estoicismo modificado de Séneca... El imperium cósmico de Dios coexiste con el dominium terrenal del César, de igual manera que el imperium temporal del César coexiste con
el dominium privado de los ciudadanos
hacendados del imperio. Pablo, el fundador del cristianismo tal como lo
conocemos, fue quien, al defender la obediencia absoluta a los poderes
terrenales, empezó el proceso de traducción, a una teología cristiana
sistemática, de la doctrina de la divinidad universal y de la igualdad
espiritual de todos los seres humanos ante Dios, combinada con las
desigualdades terrenales de propiedad, jerarquía social y autoridad política
absoluta. Estableció sus principios universales desvinculando el cristianismo de
la ley hebrea y sustituyendo el particularismo de lo que era una religión
esencialmente tribal por una doctrina moral trascendente, que extendía la igualdad
a todos los seres humanos, griegos o romanos en igual medida que a los judíos y
a los esclavos no menos que a sus amos” (Wood, pp. 191, 192, 193). Immanuel Kant entiende la razón
como facultad cognoscitiva general dividida en facultades inferiores
(sensibilidad, imaginación) y superiores (entendimiento, juicio, razón). Las
facultades superiores “proporcionan los
principios del conocimiento a priori”, aquellos que no dependen de las
experiencias sino de los modelos ideales de la realidad. La razón pura es la
teoría y la razón práctica es la acción, ambas sobrepasan los sentidos. Kant
divide la filosofía en pura y empírica, de la pura surge la metafísica,
dividida en el uso especulativo de la razón (metafísica de la naturaleza) y del uso práctico de la razón (metafísica de las costumbres). La última
los principios a priori del deber que
determinan la autonomía moral, la moral pura o razón pura práctica. La
diferencia entre el imperativo categórico técnico de las habilidades, el
imperativo pragmático de la prudencia para alcanzar el bienestar, ambos
imperativos hipotéticos porque sólo se obligan en función de un fin para
conseguir algo. El imperativo de la moralidad no tiene fines, sino deberes y
obligaciones universales, la autonomía moral como razón práctica: “Lo que
significa que la razón pura no proporciona ningún conocimiento de objetos, sino
sólo ideas regulativas de la actividad cognoscitiva en general… Cuando la razón
pretende conocer objetos, siempre por encima de lo sensible, ofrece como
resultado no sólo conclusiones dialécticas, contradicciones insalvables,
sofismas… En la introducción a la Crítica de la razón práctica lo explica Kant
así: “El uso teórico de la razón se ocupaba de objetos de la mera facultad de
conocer, y una crítica de la razón, en lo que toca a ese uso, se refería
propiamente sólo a la facultad para del conocimiento, porque esta facultad
despertaba sospechas, que luego también se confirmaron, de que se perdía
fácilmente, más allá de sus límites, en inaccesibles objetos o hasta en
conceptos contradictorios entre sí. Con el uso práctico de la razón ocurre ya
algo distinto. En éste, ocupase la razón con fundamentos de determinación de la
voluntad que es una facultad, o de producir objetos que corresponden a las
representaciones, o por lo menos de determinarse a sí misma a la realización de
esos objetos (sea o no suficiente para ello la facultad física), es decir, de
determinar su causalidad… Ninguna experiencia puede decirnos cuándo una acción
debe ser realizada necesariamente por respeto a la ley. El sentimiento de
respeto es el único –dice Kant- que puede ser conocido por nosotros enteramente
a priori, tiene un fundamento intelectual y es el verdadero sentimiento moral…
“Cada cosa en la naturaleza –dice Kant, actúa según sus leyes. Sólo un ser
racional posee la facultad de obrar por la representación de las leyes, esto
es, por principios; posee una voluntad. Como para derivar las acciones de las
leyes se exige razón, resulta que la voluntad no es otra cosa que razón
práctica… Sólo el imperativo categórico es ley práctica, ley de la voluntad, ya
que sólo él es objetivo y obliga incondicionalmente, mientras que los otros son
sólo principios, que determinan a la voluntad de una manera contingente…”
(López Hernández, pp. 38, 40, 45, 46, 48).
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Los falos y las bailarinas.
En el Kemet predinástico (5000-3100 a.C.) la
primera reproducción falocéntrica del dios de la Luna, la virilidad y la fertilidad
MN “Men”: M “lechuza” + N “superficie del agua”. Una estatua de piedra de
cuatro metros de altura que representa un hombre barbado con una gran erección
y que usa su mano izquierda para sujetar el falo. En el Período Arcaico
(3100-2686 a.C.) y finales del Reino Antiguo (2686-2181 a.C.), el cuerpo
aparece erguido, encima de un pedestal y envuelto en vendajes como una momia.
La cabeza coronada con un birrete de altas plumas, la mano izquierda sujetando
el miembro viril erecto, el brazo derecho levantado a la altura de la cabeza
con la mano abierta, sosteniendo sin tocarlo, un flagelo como símbolo del poder
regio: “Aquel que sostiene el flagelo”, “El que está debajo del flagelo”, “El
portador o poseedor del flagelo”, “El señor del flagelo”. A lo largo del año se
celebraban varias “venidas de Men”, pero las fiestas más importantes se
desarrollaban al inicio de la cosecha, aprovechadas por las clases bajas para
entregarse a conductas desordenadas. Las fiestas de la fertilidad se remontan a la estación de la
cosecha: los festivales de Inanna con la procesión al Templo de hombres
desnudos con los frutos de la tierra, de los árboles y de la vid; los Misterios
de Osiris en los festivales con ritos secretos al interior del Templo, complementados
con representaciones teatrales de los acontecimientos de la vida, la muerte y
resurrección del dios del Vino. En Grecia las dionisiacas antiguas en un lugar
para el baile circular, cerca de un santuario de Dionisio que sólo se abría una
vez al año. En las fiestas de Dionisio había una procesión, una jarra de vino y
una rama, luego aparecía una persona jalando una cabra, otra una pequeña
canasta de higos y otra un falo. La representación de la vida vegetal, animal y
humana. El origen de Príapo, hijo del dios del Vino, Dionisio,
y de la diosa de la belleza, el amor y el deseo, Afrodita. Príapo era un dios
rural representado como un pequeño hombre barbudo, normalmente viejo y con un
pene exageradamente grande. El símbolo del vigor sexual, la fecundidad
masculina y la fertilidad de la tierra. Las representaciones de Príapo servían
para combatir el mal de ojo, la envidia y aumentar la potencia sexual. Las
élites griegas se representaban con el pene pequeño como símbolo del dominio de
sus pasiones, los penes grandes sólo podían venir del mundo rural, símbolo del
escaso control de los impulsos y la incapacidad de moderación. En Grecia Pan, los sátiros y
faunos son hombres feos, chaparros y enanos que tienen cuernos y orejas de
cabra y el falo siempre erecto, pero también patas, pezuñas y cola de macho
cabrío que representan la animalidad en las partes bajas. Piensan con el culo y
el pene, los únicos que practican la zoofilia (el burro de Dionisio), la
felación masculina reservada a las hetairas, los que se acuestan con hombres sin
importar la gracia, los que tienen que interrumpir la cópula cuando las ménades
se despiertan, los acosadores, los secuestradores, los violadores, los
embaucadores: los “deconstructores”: “Y la celebración de la fealdad que
ofrecen las imágenes grotescas del carnaval puede interpretarse como un desafío
al refinamiento y la sensibilidad de la élite… Las figuras grotescas de todo
tipo eran populares para contrarrestar los efectos del mal de ojo: se han
encontrado estatuillas en terracota, bronce y marfil de pigmeos, jorobados y
enanos. El cuerpo distorsionado señalaba la división entre lo animal y lo
humano y representaba una discusión física sobre lo que significa ser humano.
Asimismo, tenía fuertes connotaciones carnavalescas, y por esa razón algunos ricos
mantenían esclavos imbéciles y deformes para su diversión… En muchos sentidos,
el personaje de Esopo en la Vida de Esopo
es la personificación de los principios populares del carnaval. Panzón,
cabezón, canijo y patizambo, era una monstruosidad tal que sus compañeros de
esclavitud asumieron que lo habían comprado para “hacer de él un amuleto que
proteja el negocio”. Físicamente encarnaba la confrontación entre la alta
cultura y la baja cultura y expresaba las tensiones entre el amo y el esclavo,
la filosofía y el ingenio natural, la vulgaridad y el refinamiento… Rompe todas
las reglas, lo que genera gran parte del humor de la obra. Es un embaucador que
obtiene pequeñas victorias temporales gracias al conocimiento íntimo de cómo
proceden los poderosos. Trabaja constantemente para invertir el orden social, e
incluso, aunque al final pierde, ello se debe solo a que todo está en su
contra. Este Esopo fue un personaje creado a lo largo de centenares de años y
representa una amalgama de todo lo que abarca la cultura del pueblo” (Toner,
pp. 150, 151, 153, 154). En el Mediterráneo
se usaban gestos de manos como protección contra el “mal de ojo”. El dedo corazón o levantar el “dedito de en
medio” para imitar el órgano sexual masculino erecto. De forma tardía como
burla o insulto de “sodomita pasivo” o “afeminado” para los prostitutos cinaedi. El gesto de la mano
cornuta se realiza extendiendo horizontal o verticalmente, los dedos
índice y meñique manteniendo doblados los demás dedos. Usado como un gesto
mágico de protección contra el “mal de ojo”, que tiene su origen en el poder apotropaico que los cuernos naturales
tenían en el mundo antiguo. Representado en pinturas murales etruscas de
Tarquinia (520 a.C.), pinturas murales de antiguas tumbas etruscas de Apulia
(350 a.C.), la urna funeraria etrusca con la escultura de una pareja donde el
hombre realiza el gesto apuntando hacia la tierra (2 a.C.). El gesto etrusco es
de origen troyano, los fundadores de Etruria que venían de la actual Turquía. El gesto en
horizontal tiene cuatro significados: “cornudo” en España, Portugal, Italia y
el sur de Francia; insulto general en el centro de Francia y Yugoslavia (Croazia, Bosnia y Herzegobina, Servia, Kosovo,
Montenegro y Macedonia); protección en el sur de Francia, Italia, Malta,
Yugoslavia y sur de Grecia; amenaza en el norte de Francia. El gesto de los
cuernos con la mano en posición vertical con los primeros tres significados:
“cornudo” en España, Portugal, Italia, Malta, Túnez, Yugoslavia, Grecia,
Turquía; insulto general en Yugoslavia, Malta, Portugal; protección en Italia,
Malta y Yugoslavia. Ampliamente utilizado por los napolitanos y alemanes. El
gesto de la higa o “mano puñeta”
representa el órgano sexual femenino, consiste en cerrar el puño haciendo
sobresalir el dedo pulgar entre el dedo índice y el cordial. En las fiestas
anuales de la Lemuria tenía
significado de protección contra los espíritus del ámbito familiar que salían a
la superficie y vagaban por las casas: 9, 11 y 13 de mayo. La cabeza de familia
se levantaba a media noche sin nudos ni ligaduras y hacía el gesto de la higa
para repeler a los espíritus. Tiene significado de insulto en Grecia, Turquía,
Corfú, Cerdeña, Bélgica y centro de Francia. De invitación sexual a una mujer o
de comentarios de hombres acerca de mujeres en Dinamarca, Bélgica, Holanda,
Alemania y Túnez. De mujer virgen en Gales. En el siglo XI y X
a.C., los protofenicios “Pueblos del Mar” retoman la ruta mukana con la fundación de Gadir “Cádiz” en la ruta del Levante,
Chipre, Micenas, Creta, Sicilia y Cerdeña. A partir del siglo IX a.C., los
fenicios de Tiro fundan Kitión en Chipre, inician viajes al Mediterráneo
Occidental con establecimientos en la Útica de la costa tunecina y en la
Cerdeña con la evidencia de un candelabro de bronce del santuario de Santa
Vittoria de Serri, fechado en el siglo IX a.C. Los fenicios originarios de
Chipre tenían en el siglo IX a.C., una factoría en Cerdeña con la idea de
comerciar el cobre de los sardos (Srdn) y el hierro de la isla de Elba y
de Etruria de los troyanos (Trs). Lugar donde conocieron las relaciones
de Cerdeña y las Islas Baleares con el sur de la península ibérica. En el siglo
IX-VIII a.C., llegan a las tres Gadeiras (Mallorca, Menorca e Ibiza), Malaka
(Málaga) y Gadir (Cádiz). La Malaka no tenía buena fama, al grado que los griegos
usaban la palabra Malakhía “pereza” para señalar que los fenicios se dedicaban
completamente al ocio y el lujo como producto de su riqueza mal habida: tráfico
de mujeres y prostitución sagrada. En Tiro, Chipre y Cerdeña las prostitutas fenicias ejecutaban
danzas que correspondían a los cultos de la fertilidad. Una pieza proveniente
de Cerdeña muestra una escena de danza con tres mujeres desnudas y un hombre
provisto de una faldilla y una máscara de toro, girando en torno a un pilar de
inspiración fálica. El origen del Table Dance en el
imperio romano. El registro de las cuentas del Templo de Kition en Chipre, muestra
a los “funcionarios” que estaban en la nómina del santuario: los klbm
“perros”, y los grm (líneas A15, y
B10), quienes ejercían la prostitución masculina. En la línea 9 de la cara B se
mencionan dos categorías de servidoras (c)Imt
y (c)Imt zbrh “muchachas núbiles”,
interpretadas como bailarinas, músicas, cantantes y prostitutas. La prostituta
de Astar es una mujer desnuda con trenzas que se exhibe en la ventana del
Templo, lista para ser entregada como ofrenda de transacciones comerciales. En la
época romana las gaditanas eran conocidas por su corta edad (prepúberes), los
bailes lascivos y las canciones sexualizadas. Dirigidas por un maestro que
contrataba las actuaciones con los organizadores de banquetes, y donde se
esperaba que al finalizar la función tuvieran sexo con los comensales: “La
traducción más literal es la de “muchachas núbiles” y por extensión ha
designado también a las bailarinas, músicas, cantantes y prostitutas; entre los
orientales modernos (c)Imt identifica
a la vez a la bailarina y la prostituta. El amplio campo semántico que ofrece
el término ha facilitado la distinción aleatoria de dos grandes categorías. En
el CIS son cantantes; para Van den
Branden son prostitutas y cantantes, prostitutas y músicas en la traducción de
Peckham y vírgenes y prostitutas según Healey… Los datos referentes a estas
bailarinas “impúdicas y obscenas” proceden esencialmente de menciones casi
anecdóticas y alusiones vagas. El texto más antiguo corresponde a Estrabón,
quien al relatar la expedición de Eúdoxos de Cízico, destinada a circunnavegar
África, episodio que se data a fines del siglo 11 a.C., nos informa de los
preparativos que hizo en Gadir (2.3.4.). Entre los técnicos y especialistas que
embarcan se citan también “muchachas músicas”, mousikái paidiskária, de la misma Gadir, destinadas a servir de
regalo u obsequio a los gobernantes de las tierras que encontraran en su viaje.
Los vocablos empleados para su designación insisten en su juventud, casi niñas,
y su condición de servidumbre, y, al mismo tiempo, en sus habilidades
musicales, aunque no debieron ser sólo éstas las que determinaron su inclusión
en la tripulación. R. Olmos las considera un bien de lujo, destinado a ser
intercambiado durante las transacciones con los dirigentes indígenas. El objetivo
de estas “músicas”, identificadas con las posteriores puellae, también iría encaminado a distraer a los propios
navegantes, sobre todo durante un viaje tan largo y tan penoso, y entre estas
distracciones los favores sexuales serían uno más de sus atractivos… Las puellae gaditanae mencionadas en textos
posteriores han adquirido ya una fisonomía definida. Las alusiones que Marcial
y Juvenal hacen de éstas en sus sátiras nos presentan a unas jóvenes bailarinas
que actuaban en el curso de los banquetes y cenas privados, y se caracterizaban
por ejecutar danzas obscenas, con descarados contoneos y movimientos de
caderas, tan lascivos que “haría masturbarse al propio Hipólito” (Mart.
14.203)” (Jiménez Flores, pp. 18, 19, 26).
Autor: Viktoria Borodinova. CC BY-SA 4.0 |
Los esclavos mentales.
En Grecia los
esclavos de origen Cario (Turquía), Tracio (Bulgaria, Grecia y Turquía), Escita
(Ucrania, Rusia Meridional), Ilirio (Balcanes) y Sirio (Siria). En el imperio
romano el nombre de los esclavos era servus,
el origen de la palabra servidumbre y el nombre de los servios: Servia. El
nombre esclave, sklave o slaaf en los inicios de la Baja Edad
Media, los eslavos esclavizados en Galicia, Francia, Lombardía y Calabria que alimentaron
de mujeres y eunucos los harenes de Andalucía y Egipto: Eslovenia. Los Balcanes
la zona de esclavitud romana, judía y árabe. En el siglo XV las Grandes
Antillas (La Española, Cuba, Puerto Rico, Jamaica) el centro castellano de las
vírgenes impúberes o prepúberes taínas. En el siglo XVI Portugal el centro
marrano de las esclavas sexuales niponas. En el siglo XVII Holanda de las
esclavas sexuales del Mar Báltico, Norteamérica, Indonesia y Brasil. En la
modernidad tardía, Tel Aviv el centro israelí de las esclavas sexuales de
Europa del Este (Polonia, Rusia, Ucrania). Macedonia el centro albanés de las
esclavas sexuales de Europa del Este (Rusia, Ucrania, Polonia, Moldavia,
Rumanía, Bulgaria, Turquía), enviadas a los Balcanes y Europa Occidental
(Grecia, Italia, Alemania, Suiza). Tailandia el paraíso sexual de los “Gansos Voladores”
(Japón) y los “Cuatro Tigres” (Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán y Singapur).
Tailandia, Indonesia y Japón el paraíso de los pedófilos. La modernidad no sólo
ha llevado el “progreso”, la “democracia” y los “derechos humanos”. El turismo
mundial está basado en la prostitución y en los grandes eventos, como las
Convenciones o Cumbres Internacionales, los Juegos Olímpicos o los Mundiales de
Futbol. El tráfico sexual es multicultural, pero la palabra trata de blancas no
es discriminatoria, define una realidad, las mujeres de tez blanca son las
preferidas para el comercio sexual. En Roma una prostituta podía cobrar por
servicio dos ases, un cuarto de denario, correspondiente al pago de medía
jornada de un trabajador, con diez servicios veinte ases. El equivalente del
pago de cinco jornadas de los trabajadores regulares y el doble de los
trabajadores bien pagados. Las más caras un denario, el equivalente de ocho
ases, al día diez denarios u ochenta ases, ocho veces más que los trabajadores
bien pagados. La más barata un cuadrán, la cuarta parte de un as, al día dos
ases y un cuadrán, el equivalente a lo que cobraba la regular por servicio. La
esclavitud siempre era cara. En Grecia durante la Guerra del Peloponeso el
precio se disparó porque los esclavos provenían de las más poderosas y
acaudaladas familias: setenta y dos dracmas para un chiquillo cario, ciento
quince y ciento setenta para un tracio, ciento treinta y cinco, ciento setenta
y cinco y a veces doscientas dracmas por una mujer tracia, ciento cuarenta y
cuatro para un escita, ciento veintiuno para un ilirio, doscientas cuarenta y
trescientas para un sirio, los más cotizados. El precio de los esclavos que no
tenían educación técnica, aptitudes ni dotes era de dos minas, dedicados al
servicio doméstico. Aquellas que si las tenían, de cinco a diez minas, el
precio de un talento para un director de una hacienda. Los trabajos asalariados
que requieren de educación los desempeñaban los esclavos. La idea del esclavo
con grilletes invisibiliza el esclavo doméstico o con alguna autoridad.
Jenofonte atribuyó a Sócrates la siguiente frase: “Los amigos, como los
esclavos, tienen su valor. Uno vale dos minas, y otro, apenas media mina, y
otro, cinco, y el de más allá, diez. Y se dice de Nicia, hijo de Nicerato, que
compró en un talento a un superintendente para las minas de plata”. En Roma el
mercado de los esclavos era la Bolsa porque a cada rato variaban de precio. Paul Kriwaczek en Babilonia.
Mesopotamia: la mitad de la historia humana (2010), rescata el dato de Egipto,
en la Oxyrhynchus romana: un tercio de los niños moría antes de cumplir un año,
la mitad antes de los cinco, un tercio de la población tenía menos de 15 años,
menos del 10% sobrepasaba los 55 años, un tercio de los niños perdía a sus
padres antes de llegar a la pubertad, más de la mitad antes de los 25. Jerry
Toner en Sesenta millones de romanos. La
cultura del pueblo en la Antigua Roma (2012), el 30 por 100 de todos los
niños romanos morían antes de cumplir un año, 7 por 100 vivía más allá de los 60,
2 por 100 más allá de los 70, 0,25 por 100 más allá de los 80. Los
niños tenían que valerse por sí mismos desde edades tempranas porque era alta
la posibilidad de quedarse huérfanos. Con este panorama, era urgente
entrenarlos para el trabajo, casarlos o venderlos como esclavos. Las
diferencias entre la aristocracia y el pueblo romano eran abismales y se
definían por el control de los sentidos y el gusto. Los aristócratas vivían en
casas amplias para disfrutar del silencio y la privacidad y disfrutaban de los
perfumes y las expresiones artísticas. El pueblo romano vivía hacinado y
víctima de los malos olores y el ruido. Llegaban a vivir en cuartos con 16
personas, la mayoría con menos de 15 años, el abuso sexual más común era el
incesto entre hermanos o del padre o la madre con los hijos. La pedofilia se
ubicaba en el segmento más hacinado: hermanos, tíos, padres, abuelos. Las
prostitutas eran muy jóvenes, era común que un romano se acostara con mujeres
de 12 años, o incluso menos. Era como vivir en la actual Filipinas, Indonesia o
Tailandia. La imagen del amo violador entrando en los cuartos de las esclavas o
esclavos curtidos por el trabajo pesado, los malos tratos y el mal olor no
corresponde con la realidad ni con la cultura de los sentidos de las élites.
Las élites no tocan ni besan a sus esclavos porque son transferencias
simbólicas de poder. Los amos no conocían a sus esclavos ni trataban
directamente con ellos, para eso estaban los capataces, los únicos esclavos que
tenían contacto personal
con el amo y una posición de autoridad. Entre los capataces y los libertos, los
que más se ensañaban con los esclavos: “Como ya hemos hecho observar, sucedía
muchas veces que el siervo manumiso, o simplemente elevado sobre sus compañeros
de servidumbre, para borrar y destruir su innoble origen, no encontraba mejor
solución que renegar de toda solidaridad con sus viejos compañeros, y afectar y
mostrar cerca de ellos un gran desprecio, y, si era preciso, un trato inhumano,
lo que no era obstáculo para que los demás considerasen moralmente iguales a
esclavos y manumisos, confundiéndolos en un sólo desprecio, mirándolos con el
mismo temor o viendo en ellos una sola y única naturaleza humana obligada por
los sucesos a ocupar distintas posiciones y fortunas diversas. A medida que las
heces de la sociedad, a las que eran relegadas los siervos, se destacaban en
mayor número para subir a lo alto, se atenuaba la rigidez de esta
estratificación y se constituía, siempre más firme y visible, un enlace de
continuidad. La obstinada distinción de las clases sociales y su repugnancia a
fundirse se muestran más tenazmente y mejor en los matrimonios, en los que el
obstáculo que viene de la disparidad de condiciones sociales se mantiene por la
costumbre, incluso en el caso en que decaiga la ley que la engendró. Y se
observa en aquella época una notable tendencia a los matrimonios mixtos no sólo
entre esclavos y libertos, sino entre esclavos y libres… Los servici publici, que por su naturaleza
están en una posición más elevada que los esclavos ordinarios, nos ofrecen
ejemplos de uniones con mujeres libres. Las uniones entre ingenuos y libertinos
tuvieron su reconocimiento jurídico y su fuerza legal por obra de Augusto en 18
a.C. Que los matrimonios de siervos particulares con mujeres libres no eran
raros incluso en los primeros tiempos del Imperio, podemos deducirlo del Senado
Consulto Claudiano, aprobado en su reinado en 53 d.C. y después puesto con
frecuencia en vigor y con más severidad” (Ciccotti, pp. 264, 265). Kevin Bales
en La nueva esclavitud global (2000), expone las diferencias
entre la antigua y la nueva modalidad. La antigua destaca por la reivindicación de la propiedad legal, el
esclavo sabía quién era su dueño; coste
de adquisición elevado, el equivalente a comprar casa o automóvil, una
inversión a largo plazo; escasa
rentabilidad, el esclavo trabajaba en contra de su voluntad; falta de esclavos potenciales, los
pueblos antiguos preferían ir a la guerra que caer en cautiverio; relación a largo plazo, que terminaba
con la muerte o el suicidio; mantenimiento
de los esclavos, la obligación de darle vestido, comida y techo, un gasto
que rebasa los salarios del precariado; importancia
de las diferencias étnicas. La nueva modalidad evita la propiedad legal, el esclavo no sabe quién es su dueño; coste de adquisición muy moderado,
precariado; elevada rentabilidad,
motivación; exceso de esclavos
potenciales, explosión demográfica; relación
a corto plazo, temporales; expulsión
de los esclavos, el gasto corriente de vestido, comida y techo corre por
cuenta del esclavo; nula importancia de
las diferencias étnicas, globalización imperial. Tener esclavos en el mundo
antiguo era un privilegio de los ricos, ahora es un derecho en las nuevas
legislaciones laborales. Los esclavos antiguos tenían mejores condiciones
materiales, pero estaban expuestos a todo tipo de vejaciones como las palizas o
los abusos sexuales al grado de dejar de comer para comprar su libertad, fugarse
o contemplar el suicidio como única salida honorable. Los nuevos esclavos tienen peores condiciones materiales, pero mejor
trato por la falta de reivindicación legal, ya no puedes matar a un esclavo ni
sacarle un ojo. Los nuevos
esclavos no reciben latigazos, sino vejaciones psicológicas que destruyen la
moral, el estómago, la mente y el corazón con la represión de las emociones:
“inteligencia emocional”. La violencia física ha cedido lugar a las formas más
refinadas de violencia psicológica. Los lugares de trabajo nunca son lugares de
trabajo, sino de autorrealización. El trabajo nunca es un trabajo, es una
vocación: “El astrólogo
Doroteo incluyó en su obra una sección sobre esclavos fugados, y sus destinos
constituyen una lectura deprimente: el fugitivo “se ahorcará”; “se suicidará”;
será devuelto a su amo, donde le “alcanzarán la miseria y las cadenas en su
fuga”; sufrirá “palizas y encarcelamiento”; y el “miedo de la muerte será
desmedido en él”. Algo justificado en vista de que sufrirá “una muerte
desagradable” y “se le cortarán las manos y los pies” o se les estrangulará,
crucificará o quemará vivo”. E incluso dentro del mundo de los esclavos había
una jerarquía. Todos los esclavos no gozaban del mismo estatus: estaban los
esclavos que trabajaban en el campo, los esclavos domésticos, los esclavos que
nacían en casa, los bárbaros importados, los esclavos con alguna educación y
los esclavos que tenían contacto personal con el amo o a los que se les había
confiado alguna posición de autoridad... Incluso en este entorno, muchos
esclavos conseguían tener una familia, aunque en la mayoría de los casos era el
amo el que asignaba las parejas. Tener hijos no dejaba de tener recompensas: a
una esclava que tenía tres hijos, Columela le otorgó “excepción del trabajo”, y
“a una mujer que tenía más, la libertad”. Pero luego vivían temiendo
constantemente la venta de algún miembro de su familia. La moraleja de la
fábula de la paloma y la corneja declara: “los más desafortunados de los
servidores son los que más hijos engendran en la esclavitud”. Asimismo, los
hijos podían ser testigos de la venta de sus padres viejos o enfermos: “vende a
tus esclavos viejos, a tus esclavos enfermos y a cualquier otro que sea
superfluo”, aconseja Catón. Catón era un auténtico hijo de puta, pero la
práctica era lo bastante común como para que el emperador Claudio tuviera que
actuar para impedir que la gente en general abandonara a sus esclavos enfermos
e inservibles en la isla Tiberina en Roma” (Toner, pp. 108, 109).
Autor: Viktoria Borodinova. CC BY-SA 4.0 |
Las marcas de la desigualdad.
En 2004 el New York
Times denunciaba que los chinos ganaban lo mismo que en 1993. En Estados
Unidos, quitando la inflación, la mediana de ingresos de los varones en 2010
era de 32,137 dólares, un poco menos que en 1968: 32.488 dólares. El
neoliberalismo chino funciona por los millones de campesinos dispuestos a
trabajar en condiciones indignas, en Estados Unidos por el estancamiento de la
clase media durante cuatro décadas (1978-2008). Loretta Napoleoni en Maonomics. La amarga medicina china contra
los escándalos de nuestra economía (2011), que al comenzar el nuevo milenio
Estados Unidos era el país industrializado con el mayor índice de desigualdad
social (el 1 por ciento de la población acaparaba el 60 por ciento del PIB). Joseph
Stiglitz en El precio de la desigualdad.
El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita (2012), que cinco años
después de la crisis financiera de 2007-2008, había una mayor desigualdad de
distribución de ingresos en todos los niveles de renta; incluso dentro del 1
por ciento más alto, el 0,1 por ciento más alto de los perceptores de rentas
estaba llevándose una mayor tajada de dinero. Para 2007, el año anterior a la
crisis, el 0,1 por ciento más alto de las familias de Estados Unidos tenía unos
ingresos 220 veces mayores que la media del 90 inferior. Estados
Unidos en la era neoliberal tiene los mismos niveles de desigualdad que la
república romana. Roma se dividía en la
élite del 1% que acaparaba la atención de los cronistas como las celebridades
de nuestro tiempo, formada por los senadores, los équites y las clases
dirigentes locales: 200.000 personas. Entre el 80 y 85% de la no élite:
minifundistas, arrendatarios, peones, esclavos. Entre el 15 por 100 de la no
élite, un 30 o 40 por 100: comerciantes, artesanos, etc. El 50 o 60 por 100
restante eran jornaleros. Los esclavos constituían el 10 y 15 por 100 de la población que no
pertenecía a la élite. En Italia del 15 y 25 por 100, sumado a un 10 por ciento
que vivía de la indigencia y los robos, que en las crisis se disparaba hasta
abarcar dos terceras partes de la población. En la última época de la república
romana las diferencias de renta entre ricos y pobres se dispararon en 20.000 a
1, cuando después de la guerra del Peloponeso en Grecia sólo era de 100 a 1,
gracias a una serie de mecanismos como la explotación y la corrupción al
interior de sus propiedades, la usura, el comercio con la propiedad y los
contratos con el gobierno. En el siglo XXI Estados Unidos
el país que tiene la tasa de prevalencia vital de los trastornos psiquiátricos
del 48 por 100, de ese 48 por 100, el 56 por 100 padeció dos o más trastornos.
En Líbano sólo de 25 por 100 y en la China urbana del 13 por 100. La tasa de
depresión en Estados Unidos es de 17,1 por 100, en Corea del Sur de 2,9. Casi
la mitad de la población de Estados Unidos tiene trastornos mentales. La
Antigua Roma la época de los endemoniados y los santos exorcistas. Roma era la puta de Babilonia: el
“Trono de Satanás”. El rechazo de la familia porque en el derecho romano los
amos elegían las parejas de los esclavos y disponían de sus hijas e hijos. Las
esclavas que tenían tres hijos obtenían la excepción del trabajo y las que
tenían más la libertad, pero ninguna tenía potestad sobre sus hijos, nuevos
esclavos. Los esclavos estaban en contra de la reproducción y la propiedad
porque no tenían ningún control sobre ellas. La denuncia posmoderna del
capitalismo por tratar a las mujeres como esclavas de la reproducción, ahora es
la práctica posmoderna de los vientres de alquiler (Ricky Martin, Miguel Bosé,
Elton John, Kim Karsdashian, Tyra Banks, Nicole Kidman, Sarah Jessica Parker,
Cristiano Ronaldo), la venta de niñas y niños y las “adopciones incluyentes”. A
las relaciones esclavistas no les importa el sexo, la sexualidad, la raza ni la
política. El problema de usar el discurso marxista es que se te puede revertir.
A los esclavos exportados se les tatuaba la frente para señalar que sus amos
habían pagado el impuesto, a los esclavos fugitivos se les marcaba o tatuaba en
la frente para reconocerlos o se les ponía collares grabados con la inscripción
TMQF (tene me quia fugio “retenme
porque soy un fugitivo”). El origen de los relatos evangélicos de la marca de
la bestia: Códigos QR. El mundo de las marcas es el mundo de la propiedad. El
marcaje del ganado, de las ciudades, de las escuelas, de los espacios públicos,
de los cuerpos y de las mentes. Es imposible en el siglo XXI encontrar algo o
alguien sin marcas y sin el lenguaje de las marcas. Ya no es necesario tener a
los esclavos bajo cadenas ni tatuarles la frente, el papel de las ideologías.
Una economía de marcas es una economía rentista, el marcado es un esclavo a
largo plazo. Los amos marcan a sus esclavos, en los discursos liberales los
esclavos aman sus marcas. La paradoja de la posmodernidad es que las marcas son
las defensoras de los derechos humanos y utilizan el discurso social para
entrar en las escuelas. La censura académica, digital y editorial del siglo XXI
no se entiende sin el papel político de las marcas, mismas que no se distinguen
por su responsabilidad social (Facebook, Coca & Cola,
Unilever, Gillette, Adidas, Puma, Levis, Starbucks, Ford, Ben & Jerry´s,
etc.). Los
centros comunistas de reeducamiento tienen su equivalente neoliberal. La era de
la electrónica ha monopolizado las comunicaciones en función de las agendas
empresariales. Las escuelas no son “centros de formación para la ciudadanía”
donde se discuten las fórmulas de la buena vida, el buen gobierno, la justicia,
el amor, la belleza, etc. Las empresas desplazan el pensamiento crítico por la
introducción de sus programas educativos: “Aunque las marcas parecen estar en
todas partes… hay una frontera juvenil que resistió mucho tiempo a las marcas,
un lugar donde los jóvenes se reunían, hablaban, fumaban, pensaban, formaban
opiniones, y lo que resulta más sorprendente, se quedaban allí a su aire
durante horas seguidas. Esos lugares se llamaban colegios. Y resultaba claro
que las marcas tenían que entrar en ellos... Afectadas por la moda de la
tecnología informática, las escuelas que no podían adquirir textos actualizados
debieron proporcionar a sus alumnos equipos audiovisuales, cámaras de vídeo,
ordenadores, aparatos de edición, el último software
educativo y acceso a internet; y en algunos colegios, incluso sistemas de
videoconferencia… En este contexto, para muchas escuelas, especialmente las de
las zonas más pobres, los acuerdos de asociación y de patrocinio con empresas
parecen ser la única manera de resolver la situación. El razonamiento consiste
en que si para ser modernos hay que abrir los colegios a la publicidad, los
padres y los profesores tienen que tragar saliva y transigir… Como sucede en
todos los proyectos de las marcas, no les basta con poner unos cuantos logos en
los colegios. Después de introducirse en ellos, los directores de marca están
haciendo lo mismo que con la música, los deportes y el periodismo; anonadar a
sus anfitriones y erigirse en el centro de atención. Se esfuerzan para que sus
marcas no sean un agregado educativo sino el tema, y no ya una asignatura optativa
sino obligatoria… Independientemente de las intenciones con las que se redactan
estos contratos, la verdad es que a menudo se reprime la libertad de expresión
en las universidades cuando se contrapone con los intereses de los
patrocinadores… Algunas universidades han llegado a solicitar la intervención
de la policía contra sus propios estudiantes para proteger algún contrato
especialmente lucrativo” (Klein, pp. 120, 121, 130, 131). El presente “respetuoso de los derechos
humanos” es una contradicción donde los esclavistas manipulan
institucionalmente las pasiones de las personas para someterlas: una esclavitud
científica propia de Un mundo feliz
(1932) y 1864 (1949). Los romanos
esclavizaban bárbaros, los posmodernos ¡fabrican bárbaros! La nueva esclavitud
es postfordista. Los ex esclavos borraban sus marcas, ¡los nuevos esclavos las
presumen! Los
tatuajes forman parte de la cultura de marcas, fuertemente ligada al mundo de
los esclavos, un mundo 100% físico y degradante. En los hombres los brazos, el
pecho y la espalda (asesinos) y en las mujeres las nalgas, las piernas y la
espalda (prostitutas). Los rapados de los esclavos y los eunucos desde
Mesopotamia para distinguirlos y las canciones ridículas y denigrantes desde
Esparta para bajar su autoestima (los modelos ilotas: Daddy Yankee, Bad Bunny,
Maluma, Karol G, Becky G. Mala Rodríguez). Todo lo que entra en la categoría
naco forma parte del mundo esclavo y su propósito es marcarlos para hacerlos
visibles: el lenguaje, la vulgaridad, la incultura, el mal gusto, los tatuajes,
las cicatrices, los cortes, la vestimenta y el consumo compulsivo de drogas,
alcohol y sexo. Cuando el Estado y las empresas intentan imponer o normalizar los
símbolos de los esclavos, no hay que esperar más que una agenda esclavista con el
abandono de cualquier reivindicación social. Los grupos de la población que
cargan en sus cuerpos y mentes las marcas de la esclavitud, marcas que no
aparecen en los discursos posmodernos que ocultan las relaciones esclavistas de
las agendas que los han erigido en las estrellas de la esclavitud. Las sectas
heterodoxas predicaban teologías que se acomodaban a la realidad de los pobres
y los esclavos con el rechazo de la reproducción como pecado original: “Te
ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra
de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis
3:19). Todos los herejes se negaban a tener hijos y sexo vaginal para no traer esclavos al mundo. Lo que en el presente se vende como libertad de
elección, en el mundo romano eran las marcas de los esclavos: “Si alcanzaba su
meta, el ex esclavo paranoico era un personaje lo bastante reconocible para ser
caricaturizado como alguien que temblaba con solo pensar en los grilletes y que
reverencia el molino como si fuera un santuario (a los esclavos se los
castigaba obligándolos a girar la rueda del molino en lugar de las bestias).
Los libertos también se esforzaban para intentar ocultar las marcas físicas de
la servidumbre: algunos médicos se especializaban en ocultar las señales de
“impuesto pagado” que se tatuaba en las frentes de los esclavos exportados
mediante el método de quemar la piel para que cicatrizara de nuevo… En la
novela de Aquiles Tacio, la heroína Leucipa adquiere las cicatrices del duro
trabajo agrícola de los esclavos: grilletes, una cabeza rapada, un cuerpo
mugriento y marcas de azotes. Las profundas cicatrices psicológicas que esto
podía dejar resultaban patentes en la caricatura que describe a un liberto rico
como alguien que aguza el oído cuando oye chasquear un látigo. El tacto
transmitía información moral y social… Las marcas y los tatuajes ayudaban a
distinguir a la población servil y los desviados sociales para beneficio de
todos. Los romanos leían la piel de los otros en busca de las picaduras de
viruelas, las marcas y las cicatrices que eran los signos reveladores de un
bajo estatus. Los héroes populares, como los cazadores de animales en los
juegos, se enorgullecían de sus cicatrices y exhibían las mordeduras que habían
recibido como signo de belleza. Pero quienes habían sido marcados a menudo
buscaban ocultar el estigma físico de su estatus servil una vez obtenían su
libertad. Los esclavos que habían sido tatuados o marcados en la cara se
quemaban y cortaban para ocultar bajo cicatrices el significado original de
tales marcas. De forma similar, los libertos procuraban disimular las
cicatrices de los azotes para intentar elevar la calidad de su piel a un nivel
más adecuado a su nuevo estatus” (Toner, pp. 111, 195, 196).
Autor: Viktoria Borodinova. CC BY-SA 4.0 |
Los maniqueos de Babilonia.
La secta maniquea tenía influencias de Persia (Zoroastro), Asia
Central (Buda) y Roma (Cristo). En las fuentes árabes: “no mentir, no injuriar,
no casarse, no comer carne ni beber vino, no codiciar”. En las fuentes coptas:
“no mentir, no matar, pureza, no comer carne, voto de pobreza”. En las fuentes
iranias: “veraz, no injuriar, conducta religiosa, pureza de boca, voto de
pobreza”. En las fuentes turcas: “no pecar, no cometer acciones sucias o malas,
pureza de cuerpo, pureza de boca, voto de pobreza”. Los electi maniqueos eran puritanos que se abstenían voluntariamente de
la leche, la carne, los huevos, el vino y el sexo: “vegetarianos, animalistas,
abstemios, castos”. La gnosis maniquea rechazaba la Iglesia, la familia, la
reproducción y la propiedad: “comunismo, socialismo, anarquismo, feminismo,
LGBTTTIQA”. Eran movimientos de recogimiento del mundo, que aunque puedan sonar
virtuosos para algunos, sus contextos sociales y políticos eran diferentes. Los
herejes reclutaban entre los pobres y los esclavos cuyas prohibiciones imponía
la necesidad. En el presente legitiman la expulsión de la ciudadanía activa, la
desigualdad y la pobreza neoliberal en nombre de la virtud puritana. Los
herejes antiguos y medievales eran amigos de los pobres y los esclavos, su
contexto no permitía otro tipo de ideas. Los herejes modernos y posmodernos son
amigos de la pobreza y la esclavitud: la falta de acceso a la salud, la
educación, el trabajo, la justicia, el desarrollo humano y la infraestructura en
condiciones dignas. La dirigencia de las sectas heterodoxas medievales estaba
formada por mujeres y hombres. Los auditores,
oyentes o ayudantes trabajaban y sostenían la Iglesia, las electae y los electi se
dedicaban completamente a la religión como mediadores entre los auditores y Dios. Los oyentes tenían
prácticas sexuales que rechazaban la procreación como el sexo oral o anal para
mantener la castidad, pero no se imponían las renuncias electis. Los electos eran
el equivalente de los perfectos Bons hommes “Buenos hombres” de la
Provenza: “cristiano”,
“verdadero cristiano”, “buen cristiano”, “buen hombre”, “buena mujer”,
“perfecti”, “puro”. La
Iglesia maniquea era jerárquica, en la parte superior el princeps magistrorum con cinco grados subordinados: 12 magistri, 72 episcopi, 360 presbyteri,
electis y auditores. Los oyentes dejaban a sus hijos con los electi y a sus hijas con las electae para recibir formación
doctrinal. El fundador Manes (216-277) ingresó a los cuatro años en la secta
bautista de los elcasaítas, donde
estuvo 20 años y conoció la Torah y las cartas paulinas, como las epístolas a
los Gálatas y Corintios. Manes tuvo dos visiones. A los doce años un mensajero
celeste le informa sobre su naturaleza trascendente con la orden de apartarse
de los valores bautistas. A los 24 años otro mensajero le ordena abandonar la
comunidad y predicar a la humanidad un nuevo mensaje. Manes
predicaba como Paráclito de Jesucristo y los maniqueos
difundieron sus tesis con el ropaje del budismo y el islam en la Ruta de la
Seda: Babilonia, China, Turquía, Persia, Siria, Arabia y Egipto. En Occidente
con el ropaje del cristianismo: Roma, Galia y Astorga. En el siglo VIII existía
un estado maniqueo en las fronteras del imperio chino. En el siglo XIII de la
cruzada albigense contra los Bons hommes neomaniqueos, los maniqueos estaban en
FuKién y escribían sus textos en chino. En la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.)
el emperador Wudi (Liu Che, 141-87 a.C.) buscaba aliados contra los nómadas de
Mongolia y envía una embajada a Partia encabezada por Zhang Kian, quien informa
sobre las costumbres y los productos de Partia, Bactria, India y el
Mediterráneo. En la corte china surge la idea de establecer una ruta con
Occidente para colocar los productos y la seda china. Los partos acceden, pero
los engañan al decir que el camino más allá de Babilonia tenía dificultades
para monopolizar la ruta final y desfilan productos como la granada de Irán,
los caballos partos, el ámbar de Rusia, el lapisázuli de Afganistán, las
especias del Sudeste asiático, la pimienta, los brillantes y las esmeraldas de
la India, y la porcelana y la seda de China. Los romanos llamaban seres a los
chinos y Serica a China por la Ruta de la Seda (griego serikos “seda”), los chinos llamaban al imperio romano con el nombre
Gran Qin. Existen registros chinos del año 166 de la llegada de un embajador
del emperador Marco Aurelio y arqueológicos del entierro de personas de Asia
Oriental en Vagnari (Italia) entre los siglos I o II a.C., y en Londinium
(Londres) entre los siglos II y IV d.C. En ambos casos se especulan
comerciantes, trabajadores o esclavos. La Ruta de la Seda garantizaba la
entrada de productos chinos en el imperio romano, y al parecer también de
comerciantes, trabajadores o esclavos. El imperio romano en el siglo IV
abarcaba desde las islas británicas hasta la península ibérica, desde
Mauritania Tingitana hasta el Egipto jupiteriano, desde Arabia segunda y
Augusta libanesa hasta Mesopotamia, desde Armenia menor y Capadocia hasta
Escitia y los Balcanes, desde Roma hasta las Galias (narbonenses, aquitánicas,
lugdunenses, vienense, belga) y las Germanias (primera, segunda, superior). En
realidad dos imperios con la caída del imperio romano de Occidente y la
fundación de Constantinopla en el siglo IV. Desde Escitia, los Balcanes,
Grecia, Turquía, Mesopotamia, Líbano y Arabia hasta Egipto se consideraba la
parte asiática: la Península Balcánica, el Mediterráneo Oriental y Oriente
Medio. Después de 2000 mil años, los conflictos políticos adquieren lenguaje
apocalíptico. Los Oráculos del alfarero de Egipto (siglo III) esperaban el fin
de la dominación griega: “y las cosas irán mal para los ricos. Su
arrogancia será doblegada y sus bienes confiscados y entregados a otros (…) Y
los pobres serán exaltados y los ricos humillados”. Los Oráculos
sibilinos de Roma al igual que los manuscritos del Qumrán, mezclaban lenguaje
religioso y político y sufrieron persecuciones por pronosticar la caída del
Imperio: “Algunos puntos de vista extremos eran imposibles de asimilar. La
literatura apocalíptica anhelaba el final de Roma, momento en el que se
restauraría la justicia y se cobraría venganza. Los Oráculos sibilinos
profetizaron una época en que “la ira implacable caerá sobre los hombres del
Lacio”; una época en la que “la ley y la justicia descenderán sobre los hombres
desde el cielo estrellado” y el “desorden, la culpa, la envidia, la rabia y la
locura desaparecerán”. La pobreza y la penuria abandonarán a los hombres en
esos días, junto con el homicidio y los conflictos detestables y las riñas
dolorosas, el robo nocturno y todas las enfermedades”. Para los romanos será la
hora de pagar: “Por toda la riqueza que Roma arrebató a Asia en tributos, tres
veces multiplicada la arrebatará Asia a Roma, devolviéndole su maldita
arrogancia: y por todos los hombres que fueron sacados de Asia para ir y morar
en Italia, veinte veces su número habrá de servir en Asia como esclavos
miserables”. Este sentimiento abrasador de indignación y sed de venganza con
frecuencia asociaba el régimen romano con el cuerpo envilecido y corrupto de
una prostituta, como en la identificación bíblica de la puta de Babilonia con
Roma... Egipto tenía una larga tradición de resistencia al dominio extranjero,
habiendo sido conquistado antes por los griegos de Alejandro Magno… El Oráculo del alfarero espera con ansiedad
una época dorada en la que un demonio bueno llegará para convertirse en una fuente
de males para los griegos y reducir la “presuntuosa ciudad junto al mar” (es
decir, Alejandría) … Estos textos por lo menos muestran que era posible hacer
algo para oponerse a la dominación romana… Por otro lado, algunas de estas
predicciones catastróficas, que obviamente eran bastante comunes, parecen haber
asustado en verdad a la élite. Una profecía popular sobre el fin que se cernía
sobre el Imperio llegó a preocupar a Tiberio que ordenó la destrucción de
varios oráculos sibilinos espurios” (Toner, pp. 254, 255). Los heterodoxos antiguos eran
antiesclavistas y reclutaban entre los pobres y esclavos, sentaron las bases del misticismo judío, cristiano, islámico y budista. Pero también antisociales y
fueron perseguidos por los príncipes latinos, bizantinos,
sarracenos y los emperadores chinos. El origen de las iniciaciones esotéricas y
las hermandades que adoptaron el modelo de logia para ocultar sus actividades. Los gnósticos afirmaban que en el
hombre hay una chispa divina que procede del mundo superior, caída en este
mundo y condenada al nacimiento y la muerte. La chispa
debía ser despertada con la contraparte divina de su Yo interior para ser
reintegrada a su origen. La chispa es el alma y el Yo interior el semen. Las primeras persecuciones contra los maniqueos iniciaron en Roma y
Cartago, donde enfrentaron varios procesos. El emperador Dioclesiano los
declaró fuera de la ley y ante el temor de que Celestino iniciara una
persecución, empezaron a acudir a las iglesias cristianas. El 7 de noviembre de
443, León I pide a sus feligreses la denuncia de los integrantes y los lugares
de reunión maniqueos. Entre el 7 de noviembre y el 12 de diciembre los
detenidos son conducidos ante un tribunal y hacen sorprendentes declaraciones.
En De natura boni, Agustín explica
que los maniqueos atribuían el ritual a una escisión de la secta, los catharistae “cátaros”. Del griego katharoi “limpio”, “puro” e
“intachable”. Nombre que puso el monje renano Eckbert de Schönau a una secta
descubierta en las ciudades de Bonn y Colonia en 1163: “Ante el tribunal los
arrestados reconocieron su confesión religiosa y desvelaron algunos de los
particulares de la enseñanza de Manes. Pero el punto principal de su
declaración habría sido la descripción de un escabroso ritual cuyos detalles
León omite –en las diversas ocasiones en las que hará referencia a este hecho-
por vergüenza y respeto a sus distintos interlocutores. En este ritual habría
participado una niña de no más de diez años (puella ut multum decennis) que durante un periodo cierto de tiempo
habría sido alimentada y preparada para participar en el ritual por dos mujeres
(duae mulieres quae nutrierant et huic
sceleri praepararant), un jovencillo que es calificado violador de la niña
(adolescentulus uitiator puellae), y
el obispo maniqueo, director de la ceremonia (et episcopus ipsorum detestandi criminis ordinator) y que habría
sido quien confesó los detalles del acto… Ante tribunales públicos constituidos
en puntos tan distantes como Galia y Paflagonia, seguidores de Manes habrían
confesado una práctica consistente en la ingestión de semen humano por parte de
los electi, con el objetivo de
filtrar la sustancia divina concentrada en éste y liberarla de la esclavitud de
la materia. De igual modo que las partículas de bien se concentrarían en alta
densidad en las semillas vegetales, también lo harían en la “semilla” animal y
humana. Cuando el semen era destinado a la procreación, estas partículas de
bien eran encadenadas nuevamente a la materia –el cuerpo del nasciturus-. Para evitar la perpetuación
de la esclavitud de Dios, los maniqueos habrían creído necesario interrumpir
este proceso ingiriendo semen, con lo que en primer lugar evitaban que al
fecundar éste a una mujer las partículas de luz en el contenidas quedaran
unidas a un nuevo cuerpo, y después procedían a la liberación de estas partes
de Dios al separarlas de la materia en el interior de sus estómagos y enviarlas
de vuelta al Reino de la Luz. Los maniqueos encontrarían fundamento
escriturístico para esta práctica en uno de sus libros sagrados, el Thesaurus que contenía el mito de los
Arcontes andróginos al que hemos aludido” (Villegas Marín, pp. 222, 223).
Autor: Viktoria Borodinova. CC BY-SA 4.0 |
Los bolcheviques del siglo IV.
Peter Brown denomina a los maniqueos como los bolcheviques del siglo
IV por creerse portadores de una solución radical y buscar infiltrarse en la
iglesia cristiana. Celso en El Discurso
verdadero contra los cristianos del siglo II, describe a los cristianos
como un grupo de forajidos que intenta destruir todas las instituciones: “Hay
una nueva raza de hombres nacidos ayer, sin patria ni tradiciones, asociados
entre sí contra todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por
la justicia, universalmente cubiertos de infamia, pero autoglorificándose con
la común excreción: son los Cristianos. Mientras las sociedades autorizadas y
organizaciones tradicionales se reúnen abiertamente y a la luz del día, ellos
mantienen reuniones secretas e ilícitas para enseñar y practicar sus doctrinas.
Se unen entre sí por un compromiso más sagrado que un juramento y así quedan
confabulados para conspirar con más seguridad contra las leyes y así resistir
más fácilmente a los peligros y a los suplicios que les amenazan” (Celso, 1989:
19). Agustín de Hipona a los judíos: “(…) deben vagar y ser fugitivos sobre la
tierra, vivir en el exilio perpetuo” (Claro, 2007: 100). Los gnósticos, los
judíos, los maniqueos y los cristianos eran intercambiables para los romanos,
pero a diferencia de los judíos, eran proselitistas que reclutaban entre los
pobres y los esclavos. El juicio de Peter Brown sobre los maniqueos como
bolcheviques es acertado si sólo tomamos en cuenta la radicalidad y las
renuncias puritanas, que para los pobres y los esclavos fugados eran
obligatorias por necesidad. A los comunistas les gusta pensar que son ateos,
pero los orígenes del comunismo son teocráticos, puritanos y apocalípticos. El
comunismo es una religión de Estado, igual que el feminismo y la bandera
arcoíris con la eliminación de la clase, el género y el sexo. Norman Cohn
considera que lo que define a las sectas y los movimientos milenaristas es la
creencia en una idea de salvación que tiene cinco rasgos: es colectiva, ya que goza de ella el
conjunto de la comunidad de los fieles; terrenal,
porque se materializa en la tierra y no en el cielo o en la otra vida: es inminente, puesto que se asegura que
vendrá pronto y de forma súbita; total,
porque no sólo mejorará la vida terrenal, sino que la transformará y la hará
perfecta; milagrosa, dado que su
advenimiento se alcanzará gracias a la acción divina. En los lugares donde se
vende el paraíso en la tierra, prima el pensamiento sectario y milenario y la
justificación de la violencia revolucionaria. El
paradigma de progreso es una idea apocalíptica. El profeta iranio Zoroastro
(1500-1200 a.C.) fue el primero en concebir la vida humana como una batalla
entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas con el triunfo final de
la luz, tesis que sobrevivió en el judaísmo, el judeocristianismo y el islam.
La religión zoroastra, judía, cristiana e islámica es comunitaria, no existe el
Estado laico. El judeocristianismo era judío, apocalíptico, escatológico,
milenario y comunitario. Pablo de Tarso convirtió la salvación comunitaria en
universal, imperial y personal, despojada de la ciudadanía activa por la caída
de la gracia: “He aquí que por un solo hombre el pecado entró al mundo y por el
pecado la muerte, y de este modo la muerte pasó a todos los hombres por el
hecho de que todos han pecado (...) Así como la falta de un solo hombre ha
arrastrado a todos los hombres a la condenación (...)” (Romanos 5, 12-18). Agustín
de Hipona en una confesión privada del Estado laico con la separación de las
dos ciudades por la caída de la gracia: “Dad al César lo que es del César y a
Dios lo que es de Dios” (Mt 22,21). Sólo en el catolicismo los creyentes pueden
exigirse vidas pías mientras obedecen gobernantes impíos. El Concilio de Éfeso
del 431 condenaba el milenarismo porque producía revoluciones sin éxito y
adopta el enfoque dualista de San Agustín. El Estado laico, la Iglesia católica
y la vieja derecha medieval son antiprogresistas, no creen en la superación de
la naturaleza humana por la caída de la gracia. La base teológica del
progresismo, el izquierdismo, la nueva derecha utópica, el liberalismo y el
neoliberalismo es el judeocristianismo. Los maniqueos no eran apocalípticos,
creían que el mal era un componente permanente del mundo, su pesimismo
antiprogresista es compartido por los católicos. Los maniqueos no buscaban la
igualdad en un mundo material corrupto, sino la pureza de espíritu: “Durante la Edad Media, Europa fue sacudida
por diversos movimientos de masas inspirados por la creencia de que la historia
estaba llegando a su fin y, en su lugar, nacería un nuevo mundo. Pero aunque
estos cristianos medievales creían que sólo Dios podría crear ese mundo nuevo,
la fe en el “fin de los tiempos” no se desvaneció cuando el cristianismo empezó
su declive, sino todo lo contrario: con el declinar del cristianismo, la
esperanza en la llegada de un punto final inminente adquirió mayor intensidad y
militancia... Pero la creencia ilustrada en la posibilidad de un cambio
repentino en la historia, tras el cual los defectos de la sociedad humana
serían desterrados por siempre jamás, es una consecuencia del cristianismo...
La idea misma de la revolución entendida como un acontecimiento transformador
de la historia es deudora de la religión... Tanto si ponen el acento en los
cambios paulatinos, como si lo hacen en la transformación revolucionaria, las
teorías del progreso distan de ser hipótesis científicas. Son mitos que
responden a la necesidad humana de sentido... Los proyectos utópicos
reprodujeron los mitos religiosos que habían enardecido movimientos masivos de
creyentes durante la Edad Media y despertaron una violencia similar. El terror
secular de la era moderna es una versión transformada de la violencia que ha
acompañado al cristianismo a lo largo de su historia. Durante más de doscientos
años, la fe cristiana en un "fin de los tiempos" iniciado por Dios se
convirtió en la creencia de que la utopía podía ser alcanzada mediante la
acción humana. Revestidos con el atuendo de la ciencia, los anteriores mitos
apocalípticos cristianos dieron pie a una nueva forma de violencia confesional”
(Gray, pp. 14, 15). Tres años después de la revolución rusa de 1917, el 18 de noviembre de
1920, el Comisario del Pueblo para la Salud y la Justicia publica un decreto
sobre la terminación artificial y gratuita del embarazo con el compromiso de
erradicarlo en cuanto mejoraran las condiciones de vida, cosa que nunca
ocurrió. El régimen combatía a la familia por ser uno de los tres pilares de la
burguesía junto con el zarismo y la propiedad privada. La URSS suprimió el
matrimonio religioso, abolió la autoridad marital y paternal, despenalizó la
sodomía, promovía el divorcio libre y la igualdad absoluta de los niños
ilegítimos. Todas sus políticas estuvieron orientadas a destruir la familia
rusa. La revolución estalinista compuso lo que consideraba serias distorsiones,
como el elevado número de abortos, divorcios, homosexualidad y niños en la
calle. Stalin identificaba a los homosexuales con los elementos desclasados,
los campesinos rusos que habían perdido la tierra y su familia con el
desarraigo urbano. El análisis de Stalin es acertado, el mismo grupo de la
revolución liberal de Benito Juárez con la desamortización de las tierras
indígenas o el lumpen urbano de la revolución Stonewall de 1969. Stalin también
identificaba a los homosexuales en los agentes importados de los fascismos de
Europa Occidental, específicamente de Alemania. Lo que no sabía es que la
sexología judeoalemana fue producto de una generación de liberales, anarquistas
y marxistas que huyeron con la destrucción del soviet húngaro. La agenda
bolchevique nunca tuvo la intención de mejorar la calidad de vida de los
trabajadores, pero sí aumentar la producción y militarizarla, era un régimen
esclavista con discurso revolucionario. El programa bolchevique pretendía
combinar el empuje revolucionario, los derechos de las mujeres para
incorporarlas a la producción, el “taylorismo” (la técnica estadounidense de la
“gestión científica”, el CEO) y el “fordismo” (el método estadounidense de
producción masiva en las cadenas de montaje). Ambos sistemas de producción consolidaron
una clase media en Estados Unidos y Alemania con el acceso a bienes que antes
eran considerados de lujo, menos en la URSS. La agenda neoliberal es un regreso
del programa bolchevique con la flexibilidad laboral, sexual y reproductiva:
“nuevos tipos de familia”. Alexandra Kollontai llegó a declarar que la familia
ya no era necesaria por su “desfase histórico productivo” y sus ideas fueron
tachadas de irresponsables en 1923, pero deja ver la mentalidad neoliberal que
subsiste detrás de estas agendas. Si la familia en el capitalismo es una unidad
de consumo, en el comunismo y el neoliberalismo sólo existe como unidad de
producción, la incorporación de las mujeres (y las niñas, niños y mayores) no
es altruista. En la política nada es altruista, todos los miembros son
eventuales trabajadores sin importar la edad y las capacidades. Ni las niñas,
niños ni mayores deberían trabajar, unos en etapa de desarrollo y otros por la
disminución de capacidades, ambos necesitan del Estado y la familia. Las feministas
radicales centran sus críticas en la explotación sexual de la mujer en el
capitalismo, pero olvidan que el régimen puritano comunista trasfería las
energías sexuales a la producción. El modelo neoliberal desplaza las
obligaciones del Estado a la familia al mismo tiempo que la destruye, son
cargas que terminan asumiendo los miembros más débiles. Los neoliberales son
esclavistas y el feminismo es una ideología esclavista cuando reduce la
libertad de las mujeres a las exigencias sexuales, productivas y reproductivas
de los capitales: “Pese a que Lenin sostuvo, en la misma línea que Marx, que el
terror sólo sería empleado contra los restos del viejo orden, en la práctica
éste acabó desatándose especialmente contra los obreros y los campesinos… Desde
el primer momento, el Estado soviético practicó secuestros y ejecuciones en
masa e instaló campos de concentración, elementos todos ellos inexistentes en
el período final de la Rusia zarista. Cuando la revolucionaria socialista Fanny
Kaplan hirió a Lenin en un intento de asesinato cometido el 30 de agosto de
1918, la Cheka –la Comisión Extraordinaria ideada por Lenin tras la Revolución
de Octubre y fundada en diciembre de 1917- recibió la orden de llevar a cabo
una “despiadada campaña de terror masivo”. Fueron ejecutadas centenares de
personas. También se estableció un sistema de toma y retención de rehenes con
el fin de garantizarse la obediencia de ciertos colectivos sospechosos, una
innovación de Trotsky quien instauró los campos de concentración en junio de 1918,
destinados inicialmente a la detención de los combatientes checos hechos
prisioneros por el Ejército Rojo y, posteriormente, a la de los oficiales
zaristas que se negaban incorporarse a filas. Pero la represión pronto se
extendió a los campesinos, sometidos a requisamientos forzosos de grano… A
partir de 1918, un rosario de revueltas campesinas se extendió por gran parte
de Rusia y, al acabar 1921, aproximadamente el 80% de las personas retenidas en
campos de detención eran agricultores u obreros… La represión bolchevique de la
libertad intelectual tuvo también un carácter muy distinto a cualquier otra que
se hubiera practicado con anterioridad en tierras rusas… En otoño de 1922, dos
barcos zarparon de Petrogrado con un pasaje compuesto por algunos de los miembros
más creativos de la intelligentsia rusa
(escritores, filósofos, críticos literarios, teólogos, historiadores, etc.) a
los que Lenin había seleccionado para su expatriación involuntaria” (Gray, pp.
70-73).
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La hoz, el martillo y la Biblia.
La polémica medieval entre güelfos
y gibelinos produjo diferentes conceptos de ley, propiedad, jurisdicción y
gobierno que justificaban o limitaban el poder religioso. Francisco de
Asís repudiaba la propiedad individual entre los hermanos de su comunidad y las
transacciones comerciales. Juan Duns Escoto (1266-1308) postula un estado de
inocencia donde todas las cosas eran usadas en común por derecho natural, pero
no implicaba la propiedad ni la posesión comunitaria, relaciones en la sociedad
civil que no eran naturales, aunque fueran usadas para mantener la paz y el
orden. La tesis franciscana promovía la idea de que Dios había dado el mundo
para su uso en común, ninguna persona ni corporación podía afirmar su derecho
de propiedad en la naturaleza. La Iglesia y el Estado eran administradores,
pero la propiedad pertenecía a Dios. Los dominicos se opusieron, entre ellos
Tomás de Aquino (1225-1274), defendían el uso no podía separarse de la
propiedad porque su transferencia afectaba ambas partes y separan la propiedad
de la jurisdicción para protegerla de las autoridades eclesiásticas y seculares
que quisieran afirmar algún tipo de dominio sobre los bienes. Los franciscanos
denunciaron la riqueza en una Iglesia de pobres y el grupo radical fraticelli fue
combatido y exterminado. La Iglesia plantea el problema franciscano, si no les
ponía freno se descarriaban en su idealismo, si los ponía bajo tutela se
corrompían. Adopta el enfoque dominico para preservar la paz y el orden en la
sociedad civil y Tomás de Aquino fue convertido en santo. El papa Juan XXII
mediante bula afirma que el dominio de Dios sobre la creación era análogo al
dominio humano con la posesión terrenal y que la propiedad justifica el consumo
de bienes y el derecho de uso. Marsilio de Padua (1275-1342) estuvo al servicio
de las grandes familias lombardas de los Della Scala de Verona y los Visconti
de Milán de la facción gibelina y buscó refugio en la corte de Luis de Baviera.
Tesis: el papado era la principal amenaza para la paz de Europa, las recompensas
y castigos religiosos aguardan en la otra vida, en el dominio temporal la
Iglesia está sometida, la jurisdicción y ley coercitiva para alcanzar la paz
pertenecen a la autoridad secular, la soberanía pertenece a una corporación de
ciudadanos. Guillermo de Ockham (1280-1348) fue acusado de herejía por defender
la pobreza apostólica y huyó a la corte del emperador Luis de Baviera. Tesis:
solo hay individuos y los universales son abstracciones, ninguna colectividad
es mayor que la suma de sus partes (sin personalidad corporativa y voluntad
propia), ningún individuo puede reclamar un poder absoluto sobre otro, el
pecado de Adán fue la propiedad y el gobierno (esto es mío), de modo que
pertenecía a la esfera temporal y la autoridad secular. Jacopone da Todi (1278) de la
corriente rigurosa de los espirituales, se opuso al intento de atenuar el rigor
de la regla promovida por la corriente de los conventuales con el apoyo de
Bonifacio VIII, defendió el espíritu originario de la Orden franciscana y negó
la validez de la elección del papa. Jacopone fue excomulgado, condenado a
cadena perpetua y liberado tras la muerte del papa. En 1291 fray Dulcino del
movimiento de los apostólicos, guiado por Gherardo Segarelli, predicaba la
igualdad, la pobreza, la liberación de la mujer, la revuelta contra los abusos feudales
y de la jerarquía eclesiástica. La Iglesia acusa al movimiento de herejía y
quema en la hoguera a Segarelli el 18 de julio de 1300. En 1304 los apostólicos
se refugian en Valsesia, aliados de los insurrectos en la rebelión contra los
señores feudales. Los apostólicos son derrotados y capturados en la Semana
Santa de 1307, los prisioneros fueron ejecutados y fray Dulcino condenado a
muerte. Alemania el centro de dos revoluciones teocráticas que recuerdan
los inicios del comunismo. El sacerdote Thomas Müntzer nacido en Turingia, leía
griego y hebreo, sus creencias combinaban extremismo husita, libertinaje del
tipo “Espíritu Libre” y escatología ortodoxa. Pensaba que el luteranismo era
una traición porque no reformaba la Iglesia, comprometido con el culto al dios
del dinero Mammón. En julio de 1524, en presencia del duque de Sajonia y otros
nobles germánicos, predica un sermón inspirado en el Libro de Daniel con la
idea de que los príncipes se unieran al pueblo en su esfuerzo por derrocar al
Anticristo, el nuevo Vicario de Cristo era el proletariado como nuevo
sacerdocio real que destruiría la Iglesia y el Estado anticristiano para
instaurar el Estado del Jardín del Edén: “Líbranos del mal” (“líbranos del
gobierno anticristiano de los impíos”). Los anabaptistas desconfiaban de Lutero
y de Calvino, los representantes del Anticristo: “Si Gregorio VII, Inocencio II
o Bonifacio VIII habían visto la disputa por el poder mundial como una lucha
entre el Papa y el emperador, o el Papa y el rey, ahora había un nuevo
candidato al cargo de Vicario de Cristo: el proletariado. La reclamación del
poder fue realizada con la misma arrogancia que en su momento demostró Gregorio
VII y estuvo acompañada por una despreocupada aceptación de la violencia como
factor necesario y resultado del mandato divino. Müntzer tenía la marca del
zelota que había provocado la ruina de Jerusalén. Firmaba sus cartas con la
Espada de Gedeón y la frase “Tomás Müntzer, el Martillo”. Era un sacerdote
guerrero bíblico. “Que la espada del santo no se enfríe” era su lema; su signo
heráldico era una cruz roja y una espada desnuda (un ejemplo temprano del uso
de un emblema político ardiente). Lutero era el mero propagandista de las
clases gobernantes, “la carne sin espíritu, acostumbrado a la vida muelle de
Wittenberg”, el doctor mentiroso, el dragón, el archiateo. Los ricos eran
ladrones; la propiedad, un robo; “el pueblo se liberará y sólo Dios será Señor
sobre él”. Müntzer percibió que la guerra de clases sería ganada tan solo
mediante una tremenda y sangrienta convulsión, una especie de apocalipsis
premonitorio antes del verdadero, cuando, como Joaquín había profetizado, las
instituciones humanas decaerían y la parousia señalaría el comienzo del
gobierno eterno y perfecto… Exactamente como Agustín, Müntzer utilizó la
parábola del trigo y la cizaña para justificar la destrucción y la persecución:
“El Dios vivo está afilando su hoz en mí”, dijo funestamente, “de modo que
después yo pueda cortar las rojas amapolas y los acianos azules” (Johnson, p.
354). Müntzer inició su revuelta campesina y fue ejecutado antes de fundar su
comuna. El 25 de febrero de 1534 los extremistas anabaptistas toman el consejo
municipal de la ciudad de Münster y el líder Juan Mathijs anuncia una dictadura
popular cristiana. Los revolucionarios identifican a los impíos luteranos que
son ejecutados y expulsados, fomentan la entrada de refugiados extremistas
anabaptistas que no eran alemanes como guardia privada, la nueva policía del
Jardín del Edén. La agenda revolucionaria incluía el rebautizo de la población entera
en la plaza mayor de la ciudad, la catedral saqueada, los libros quemados y la
“expropiación” con la obligación de entregar el dinero, el oro, la plata, la
vivienda y los objetos más valiosos para “socializarlos” y “redistribuirlos” en
función de las necesidades. Mathijs fue asesinado y sucedido por Jan Bockelson
o Juan Beukels “Juan de Leiden”, hijo de una sierva soltera, asistido por doce
ancianos jueces y una constitución con un nuevo código moral: prohibición de la
propiedad privada y dirección centralizada del trabajo. Todos los libros serían
quemados, excepto la Biblia; la ejecución inmediata para delitos de blasfemia, los
juramentos, el adulterio, la insubordinación, las quejas, casarse con alguien que
no fuera anabaptista y desobediencia. El rey mesiánico Bockelson de “la Nueva
Sión” impuso la poligamia obligatoria y la pena de muerte para las mujeres que
no estuvieran casadas, tenía un harén de esposas menores de veinte años,
pensaba que “las mujeres se imponían por todos lados” y había llegado la hora
del sometimiento. Organizaba competencias para ver quién podía atrapar más
esposas, las que se negaran debían ser ejecutadas y las solteras aceptar al
primer hombre que las eligiera. La teocracia revolucionaria se mantenía con una
propaganda del terror, como las ejecuciones públicas de cuarenta y nueve
mujeres que infringieron el decreto de la poligamia, aunque duró poco tiempo
porque las ejecuciones hicieron que la normativa de los divorcios se relajara y
surgiera una versión del amor libre. En otoño de 1534, Bockelson se proclama
rey mesiánico de Münster con los títulos el “rey de la virtud” y el “gobernante
de la Nueva Sión”, reformó las vestiduras clericales para convertirlas en
atuendos reales, diseñó la joya de la manzana dorada y acuñó su propia moneda
de oro: “LA PALABRA SE HA HECHO CARNE Y MORA ENTRE NOSOTROS”. El rey utilizó la
propaganda religiosa, renombró los edificios y las calles e instauró un nuevo
calendario revolucionario. Bockelson llevó su experimento al siguiente nivel y
envío misioneros apostólicos armados con propaganda impresa en su imprenta y la
idea de formar una confederación de ciudades cristianas. Reinician las
ejecuciones de mujeres y los excesos revolucionarios hicieron que la población hambrienta
pidiera ayuda a las fuerzas de la Iglesia católica para escapar del experimento
fallido. Bockelson negaba la realidad y para distraer a sus súbditos
hambrientos los entretenía con carreras, bailes y teatro, al mismo tiempo que
prohibía las reuniones no autorizadas. En junio de 1535 los sitiadores superan
las defensas de la ciudad, Münster es retomada por el obispo y “Juan de Leiden”
es torturado hasta la muerte con tenazas al rojo vivo en la plaza mayor de la
ciudad: “En la ciudad de Münster, en el noroeste de Alemania, esta explosiva
mezcla dio lugar a un experimento comunista. Durante las primeras décadas del
siglo XVI, la reforma que había desplazado a la Iglesia católica en diversas
partes de Europa, produjo sectas más radicales de lo que jamás podrían haber
imagino Lutero, cuya ideología apuntaba hacia la obediencia al incipiente
Estado moderno, o Calvino, quien ponía especial énfasis en la presencia de unas
estrictas instituciones de gobierno eclesiástico. Entre dichas sectas destacó
especialmente la de los anabaptistas, un movimiento que aspiraba a recuperar
las enseñanzas del cristianismo primitivo. Las sectas que formaban este
movimiento promovían la práctica del rebautismo como símbolo del rechazo por
parte del creyente tanto de la Iglesia como del orden social imperante. A
principios de 1534, tras convertir a un gran número de predicadores, monjas y
laicos, los anabaptistas llevaron a cabo su primer levantamiento armado y se
hicieron con el control del ayuntamiento y el mercado de Münster… Allí se
anunció que el resto de la Tierra sería destruido antes de Pascua y que sólo
Münster se salvaría para convertirse en la Nueva Jerusalén. Los católicos y los luteranos fueron
expulsados, pero quienes se quedaron fueron rebautizados en la plaza mayor de
la ciudad. La catedral fue sometida a saqueo y sus libros, quemados.
Posteriormente, se prohibieron todos los libros, salvo la Biblia y se adoptaron
las primeras medidas encaminadas a la instauración de la propiedad colectiva:
Había que entregar el dinero, el oro y la plata, y las puertas de las casas
tenían que mantenerse obligatoriamente abiertas en todo momento… En otoño de
1534, Bockelson se autoproclamó rey de Münster… Renombró las calles y edificios
de la ciudad e instituyó un nuevo calendario (una innovación que también
seguirían, siglos después, los jacobinos)” (Gray, pp. 28, 29).
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Los liberales y los neoliberales.
La
esclavitud es una institución antigua, pero fue en Babilonia, Grecia y Roma donde
estuvo ligada a la esclavitud de deuda con la privatización del Estado:
actividades bancarias e inversiones, préstamos, hipotecas, cuotas y fianzas,
compañías comerciales y sociedades de negocios. Las reformas de Solón de 594 a.C., abolieron la
esclavitud de deuda y los préstamos que tuvieran por garantía a la persona,
limitados en el código Hammurabi a tres años. En el siglo XX Japón era como la
Babilonia del siglo XVIII a.C., legalizaban la prostitución de deuda de las
hijas, aunque fueran los padres los deudores. A nivel internacional la
prostitución es ilegal, pero no la esclavitud de deuda. El modelo neoliberal
nació en la Babilonia de Hammurabi en 1750 a.C., 3724 años antes de que
Friedrich Hayeck recibiera el Premio Nobel de Economía con el anuncio
de la muerte del keynesianismo y la era neoliberal en 1974. El modelo liberal en la
democracia griega de los productores del siglo VI a.C. 2297 años antes de la
revolución del Gran Oriente de Francia en 1789. Los principios del liberalismo
económico desarrollados por los jurisconsultos dominicos y jesuitas de la
Universidad de Salamanca del Siglo de Oro en el siglo XVI, tres siglos antes de
la escuela austriaca de economía fundada por Carl Menger en 1871. La eliminación
de la apropiación extraeconómica por medio del poder político o la dependencia en las reformas de Solón de 594
a.C., 1819 años antes de que los dominicos separaran la propiedad de la
jurisdicción para protegerla de las autoridades eclesiásticas y seculares que
quisieran afirmar algún tipo de dominio. El modelo de la república romana en 256 a.C., cuando ya controlaba la
mayor parte de Italia al sur del río Po, 1356 años antes de las repúblicas
italianas altomedievales. La evolución de las ideas no responde a las
expectativas de la Ciencia Política. Las igualitarias, lo siento Amelia
Valcárcel y Rosa Cobo Bedía, se autoengañan cuando venden la igualdad como una
idea moderna, los orígenes de la igualdad son imperiales. La expulsión de la
ciudadanía activa por la pertenencia pasiva a una comunidad cósmica imaginada
(“igualdad y hermandad humana”) en el imperio alejandrino, que tuvo como
respuesta el recogimiento de la escuela hedonista del placer y epicúrea de la
felicidad. Los relatos de los organismos supranacionales son alejandrinos. La pornografía
no es hija del capitalismo, sino del recogimiento político, las escuelas
escapistas y la extracción económica esclavista. La sexología es el reemplazo
de la ciencia política, y la deconstrucción del cuerpo y la mente de la
construcción de ciudad. Mientras los esclavistas aumentan su capital, los
esclavos sólo piensan en escapar de la realidad. Los liberales se autoengañan
cuando equiparan libertad personal con libertad de mercado, la evidencia
histórica señala lo contrario. La Edad de Oro de la democracia
griega fue la Edad de Oro de la esclavitud, el número de
esclavos debía rondar la cifra de 110.000, en el Ática, de 310.000 habitantes,
de los cuales 172.000 eran ciudadanos libres y sus familias. En la última época de la
república romana las diferencias de renta entre ricos y pobres se dispararon en
20.000 a 1, cuando después de la guerra del Peloponeso en Grecia sólo era de
100 a 1, gracias a una serie de mecanismos como la explotación y la corrupción
al interior de sus propiedades, la usura, el comercio con la propiedad y los
contratos con el gobierno: “Aquí radica la gran diferencia entre la democracia antigua y la
moderna. En la actualidad, hay un sistema de apropiación que no depende de las
desigualdades jurídicas o de la desigualdad de derechos políticos. Se trata del
sistema que denominamos capitalismo, un sistema en el que las clases
apropiadoras y productoras son libres e iguales ante la ley, en el que la
relación entre ellas es, se supone, un acuerdo contractual entre individuos
libres e iguales, y en el que incluso es posible el sufragio universal sin que
afecte, de manera fundamental, a los poderes económicos del capital. El poder
de explotación en el capitalismo coexiste con la democracia liberal, algo que
hubiera sido imposible en cualquier sistema en el que la explotación dependiera
de un monopolio de los derechos políticos. La razón de que sea posible es que
el capitalismo ha creado nuevas constricciones puramente económicas: la carencia de propiedad de los trabajadores –o, más en
concreto, su falta de propiedad de los medios de producción, los medios de
trabajo- que los obliga a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario
simplemente para acceder a los medios laborales y obtener los medios de
subsistencia, y, asimismo, las exigencias del mercado, que regulan la economía
y hacen cumplir ciertos imperativos de competencia y maximización de los
beneficios… La ciudadanía actual, en las condiciones del capitalismo, puede que
sea más inclusiva, pero sin duda no alcanza a significar tanto para los
ciudadanos comunes y corrientes de nuestros días -aun en las formas más
benignas del capitalismo que han moderado los imperativos del mercado- como
llegó a significar para los artesanos y los campesinos atenienses. La
democracia ateniense tenía muchos defectos y grandes imperfecciones; pero en
este sentido, fue mucho más lejos que la nuestra” (Wood, pp. 62, 63, 64). En
1711 fundación de la SSC South Sea Company (“Compañía de los Mares del
sur”) por Robert Harley, primer conde de Oxford y Mortimer y Lord Tesorero del
gobierno británico. La SSC prometía el monopolio del comercio con las colonias
españolas en América del Sur. El cambio de £10.000.000 en bonos del tesoro
contra acciones a una tasa de interés del 6%, una renta perpetua para los
inversores. Ante el lento crecimiento, Harley retoma la costumbre de las altas
esferas del poder, contratar periodistas y redactores para difundir sus ideas
en los cafés, el centro de encuentro de escritores, emprendedores y corredores
de bolsa. A partir de 1717 diseña una campaña de medios (prensa, panfletos,
octavillas) para divulgar rumores infundados sobre el valor del comercio
británico en el continente americano, desatando la especulación de las
acciones. La idea de que cualquiera podía volverse rico invirtiendo en el
mercado de valores, uno de los timados fue Isaac Newton. En 1720 las acciones
subieron de £128 a £1.050 (de enero a junio). A partir de septiembre, el precio
se desploma a £175: “Burbuja de los Mares del Sur”. En 1721 una investigación descubrió
una serie de engaños y sobornos en los que estaban implicados los responsables
de la empresa y los funcionarios del gobierno. En el mismo año estallaron
“Burbujas” con la venta de bonos estatales en Ámsterdam y París (Compañía del
Mississippi de John Law). En Francia resultado de un experimento al introducir
los billetes como moneda papel de cambio: la obligación ciudadana de entregar
su oro y plata a cambio de billetes, la especulación del precio de los
billetes, una sobre impresión de billetes y el acaparamiento de la gente para
cambiarlos por oro. Los bancos tuvieron que cerrar para que la gente no
intentara cambiarlos, hasta devaluarlos. En 1773, sir John Barnard, miembro del
Parlamento, presentó un proyecto de ley con apoyo de todos los partidos para
ilegalizar “la infame práctica de la especulación”. En 1757 la obra Postlethwayt´s
Universal Dictionary of Trade and Commerce (Diccionario Universal de
Industria y Comercio de Postlethwayt) condena a “esos embaucadores a quienes
llamamos corredores de bolsa”. En 1771 José de Pinto en Traité du crédit
et de la circulation (Tratado del crédito y de la circulación), reúne las
acusaciones que se hacían contra los corredores. Las guerras y las crisis
financieras hicieron que España y Gran Bretaña tuvieran que resolver la reforma
fiscal en el siglo XVIII-XIX. La crisis financiera de Francia en 1783 acabó con
el gobierno absolutista de Luis XVI en 1788. Gran Bretaña había decidido
financiar sus guerras mediante la deuda. Entre 1779-1783 la deuda británica de
670 201 millones de reales y la de España 101 596 millones. En 1789-1793 la
británica 951 925 millones de reales y la de España 44702 millones. En 1797 el
Banco de Inglaterra dejó de pagar en efectivo y la solución británica fue un
impuesto sobre las rentas personales (el ISR), el income-tax concebido inicialmente temporal, aumentando de £1,67 millones hasta £14.6 millones en 1814.
Entre 1802-1804 y 1805-1897 los ingresos reales españoles de las Indias se
redujeron de 193 millones de reales a 28 millones. El ministro de Hacienda
Diego de Gardoqui aconsejaba pedir préstamos a los banqueros de Ámsterdam,
establecer nuevos impuestos y movilizar los recursos de las tesorerías
americanas. En 1792 se abandona la idea de establecer un impuesto directo sobre
los productos de primera necesidad que afectaban a los labradores y los
artesanos. En la guerra de 1779-1783 el gobierno opta por emitir bonos de papel
conocidos como vales reales para
garantizar créditos contra los ingresos del Estado, dirigidos a los
comerciantes y empleados públicos. Para mantener la confianza se crea el primer
banco de España, el Banco Nacional de San Carlos, en 1782, para redimir los
vales. A la muerte de Carlos III en 1788, el gobierno había emitido vales con un valor de 550 millones de
reales y la obligación de cubrir intereses por unos 22 millones de reales. La
guerra con Francia y la depreciación de los vales
reales obligó a Carlos IV el 19 de septiembre de 1789 a apropiarse de un
considerable número de propiedades eclesiásticas para generar ingresos que
garantizaran los vales reales. El
inicio de una política de desamortización, el origen de la legislación liberal
de 1836 y 1855: “Los decretos de Carlos IV suministraron un claro precedente
para las acciones liberales. Siguiendo la terminología que se usaba en la
Revolución francesa, describían las propiedades eclesiásticas expropiadas como
bienes nacionales. El gobierno se proponía poner en subasta esas propiedades en
el mercado libre… La abolición de la sociedad estamental iniciada por la
generación de 1810 era una acción revolucionaria. El cambio en los grupos
sociales en el centro del poder político hizo que fuera posible esa revolución.
Y sin embargo al mismo tiempo el liberalismo no contemplaba, y menos aún daba
la bienvenida a una revolución en términos sociales. La revolución liberal
seguía siendo estrictamente constitucional, legal y fiscal: nunca propuso
transferir la riqueza y el poder a la masa de la población española. En donde
sí ocurrieron traslaciones de riqueza y de propiedad, redundaron en beneficio
de los que ya poseían tierras y capital, esto es, de aquellos capaces de sacar ventaja
de la liberación de las propiedades corporativas en el mercado libre. La
defensa de la empresa privada y del derecho a la propiedad continuaban en el
primer plano en el pensamiento liberal… Las Cortes introdujeron los conceptos
de soberanía del pueblo, de nacionalidad, de igualdad ante la ley, de gobierno
representativo, de libertades civiles y de supremacía del poder civil, que eran
los principios clásicos del liberalismo. Los liberales, no obstante, tenían
otros objetivos que en numerosos aspectos señalaban hacia una dirección
opuesta: la centralización administrativa, la reconstrucción del Estado, la
utilización del poder del Estado para proteger a los dueños de la propiedad
privada y del capital, el predominio político de los profesionales y, en una
época posterior, la burguesía empresarial y la adopción de una política
económica fundada en el libre juego de las fuerzas del mercado. Aquí,
igualmente, se encuentran las raíces de las teorías económicas y sociales de la
ilustración posterior” (Hamnett, pp. 111, 116, 139).
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Los ilustrados nazis.
Publius Cornelius Tacitus o Cornelio Tácito, un destacado senador
romano e historiador de la literatura latina, autor de De origine et situ
Germanorum (“Del origen y costumbres de los pueblos
germánicos”) de 98 d.C. La Germania copiada a mano en el
Códice Aesinas en el siglo XV, basado en textos griegos y romanos, describe un
pueblo indígena puro, guerrero y noble, de cuerpos grandes y fuertes que se
contentaban con una mujer y no se mezclaban con otras naciones. Los germanos
amaban la libertad, castigaban severamente los vicios y las infidelidades. Elegían
a sus capitanes por el valor y tenían un código de honor basado en la fidelidad
y la lealtad. Portadores de la nobleza, la sencillez, la austeridad, la igualdad,
la libertad y la armonía con la naturaleza. Para el imperio romano las
tribus germanas habían salido de la cueva y se aferraban a un estilo de vida
prehistórico donde la naturaleza, la familia, la guerra, el honor y la lealtad
les daban todo. Eran buenos salvajes que se aferraban al derecho natural que no
había sido corrompido por las nociones de progreso que habían robado la igualdad
y la libertad a los otros pueblos, habían aprendido a vivir de forma sencilla y
austera con lo que les daba la naturaleza, todo lo decidían en asamblea de
forma igualitaria y su gobernante tenía que convencerlos a todos porque no
trataba con súbditos, sino con hombres libres: el origen del parlamento inglés
en el siglo XI. La descripción de los germanos empata con el modelo de virtud
espartana y la kalokagathía
platónica. Los espartanos hicieron a un lado la ostentación, la riqueza, el comercio, la artesanía, los metales preciosos, las
monedas de oro y plata, las letras y las artes. Platón por clase pertenecía a
la oligarquía de los ricos, pero su modelo era la timocracia espartana. La unión
de kalón “bello” y agathós
“bueno” de la kalokagathía para la persona de aspecto digno, valor,
estilo, habilidad y evidentes virtudes deportivas, militares y morales. El
antecedente del caballero medieval y el gentleman anglosajón. Las virtudes de la Germania eran motivo de admiración para Tácito que las comparaba
con la decadencia del imperio romano y un sistema donde el silencio, la
desconfianza, la competencia y la conveniencia lo movían todo. El autor estaba
desesperado por demostrar que se podía ser virtuoso en tiempos inhumanos y
contrarios a la virtud, y tenía buenas razones porque era un agudo crítico de
Roma al tiempo que admitía ser beneficiario por honestidad intelectual: “Tácito
despliega con cierto detalle ante el lector la vida en las tierras germanas,
tanto en la forma que esta adopta en la vertiente privada como en sus aspectos
públicos, explayándose particularmente en el análisis de aquellos valores
humanos por los que muestra un peculiar interés: la libertad, el valor, la
moral y la sencillez. Todas estas virtudes siguen pudiendo encontrarse, al
parecer, ya que no en Roma, sí al menos en la Germanien. Aunque a menudo de forma únicamente implícita, toda la
crónica de Tácito se halla recorrida de punta a cabo por la antítesis que puede
observarse entre la vida romana y la existencia de los germanos. Los habitantes
de esas tierras no conocen “el estilo ostentoso”, como demuestra su
rudimentaria habitación, su mínimo armamento y los utensilios de que se valen,
cuyo carácter es meramente funcional... En ese territorio resisten la tentación
del lujo y del vicio que este conlleva: la decadencia. La danza de las espadas
es el único espectáculo que conocen, mientras que los banquetes opulentos y
lascivos ocurren únicamente en Roma. Y como la sencillez fortalece la moral y
la ausencia de tentaciones evita el descarrío, los casos de adulterio son tan
raros como severo es su castigo... Entre estas gentes del norte “ninguno se ríe
de los vicios, ni se llama siglo el corromper y ser corrompido”. No son “ni
astutos ni sagaces” y muestran un temor reverencial ante “la magnitud de las
fuerzas celestes”, a las que en consonancia con esa veneración rinden culto en
vastos espacios abiertos. Están además dispuestos a entregar la vida en nombre
del honor y la lealtad... “Y si acaso el príncipe queda muerto en la batalla,
el que de sus compañeros sale vivo de ella (es considerado) infame para
siempre.” Casi dos mil años después, los miembros de las SS harán gravar este
lema germánico en sus hebillas: Meine Ehre heisst Treue (“Mi
honor es la lealtad”)” (Krebs, pp. 42, 43, 44). En 1451 la Germania reaparece cuando Enoch de
Ascoli es enviado por Nicolás V (Tommaso Parentucelli) para buscar y traducir
manuscritos que se creían perdidos y encuentra la obra latina en la Iglesia
benedictina de San Galo en Praga. El 15 de octubre de 1454, Eneas Silvio Piccolomini,
cardenal de Siena, pronuncia La pérdida de Constantinopla y la
preparación de la guerra contra los turcos en la Dieta de Fráncfort,
para arengar a los alemanes a unirse a la cruzada con pasajes de la Germania, donde instaba a tomar
conciencia de que eran los herederos legítimos del poder romano. En 1470 el
clérigo Giannantonio Campano para convencerlos de tomar las armas y combatir al
enemigo con un doble discurso, para la masa la grandeza del pueblo indígena
puro, en las cartas privadas la barbarie y el desprecio que sentían los romanos
por los alemanes, calificados de “flatulentos y brutos en la mesa”. En 1496
Siena se convierte en cuna del renacimiento alemán y la Historia de
Alemania de Pío II lo hace uno de los autores más leídos. En 1500 sale
la segunda edición de la Germania en
Viena y las ediciones latinas de los Anales de Tácito que
rescatan la historia de Arminio de la tribu celta querusca, una pequeña
tribu que vivía entre los ríos Ems y Weser, en el norte de Alemania. Hermann
“el germano” venció tres legiones de Publio Quintilio Varo de la Germania
inferior en la Batalla del Teutobergienses Saltus en 9 d.C. En
su infancia los romanos vencieron a su tribu y la de los eburones y los
tréveros, tomado en garantía por ser hijo del líder para garantizar la paz y
educarlo con la mentalidad romana para regresar a gobernarlos. Arminio recibió
la ciudadanía romana y los privilegios de un patricio para que disfrutara los
beneficios de pertenecer al imperio, obtuvo el grado de capitán y participó en
las campañas de las legiones. En una visita a su pueblo, en el mercado local,
vio el maltrato a los suyos y aprovechó su posición para reunirse con líderes
queruscos y preparar la emboscada de las legiones de Varo en el bosque de
Teutoburgo, cuyos sobrevivientes en el cuarto día prefirieron suicidarse para
evitar caer en sus manos al ver el desfile de cabezas clavadas en los árboles.
Arminio se convirtió en el héroe de Alemania, el primero que venció una legión
desde una posición patricia al renunciar a un estilo de vida privilegiado. Los
humanistas alemanes lo consideraron un símbolo de la guerra y amante de la
libertad en el siglo XV y XVI. El humanista Ulrich Von Hutten (1488-1523) de
cuna aristocrática que podía datar su nobleza desde el siglo X, lo eleva de
guerrero a héroe en Arminius, le dedican 76 óperas entre 1676
y 1910 y la construcción de un enorme monumento en su honor en Teutoburgo. Jean Jacques Rousseau (1712-1778) defendía
la naturaleza y el primitivismo del buen salvaje contra la artificiosidad
urbana. Charles-Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu
(1689-1755) asociaba las condiciones geográficas y climáticas, los usos y
costumbres regionales, y las instituciones políticas y religiosas. Los germanos
salían ganando, vinculaba el aire gélido del hemisferio norte con el desarrollo
del coraje y la sinceridad, el equilibrio de poderes del parlamento, la
restringida libertad de los reyes, la elección de los caudillos en función de
la virtud, la libertad frente al absolutismo. El nazismo es hijo de la
ilustración. En 1746, el rey de Dinamarca, Federico V, aspiraba transformar el
reino en un centro de las artes. En las décadas de 1750 y 1760 invita a formar
parte de su entorno a un gran número de literatos célebres, y en 1752 nombra a
Paul Henri Mallet (1730-1807) como el profesor real de las bellas letras
francesas. En 1755 Mallet publica Introduction à L´histoire du
Danemarch où I´on traite de la religion, des moeurs, des lois, et des usages
des anciens Danois (“Introducción a la Historia de Dinamarca, en la
que se aborda el estudio de la religión, las costumbres, las leyes, y los hábitos
de los antiguos daneses”), donde resurgen los cimbrios como los fundadores de
Dinamarca. En 1756 Mallet publica un segundo volumen titulado Monuments
de la mythologie et de la poesie des Celtes, et particulièrement des anciens
Scandinaves (“Monumentos de la mitología y la poesía de los celtas, y
particularmente de los antiguos escandinavos”), obra en la que considera que
los celtas brotan del mismo árbol del pueblo germano, también recurre a la
Germania de Tácito y las obras de Montesquieu, pero con la diferencia de
promover que los escandinavos son los representantes de lo nórdico. Federico V
queda complacido al enterarse que Escandinavia era la madre de Europa y la cuna
de las monarquías modernas. Mallet provoca una revolución al traducir al
francés los Edda islandeses, una colección de mitos nórdicos
de los dioses capitaneados por el buen salvaje Odín. En 1853 el aristócrata
francés Arthur de Gobineau publica El Ensayo sobre la desigualdad de
las razas humanas, una tirada de 500 ejemplares con la tesis de que el
mundo está habitado por tres grandes tipos humanos que se distinguen por el
color de la piel: el negro, el amarillo y el blanco, el tercero con el
monopolio de la belleza, la inteligencia y el poder. El mestizaje producía
distintos tipos de seres humanos y el subtipo ario había fundado el Imperio
Persa, Roma, Grecia y el Sacro Imperio Romano Germánico. Gobineau basaba sus
ideas en el científico Johann Friedrich Blumenbach que no era racista, pero
seguía la escuela de la “craneometría” que sugería la degeneración de la raza
por el mestizaje, dado que los enormes cuerpos habían desaparecido de Alemania.
El ensayo de Gobineau llegó a manos de Richard Wagner en 1870, que se reunió
con el autor en Roma y Venecia, convertido en promotor de tiempo completo de la
cultura völkish: Tristán e Isolda, los maestros cantores de
Nuremberg, la tetralogía del anillo del nibelungo, el oro del Rin, Sigfrido, el
ocaso de los dioses, Parsifal, la Valkiria: “Al sostener elogiosamente que
todas esas hazañas eran específicamente escandinavas, Mallet aprovechaba la
circunstancia de que en el “norte” cupiera incluir tanto a los germanos como a
los escandinavos. Según mantiene en su Introducción de la Historia de
Dinamarca, los cimbrios, una conocida tribu germánica, habían penetrado en
territorio danés para asentarse en él y convertirse en los futuros padres
fundadores de la estirpe... Los Edda, una colección de textos de
poesía y prosa escritos en noruego antiguo, habían sido compuestos en la
Islandia del siglo XIII (aunque algunos de ellos fueran todavía más antiguos).
Estos fragmentos están repletos de mitos nórdicos que hablan de unos dioses
capitaneados por Odín, dominador de Asgard, y de distintos héroes, como Sigurd
(o Sigfrido), el matador de dragones... El texto nórdico causó sensación entre
los lectores francófonos de toda Europa. Llevaba tiempo reiterándose que la
alternativa estética a la sutileza y a la sofisticación se encontraba en lo
primitivo y lo primordial. Y además, Jean-Jacques Rousseau acababa de defender
en varias de sus obras que el estado original del hombre, junto con su cultura
natural y primitiva, constituían un paradigma preferible a la artificiosidad
urbana... La poesía de contrapunto a los clásicos estaba a la orden del día. Y
los Edda, con sus cantos telúricos de rima consonante encajaban
perfectamente en ese esquema” (Krebs, p. 177, 178).
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Los melancólicos románticos.
El movimiento romántico moderno fue la antítesis del
Renacimiento neoclásico, ambos consideran que cualquier tiempo pasado fue
mejor, pero mientras los neoclásicos ubican ese pasado en el mundo griego con
el racionalismo contra el fanatismo de la tradición, los románticos lo ubicaban
en el medievo y los tiempos primitivos contra el exceso de racionalismo
iluminista. La modernidad temprana es racionalista y la modernidad tardía
romántica es irracionalista o posmoderna, ambas buscan su Edad de Oro en el
pasado. La primera nos dio el Renacimiento italiano y alemán y la ilustración,
la segunda brotes gnósticos contrailustrados en el comunismo (tiempos
primitivos, edad antigua) o ilustrados en el nazismo (medievo). Los románticos
fueron antiplatónicos (imperio de los sentidos) que hoy llamaríamos
“progresistas” o “reaccionarios”, los primeros deconstructores del arte: la
promoción de la imaginación como elemento creativo o forma de conocimiento en
lugar de la inteligencia, la razón y la moral; la sublimidad del displacer
(fealdad, estremecimiento, inquietud, inadecuación) contra el canon clásico de
la belleza (placer del orden, proporción, armonía, simetría); la subjetividad
(expresión individual) contra la objetividad; el nacionalismo y el patriotismo
desde la identidad nacional (hijos de la nación) contra la universalidad. Los
románticos se liberan de las reglas académicas o las subordinan con una
diversidad de estilos que promueven la expresión subjetiva: el estilo, la
ironía romántica, la evasión de la claridad y la definición, la influencia del
arte barroco, los fines expresivos sobre la precisión formal, el dinamismo. Los
temas del romanticismo tocaban los estados del ánimo y los sentimientos
(soledad, angustia, nostalgia, abandono, amor, locura, pasión, miedo, terror),
la muerte (suicidio), la historia (valores políticos libertarios y
nacionalistas del romanticismo americano y francés, héroes pasionales y
trágicos), los paisajes (naturaleza, mundo interior del sujeto), el universo
literario mítico y legendario (elementos fantásticos, criaturas maravillosas,
bestias, mitologías alternativas), la cultura popular (sinónimo de identidad
nacional, mágico religioso, caos), la nostalgia de la fe y la espiritualidad
(el pasado medieval y los tiempos primitivos), el aborigen americano (unidad
entre el ser humano y la naturaleza, el buen salvaje), asuntos exóticos
(orientalismo). A manera personal comparto varias de las características sin el
nihilismo, tanto los modernos o primeros románticos y los posmodernos o
segundos románticos fijan sus utopías o paraísos terrenales en otros tiempos.
El avance científico no se corresponde con el estado cultural. El atractivo de
las sectas es el rescate de los paraísos perdidos, la agrupación de utópicos o
fanáticos. Las sectas aparecen cuando el presente es insoportable, la ausencia
de proyecto político o muerte del discurso. Los utópicos viven su ideología en
otra época: los ocultistas en Egipto, los renacentistas en la Grecia Antigua,
los fascistas en el Imperio Romano, los nazis en la Grecia Antigua, la Germania
Romana o Suecia Vikinga, los liberales en la Antigua Grecia, los
neoliberales y eunucos en Babilonia, los indigenistas en la Edad Antigua y el
Medievo. El comunismo, el socialismo, el anarquismo, el feminismo y los
LGBTTTIQA en las sectas heterodoxas medievales que pretendían resucitar el
Jardín de Edén donde no existía la Iglesia, la familia, la propiedad ni la
reproducción. El todo para todos, pero en sexo anal. Utopía siempre es pasado y
vive del pasado porque no tiene futuro: “La utopía no siempre ha tenido un
carácter revolucionario o, siquiera político (al menos, no abiertamente). En
muchas culturas y a lo largo de la mayor parte de la historia. La humanidad ha
vivido obsesionada por la idea de una sociedad perfecta, pero la ha
interpretado como el recuerdo de un paraíso perdido antes que como una visión
de un futuro alcanzable. Platón situó su república ideal en una edad de oro
anterior a la historia, y, hasta hace apenas doscientos años, las sociedades
perfectas imaginadas solían estar emplazadas en un pasado irrecuperable, cuando
no en lugares distantes no recogidos en mapa alguno. Tomas Moro, autor de
Utopía (1515) -término por él acuñado con el doble significado de “lugar bueno”
y “lugar inexistente”- ubicó su comunidad imaginaria en un país muy lejano.
Pero incluso cuando la idea de utopía ha sido utilizada como instrumento de
reforma social, no siempre ha sido con fines revolucionarios. Muchos utópicos
no han pretendido cambiar radicalmente la sociedad, sino crear una comunidad
ideal que la sociedad pudiese usar como modelo. El utopismo fue un movimiento
de retraimiento del mundo antes de que se convirtiera en un intento de rehacer
ese mundo a la fuerza… Berlin tiene razón cuando afirma que uno de los rasgos
centrales de todas las utopías es el sueño de una armonía final y definitiva,
tanto si cree que los seres humanos no cambian (como sucede en el caso de
Platón) como si se piensan que evolucionan (como sucede en el caso de Marx), y
tanto si la naturaleza del fin al que se aspira se llega a conocer a través del
descubrimiento científico de unas leyes naturales como si se acepta como
artículo de fe, las utopías dejan atrás los conflictos que tan normales
resultan en la vida humana…Una existencia desprovista de conflictos es algo
imposible para los seres humanos y, siempre que se intenta conseguir, el
resultado acaba siendo intolerable para ellos. Si se cumplieran los sueños
humanos, el resultado sería peor que cualquier utopía frustrada. Por fortuna,
los mundos idílicos imaginados nunca llegan a materializarse” (Gray, pp. 30,
31, 32, 33). Los románticos revolucionarios eran como los deconstructores del
siglo XX o los posmodernos del siglo XXI, los más importantes venían de buenas
familias, eran juniors. Salvo ellos, la
mayoría bohemia no tuvo esposa, familia, amigos, casa, propiedades, reconocimiento
y murieron en el anonimato. El romántico André Chénier revivió un nuevo
helenismo y fue guillotinado por Robespierre a los 31 años. El club británico de
los poetas muertos conformado por los románticos John Kets, Percy Bisshe
Shelley y Lord Byron. John Kets fue despreciado en vida y murió de tuberculosis
a los 27 años; su amigo Percy Bisshe Shelley, esposo de Mary Shelley, tuvo una
familia llena de suicidios, fue vetado por sus ideas y murió ahogado en una
tormenta en el mar Tirreno a los 29 años; su amigo Lord Byron encendió su pira
funeraria y murió dos años más tarde de fiebre en Grecia cuando andaba de
revolucionario a los 34 años. Mary Wollstonecraft, libró la miseria por su
talento, criticada por casarse después de promover la abolición del matrimonio,
perdió amistades por su traición teórica y murió en parto al dar a luz a Mary
Shelley a los 38 años. Mary Shelley vivió llena de deudas, a la muerte de su
esposo se dedicó a la escritura con el éxito de Frankenstein, pero tuvo mala salud y murió de un tumor cerebral a
los 53 años. El romántico Nietzsche no tuvo reconocimiento, pero sí decepciones
teóricas y amorosas, pocos amigos, ayuda económica, mala salud, colapso mental,
instituciones psiquiátricas y murió a los 55 años. El romántico Novalis, viudo
temprano que murió de tuberculosis pulmonar a los 28 años. El romántico Kleist
no gozó de fama y se suicidó de un disparo en la cabeza a los 34 años. El dramaturgo
Oscar Wilde alcanzó la fama, pero abandonó Irlanda cuando su pretendida se casó
con Abraham “Bram” Stoker y huyó a Inglaterra cuando fue acusado de
homosexualidad. Estuvo preso y murió en la indigencia en París a los 46 años.
Maurice Joly no tuvo reconocimiento, vivió en la pobreza y se suicidó de un
disparo en la cabeza a los 49 años. El romántico Schubert nunca pudo
mantenerse, vivía en casa de sus amigos, no tuvo pareja duradera ni hijos, no
pudo estrenar ni publicar ninguna de sus obras y murió de sífilis a los 31
años. El rey de los juniors, Giacomo
Leopardi, venido a menos por la dilapidación de la fortuna familiar en los
libros, que lo hicieron un erudito porque los jesuitas no tenían nada que
enseñarle; su obra refleja la melancolía y el pesimismo cuando la enciclopedia
francesa destruyó su fe religiosa, sufrió de ceguera temprana, casi es enterrado
en la fosa común y su amigo Antonio Ranieri pagó su tumba a los 38 años. El
romántico masón Aleksandr Griboyedov tuvo una vida turbulenta con obras
censuradas, participó en complots, duelos y bacanales. En un conflicto de la
embajada rusa en Teherán, su cuerpo fue arrastrado por tres días y reconocido
por una mano desfigurada a los 34 años. El masón Alexander Pushkin tuvo fama y
una vida bohemia con ideas radicales, libró el destierro a la Siberia por ayuda
de sus protectores, vio caer a sus amigos poetas revolucionarios, sufrió la
censura y la envidia y murió en duelo a los 37 años. La novelista Virginia
Woolf tuvo fama, pero vivió con depresiones y se suicidó a los 59 años. Lo
contrario del masón Goethe que tuvo esposa, hijos, una gran casa con una enorme
colección de arte, amigos, éxito social y relaciones en la Corte de Baviera.
Paquete del éxito que rechazó el poeta Hölderlin con estudios que lo hubieran
hecho ministro de Iglesia con una carrera eclesiástica y política, compañero de
clase de Hegel y Schelling, y conocido de Goethe, Herder y Schiller. Hölderlin
en lugar de ser un burócrata de la religión, asumió una misión profética como
un instrumento de Dios y no como autor de su obra, con calcetines remendados y
ropa vieja. Los suicidas intelectuales saben que la vida es corta y la obra
justifica cualquier penalidad, la escena bohemia está dominada por los juniors que pueden aspirar a la
inmortalidad sin sufrir sus penalidades económicas, a pesar de la mala salud y
muertes tempranas por su espíritu dionisíaco. Ello hace más grande la figura de
Hölderlin que tuvo una larga vida en la pobreza al grado de vivir de la caridad
para no corromper su arte y trascender a todos los románticos con una esquizofrenia
catatónica hasta los 73 años. Jesús, Mahoma y Sócrates tuvieron ministerios no
asalariados porque tenían mecenas para no corromper el arte de la palabra:
Jesús con su esposa María Magdalena, Mahoma con su esposa Jadiya bint Juwaylid,
Sócrates con sus amigos aristócratas. El furor divino de Pteros separa a los
nihilistas positivos de los negativos porque la cosecha es distinta: Sócrates
asumió la muerte con filosofía al beber la cicuta voluntariamente y dar cátedra
en lo que llegaba, la alegría de Jesús al cumplir la profecía con un reino de
los cielos que barrería los reinos de la tierra (medievo). Los melancólicos no
tienen esa esperanza al sembrar para sí mismos: “Hacia el final del De Amore,
Ficino aborda la compleja y ambivalente personalidad del melancólico saturnino,
pero es en su De triplici vita donde escribe con mayor detenimiento la
influencia de tan grandísimo dios, capaz de conducir a lo más sublime, pero
también capaz de arrastrar, por la fuerza de su magnetismo negativo, a la
destrucción. El melancólico es sublime, genio, artista, pero de igual manera,
su influencia astrológica puede conducirlo a lo perverso, a la locura y a la
bestialidad. Es a esta inclinación a la locura, y no al furor, a la que el
estudioso, el teólogo, el filósofo, hijos predilectos de Saturno, deben estar
atentos; sometidos a las tortuosidades e inquietudes de la creatividad
saturnina, el melancólico debe tomar conciencia de los peligros de su condición
para lograr, con inteligencia y un buen tratamiento curativo, atravesar como
Ulises sordo al canto de las sirenas, el tormentoso mar de la actividad
intelectual sin caer en los pantanos de la enfermedad y la insania” (Cohen, p.
129).
Marie Schönmann © |
El exorcista.
En Grecia el desequilibrio de los cuatro humores corporales dominaría la práctica de la medicina durante más de dos milenios: la sangre, la bilis negra, la bilis amarilla y la flema. Aristóteles no admite la existencia de los demonios y deriva todos los efectos de una causa natural, la razón que lo lleva a centrar los fenómenos del sueño dentro de la mente, sin contacto sobrenatural con ninguna divinidad ni espíritu. Antonio de Torquemada en Jardín de flores curiosas (1575) expone la postura tomista de los aristotélicos: “Y quando estos philosophos eran preguntados, que mal era el de los que estauan endemoniados, dezian que era vna passion que procedia de humor meláncolico, y que la melancolía puede hazer aquellos effectos” (Torquemada, pp. 228, 229). Los peripatéticos negaban la existencia de los demonios y explicaban las posesiones con la melancolía. La escolástica medieval otorgaba al demonio la capacidad de accionar en el marco de la naturaleza, de los cuerpos celestes y sus aliados. En octubre de 1348 Felipe VI de Valois (1293-1350) pide a la Facultad de Medicina de París la redacción de un documento oficial sobre las causas de la peste negra y los medios para preservarse. Los médicos redactan la causa natural de la epidemia: “La conjunción en el grado 14 de Acuario de tres planetas superiores (Júpiter, Saturno y Marte), el 20 de marzo de 1345, pues por la entrada de Marte (Nergal), planeta maléfico, en el signo del León en el 6 de octubre de 1347 y su encuentro con la cabeza del Dragón (Marduk)”. De la explicación escolástica se deriva la invocación de los astros, el lenguaje es mágico, pero basado en relaciones naturales de causa y efecto. Girolamo Menghi, autor de Compendio sobre exorcismos (1595), comparte la tesis de que los demonios sólo pueden operar por medio de la materia y la disposición de los cuerpos para introducir en ellos el efecto deseado, el caso de las posesiones demoniacas: “ll diauolo come qel lo he può muouere i corpi localmente, entrando ne i nostri corpi, può commuouere gli spiriti et humori”. Los demonios siempre han tenido una explicación naturalista: “Menghi combina sin contradicción demonios, disposición humoral y astros para dar cuenta de los posesos. “ll ceruello è la più humida parte, che si ritroui nel corpo humano, per questo grandemente e soggetto alle operationi della luna, la cui proprietà è di mouere gli humori”. El cerebro, cubierto de flema fría y húmeda, es pasible de ser afectado por los cuerpos celestes, en especial la luna, cuyo influjo sobre lo acuático se reconoce en el orden natural. Sin dejar de ser esto cierto, es razonable pensar que los espíritus maléficos aprovechan las fases lunares para atormentar mejor a sus víctimas escogidas: “Gli demoni nelli decrescimenti, oueto aggomenti della luna turbano la fantasia dell´huomo, quando conoscono che il ceruello è disposto à tal effeto”. El sistema humoral queda así integrado a la demonología; el naturalismo astral aristotélico, que Tomás ya rechazaba en De malo y en la Summa, queda así, sin ser negado, absolutamente neutralizado. Se sigue que tanto los cuerpos como los órdenes de la realidad que aparecen en esta sociedad son fluidos, y sus límites se solapan y entrecruzan. Existe una natura de entidades y causalidades múltiples, y por lo tanto, de afecciones con múltiples etiologías –y de múltiples vías de curación. La posesión diabólica (y el exorcismo), entonces, es parte de un sistema de enfermedades en el cual lo natural y lo preternatural (y lo sobrenatural) no eran bajo ningún punto de vista mutuamente excluyentes. Como admiten Castañega y Menghi, y precisa el historiador Phillip Almond, el diagnóstico de una enfermedad natural no significaba negar una influencia demoniaca: muchas enfermedades naturales tenían causas preternaturales, y al mismo tiempo, muchos enfermos eran candidatos perfectos para un ulterior ataque diabólico. Por lo tanto, los cristianos de la época, y en especial aquellos interesados en la demonología, habrían de contar con argumentos apropiados para neutralizar las implicancias más extremas del naturalismo, insertas desde su génesis en el aristotelismo y el sistema humoral heredado de Hipócrates y Galeno” (Del Olmo, pp. 191, 192). El Diccionario de Autoridades (1734) recoge la palabra lunático para la persona afectada por los ciclos lunares, especialmente por las noches de Luna llena: “Lunático. El loco, cuya demencia no es continua, sino por intervalos que proceden del estado en que se halla la Luna: Quando está creciente se ponen furiosos y destemplados, y quando menguante pacíficos y razonables”. Los médicos relacionaban la melancolía con la bilis negra y los genios, vulnerables a la posesión, el genio melancólico de Marsilio Ficino en De triplici vita (1480-1489). La melancholia morbus era la más peligrosa desde Hipócrates y Galeno: tristeza extrema, miedo, violencia, visiones, pérdida de sentido. La melancolía, la manía, la megalomanía, el furor, la hipocondría: la ansiedad y la depresión. Aunque para los peripatéticos estaba claro que los endemoniados eran melancólicos. La Iglesia dudaba si equipararlo con posesión demoniaca, aceptaba que la bilis negra era favorable a los demonios, pero avisaba a los confesores y exorcistas que muchas personas dudaban si estaban endemoniadas o melancólicas, no estaban claros los límites. El Rituale romanum (1614) advierte que los exorcistas primero deben descartar que no sea melancolía, una enfermedad curable mediante medicamentos: “In primis ne facile credat, aliquem à daemone obsessim ese, sed nota habeat ea signa quibus obsessus dignoscitur ab ijs, qui vel atra bile, vel morbo aliquo laborant”. Hasta la fecha sólo son dos los síntomas que acepta la Iglesia católica para hacer un exorcismo: hablar en lenguas no aprendidas y poseer un conocimiento extraordinario. Santo Tomás de Aquino rechazaba que todo el ámbito de la posesión fuera de origen natural y ponía de ejemplo el caso de los posesos y nigromantes que invocaban entidades y que en sus trances podían hablar lenguas desconocidas. A diferencia de las víctimas, los melancólicos, Aquino opone a quienes los invocan por voluntad propia y experimentan una serie de habilidades que no tenían. En De daemoniacis (1594) el jesuita Petrus Thyraeus realiza un paralelo entre quienes hablan lenguas que no aprendieron, pero que comprenden por la gloria de Dios, como el caso de la jornada de Pentecostés, cuando los Apóstoles empiezan a hablar en lenguas desconocidas (Hechos, 2 1-4), de aquellos que no y cuyo espíritu injuria. Menghi también opone a los peripatéticos la capacidad de hablar en lenguas, los melancólicos no son poliglotas: “Perche si ratronano certe operationi diaboliche, lequali per modo ueruno non possono nascere, nè essere causate da causa alcuna naturale, come saria che alcuno spiritu parli Latino, Greco, Hebraico, Spagnuolo, Tedesco, Francese et d´altri simili lingue”. Los exorcistas podían hacer preguntas complejas en latín sobre teología que recibían respuestas competentes de posesos analfabetos, la posesión es una inteligencia, la palabra demonio en griego significa genio. Las imágenes de posesos babeando, contorsionándose, girando la cabeza o levitando como Linda Blair en El Exorcista (1973), ridiculizan los trastornos psiquiátricos. El Rituale Romanum (1614): “ignota loqui pluribus verbis vel loquentem intelligere”. El primer sistema contable iranio de 26 símbolos (V milenio a.C.) es el origen del kemita, el protosinaico, el fenicio, el corintio, el arameo, el hebreo, el griego, el sudarábigo y el latín. En la era oscura los griegos perdieron la escritura y adaptaron la fenicia para transcribir las vocales de su lengua, pasando de un sistema consonántico a uno alfabético a mediados del siglo VIII a.C. La línea griega el origen del alfabeto etrusco (siglo VII a.C.), los itálicos, el copto (siglo II y III), el godo (siglo IV), el armenio, el georgiano, el glagolítico y cirílico (siglo IX), y los alfabetos europeos actuales. Como observa Girolamo Menghi, sus posesos pueden hablar latino, griego, hebraico, castellano, nazionale tedesca (lombardo), francés; salvo el griego y el hebraico, lenguas latinas, que sin embargo tienen la misma base de significados. Si aprendes griego puedes entender lenguas eslavas, si aprendes latín las lenguas latinas, si aprendes kemita el fenicio, el hebreo y el griego. Si aprendes sumerio, agadio y asirio las lenguas orientales. Entender lenguas en realidad no es una proeza ni es tan intimidante como suena si comparten la misma estructura, ya dominar el kemita y el chino es otra cosa porque técnicamente no son alfabetos y conservan todos los mecanismos de encriptación. Una persona analfabeta que hable lengua latina (portugués, gallego, castellano, catalán, francés, occitano, italiano, sardo, retorromano, rumano), el latín vulgar con aportes de las “lenguas bárbaras”, puede comprender el latín en estados alterados de conciencia, hablarlo es otra cosa. El sistema límbico está formado por un conjunto de estructuras cerebrales, en las regiones corticales las circunvoluciones del cíngulo y del hipocampo, la superficie orbitaria del lóbulo frontal y la corteza insular. La corteza insular dividida en una región anterior (agranular) y una posterior (granular): la corteza posterior recoge los datos procedentes del cuerpo referentes al tacto y la temperatura, así como las sensaciones internas: la actividad del estómago, los intestinos y otras vísceras; la corteza cingulada anterior participa en la evaluación de la experiencia recompensante o aversiva, modulando junto con la amígdala aspectos motivacionales de la emoción, también coordina el proceso de toda la información, por lo que determina la conducta; el núcleo caudado desempeña un papel importante en la modulación de los actos motores para permitir realizar únicamente aquellos movimientos dirigidos a un objetivo. El núcleo caudado se divide en cabeza, cuerpo y cola. El Núcleo Accumbens (NAc), la expansión inferomedial de la cabeza del núcleo caudado, la región principal que posibilita el desarrollo de las conductas de recompensa del Área Ventral Tegmental (VTA). Neurológica y psiquiátricamente sólo existe el síndrome del acento extranjero ligado a lesiones del núcleo caudado, tan escaso que se tienen reportados 70 casos a nivel mundial. No existe ninguna lesión cerebral que te vuelva poliglota: “El síndrome del acento extranjero (SAE) o “pseudoextranjero”, descrito por Pierre Marie en 1907; es una rara alteración en la producción del habla, caracterizado por déficits segmentarios y prosódicos contrastantes bajo parámetros fonológicos normales, sin violar las reglas gramaticales del lenguaje materno o nativo del sujeto; se han reportado 70 casos a nivel mundial. En la mayor parte de los casos se presenta como una condición adquirida por lesiones secundarias a evento vascular cerebral (EVC), trauma, esclerosis múltiple (EM), en el hemisferio dominante para el habla, involucrando regiones fronto-temporo-parietales y subcorticales izquierdas: giro precentral, área premotora, área motora suplementaria, giro poscentral, áreas parietales izquierdas de asociación, cerebelo y ganglios basales. La sintomatología puede persistir por meses o años, o desaparecer de forma espontánea o progresiva; y en menor número de casos se presenta de forma breve en pacientes con trastornos psiquiátricos, esquizofrenia y trastorno conversivo. Clínicamente se caracteriza por déficits: 1. Segmentarios: mayor alteración en vocales que en consonantes, alteración en el tiempo de pronunciación de vocales, en algunos pacientes es más corto, en otros con mayor duración; en las consonantes hay cambios y errores en la pronunciación. 2. Prosódicos: ritmo y entonación en palabras y frases se han observado disminución en el tiempo entre sílaba y sílaba, inserción de vocales, pobre transición entre palabra y palabra, inversión en la tonalidad de una frase. Muchos de los afectados no reconocen que su acento ha cambiado y se sorprenden cuando se les hace la observación. El SAE es un trastorno raro de la producción del habla; por lo general, se ha presentado en pacientes que sufren EVC o trauma en el hemisferio dominante del lenguaje. Haley et al, realizaron una revisión de 30 casos en la literatura y encontraron que la mayor parte presentaba lesión en la región frontal izquierda, anterior y dorsal a la cabeza del núcleo caudado, la etiología era vascular o traumática y se presentaba en el periodo de recuperación” (Buentello-García; Martínez-Rosas; Cisneros-Franco; Alonso-Vargas, pp. 167-169).
El exorcismo.
Otro signo es procesar información que no pertenece a tu estructura cognitiva, no existe ninguna lesión cerebral que te haga poliglota, erudito ni dote de poderes mentales. La prueba determinante era que supiera cosas para la cual no tuviera ningún estudio o que rebasara el ámbito de lo temporal y espacial, como visualizar el futuro con éxito o conocer lo ocurrido en lugares o reuniones a los que no tuvo acceso. Información que sólo tenía dos explicaciones, un espíritu bueno (aparición) o un espíritu malo (posesión). Las reglas que fijaba la Iglesia católica en la modernidad temprana eran tan exigentes que los casos de posesión real eran escasos, si es que existían. Los sacerdotes hasta el medievo todavía eran psicólogos o psiquiatras. El exorcista Gabriel Amorth promediaba cinco años de exorcismos para ver resultados, el equivalente de la terapia psicológica, ninguna de las dos funciona, pero se siguen practicando. José Antonio Fortea afirma tener exorcismos en una sola sesión, aunque no es la norma. Los exorcistas medievales llegaban a realizar ejercicios con melancólicos y sólo tenían éxito cuando lo acompañaban de la medicación. La misma historia de Juana de Arco, guerras sanguinarias, hambre y pobreza, fervor religioso o milenarista con la llegada de algún salvador, y niñas y niños que dicen recibir revelaciones. La única explicación científica sería que hubiera áreas del cerebro con funciones extraordinarias que no usamos, pero no existe literatura médica que lo afirme, permanece en el ámbito de lo religioso: “El síntoma del conocimiento oculto y la adivinación siguió sugiriendo posesiones en la temprana Modernidad. Abundan los ejemplos. En abril de 1519, al mismo tiempo que Pomponazzi trabajaba en el De incantationibus, los presentes en la basílica de San Pedro pudieron escuchar cómo una posesa predecía que ese año los turcos se abalanzarían furiosos sobre Roma, para una vez allí, arrepentirse y convertirse al cristianismo. Johannes Wier, en una revisión posterior de su De praestigiis daemonum (originalmente publicado en 1563), agrega la historia de un niño que en 1574, en el contexto de la guerra española en los Países Bajos, predice los enfrentamientos, con pasmosa exactitud; llega a augurar la rendición de Middlebourg ante los Orange, previa destrucción de la flota española por parte de los zelandeses, casi al mismo tiempo en que ésta ocurría a kilómetros de distancia. Se dice inspirado por el Espíritu Santo; afirma recibir mensajes del arcángel Gabriel, quien le reveló que las tragedias en Flandes acabarían el año siguiente, que el Rey de España mismo iría a los Países Bajos a acabar con los problemas… Junto con la capacidad de hablar lenguas, el conocimiento de lo oculto (revelatio occultorum) forma parte de los signos intelectuales de la posesión que otorga Thyraeus en su De daemoniacis. Debemos inferir la acción de un espíritu cuando un hombre posee conocimiento oculto (occulta), tal como referir cosas pasadas y futuras (res gestae.. futura) o hechos distantes (remotissimis fiunt regionibus significentur). Es cierto, advierte Thyraeus, que este conocimiento puede ser dado por un espíritu bueno tanto como malo (possunt mali, possunt boni). ¿Cómo distinguirlos? Cuando lo revelado no es honesto, o insulta a la divinidad (nulla honesta… in Dei cedunt contumeliam)” (Del Olmo, pp. 202, 203). Las gárgolas medievales representan los monstruos de los bestiarios, los pecados y las enfermedades: fealdad, alas, cuerpo escamado, multiplicidad de miembros y formas, vestimenta, miembros exagerados, gárgolas de contenido sexual, pequeños acompañantes. La habilidad del diablo de adoptar cualquier forma está representada en las gárgolas, el problema es que el demonio puede ser cualquier persona. El cristiano perfecto sólo confía en Dios. Las gárgolas representan gestos como tirarse de la boca (“meterse las manos en la boca”), mesarse la barba (signo de ira, locura, dolor), piernas cruzadas (soberbia), sacar la lengua (burla), mano en la garganta (peligro), grito (castigo), gestos de las manos, gárgolas con otros orificios de desagüe. Gabriel Amorth iniciaba sus ejercicios con groserías de manos, la burla contra los demonios es de carácter antiguo. Mesopotamia y Kemet, civilizaciones politeístas, practicaban exorcismos. El kemita Sounou “médico” y Hekau/Saou “mago exorcista”. El babilonio Asu “médico” y Ashipu “exorcista”. Los médicos magos combinaban los tratamientos con las fórmulas mágicas, una persona enferma se consideraba atacada por los demonios. Las enfermedades, generalmente parasitarias o víricas que causan obstrucciones en los conductos (los vasos sanguíneos, el sistema linfático, los tendones, los músculos, los nervios), estaban clasificadas por sus nombres: oukhedou, gehu, setet, etc. Los médicos magos dominaban el lenguaje y jugaban con él: acrónimos, palíndromos, criptogramas, semagramas (determinativos), sinécdoques, metonimias, metáforas, enigmas, colores y consonantes. Las enfermedades eran producto de los ataques de los demonios, pero lo que ocupaba el cuerpo poseso era el espíritu de un muerto, un BA “alma” sin descanso que había sufrido una muerte violenta, el objetivo preferido de los que hacían Conjuros para ganar sus favores. Los exorcistas invocaban a Isis, la Gran Maga, o Re. La serpiente Aapep era el equivalente del diablo y su casa el inframundo, la Tierra Geb. Cualquier cosa negativa que tuviera el cuerpo era necesario trasladarlo a la Tierra, la casa de los que viven en la oscuridad o, en su defecto, transferirlo a una piedra, muñeco o estatua. No bastaba con expulsar al poseedor, sino neutralizar su poder con la naturaleza, la misma lógica de los rayos y la electricidad. El espíritu del muerto o poseedor sale en forma de vapor o gas oloroso, la razón por la que no se debe ir a los panteones en la noche, gases que salen de la tierra. El poseído procesa información en la corteza posterior (tacto, temperatura, actividad del estómago, intestinos y otras vísceras) y en la corteza cingulada anterior (información). Los gases en exceso provocan la sensación de opresión y ahogo (pedos atorados), el estreñimiento es peligroso porque envenena la sangre. El sumerio DÙG GU-DU KESÉ “Egar-dug, bloqueado el ano”, GU-DU-E SE DÚR-E DUG-GE INIM DIRIG-GE ÀM-TA-AB-TÙM “el ano ventosea; hablar produce demasiadas palabras”. GU-DU-E SE DÚR-E DUG-GE INIM DIRIG-GE ÀM-TA-AB-TÙM “las nalgas, el excremento (y) el trasero que hablan producen palabras excesivas”. Los seres posesos son seres parásitos, los trastornos intestinales producto de las bacterias: “¡Arroja fuera (de ti) lo que está en ti!”; “¡La actividad de cualquier cosa mala que está en este, mi cuerpo (el de la víctima), en esta, mi piel, en estos, mis miembros, es expulsada!”; “En cuanto a cualquier cosa de la que él (el paciente) sufre en su cuerpo, la aflicción será enviada desde él a la estatua de Isis hasta que sane”; “¡Él (Set) te arrojará (el enemigo) sobre la piedra (…)! ¡Los Desiertos (pl.) te beberán (…) la tierra y la piedra (¿te beberán?) ¡Es esto lo que te beberá, oh demonio-Samana!”; “¡Mira! ¡Yo (el mago) te he expulsado!... oh “¡Aquel que está sumergido” en los miembros de N… como uno que vuela, se detiene y se posa en un lugar lejano! ¡Yo te he expulsado del mismo modo!”; “¡Si un oponente… se ha unido a esta carne de N, nacido de N; a este su cuerpo, a estos sus miembros… ¡Si es expulsado de los miembros de N… entonces el Cielo perdurará por siempre sobre sus pilares!... ¡Si un oponente… es expulsado de todos los miembros de N… a la tierra!”. El exorcista mediante un juego de palabras y gestos demostraba al espíritu que hablaba su lenguaje y que no podía ser engañado, acto seguido usaba las burlas y lo minimizaba, si era una serpiente lo trataba como gusano; una vez intimidado, lo conjuraba a regresar a la tierra: “¡Ello (el encantamiento) te sacará fuera! ¡Te echará fuera! ¡Vete a la tierra, vete lejos!”; “¡Entonces, tú (el enemigo) te extinguirás!... ¡Entonces, retrocederás de allí (el cuerpo de la víctima) a la tierra!”; “¡Entonces, tú (el enemigo) serás conducido fuera, a los lejanos e invisibles (Dos) Desiertos!...”: “El lenguaje de las mismas ha sido objeto de atención en la disciplina. Los investigadores coinciden en su carácter específico, la difícil sintaxis común en todas ellas hasta el punto de considerarlas vinculadas con la magia y sus recursos. La amenaza se combate con el uso de un lenguaje peculiar, muchas veces ininteligible que ordena o conmina a la serpiente u otro animal a desaparecer, darse la vuelta, meterse en la tierra, en su agujero, en su nido para que desaparezca del entorno y deje de ser un peligro o, incluso, utilizando un lenguaje despreciativo para hacerles desistir de su intento. Los avances en el estudio de la gramática y la filología del egipcio antiguo han ayudado de forma muy importante en la interpretación y las características que presenta la lengua de estas fórmulas. No obstante, hay algunas de ellas que son muy difíciles de comprender y, recientemente, se han publicado estudios que proponen que algunas de ellas, las más oscuras, pueden tener un origen semítico, traídas, en definitiva a Egipto desde tierras extranjeras.… Tierra, trágate lo que ha salido de ti, monstruo, ¡acuéstate! ¡arrástrate!... ¡se ha dicho esto contra ti! Escorpión, ¡se ha dicho esto contra ti! Vuélvete, introdúcete en la tierra”. ¡Esto se ha dicho contra ti!…. La cobra que ha salido de la tierra ha caído, el fuego que ha salido del Nun ha caído. ¡Cáete! ¡Arrástrate!... ¡Qué te arrastres a tu agujero! La marmita de Horus está sobre la tierra. ¡Oh monstruo, arrástrate!...” (Redondo Vilanova, pp. 46, 47, 48, 53, 58).
Marie Schönmann © |
Autor del texto: Armando Ossorio ©
※ XPOFERENS ※
"Osorio y Carlomagno, Gregorio I y
Gregorio VII. Santo Tomás y Bossuet, todos sin excepción, la han conceptuado
como la expresión clásica del pensamiento político cristiano y de la actitud cristiana
frente a la historia. Y en los tiempos modernos sigue conservando su
vigencia... y el siglo XIX opinó que esa obra justifica que se considere a San
Agustín como el fundador de la filosofía de la historia".
Francisco Montes de Oca en la introducción de la Ciudad de Dios contra
los paganos.
"En Pedro mismo fue temporal la carne
y no quieres tú que sean temporales las piedras de Roma... ¿Por qué estás,
entonces, triste y lloras porque se han derrumbado piedras y maderos, y han
muerto hombres mortales?... ¿Es que las memoriae
de los apóstoles tenían que haberos preservados para siempre vuestros
teatros de locos?... ¿Qué sacamos de irritarnos? ¿Para qué rechinar de dientes
contra Dios, porque arde lo que tiene costumbre de arder? Arde la Roma de
Rómulo, ¿hay algo de extraño en ello? Todo el mundo creado por Dios arderá un
día".
La Ciudad de Dios contra los paganos.
Agustín de Hipona.
"Non nobis Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam".
Autor: Leyla Dilmen. CC BY-SA 3.0 |
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