Foto: Muerte. Autor: Simon Pikous. CC BY-SA 3.0 |
Los habitantes del Oeste.
En la RAE el Norte
del francés nord e inglés antiguo norp, el punto cardinal situado
al frente de un observador a cuya derecha está el este. (Sím. N). El Sur del
francés sud e inglés antiguo sup, el punto cardinal situado a la
espalda de un observador a cuya derecha está el este (Símb. S). El Este del
francés est e inglés antiguo east, el punto cardinal del
horizonte por donde sale el Sol en los equinoccios. (Símb. E). El Oeste del
francés ouest e inglés antiguo west, para el punto cardinal del
horizonte por donde se pone el Sol en los equinoccios. (Símb. O o W). Oriente
del latín oriens, de oriri "aparecer, nacer" para el
punto cardinal Este. Occidente del latín occidens, de occidere "caer"
para el punto cardinal Oeste. La Tierra Blanca del Sur del Alto Kemet y la
Tierra Roja del Norte del Bajo Kemet del "Señor de las Dos Tierras",
las primeras pirámides y tumbas mastaba tenían un eje de rotación Norte-Sur,
con el auge del culto al Sol, el eje de rotación cambia para que tuvieran una
orientación Este-Oeste. Las oposiciones Norte/Sur, Este/Oeste, Sureste/Noreste
que adoptaron las principales ciudades del mundo antiguo: N/S: Media/Arachosia;
NE/SW Drangiane/Choresmia. Babilonia/Asiria; E/W Sattagydia/Lidia, W/E
Egipto/Grecia; SW/NE Arabia/Gandhara. El Imperio romano de Occidente desde las
islas británicas hasta la península ibérica, el Imperio romano de Oriente desde
los Balcanes hasta Egipto. La historia del Egipto predinástico se divide en
tres etapas: Badariense (4400-4000 a.C.), Nagada I (4000-3500 a.C.), Nagada II
(3500-3200 a.C.). El Egipto dinástico en ocho etapas: Dinástico Arcaico
(3100-2686 a.C.), Reino Antiguo (2686-2181 a.C.) con el auge del culto al dios
Sol, primer período intermedio y Reino Medio con el dios Osiris (2181-1786
a.C.), período de transición y gobernantes de tierras extranjeras (1786-1400
a.C.), Reino Nuevo y herejía monoteísta de Akenatón (1400-1320 a.C.), Reino
Nuevo y retorno a la ortodoxia (1320-1085 a.C.), Baja Época (1085-332 a.C.),
Egipto grecorromano (332 a.C.-siglo IV d.C.). Los entierros funerarios de la
aldea neolítica protoariya de Mehrgarh (Pakistán), muestran que los cadáveres
se encontraban tendidos en el sentido de Este a Oeste, con la cabeza hacia el
Este y la cara vuelta hacia el Sur, con los miembros flexionados. En el período
Badariense (4400-4000 a.C.), los enterramientos se realizaban al filo del
desierto, lejos de cualquier asentamiento humano. Las tumbas tenían forma de
huevo para enterramientos individuales o de parejas, el cuerpo en posición
fetal sobre el lado izquierdo, con la cabeza hacia el Sur para que quedara
situado de cara al Oeste: la "Tierra de los muertos" del cánido
W(ou)w(ou)w(ou)t "Ououout" o Upuauet "el que abre los
caminos" de Abdw(ou), que conducía a los muertos por los senderos del
mundo subterráneo o inframundo de la Duat. Animal funerario del desierto por
sus hábitos alimenticios como desenterrar difuntos y alimentarse de sus
cuerpos, un cementerio que marcaba el límite entre el mundo de los vivos y los
muertos. Desplazado por Jenti-Amentiu "Señor de los habitantes del
Oeste" y absorbido por el "Señor de los muertos" W(ou)sr
"Osiris". El cuerpo envuelto en una tosca estera ("petate")
o piel de animal unido a un cesto de ramas trenzadas que, gracias a la acción
de la arena seca y caliente del desierto, realizaba el proceso natural de
desecación con la conservación del cadáver. Los cuerpos vestidos con atuendos
de lino, turbantes y cinturones de joyas. El ajuar contenía peines de marfil,
cucharas y vasijas para los cosméticos, cosméticos, herramientas de cobre,
figurillas femeninas desnudas, amuletos en forma de animal para cumplir
diferentes funciones: proporcionar comida al fallecido a través de la magia;
dotar al difunto de la fuerza de un animal. Cerca de las tumbas humanas se
enterraba a los animales, de igual manera vestidos de lino o cubiertos con
esteras: gacelas, chacales, perros, ovejas y vacas. En el período Nagada I
(4000-3500 a.C.), la aparición de estatuillas de barro en forma de animal en
los enterramientos humanos y enterramientos múltiples con tumbas de hasta siete
personas. En el período Nagada II (3500-3200 a.C.), la aparición de tumbas mastabas
de adobe para las clases dirigentes que antes se enterraban en las tumbas
ovales como simples personas que actuaban en nombre de la comunidad, marcando
la distinción en la vida y en la muerte entre gobernantes y gobernados. Los
primeros mausoleos que contaban con cámaras funerarias revestidas de madera que
sustituían la envoltura de estera. Los ricos y pobres trataban de dotar de
provisiones a sus seres queridos para su vida en el Oeste: artículos de
cosmética, maquillaje, vestido, comida, bebida, joyas, armas, juegos y
juguetes. Abdyu el cementerio real de la primera dinastía (3000-2890 a.C.) con
más de 1.300 enterramientos adicionales y contemporáneos a la muerte del
propietario, que albergaban muchas mujeres que incluían concubinas, cautivos de
guerra, enanos y perros. La corte obligada a acompañar al rey al Más Allá
porque la muerte no terminaba sus obligaciones terrenales. Las pruebas
arqueológicas indican que el séquito de sirvientes estaban muertos antes de ser
enterrados, posiblemente envenenados, pero no era lo usual porque se enterraba
a las personas vivas. El rey Dyer acompañado por 500 sirvientes. Merneit con 41
sirvientes hombres y 77 mujeres, Andyd con 355 personas. En las Tumbas Reales
de Ur del Dinástico Antiguo III (2600-2300 a.C.), la PG/800 del rey Meskalamdug
con 75 sacrificios humanos, la PG/789 de la reina Shub-ad con 25, la PG/1237 la
Gran Fosa de la Muerte con 5 hombres y 78 mujeres. La de Meskalamdug contenía
armas de bronce, un puñal de oro con empuñadura de lapislázuli, juego de
instrumentos de tocador hechos con oro. La de Shub-´ad los cuerpos de diez
mujeres dispuestas en hileras, ataviadas con adornos de oro y piedras
preciosas, una arpista tocada con una corona de oro, instrumentos musicales,
dos caballerizos y un carro de madera con incrustaciones de oro, piedras
preciosas y nácar, cabezas de leones y toros con los mismos materiales; armas,
herramientas, decenas de vasijas de bronce, plata, oro, lapislázuli y alabastro,
tablero de juegos, un enorme cofre de madera de dos metros de largo que servía
para guardar ropa, dos carros tirados cada uno por tres bueyes, los cuerpos de
los caballerizos y aurigas, los cuerpos de nueve mujeres vestidas con ricos
ornamentos, mujeres y numerosos soldados puestos en hileras, los restos de la
reina cubiertos de amuletos y adornos de oro y pedrería, los cuerpos de dos de
los sirvientes: "Woolley reveló dos cementerios en Ur, de períodos
ligeramente diferentes. El primero incluía dieciséis de lo que se llamó Tumbas
Reales. Hay dos, identificadas como el lugar donde yació el rey Meskalamdug,
"Héroe de la Buena Tierra", y una dama cuyo nombre se leyó
antiguamente como Shub-´ad, pero ahora en semítico se lee Pu-`abi "Palabra
de mi Padre", nos dieron algunos de los objetos más bellos que jamás han
salido de suelo de Mesopotamia: sellos cilíndricos con diestros grabados,
joyería de lapislázuli y cornalina, forjada con delicadeza. Había instrumentos
musicales de diseño curioso: arpas y liras, decoradas con conchas blancas sobre
un fondo de betún negro y terminadas con cabezas de toro maravillosamente
modeladas en metal precioso y extrañamente adornadas con barbas falsas de
piedra preciosa. Había armas de cobre y pedernal y abundancia de oro y plata,
incluyendo un casco de oro en forma de peluca... Pero lo más espectacular que
se encontró en la excavación fue la prueba de sacrificio humano a gran
escala... Bruce Dickson, de la Texas A&M University llama a esos
sangrientos acontecimientos públicos "Teatros de la Crueldad":
"el poder estatal, unido a la autoridad sobrenatural puede crear
"reinos sagrados o divinos" extraordinariamente poderosos",
escribe. "Son obligados a practicar actos de mistificación pública, de los
cuales las Tumbas Reales parecen ser ejemplos... Las tumbas mismas son parte de
un esfuerzo a cargo de los regentes de Ur por establecer la legitimidad de su
gobierno, demostrando su estatus sagrado, divino y extraordinario."
(Kriwaczek, pp. 126, 127, 129). Costumbre que sobrevivió en los vikingos. El
mayor descubrimiento arqueológico en Noruega es el ajuar de la princesa vikinga
de Oseberg, que imita el concepto de la Barca Celestial de los habitantes del
Oeste con la creencia de la vida en el Más Allá. La Barca de 21,44 metros de
largo por 5 de ancho con la proa mirando hacia el mar, tras el mástil, la
cámara funeraria con una madera datada en 834. El ajuar con dos mujeres, una de
70-80 años y la otra de 50, la primera de muerte natural y la segunda
acompañante de la difunta de mayor rango al mundo de los muertos. La barca
contenía además del ajuar funerario formado por una carreta, cuatro trineos,
quince caballos, seis perros y dos vacas; objetos que servían a las muertas en
el Más allá como camas, edredones, ropa, peines, útiles de cocina, aperos de
labranza y tiendas. En la Antigüedad, la península de Jutlandia estaba
tachonada de charcas y turberas que tenían la capacidad de engullir objetos de
gran tamaño, utilizadas desde tiempos remotos por las poblaciones vecinas como
depósitos para enseres consagrados a sacrificios. Entonces no debe extrañar el
nombre de Dinamarca, en el siglo III-XII en nórdico antiguo Danrmörk
"tierras bajas", en el siglo VI Daniorum, en el siglo IX Danimarca.
Habitada por los cimbrios, caridios, eudoses, aviones, varsos, anglos,
reudignios y teutones. En el siglo II y IV fabricación de varias series de
armas para la celebración de sacrificios, que aparecen en las turberas y
charcas de Jutlandia, las zonas de Vimose, Thorsbjerg, Nydam y Ejsbøl Mose:
"Muchos de estos descubrimientos incluyen las armas y los pertrechos de
grandes comitivas -incluso de ejércitos enteros-, armas y pertrechos que, en
todos los casos, aparecen ritualmente mutilados como parte del acto
sacrificial. El conjunto de hallazgos más sorprendente del siglo III, realizado
en Ejsbøl Mose, en el sur de Jutlandia, nos da una idea del tamaño y del tipo
de contingente de hombres al que pertenecieron en su día las armas. En esta
excavación, los arqueólogos han encontrado las armas de un pequeño ejército de
doscientos soldados armados con lanzas, picas y escudos (al menos setenta de
ellos llevaban también espadas y dagas). También se ha detectado la presencia
de un número desconocido de arqueros (se han desenterrado 675 puntas de
flecha), así como las de unos doce o quince hombres, nueve de ellos a caballo,
provistos de un equipamiento más selecto. Se trataba de una fuerza altamente
organizada, con una clara jerarquía y un grado considerable de especialización
militar: estamos ante un dirigente y su séquito, no ante un puñado de soldados
campesinos. Con estos datos podemos empezar a apreciar hasta qué punto podían
distanciarse los dirigentes de sus iguales a fin de lograr que su poder fuese
hereditario. En el mundo germánico del siglo I, el poder crecía y menguaba con
rapidez. Pero si una generación de una familia conseguía utilizar su nueva
prosperidad para reclutar y organizar una fuerza militar de un tipo similar al
hallado en Ejsbøl Mose, y transmitir después a sus descendientes tanto la
riqueza como los seguidores, sus posibilidades de conservar el poder durante
varias generaciones aumentaban de manera considerable" (Heather, pp. 126,
127).
Foto: Muerte. Autor: Simon Pikous. CC BY-SA 3.0 |
Momias, máscaras y muñecos.
En el Dinástico
Arcaico (3100-2686 a.C.) se realizan mayores esfuerzos para proteger las tumbas
de los ladrones. Los ajuares funerarios se hicieron más extensos, la
subestructura más profunda, la superestructura más grande y una escalera por el
Este para tener acceso a la cámara funeraria. A finales de la Dinastía II (2686
a.C.) era posible encontrar en las tumbas de la realeza y la nobleza, una sala
recepción, salas de invitados, un dormitorio principal, una sala de estancia,
dependencias de mujeres que incluían un cuarto de baño y letrina. Las tumbas de
las clases altas eran "Casas del Más Allá" que incluían menús
completos y reservas de alimentos en las salas contiguas, así como las
obligaciones familiares de llevar ofrendas de comida para depositarlas en los
muros exteriores de la tumba. Incluso los muertos estaban protegidos del
"hambre eterna" a través de la magia, un menú inscrito en una estela
que se colocaba al interior de la tumba. Las cámaras funerarias de adobe no
permitían la conservación del cadáver a diferencia del desierto. La familia
real y los grandes nobles se preocuparon por conservar la apariencia del
cuerpo, empezaron a usar vendas empapadas en una sustancia para envolverlos
(momia) y pintar detalles sobre el rostro, los genitales y el pecho.
Adicionalmente introdujeron una figura de madera de tamaño natural de la
persona fallecida para que se espíritu la reconociera (estatua). Ver los
depósitos de comida al exterior de las tumbas, implicaba ver numerosas aves
relacionadas con los dioses y la vida del Más Allá: milanos (Isis), halcones
(Horus). El desarrollo de las ideas religiosas hizo que pocos ladrones
intentaran saquear las tumbas, las "casas de los muertos" eran la
entrada del inframundo, cualquier cosa que sacaran, iba acompañada de los
espíritus de los muertos y las maldiciones para quienes habían interrumpido su
descanso. Las personas formadas por cinco componentes: cuerpo, ka, ba,
sombra y nombre. El ka el espíritu guía, protector o
"doble" con dos brazos levantados, parte de la personalidad antes y
después de morir que podía visitar la tumba y reconocer el cuerpo que había
habitado si tenía ofrendas para su sustento. El ba, personalidad o alma,
representada con cabeza humana y cuerpo de pájaro que podía unirse al cadáver o
vagar en otras dimensiones por los lugares placenteros del difunto. La sombra
la silueta del cuerpo que simboliza la presencia del dios en el interior de
la persona. El nombre la verdadera naturaleza o esencia, inscrita en su
estatua o momia para identificarlo: "El cadáver o cuerpo era un vínculo
esencial entre el difunto y su anterior existencia terrenal porque había de
utilizarlos para recibir la comida y la bebida que sustentarían su espíritu. La
momificación se desarrolló en primer lugar para la realeza, pero a continuación
se fue extendiendo cada vez más entre la nobleza y la clase media. Pretendía
preservar el cuerpo de la descomposición y garantizar que la apariencia del
difunto perdurase para que su espíritu pudiera reconocerlo... El nombre del
fallecido era parte integrante de su personalidad. Éste expresaba o revelaba su
verdadera naturaleza o esencia y se inscribía en su estatua o en su momia para
identificarlo. A veces, el verdadero nombre de una persona se ocultaba porque
el conocimiento de dicho nombre permitía a los demás ejercer el mal o el bien
contra el difunto... Sin embargo, el elemento más importante era el espíritu (ka),
que esencialmente representaba la fuerza vital que permitía a una persona
continuar recibiendo las ofrendas en el Más Allá. En un principio, esta fuerza
vital se había expresado a través de un dios creador, y se fue transmitiendo
por medio de sucesivas generaciones, transportando la fuerza espiritual de la
primera creación" (David. p. 103). En el Reino Antiguo (2686-2181 a.C.),
las pirámides escalonadas desplazan a las tumbas mastaba que tenían
superestructuras escalonadas en capas como sepulturas reales, la "escalera
al cielo" con un eje de rotación Norte-Sur: kemita MER "lugar de
ascensión, pirámide", kemita MEIR "tumba", agadio Zaqqara
"construir en lo alto". Imutes (2650 a.C.) el inventor de las columnas
de piedra atribuida a los griegos y diseñador de la pirámide escalonada de
Saqqara, símbolo de la realeza eterna por su relación con la piedra, diseñadas
para durar por toda la eternidad. En la superestructura seis escalones, en la
subestructura un pozo profundo que conectaba las galerías y cámaras
subterráneas que albergaban los restos del rey y su familia. En las pirámides
siguientes la cámara funeraria al interior de la estructura, el aumento de
tamaño de las nuevas construcciones y las innumerables cámaras falsas
aseguraban que pocos ladrones quisieran intentarlo. Máxime cuando varias
dinastías asesinaban a los trabajadores que habían realizado las cámaras donde
se encontraban los ajuares para asegurar la confidencialidad. En la dinastía V
(2494-2345 a.C.) perteneciente al Reino Antiguo (2686-2181 a.C.) con el auge
del culto al dios Sol, el eje de rotación de las pirámides cambia para que
tuvieran una orientación Este-Oeste. Las tumbas mastaba de los nobles y
funcionarios se fueron construyendo al pie de la pirámide del rey. La caída del
Sol en el Oeste con la oscuridad de la noche, hacía que los sueños fueran un
portal al "Otro Mundo" donde podían entrar en contacto con los
muertos y los dioses. La puesta del Sol en el Este con la luz del día, el portal
de las "visiones" diurnas. Los templos de incubación de sueños para
que los solicitantes pasaran la noche y pudieran comunicarse con los dioses y
personas fallecidas a través del futuro premonitorio. Las hechiceras eran las
encargadas de interpretar los sueños premonitorios y las visiones que advertían
por adelantado sucesos, en ocasiones para evitar sus resultados. Las
"Cartas a los Muertos" eran otra manera de entrar en contacto con el
"Otro Mundo", no había una división clara entre el mundo natural y el
sobrenatural, los espíritus de los muertos podían manifestarse en cualquier
momento y lugar, fuerzas sobrenaturales tan potentes que eran necesarias
abordarlas a través de la magia. Las fuerzas sobrenaturales podían ayudar a
combatir espíritus malvados, impedir ataques de otras personas o atacarlas. Los
espíritus de los fallecidos podían ser invocados para actuar en situaciones de
injusticia. Las personas que se consideraban víctimas, podían escribir cartas a
los muertos para que actuaran en su nombre, depositadas al lado de las mesas de
las ofrendas para el espíritu pudiera leerlas cuando fuera a recibir su
sustento: obtener ayuda contra enemigos vivos o muertos, disputas familiares,
asistencia legal ante el tribunal divino en el Día del Juicio, bendiciones o
beneficios. En el Reino Medio (2181-1786 a.C.), el culto de Osiris permitió la
democratización de la religión con una serie de artículos funerarios dirigidos
a particulares y reales: los ataúdes que albergaban los cuerpos momificados y
proporcionaban espacio para los ensalmos inscritos en los costados y en la tapa
para ayudar al difunto en su paso al otro mundo. La aparición de los vasos canopos
para albergar las vísceras que el embalsamador extraía de la cavidad torácica y
abdominal. Las representaciones artísticas de los muertos, familiares y muñecos
que los acompañaban en sustitución de los sirvientes a cumplir sus funciones en
el Más Allá. La historia de los juguetes inicia con la reproducción a escala de
animales de madera, pero la reproducción de personas tenía fines mortuorios y
mágicos. El origen de las 8000 mil guerreros y caballos de terracota enterrados
cerca del primer emperador de la dinastía Qing, Qin Shi Huang (210-209 a.C.):
"A partir del Reino Medio en adelante, era costumbre depositar una
variedad de miniaturas de madera en las tumbas. A menudo solían representar una
versión tridimensional del tema que estaba pintado o tallado en las escenas que
decoraba el interior de las paredes de la tumba. Consistían en estatuillas del
dueño de la tumba y a veces de otros miembros de su familia, criados ocupados
en la producción y preparación de la comida, soldados, músicos, concubinas y
animales. Su principal función era la de proporcionar al difunto una eterna y
adecuada reserva de comida, protección militar en caso necesario y
entretenimiento. Su propia estatuilla se colocaba para que, si el cuerpo
momificado se deterioraba o destruía, pudiese actuar en su nombre y recibir el
sustento de las ofrendas de comida depositadas en la tumba. Una categoría
especial de estas miniaturas era el ushebti (o shabti). Esta
palabra significaba "el que responde", pues se suponía que dicha
estatuilla (representada en forma de labrador momificado) debía responder a las
peticiones del difunto y llevar a cabo pequeñas tareas en su nombre en su
momento de ingresar en el reino de Osiris (reino de los muertos). Además de
estas figurillas, se depositaban también en las tumbas barcas en miniatura para
que el fallecido pudiese viajar a Abido, lugar de sepultura del dios Osiris, y
así aumentar sus propias posibilidades de resurrección" (David, p. 26,
27). En el Reino Nuevo (1400-1320 a.C.) se registra el uso de oráculos en
templos para obtener resultados de seguridad personal, aprobación de una
campaña militar, autentificar listas de conjuros para proteger niños de los
peligros, elecciones, problemas diarios y el dictamen legal de un juicio al
sostener la estatua del dios frente al peticionario y moviéndola de un lado a
otro para obtener una respuesta del solicitante. En el Egipto grecorromano (332
a.C.-siglo IV d.C.), griegos y romanos empezaron a sustituir las máscaras
faciales (realizadas con una mezcla de goma y lino o papiro) que protegían el
rostro si la momia o su estatuilla se destruían, por retratos pintados sobre
paneles de madera. Herodoto señala que el origen de los muñecos mecánicos era
muy antiguo y las egipcias sacaban en procesión estatuas cuyas cabezas y
cuerpos eran movidos por varillas mediante ocultos y complejos mecanismos. En
las tumbas de Tebas y Menfis fueron rescatadas figuras de madera pintada y de
marfil de bestias y hombres manipulados por varillas, usados en los funerales
de los reyes para guiar el alma y depositados en la tumba por miedo a que se
reencarnara en el muñeco. Platón explica la existencia humana como marionetas
cuyos hilos son manejados por los dioses, recién salidos del taller con los
hilos de las pasiones que hacen naufragar a las personas en contra de su
voluntad, en direcciones opuestas con acciones contradictorias por no
gobernarlas. Los dioses daban la posibilidad de elegir el hilo estable del oro
(la razón y la ley) para no ser movidos de un lado a otro como títeres.
Aristóteles habla de omnipotencia de los dioses para manejar la vida de los
hombres como mecánicos o tiradores de cuerda que, por medio de dispositivos
obtienen los efectos deseados. Marco Aurelio señala que hay que controlar los
vicios o la tiranía de los sentidos como hilos a las marionetas para no vivir
como tales. Los kemitas vivían en dos mundos, el mundo natural a cuyas leyes
nadie puede escapar, y el mundo social que reproducía el mundo natural con las
obligaciones en la vida y la muerte. Eran actores que representaban dos
guiones, al morir podían aspirar a tener su máscara para que su alma los
reconociera y su propia estatuilla o muñeco.
Foto: Muerte. Autor: Simon Pikous. CC BY-SA 3.0 |
La semilla del inframundo.
El drama cósmico
de Abydo ubicaba la constelación del Escorpión en el Oriente y la constelación
de Orión en el Occidente, venerada a través de su identificación con Osiris:
"El que se mantiene perfecto", "El de forma más perfecta que la
de otros dioses", "El de múltiples nombres", "El de
sagradas manifestaciones", "El de sublimes transformaciones",
"El que continúa siendo perfecto", "El que siempre es
dichoso", "El que siempre es perfecto". El Gran Magistrado del
Granero Celestial del Pan de Eternidad y Cerveza Perpetua: "Dios-Luna en
los cielos", "El que reina en la noche", "El que sale por
la noche", "Luna en todo lo alto", "Señor de la Luna
Nueva", "Señor de los cuernos de la Luna", "A quien Nun ha
dado sus aguas", "El divino ahogado", "El que habita en las
aguas", "El que provoca la inundación", "Señor de la
inundación". El calendario solar kemita tenía 365 días, dividido en tres
estaciones de cuatro meses y cada mes de 30 días: la estación de la inundación
de junio a septiembre (akhit); la estación de la vegetación de octubre a
enero (peret); la estación de la cosecha de febrero a mayo (shemu).
En el solsticio de Verano un Toro sagrado representaba a Osiris, sacrificado
para hacer comunión con el pueblo mediante la ingesta de su carne como
santificador, renaciendo en su constelación en la estación de la cosecha, entre
el 21 de abril y el 21 de mayo. En las fiestas de Osiris se realizaban pequeñas
figuras del dios con arena y tierra para la siembra, las mejillas se pintaban
de verde y la cara de amarillo, depositados en un molde de oro puro que
representaba al dios como una momia. En el atardecer del día 24 del mes de
Joiak (Septiembre), la imagen de Osiris se depositaba en una tumba, se extraía
la imagen del año anterior con el crecimiento de la planta, una representación
de la resurrección del dios que "brota de las aguas". La fiesta
iniciaba con una ceremonia de arado y siembra en tres partes (cebada, espelta y
lino) en la que el sacerdote principal recitaba el ritual de "la siembra
de los campos". En el jardín del dios se vertía arena y cebada con el agua
de la última inundación del Nilo para que resucitara luego de ser sepultado:
"En el gran templo de Isis en Filé hay una cámara dedicada a Osiris. En él
está representada la muerte de Osiris. De su cuerpo brotan tallos de cereal, y
un sacerdote riega los tallos con un jarro. La leyenda de la imagen dice:
"Esta es la forma de Aquel que no puede ser nombrado, Osiris el de los
Misterios, que brotan de las aguas que retornan". No se trata más de que
otra representación del ritual del mes de Joiak, en el cual se enterraban las
imágenes del Dios hechas de mantillo y grano. Cuando recogían estas efigies
encontraban que los granos habían germinado del cuerpo del Dios, y esta
germinación, como dice el doctor Frazer, era "supuesta como un presagio o,
mejor aún, como la causa del crecimiento de las cosechas. Aún más vivida es la
resurrección que presentan los bajorrelieves que acompañan la gran inscripción
de Osiris en Dendera. Aquí el Dios aparece primero como una momia, embalsamada
y recostada sobre su féretro. Paso a paso se le muestra levantándose en una
serie de posturas gimnásticamente imposibles, hasta que por último surge de su
maceta -"tal vez su jardín"- completamente erecto, entre las alas
desplegadas de Isis, al mismo tiempo que enfrente de él una figura masculina
sostiene la crux ansata, "la cruz con asidera", el símbolo egipcio de
la vida" (Harrison, pp. 20 y 21). El árbol de los sacrificios Irminsul
"columna grande" de Sajonia, el equivalente del Yggdra-sill
(sánscrito Indra, avéstico Indara) o Ygg-drasill ("caballo de Ygg")
de Uppsala (Suecia), un roble sagrado que representa la unión de los poderes
del cielo y la tierra, mejor conocido como el pilar-columna masónica que emula
los ojos de la lechuza. El árbol cósmico que conecta el cielo y la tierra,
custodiado por el guardián Heimdal, el dios de los hombres. En la mitología
nórdica Heimdal es hijo de Odín "Bjørn", guardián de la morada de los
dioses y del Bifrost, el arcoíris que hace de puente hasta Asgard; roble que
representa el sacrificio de Odín con la unión del cielo y la tierra (sacerdocio
druida masónico). El Yggdrasil relacionado con la patata de la mandrágora que
émula el cuerpo enterrado del "hombrecito del patíbulo" y el mito de
Odín colgado nueve días del árbol del mundo para obtener las runas mágicas. La
leyenda dice que las runas venían del ahorcamiento, método donde el ejecutado
tenía una última expulsión involuntaria de semen al morir, considerado sagrado
con poderes mágicos al revitalizar la tierra con el crecimiento de las
mandrágoras: "Odín-Wotan es el más importante de los dioses, su padre y
soberano. Han sido puestas de relieve sus analogías con Varuna: los dos son
soberanos por excelencia y señores de la magia, que "atan" y
paralizan a sus adversarios, ávidos de sacrificios humanos... En un pasaje del
poema Hávamál cuenta cómo Odín obtuvo las runas, símbolo de la sabiduría y del
poder mágicos. Suspendido durante nueve noches del árbol Yggdrasill,
"herido por la lanza y sacrificado a Odín, yo mismo sacrificado a mí
mismo, sin alimento ni bebida, he aquí que, a mi llamada, se revelaron las
runas". De este modo obtuvo la ciencia oculta y el don de la poesía. Se trata
ciertamente de un rito de iniciación de estructura parachamánica. Odín
permanece suspendido del árbol cósmico; por otra parte, yggdrasill significa
"el caballo (drasil) de Ygg", uno de los nombres de Odín. El patíbulo
es llamado el "caballo" del reo, y sabido es que las víctimas
sacrificadas a Odín eran suspendidas en los árboles. Al herirse a sí mismo con
la lanza, al abstenerse de agua y alimentos, el dios sufre la muerte ritual y
adquiere la sabiduría secreta de tipo iniciático. El aspecto chamánico de Odín
queda confirmado por su caballo de ocho patas, Sleipnir, y por los dos cuervos
que le informan de cuanto ocurre en el mundo. Al igual que los chamanes, Odín
puede cambiar de forma y enviar su espíritu bajo la apariencia de diversos
animales; busca y obtiene entre los muertos los conocimientos secretos... Los skaldas
llaman la inspiración poética "la copa de Ygg", "la
hidromiel de Ygg", pero también "hidromiel de los enanos",
"sangre de Kvasir", etc. Para concluir, después de su iniciación (que
le permite obtener las runas), del sacrificio de su ojo (que le confiere el
derecho a beber del pozo de Mimir) y del orbo de la hidromiel, Odín se
convierte en dueño indiscutible de la sabiduría y de todas las ciencias
ocultas. Es a la vez dios de los poetas y los sabios, de los estáticos y de los
guerreros" (Eliade, pp. 193, 194, 195). El Popol Vuh de los mayas k´iche
(1553-1554) rescata el mito de la creación del maíz, los dioses fundadores
Xpiyacoc y Xmuqane crean a la primera pareja de gemelos: Jun Junajpú (Uno
Junajpú) y Wucub Junajpú (Siete Junajpú). El dios del maíz Jun Junajpú (en la
época Clásica Jun Ixin/Jun Ixiim) se casa con la diosa de la tierra Xbaquiyalo,
la Señora Hueso, y ambos procrean a Jun B´atz (Uno mono) y Jun Chouen (Uno
artesano). A la muerte de Señora Hueso, Jun Junajpú se casa con una mujer de
Xibalbá, Xkik, la Señora Sangre, con quien procrea a los Gemelos
Divinos: Junajpú (en la época Clásica Jun Ajaw) y Xbalanqué (en la época
Clásica Yax Balam). Jun Junajpú es la primera semilla del maíz que desciende a
la región oscura y fría del inframundo, pero como no solicita el permiso de los
dioses de la región, Uno Muerte y Siete Muerte, deciden sacrificarlo: la
decapitación de Jun Junajpú, cuya cabeza desmembrada fue colgada por los
señores del Xibalbá en un árbol seco que reverdece milagrosamente y se llena de
calabazas, confundidas con la cabeza decapitada de Jun. La curiosidad de una
doncella del Xibalbá, la Señora Sangre (Xkik), hace que visite el árbol,
al acercarse a la calavera de Jun, ésta arroja saliva a su mano y queda
embarazada. Los señores del Xibalbá se ofenden y amenazan de muerte a la Señora
Sangre, obligada a escapar del inframundo y subir a la superficie terrestre,
dio a luz a los Gemelos Divinos Junajpú y Xbalanqué, gestados en el inframundo.
Junajpú (pintas negras en su cara y en su cuerpo) y Xbalanqué (pedazos de piel
de jaguar adheridos en el rostro, brazos y piernas) descienden al inframundo
para rescatar los restos de su padre, dar muerte a los señores del inframundo
Xibalbá, lograr el renacimiento del dios de maíz, la creación de los seres
humanos y convertirse en el Sol y la Luna. Los Gemelos Divinos se enfrentan al
dios principal del inframundo, Itzamaat, a quien terminan derrotando, lo
despojan de sus vestidos y lo matan. Itzamaat representado con los rasgos de un
anciano desdentado de mejillas sumidas, nariz prominente y un sombrero sobre el
que se posa un ave de rapiña. La esposa de Itzamaat era Ixchel, la colérica
anciana que ayudó a la serpiente del cielo a crear el diluvio. La diosa de las
inundaciones y las tempestades era representada con garras y rodeada por
símbolos de muerte y destrucción, una serpiente enroscada en la cabeza y una
falda adornada con huesos cruzados. Ixtab la diosa maya del suicidio,
representada colgando del cielo con una cuerda alrededor del cuello, con los
ojos cerrados por la muerte y las mejillas con los primeros signos de
descomposición. Los mayas creían que los suicidas por ahorcamiento, los
guerreros muertos en combate, las víctimas de los sacrificios a los dioses, las
mujeres que morían al dar a luz y los miembros de la casta sacerdotal iban
directamente al paraíso. Ixtab llevaba las almas afortunadas al paraíso, bajo
la sombra de las ramas del árbol cósmico yaxche, el árbol de los
bienaventurados que descansaban de todo sufrimiento. En el tercer episodio, la
resurrección del maíz representada de dos maneras, saliendo de la boca de un
saurio y de la boca de un pez. El renacido Jun Junajpú encuentra hermosas
mujeres desnudas de senos generosos que lo visten y adornan con símbolos de la
fertilidad. En el último episodio, su renacimiento en la superficie terrestre
inicia con un viaje en canoa, acompañado de unos dioses remeros del agua:
"El inframundo es uno de los espacios más representados en el mito maya de
la muerte y la resurrección del dios del maíz. En el Popol Vuh es el
lugar al que desciende Jun Junajpú, la primera semilla del maíz y donde pierde
la partida en el juego de pelota y es decapitado por los señores del Xibalbá,
Uno Muerte y Siete Muerte. Al inframundo bajan también los gemelos Junajpú y
Xbalanqué, los hijos de Jun Junajpú. Y en este territorio frío, oscuro y
espeluznante tienen lugar las heroicas aventuras de los Gemelos Divinos para
rescatar a su padre. El posterior descubrimiento de las vasijas pintadas de la
época Clásica sacó a la luz otros episodios de la estancia de Jun Ajaw y Yax
Balam en el inframundo, entre ellos, su encuentro con el dios principal de esa
región, llamado Itzamaat... Una obra maestra del arte maya nos traslada al palacio
del dios del inframundo, quien aparece retratado con los rasgos de un anciano
con un sombrero sobre el que se posa un ave de rapiña, quizá un búho o un
animal mitológico... La victoria de los gemelos impone a los señores de Xibalbá
la aceptación del ciclo anual de siembra y reproducción de las plantas en el
interior de la tierra, y la devolución periódica de los frutos sembrados por
los agricultores. Su triunfo señala la victoria de los cultivadores de la
superficie terrestre, que de ese modo acaban con la lucha cíclica entre las
fuerzas celestes y las fuerzas del inframundo e instauran en la tierra la
estabilidad que cada año hace renacer los frutos alimenticios"
(Florescano, pp. 71, 74).
Foto: Muerte. Autor: Simon Pikous. CC BY-SA 3.0 |
Los festivales de la muerte.
El teatro griego
fue producto del ritual religioso anual con el dios resurrecto que muere en
Verano para poder vivir de nuevo en Primavera, la escenificación de la Pasión
de Osiris en tres actos como las tres estaciones del calendario solar egipcio
de 365 días: la lucha contra el grupo de enemigos (agon); la caída,
derrota o sufrimiento (phatos); la resurrección y reconocimiento como
hijo de Dios (anagnorisis). Jane Ellen Harrison en Arte y ritual
antiguos, ubica la danza de Dionisio o Diritambo en el drama de la lucha
entre el Verano y el Invierno, la Vida y la Muerte, el Año Nuevo y el Año
Viejo. Una réplica del rito Osiriaco de Abydos con el Festival de Primavera que
iniciaba con la consagración de un toro sagrado en procesión por el sacerdote
de la ciudad, las sacerdotisas, el heraldo, el sacrificador y dos grupos de
hombres y mujeres sin impurezas; el toro conducido al mercado por un
funcionario que convenía a los vendedores de grano a alimentarlo en Otoño e
Invierno para asegurar las cosechas, a principios de Abril se repetía la
procesión con la participación de todos los sectores: senadores, sacerdotes,
niños, muchachos y jóvenes para sacrificar al toro en Primavera para que
resucitara con las lluvias del Verano y comer su carne para que su fuerza nutriera
al Estado. El primer festival en honor de Dionisio fueron las fiestas
Bacanales que duraban tres días. El primer día la "Apertura de las
Vasijas" para abrir las botellas con el vino nuevo, el segundo día de las
"Copas" con un concurso o agon de bebida al
"levantarse los espíritus de los muertos" y los propietarios untaban
brea a las puertas de las casas para que no entraran, el tercer día de
"Tiestos" se realizaban concursos para elaborar una sopa para las
almas y su daimon Hermes. Fiesta que recuerda el Día de Todos los
Santos y la embriaguez en los panteones, otras fiestas eran las dromenas agrícolas
de las dionisias antiguas, celebradas en el lugar de reunión (agora) con
un baile circular cerca de un Santuario primitivo de Dionisio que sólo se abría
una vez al año en la fiesta de las Copas. Otra versión se realizaba afuera de
las puertas con la "Dionisia en los Campos" o festival de los frutos
de la tierra con una procesión de una jarra de vino, una rama, una canasta de
higos, una cabra y un falo como representación de la vida vegetal, animal y
humana: "La palabra griega para escenario, como ya dijimos, es skene,
nuestra escena. La escena no era el escenario que conocemos, una plataforma en
alto para que los actos pudieran apreciarse mejor. Era nada más una tienda, o
una cabaña rústica en la que los actores, o mejor dicho los danzantes, se
podían colocar sus vestimentas rituales. El hecho de que el teatro griego no
tuviera, para empezar, un escenario permanente, tal y como lo conocemos,
muestra muy claramente lo poco que se consideraba como un espectáculo. La danza
ritual era un dromenon, algo que había que hacer, no algo que fuera
para observarse... pero es en Grecia, y acaso nada más en Grecia, en la
religión de Dionisio, en donde podemos trazar efectivamente, si bien
tenuemente, los pasos de transición de la danza al drama, del ritual al arte...
La danza a partir de la cual surgió el drama era una danza coral, la danza de
una banda, de una iglesia, de una comunidad, lo que los griegos llamaban un thiasos.
La palabra significa banda y un objeto de devoción; y la
reverencia, la devoción, la emoción colectiva... Esa banda, para empezar, era,
como vimos, la de todos los iniciados de la tribu, unidos por un solo nombre,
confiados en un solo símbolo... Los jóvenes también son egocéntricos y buscan
el autoengrandecimiento. Esta necesidad de autoexpresión es una especie de
impulso artístico... escriben poemas líricos, les encanta disfrazarse, enfocan
la vida sobre ellos mismos de tal modo que, más adelante, la vida misma se
vuelve imposible. Este pseudo-arte, este pseudo-engrandecimiento por lo general
muere de manera natural antes de los treinta años... Si sobrevive, un remedio
es, desde luego, la actitud científica" (Harrison, pp. 129, 136, 190, 191,
192). Los celtas y los romanos introducen las cuatro estaciones de tres meses.
En el mundo céltico Samain (1 de Noviembre), Imbole (1 de Febrero), Beltaine (1
de mayo) y Lugnasad (1 de agosto). En Cambridge los niños celebran la Reina de
Mayo y el Jack Verde en una carreta con un muñeco cubierto de listones y una o
dos flores, en tiempos de Isabel I incluía cuarenta yuntas de bueyes adornados
con un ramillete de flores en sus cuernos, que acarreaban el árbol de mayo
cubierto de flores y yerbas, seguido de una procesión de mujeres, hombres y
niños que lo plantaban en el suelo para bailar alrededor de él. En la Baviera
alta el árbol de mayo se renueva cada tres, cuatro o cinco años porque es un
símbolo de la regeneración de la vida. En Turingia los niños escogen a uno de
sus compañeros para interpretar al "hombrecito hoja", cubierto con
ramas y llevado de casa en casa para pedir obsequios. En Halloween los mummers
o guisers trataban de mantener a raya a los espíritus de la naturaleza,
chicos y chicas que se pintaban el rostro o usaban máscaras y vestían de forma
estrafalaria. Visitaban las casas para pedir ofrendas como golosinas o frutas,
deambulaban por la oscuridad alumbrados por nabos ahuecados con velas en su
interior, las "Jack o Lanters" esculpidas para representar los
rostros grotescos de los espíritus. El festival del Samain o Samonios se
celebraba la noche del 21 de Octubre, momento en que las puertas del inframundo
quedaban abiertas, los espíritus de los muertos asolaban el territorio y
reinaba la oscuridad. En Irlanda, Gales y Escocia, las asambleas más
importantes se celebraban en esas fechas. Los celtas rendían culto al cráneo,
la sede del espíritu que protegía a su propietario de toda clase de peligros y
aseguraba la salud, la riqueza y la victoria. Los celtas de la Galia adornaban
los cráneos con un círculo de oro para usarlos como vasos sagrados y ofrecer
libaciones en las fiestas. Los cristianos no pudieron erradicar el Samain y el
Papa Bonifacio VI en el siglo VII lo convierte en el Día de Todos los Santos.
En 998, Odón de Cluny instituye una misa solemne para Todos los Cristianos
Difuntos en los monasterios de la Orden. En el Concilio de Oxford de 1222, el
Día de Todos los Santos (1 de Noviembre) y el Día de los Difuntos (2 de
Noviembre) fueron declarados oficialmente festividades cristianas anuales. Los
nahua honraban a sus muertos en todo el mes de Agosto y veneraban a
Mictlantecihuatl "Dama del Mictlan", cuya residencia era el noveno
nivel del mundo subterráneo: Chignahamictlan. Los nahua conservaban calaveras
como trofeos y las exhibían en sus rituales anuales. El inframundo era el
Mictlan "Tierra de los Muertos", localizado bajo Tlalticpac, un lugar
húmedo con pasajes subterráneos, ríos y materia en descomposición. El Este y el
Oeste correspondían al paraíso del Sol, el Sur de Tlaloc (Tlalocan), el Norte
de Mictlanteuchtli "Señor del Mictlan", representado como un
esqueleto de huesos blancos con manchas rojas y sangrientas, plumas de lechuza
y una máscara con forma de calavera humana. El limbo nahua era el Cincalco, el
lugar al que iban los niños que morían en su tierna infancia. La casa del dios
Tonacatechhtli tenía árboles, frutos y flores; los niños que morían en la
lactancia terminaban en el árbol Chichihualcuauhco, representado como un árbol
con pechos que los amamantaba. El calendario nahua honraba en el noveno mes
(Agosto) a los niños difuntos en el Miccailhuitontli "La Pequeña Fiesta de
los Muertos", a los difuntos adultos en el Hueymiccaihuitl "La Gran
Fiesta de los Muertos" y el Xocotl Huetzi "La Caída de la
Fruta". Festivales amenizados con alumbrado de velas, danzas, música,
ofrendas de comida, bebida y chocolate. Es absurdo pensar que los españoles
estaban ajenos del culto a la muerte: "En la propia España, en esos días
se colocaban en las tumbas ofrendas de pan, vino y alimentos, y flores, como
crisantemos. Se preparaban platos especiales para ser consumidos por los
familiares de los difuntos, se encendían velas y lámparas de aceite, y se
colocaban jarros con agua para saciar la sed de los difuntos. Los jóvenes se
reunían para tocar las campanas la noche víspera del 1 de noviembre, se
encendían fogatas, y a la puerta de la iglesia se colocaba un catafalco negro
con una calavera blanca en un extremo (algo sumamente parecido a uno de los
detalles más típicos y comunes del actual Día de Muertos en México). Y lo que
es aún más importante, en España en esa época aún existía la creencia de que
las ánimas de los muertos acostumbraban regresar esos días para compartir los
alimentos preparados para esa ocasión por sus familiares en la Tierra. Un
ejemplo: esta creencia en el regreso temporal de los muertos estaba tan
firmemente establecida en algunas aldeas de Asturias, que muchas personas no se
acostaban en la noche víspera del 1 de noviembre para que las ánimas de los
difuntos pudieran volver y descansar en sus camas tras su largo viaje a la
Tierra (Caro Baroja 1968; Sáinz y Hoyos Sáinz 1947; Scheffler 1991: 25)"
(Alberro, p. 13). En Japón no existe la noción de pecado, paraíso ni infierno,
sin importar a dónde vayan, todos van al mismo lugar, sin selección ni juicio
previo: el kegare "mundo subterráneo" (oscuro, sucio,
contaminado, impuro), los nirai kanai "confines del mar", la
cima de la montaña. El sintoísmo tiene sus raíces en la tradición popular chamánica,
los espíritus de la naturaleza (kami) y el culto a los antepasados. Las
almas de los muertos juegan un papel ambivalente, pueden proteger a los
aldeanos, pero también causar daños o maleficios (tatari), combatidos
con la celebración de ceremonias de exorcismo o purificación (jarai) de
los sacerdotes sintoístas. Los festivales de la muerte (matsuri, del
verbo matsurau "estar con") se celebran en Verano, normalmente
duran tres días, tienen el objetivo de celebrarlos para mantenerlos contentos.
Los matsuri inician con la visita al templo local para hacer ofrendas,
la residencia del kami, el kannushi (sacerdote) invoca al kami
para purificar a los visitantes. En la segunda parte se utiliza una arca
sagrada (mikoshi) donde se introduce el kami para extender la
purificación por la comunidad, cargada por hombres solteros maquillados de
blanco. La gente baila el bon-odori imitando la siembra y la pesca,
vestidos con sus yukata (kimonos de Verano). En los alrededores del
templo se realiza un carnaval, donde tiene lugar una obra tradicional (kagura)
en un escenario central, representando escenas de la mitología nipona y los kami,
acompañados de música de tambores y flautas. En la parte final, la plegaria del
sacerdote en el templo (norito) para que todos expresen subordinación y
miedo al kami y reclamen su protección. La tradición implica que cada
casa dé la bienvenida anual a las almas de sus ancestros en una fiesta (obon)
y acudan a los cementerios a limpiar las tumbas. La forma de comunicación de
ultratumba es contratar los servicios de un médium para hacer consultas sobre
decisiones importantes o pedir consejos. El chamán (yuta) se deja poseer
por el alma del muerto para que pueda hablar. Los espíritus de naturaleza
negativa se presentan ante la comunidad como fantasmas que buscan venganza. La
casa instala una especie de altar (butsudan) que representa un templo
sintoísta en miniatura para colocar flores, alimentos e incienso para los
espíritus de los muertos. Las ceremonias de exorcismo o purificación (jarai)
también se realizan para levantar nuevos edificios, purificar la tierra y
propiciar la buena fortuna.
Foto: Muerte. Autor: Simon Pikous. CC BY-SA 3.0 |
Las puertas del infierno.
En el diccionario
italiano Treccani, el inférno del latín inférnus o inférnum
"que está abajo, infernal, del Averno", relacionado con inférus
"que está abajo, abajo" ("El Valle de la muerte"):
"Salir de la noche profunda que siempre hace negro el valle infernal"
(Dante); "La ola incitada por el infernini Dei" (Foscolo); "Vuelve
tus ojos hacia ese valle infernal" (Ariosto); "Asombrado, miré
el lago infernal" (D´Annunzio).
La localidad italiana Inferno en la provincia de Sondrio. En la doctrina
cristiana, el lugar de sufrimiento eterno de las almas de los pecadores después
de la muerte. En otras mitologías y religiones, el lugar donde habitan los
espíritus de los muertos. En la RAE el inférno relacionado con el inframundo,
del latín inframundo "debajo del mundo", de forma metafórica
las personas que viven de forma miserable respecto a su sociedad (castas
bajas), de forma física el interior de la tierra, "el mundo de los
muertos". En los territorios celtas los sidh eran los montículos o
colinas mágicas o sagradas que daban acceso al "Otro Mundo", el lugar
de las divinidades, las hadas, los monstruos subterráneos y los espíritus de
los muertos que abordaban a los humanos durante el Samain. En Japón el kegare
"mundo subterráneo" (oscuro, sucio, contaminado, impuro), los nirai
kanai "confines del mar", la cima de la montaña, el lugar de las
espíritus de la naturaleza, positivos o negativos, que abordaban a los humanos
durante el Matsuri. En México el Mictlan náhuatl y el Xibalbá maya. El limbo
del latín limbus "orla, colgajo, solapa, dobladillo, extremidad de
un vestido". En la religión católica el lugar adonde van las almas de
quienes mueren sin bautismo antes de tener uso de razón, los recién nacidos,
que tampoco son inocentes al ser portadores del pecado original: "La
noche que murió Pier Soderini, El alma se fue del infierno a la boca; Plutón
gritó: -¿Qué diablos? alma tonta, se va al limbo entre los otros niños"
(Maquiavelo); "Pero qué gente de gran valor yo sabía que fueron
suspendidos (Inf. IV, 44-45); desde la hora que descendió entre nosotros
en el límite del inferno Juvenal" (Dante, Purg. XXII, 13-14). El
purgatorio del latín purgatorius "que purifica", uno de los
tres reinos del inframundo, junto con el infierno y el cielo. En la teología
católica la condición de los que mueren en la gracia de Dios, pero necesitan
purificarse para ser admitidos en la visión de Dios. El infierno como
representación del Averno no era una metáfora, el lago Averno estaba cercano a
un santuario oracular, Nápoles: "Visitar un santuario era común y podemos
hacernos una idea de la experiencia gracias a la descripción de Máximo de Tiro:
"No lejos del lago Averno estaba en una cueva oracular, que tomaba su
nombre del llamado de los muertos. Aquellos que acuden a consultar el oráculo,
después de repetir la fórmula sagrada y ofrecer libaciones y sacrificar víctimas,
llaman al espíritu del amigo o pariente al que desean consultar. Entonces
aparece una sombra insustancial, difícil de ver y de reconocer por igual, pero
dotada de una voz humana y con capacidad para la profecía. Cuando ha respondido
las preguntas que se le plantean, se desvanece" (Toner, p. 61). En Kemet
el cánido W(ou)w(ou)w(ou)t era el guardián del inframundo de la Duat. En Grecia
el perro de tres cabezas Cerbero era el guardián del Hades. Orfeo decide
atravesar el inframundo para recuperar a su esposa, el dios Hades le dice que
pueden salir juntos siempre y cuando vaya delante de ella y no voltee a
mirarla, Orfeo obedece y cuando cree que está a salvo, voltea y desaparece. El
Hades tenía una ubicación real, el río Estigia: entre Ucrania y Rusia. En
México el Xolotzcuintle guiaba cuatro largos años a los muertos en el Mictlan.
Existen distintas puertas del inframundo: Babilonia, Israel, Dendera,
Tesalónica, Monte Athos, Eleusis, Trecen, Cabo Ténaro, Turín, Rávena, Sorrento,
Roma, Cumas, Palermo, Enna, Chartres, El Escorial, La Rábida, Tokio, Xian,
Agra, Fatehpur Sikri. El mismo Vaticano fue construido sobre una necrópolis, un
oráculo antiguo: "En tiempos remotos, el Vaticano era un terreno insano y
abandonado que culminaba en una modesta colina, poco después de la orilla del
Tíber... En realidad, se trataba de vaciar una buena parte de la colina
Vaticana, de drenar el terreno, que presentaba un buen número de fosos
pantanosos, y preparar cimientos lo bastante sólidos para soportar el enorme
peso de la futura construcción. También era necesario desmantelar la antigua
necrópolis que ocupaba parte del terreno, en la cual paganos y cristianos
estaban enterrados unos junto a otros desde hacía mucho tiempo... El término Vaticano
es antiguo. Al principio designaba una localidad, un área. Ager Vaticanus
es el lugar siniestro e inhóspito que menciona Aulio Gelio en Noches áticas.
Según el autor, el topónimo deriva de vaticinium: "El campo
vaticano y el dios que lo preside deben su nombre a los vaticinios que suelen
hacerse gracias al poder e inspiración del dios en dicho territorio". Era
una zona afectada por las inundaciones del río, pantanosa e infestada de
animales hostiles y de malaria. Los terrenos acababan al pie del Mons
vaticanus, que formaba parte de una modesta cadena que va del monte Mario
al Janículo, en la parte occidental de Roma... Tácito describe la zona vaticana
como "un lugar infame", tal vez porque esas tierras desoladas
albergaban una necrópolis, lo cual alimentaba su área siniestra, cuyos restos
aparecieron tras las numerosas campañas de excavación necesarias para cimentar
y consolidar la basílica" (Augias, pp. 72, 73, 357). El abismo del franco
antiguo abisme, el latín vulgar abyssimus, latín tardío abyssus,
griego abyssos ἄβυσσος "sin
fondo". Las tinieblas del latín tenebrae "falta de luz,
oscuridad". El abismo es toda profundidad grande, imponente y peligrosa,
así como para las realidades inmensas, insondables e incomprensibles. Textos de
las Pirámides, Declaración 442. El rey muerto se convierte en una estrella, el
rey identificado con Orión, engendrado por la luz del alba, quien asciende
desde la región oriental y desciende en la occidental guiado por la Estrella
del Perro Sotis y la Estrella matutina Venus. En la ciudad de Iw(ou)nw(ou)
(Heliópolis Magna), el culto de Atum sustituido por Re como Re Atum, creador
emergido del gran océano primigenio (Nun) que trae la luz a la oscuridad (el
abismo asociado con el agua y la oscuridad) y el rey un integrante de la
comitiva de estrellas del Sol Re en la luz del alba: "Mi abominación es el
hambre, y nunca lo comeré. Mi abominación es la sed, y nunca la beberé. Soy
verdaderamente yo quien dará pan a los que existen. Mi madre de leche es Iat y
ella es quien me nutre, es ella quien me dio a luz. Fui concebido por la
noche, y por la noche nací. Pertenezco a aquellos que se encuentran en la
comitiva de Re, quienes están antes de la Estrella de la mañana. Fui
concebido en el abismo, y en el abismo nací. He venido y te he traído el pan
que encontré allí" (Textos de las Pirámides. Declaración 211). Los
Textos registran la ascensión del rey como Venus, Orión y parte de la comitiva
de Re que hace de intermediario entre el cielo y la tierra al subir o bajar
entre las "Estrellas imperecederas". La localización del abismo en el
Libro de Nut: "Como existe el lado superior de este cielo es en oscuridad
uniforme. Los límites sur, norte, oeste y este del cual son desconocidos, Habiendo
sido fijados en el Abismo, en la inacción. No hay luz allí... (un lugar) cuya
tierra sur, norte, oeste y este era desconocida para los dioses o akhs, no
existiendo allí claridad" (Neugebauer; Parker, pp. 485, 486). En las
mitologías antiguas la luz no venció a la oscuridad, surgió de ella al igual
que las aguas (mares). La Estrella del Perro Sotis, la diosa responsable de la
inundación, representada por una mujer con una estrella de cinco puntas sobre
la cabeza (✩) e identificada
con otras dos diosas, Isis y Satis. Antes de la inundación desaparecía y surgía
coincidiendo con la inundación anual el 19 de junio, marcando el inicio del año
nuevo. Para San Jerónimo la Virgen María era la Estrella del mar, para San
Isidoro la iluminatrix o iluminadora, para San Pedro Diácono mediadora
de todas las gracias, para San Anselmo la soberana del mar, para San Juan y los
jesuitas la mujer con dolores de parto que derrota al dragón como símbolo del
Anticristo que busca devorar al hijo en el Apocalipsis. Las vírgenes
representadas en forma de triángulo con la punta hacia arriba (∆) y vestido celestial
de estrellas de cinco puntas (✩) o seis (✡). El Concilio de Éfeso de 431 confirma a María con el título Theotokos,
"portadora de Dios", traducido al latín con las palabras Mater Dei
"madre de dios". El culto a Isis era la norma en las provincias
romanas desde Britania hasta Hispania: la virgen de Argeme (Coria) y la virgen
de Velia (Bimenes) en 720; la moreneta de Monserrat en 880 (Barcelona); la
virgen de la Cabeza de 1227 (Jaén); la virgen de Lluc en 1250 (Mallorca); la
virgen de Guadalupe de Extremadura (Cáceres), retomada por Alfonso XI de
Castilla que ordenó construir una Iglesia después de su victoria contra los
benimerines en la batalla del Salado de 1340 y de la que era devoto Hernán
Cortés después de sufrir una picadura de alacrán; la virgen de la Candelaria en
1392 (Tenerife) y la virgen morena de Guadalupe en 1531 (México). En la
Basílica de San Apolinar el Nuevo de la ciudad italiana de Rávena, destacan dos
mosaicos bizantinos: Jesús separando a los corderos de los cabritos (Mateo
25:32-33) con dos ángeles a los lados, uno de color rojo (Satán) y otro azul
(Lucifer), bellos y de buen aspecto; los magos Melchor, Gaspar y Baltasar
llevando ofrendas de oro, incienso y mirra a Jesús. En la iconografía el
príncipe de las Tinieblas asociado al fuego (rojo), pero las tinieblas sólo
significan oscuridad. Jesús representado de color azul cuando enseñaba a sus
discípulos, el color de lo espiritual, del cielo, el más profundo y menos
material: "No son muchas, desde luego, las imágenes que nos han llegado de
estos siglos, pero merece la pena que las mencionemos todas y, sobre todo, que
las clasifiquemos por tipos, porque, como pronto hemos de ver, tal ordenación
constituye la base insoslayable para la iconografía del demonio en Bizancio.
Comenzaremos por el modelo iconográfico de vida más corta, al que designaremos
desde ahora con el nombre (puramente convencional, como los que después iremos
dando) de Lucifer. Es el tipo que conocemos por la más bella imagen del maligno
que nos haya legado el arte preiconoclasta: la que en S. Apollinare Nuovo de
Rávena aparece a la izquierda de Jesús cuando éste separa a los corderos de los
cabritos. Es exactamente igual que el ángel que flanquea al Supremo juez por la
derecha, con una única salvedad: como Ángel del Mal, su túnica, su manto, su
nimbo, sus alas y hasta su carne son de color azul, símbolo de las tinieblas.
Esta imagen aparece grandiosa, cargada de belleza juvenil y de poder, no es
única en la época. Aun si mantenemos nuestras dudas sobre una cabeza copta pintada
en Bauit, que conocemos mal, podemos añadir, ya en contexto heterodoxo o
gnóstico, una imagen demoníaca grandiosa: la que aparece en un amuleto mágico
del siglo VI conservado en el Museo Británico" (Fig. 11): Lucifer aparece
erguido y bien formado, desnudo y en actitud frontal, adornado con nimbo y con
dos pares de alas, y aplasta a dos saurios a la vez que agarra con cada mano a
dos escorpiones" (Miguel Ángel Elvira, p. 134).
Foto: París. Autor: Richard Munckton. CC BY 2.0 |
Los Ossarios.
Esqueleto del
griego Skeletón, de Skelléin "desecar". Calavera del latín Calvaria
"cráneo", inglés Skull "cráneo, calavera". Cráneo del latín
Cranium, del griego Kraníon (krános "casco, yelmo"). Ucrania, tierra
de godos. Cementerio del latín tardío Coemeterium, del bizantino Koimeterion
"dormitorio". Tumba del latín tardío Tumba, del griego Tymbos
"túmulo". Muerte del latín Mors-Mortis, del kemita MER
"pirámide" y MEIR "tumba". En el diccionario italiano
Trecanni, Os/Ossis "hueso": italiano Osso, portugués Osso, gallego
Óso, francés Os, catalán Os, rumano Os. Ossário del latín tardío Ossárium para
los edificios donde se conservan los huesos de los cementerios suprimidos y en
circunstancias especiales que impiden un entierro normal: epidemias,
catástrofes, guerras. Los ariyas de las estepas caucásicas de Asia Central (4500
a.C.) y la cultura Yamnaya de los montes Urales (2200/2100-1700/1600 B.C.)
practicaban ritos funerarios en las "Torres de la Muerte" para
separar la carne del hueso, gracias a la acción carroñera de los buitres:
India, China, Suecia, España y Portugal. Las cosas cambian en la cultura
Ariianam Vaeyah (1500 a.C.) de Afganistán en Irán. El profeta Zoroastro
(1500-1200 a.C.) postula que la vida era una batalla entre la luz y las
tinieblas que podía culminar en la victoria de la primera en el apocalipsis, aparecen
los primeros Ossarios familiares (astodan) con la recolección de los
huesos para asegurar la resurrección. Los osamentas se dejaban un año en las
"Torres de la Muerte" para eliminar impurezas, finalmente recogían
los huesos para preservarlos. La teología de la resurrección hizo que iranios,
celtas, persas, mesopotámicos, armenios, áfganos, turcos, sirios, pakistaníes,
uzbekos, árabes y judíos empezaran a guardar los restos óseos de sus familias.
En España los primeros Ossarios se guardaban en cofres dentro de las iglesias
visigodas, destinados a la clase gobernante de Galicia y León. En la Baja Edad
Media a la Orden del Císter, la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San
Juan y la Orden del Temple. En el siglo XIII, XVII, XVIII y XIX los Ossarios
cappuccinos y franciscanos por el hacinamiento en los cementerios, cuestionados
por las reformas y contrarreformas religiosas. La construcción junto a las
iglesias de capillas especiales para su uso como Ossario, los huesos cubrían
las paredes por completo: Ossario de Wamba en la Iglesia de Santa María, del
siglo XIII (Valladolid), Ossario de Évora en la Iglesia de San Francisco, del
siglo XIII (Portugal); Ossario de Milán en la Iglesia de San Bernardino alle
ossa, del siglo XIII (Italia); Ossario de Sedlec en la Iglesia de Todos los
Santos, del siglo XIV (República Checa); Ossario de Roma en la Iglesia de Santa
María della Concezione dei Cappuccini, de la primera mitad del siglo XVII
(Italia); Ossario de Hallstatt Karner, del siglo XVIII (Austria), Ossario de
Czermna, del último cuarto del siglo XVIII (Polonia); Catacumbas de París, el
mayor Ossario de Europa del siglo XVIII (Francia); Criptas de San Francisco en
Lima, usadas hasta el siglo XIX (Perú). La ilustración supuso el regreso del
romanticismo, la exaltación de la espiritualidad y el misticismo: la
construcción de Ossarios privados y el culto a las almas para obtener favores
personales. La Iglesia horrorizada por la profanación de los muertos, los
restringió exclusivamente para la celebración del culto cristiano. En el siglo
XIX y XX la construcción de Ossarios dentro de los cementerios en cajas de
terracota y monumentos Ossarios para honrar a los huesos de los caídos en
batalla en los mismos lugares, las colinas y los valles.... De estilo griego, bizantino,
románico-gótico-veneciano, esculturas, estatuas de mármol, columnas, obeliscos
y pirámides... Ligados a las guerras del Risorgimiento italiano de la masonería
y las guerras mundiales: los huesos de los caídos el 23 de marzo de 1849,
inaugurado en el trigésimo aniversario de la batalla (Ossario de Novara); los
huesos de franceses e italianos que batallaron contra los austriacos el 20 de
mayo de 1859, inaugurado el 20 de mayo de 1906 (Ossario de Montebello); los
huesos de italianos, franceses y austriacos caídos en la batallas de Palestro y
Confienza el 30 y 31 de mayo de 1859, inaugurado el 30 de mayo de 1893 (Ossario
de Palestro); los huesos de soldados piamonteses y austriacos caídos el 30 de
mayo de 1859, inaugurado el 8 de septiembre de 1895 (Ossario de Vinzaglio), los
huesos de los caídos en combate el 8 de junio de 1859, inaugurado en junio de
1904 (Ossario de Melegnano); los huesos de los caídos en la batalla del 24 de
junio de 1859 (Ossario de Solferino), los huesos de los caídos en la batalla
del 24 de junio de 1859 (Ossario de San Martino della Battaglia); los huesos de
los caídos en la batalla del 10 de mayo de 1860, inaugurada en 1891 (Ossario de
Calatafimi); los huesos de los caídos en la batalla del 10 de octubre de 1860,
que dieron la causa de la unión de las Dos Sicilias a Italia, inaugurada en
octubre de 1905 (Ossario de Santa Maria Capua Vetere); los huesos de los caídos
en las batallas del 24 al 26 de julio de 1848 y el 24 de junio de 1866,
inaugurado el 24 de junio de 1879 (Ossario de Custoza); los huesos de los
franceses y austriacos caídos en la batalla del 4 de junio de 1859 (Ossario de
Magenta); los huesos de más de 2.000 caídos del 1er ejército en la batalla de
mayo de 1914, inaugurada por el rey Vittorio Emanuele III el 29 de agosto de
1926 (Ossario gigante de Pasubio); los huesos de de 5.500 caídos en la región
de Grappa, inaugurado por el Príncipe de Piamonte el 13 de mayo de 1934 (Templo
Ossario de Bassano del Grappa); los huesos de los caídos en la batallas de 1892
y 1893, inaugurado en la 16º batalla anual (Ossario de Agordat); los huesos de
los 914 caídos en la batalla del Green Jebel, inaugurada el 4 de junio de 1934
por el mariscal del aire Italo Balbo (Monumento Ossario del Jebel de Bengasi);
los huesos de los caídos en la campaña de Crimea en 1885, inaugurado el 28 de
agosto de 1882 (Ossario de Balaklava), los huesos de los 130 000 caídos
franceses y alemanes en la batalla de Verdún del 21 de febrero al 18 de
diciembre de 1916, inaugurada el 7 de agosto de 1932 por el presidente de la
república francesa Albert Lebrun (Ossario de Douaumount): "El régimen de
Esparta ofrece los mejores ejemplos de tales procedimientos secretos. Pero la
utilización de técnicas de gobierno, de santuarios secretos, de oráculos
privados, exclusivamente reservados a ciertos magistrados o de colecciones
adivinatorias no divulgadas que se apropian ciertos dirigentes, está también
testimoniada en otras partes. Además muchas ciudades cifran su salvación en la
posesión de reliquias secretas: osamentas de héroes, cuya tumba, ignorada del
público, no debe ser conocida, bajo pena de arruinar al Estado, más que por los
únicos magistrados calificados para recibir, al tomar posesión del cargo, tal
peligrosa revelación... Por lo demás, en el terreno de la religión se
desarrollan, al margen de la ciudad y paralelamente al culto público,
asociaciones basadas en el secreto. Las sectas, cofradías y misterios son
grupos cerrados, jerarquizados, que implican escalas y grados. Organizados
sobre el modelo de las sociedades de iniciación, su función es la de
seleccionar, a través de una serie de pruebas, una minoría de elegidos que
gozarán de privilegios inaccesibles al común. Pero, contrariamente a las
iniciaciones antiguas a que se sometía a los jóvenes guerreros, a los kouroi,
y que les conferían una habilitación para el poder, las nuevas agrupaciones
secretas estarán de ahora en adelante confinadas a un terreno puramente
religioso. Dentro del cuadro de la ciudad, la iniciación no puede aportar más
que una transformación "espiritual", sin incidencia en lo político.
Los elegidos, los epóptes, son puros, santos; emparentados con lo
divino, están ciertamente consagrados a un destino excepcional, pero que ellos
conocerán en el más allá" (Vernant, pp. 67, 68, 69). Las runas tenían
préstamos del griego y el latín, en islandés antiguo runar significa
"secreto", en sajón antiguo runa quiere decir
"murmullo", en irlandés run y galo rhin también
significan "secreto". Las runas aparecen en el siglo I y II para
encriptar sus comunicaciones en piedra: más de 3.000 en Suecia, 750 en Noruega
y 500 en Dinamarca. La runa F del valor A/O del godo AHSA "eje",
anglofrisón OSS "dios", noruego ASE "un dios",
protogermánico ANSUZ "dios Ase". La runa del valor I del godo
EIS "hielo", anglofrisón IS "hielo", noruego ISS
"hielo". Los dioses Æsir o AESIR gobernados por Odín. Las runas
indican que OSS/OSSIS "hueso" está relacionado con otros conceptos
que no aparecen en la cultura grecolatina. La heráldica del Escorpión de la
diosa ISHARA (Venus) del Norte de Siria (3500 a.C.), ISHIS (Estrella del Perro
Sotis) y OUSIR (constelación de Orión) de Kemet (3200 a.C.), ISHAR (Ishtar
Venus) de Agade (2300 a.C.) y su hijo SHARA de Umma. El ESHARRA el templo del
Dios del Disco ASHUR que dio nombre a la capital de ASIRIA (1813-609 a.C.) a la
izquierda del río Tigris, que perdería la vocal inicial para llamarse SIRIA. El
origen de las variantes de los reyes neoasirios, caldeos y de la primera
dinastía extranjera de Kemet: ASSUR (Assur-uballit I, 1365-1330 a.C.); ASSIR/OUSIR
(Wsr "Osorkones" Wss Weshesh o Msws Meshwesh) de las dinastías XXII
(945-730 a.C.) y XXIIII (c.818-715 a.C.); ASSUR (Assur-dan II, 934-912 a.C.);
ASSUR (Assur-nasirpal II, 883-859 a.C.); ASSUR (Assur-dan III, 772-755 a.C.);
ASSUR (Assur-nirari V, 754-745 a.C.); ASSUR (Ashur-Ahhe-Iddina "Ashur me
ha dado un hermano", griego Asarhaddón, 680-669 a.C.); ASSUR
(Ashur-Bani-Apli "Assur es el constructor de Apli", griego
Assurbanipal, 668-630 a.C.); ASSUR (Assur-Etillu-Ili, 630-625 a.C.); ASSUR
(Assur-uballit II, 611-609 a.C.); USSUR (Nabu-Apla-Usur "Nabu protege al
heredero", griego Nabopolasar, 626-605 a.C.); USSUR (Nabu-Kudurri-Usur
"Nabu conserva al primogénito", griego Nabucodonosor II, 605-562
a.C.); USSUR (Nergal-Sharu-Ussur "Oh Nergal protege al rey", griego
Neriglisar, 560-556 a.C.), USSUR (Bel-Sharru-Usur "Bel protege al
rey", Baltasar en el Libro de Daniel; hijo de Nabu-na´id "Nabu sea
alabado", griego Nabonido, 556-539 a.C.). El asirio ASSUR, ariya ASARO,
caldeo USSUR, romano OSSOR, OSSERO, OSSARIO, italiano OSSARIO, normando OSSORY,
inglés OSSUARY "Capilla Funeraria": "Ashur aparecía como un dios
alado que lleva la imagen divina elevándose sobre el universo, un símbolo que
más tarde adoptarían los persas, cuya comunidad zoroástrica todavía lo exhibe
actualmente para indicar la adoración de su dios supremo, Ahura Mazda... Uno
podía rezar a Ashur no sólo en el templo en la propia ciudad, sino en cualquier
lado. Conforme el imperio asirio extendía sus fronteras, se encontraba a Ashur
incluso en los lugares más distantes. De la fe en un dios omnipresente a la fe
en un dios único no hay un largo trecho. Como Él estaba en todos lados, la
gente llegó a entender que, de alguna manera, las divinidades locales no eran
más que manifestaciones diferentes del mismo Ashur. Esto no significa que los
hebreos tomaran prestada la idea de un sólo Dios omnipotente y ubicuo de
predecesores asirios. Pero su nueva teología no era ni mucho menos un
movimiento religioso radicalmente revolucionario y sin precedentes. La tradición
judeo-cristiana-islámica que empezó en Tierra Santa no fue una ruptura total
con el pasado, sino que creció a partir de ideas religiosas que ya habían
arraigado en el norte mesopotámico en la Edad de Bronce tardía y la primera
Edad del Hierro: la visión del mundo del reino asirio, que extendería su fe,
así como su poder a través de Asia Occidental durante el curso de los siglos
siguientes" (Kriwaczek, pp. 286, 288).
Foto: Milán. Autor: Michele M.F. CC BY-SA 2.0 |
El suicidio.
La culpa del latín
culpa. La vergüenza del latín verecundia, del verbo vereri "temor
respetuoso". La humillación del latín humiliare "arrastrar por el
suelo". La palabra suicida de suicidium, latín sui "de
sí mismo" y cidium "matar" es francolatina, usada en 1177
por el teólogo francés Gauthier de Saint Victor, suicide en 1651 por el
inglés Walter Charleton, suicide en francés en 1734, suicidio en
castellano en 1787. El 13 de febrero de 1945, Magda Goebbels de 43 años recibe
la visita de ex cuñada Ello Quandt, a quien le confiesa sus temores: "La
derrota total es cuestión de unas pocas semanas. Vamos a morir, pero por
nuestra propia mano. A corto o largo plazo, toda Europa va a caer en manos de
los bolcheviques. Eramos el último baluarte contra el diluvio rojo". Ello
preocupada le preguntó que iba a ocurrir con los niños, Magda ya tenía planeado
el suicidio, pero por sus ideas budistas creía en la reencarnación y veía la
muerte como el acceso a una nueva vida: "Nos los llevaremos con nosotros
porque son demasiado hermosos para el mundo que se avecina... No morirán, ninguno
moriremos. Cruzaremos un oscuro umbral hacia una nueva vida". El 19 de
abril, los Goebbels se instalan en el búnker Schwanenwerder, el 20 de abril los
niños acuden al cumpleaños de Hitler, el 21 de abril los Goebbels se mudan al
búnker de la Cancillería. El 28 de abril, Magda escribe una carta a su hijo
Harald, prisionero en Inglaterra: "El mundo que vendrá detrás del Führer y
el nacionalsocialismo no merece la pena ser vivido, y por eso he traído también
a los niños. Son demasiado buenos para la vida que vendrá después, y el buen
Dios comprenderá que yo misma les dé redención." El 29 de abril de 1945 el
matrimonio de Adolf Hitler y Eva Braun en el Führerbunker de Berlín. Entre las
2:00 y las 4:00 de la madrugada del 30 abril, Eva reúne a las mujeres en el pasillo
de la planta superior, Hitler anuncia la derrota a Magda, las secretarias, las
enfermeras, la cocinera y las esposas de los oficiales. Los oficiales SS son
liberados de sus obligaciones, realizan una razzia para obtener alcohol
y mujeres y organizar una orgía. A mediodía, Hitler tiene hambre y consume
espaguetis con salsa de tomate, al salir del comedor sus colaboradores se
despiden por los rumores del suicidio, quita la insignia de oro del NSDAP de su
abrigo y lo coloca en la solapa de la chaqueta de Magda. La pareja entra al
despacho y se hace custodiar de Günsche y Linge, ayudante y mayordomo. El
suicidio a las 15:15 horas del 30 de abril en el despacho: Hitler a los 56 años
(dosis de cianuro, arma de fuego Walter 7,65) y Braun a los 33 años (dosis de
cianuro), aunque Eva ya lo había intentado dos veces por sentirse sola y
abandonada, el disparo en el pecho de 1932 (20 años) y la ingesta de somníferos
de 1935 (23 años). Entre las 15:30 y las 16:00 horas, Linge convence a Günsche
de entrar, encuentran a Eva en el sofá con la cara apoyada sobre el hombro de
Hitler, éste frente a un retrato de Federico el Grande y el retrato de su madre
en la mano izquierda. El 1 de mayo, con los soviéticos a 200 metros de la
Cancillería, Joseph Goebbels decide que había llegado el momento. A las 17:00
horas llevan a los niños al cuarto con seis tazas, una jarra de chocolate y
"pastillas para dormir". Magda había recibido las propuestas de
Albert Speer y Hitler de abandonar Berlín con sus hijos, pero dos cosas la
detienen, el honor y la lealtad de morir juntos y la imposibilidad de escapar
de un mundo bolchevique. Antes de suicidarse, Magda acompañada del doctor
Stumpfegger, "duerme a sus hijos". El 2 de mayo los rusos entran al
búnker y encuentran seis niños muertos con pijamas blancas: Heidrun de 4,
Hedwig de 6, Holdine de 8, Helmut de 9, Hildegard de 11 y Helga de 12 años.
Heródoto describe el suicidio del rey espartano Cleómenes I en 490 a.C.,
hermano de Leónidas, caído en desgracia, encadenado a un cepo, en un acto de locura
pide un cuchillo: "Empezó a herirse desde las piernas; cortando las carnes
a jirones fue subiendo hacia los muslos, y desde los muslos hacia las caderas y
las ijadas hasta que llegó al vientre y tras cortárselo en pedazos murió"
(Historias, VI, 74-75). El suicidio de Marco Porcio Catón el
"Joven" de 48 años, en protesta contra Julio César por la batalla de
Tapso. Catón se retira a leer el Fedón de Platón, una obra sobre la
inmortalidad del alma, acto seguido se clava la espada en el abdomen. En contra
de su voluntad un médico lo venda a tiempo, cuando lo dejan solo se abre las
vendas y los puntos y empieza a arrancarse los intestinos con sus propias
manos. El suicidio de Séneca por orden imperial de Nerón, el filósofo de 79
años abraza a su esposa y le ruega que hallara noble consuelo en la
contemplación de una vida consagrada a la virtud. Paulina decide morir y él le
dice: "Te he indicado los consuelos que puede darte la vida, pero tú
prefieres el honor de la muerte. No sentiré celos del ejemplo que les das a
todos. La firmeza de una muerte tan noble es igual para ambos, pero en tu
muerte hay mayor esplendor". Ambos se abren las venas de los brazos,
Séneca también se abre las venas de las piernas y las pantorrillas, al ver su
sufrimiento la convence de que se traslade a otra habitación (Anales,
XV, 63). El filósofo al ver que la muerte por desangramiento de extremidades
era lenta, pide veneno y entra a un baño de vapor donde muere ahogado. Su
muerte desata el suicidio de sus dos hermanos y su sobrino Lucano. El suicidio
de Nerón a los 31 años para escapar de la rebelión de Galba, ordena que alguno
de sus acompañantes lo mate o al menos se suiciden para pudiera hacer lo mismo
con su ejemplo, pero ninguno obedece. Al escuchar a los jinetes se hunde el
hierro en la garganta con la ayuda de su secretario Epafrodito, uno de los
centuriones finge ayudarlo y le tapona la herida con su capa, Nerón pronuncia
sus últimas palabras: "Es demasiado tarde. Esto sí que es fidelidad"
(Vida de Nerón, XLIX). Los patricios romanos fueron los primeros nobles
que justificaron su dominio en la conducta moralmente intachable, algo que no
se espera de las clases gobernantes con la ausencia de la diosa griega de la
vergüenza Aidós. El desprestigio en general era una causa de suicidios
patricios, la dignitas "dignidad" lo era todo porque iba en
juego el prestigio de toda la familia y sus antepasados, un suicidio por
oprobio desataba una ola de suicidios familiares por vergüenza: "De la
integridad nace la dignidad; de la dignidad, el honor; del honor, el mando; del
mando, la libertad" (Scipio Aemilianus). Al estar ligada la dignidad
al estatus, los romanos consideraban el suicidio como un acto condenable, toda
persona que se suicida lo hace por deshonor o vergüenza. Les negaban la
sepultura, destruían el testamento y confiscaban los bienes de los suicidas que
no tenían un motivo justificado. En Egipto el suicidio estaba penado, el
objetivo de la vida era el descanso del
alma, la muerte del cuerpo no era el fin de la existencia. El suicidio
significaba el abandono del ba "alma" por no preparar su tumba
con la aniquilación personal, el alma vagando atormentada por la eternidad. En
el budismo el suicidio está prohibido para quienes tienen que pagar sus karmas,
la muerte no es un escape de nada porque la rueda de la vida no se interrumpe,
por eso Magda pensaba que la muerte era la puerta para una nueva vida. Los
condenados a muerte en Asia vestían una túnica de azafrán el día de su
ejecución, Buda y los budistas vestían de la misma manera para simbolizar que
habían renunciado a las cosas del mundo, estaban cansados de la tristeza del
vivir (dukha), deseaban no nacer y liberarse de la cadena de
renacimientos. El budismo explica el sufrimiento como un producto del karma con
el engrosamiento material, la única forma de liberación era reduciéndolo. Al
estar en contra de toda reproducción de la materia, el origen del rechazo a la
Iglesia, la familia, la propiedad privada y la reproducción por encadenar la
libertad espiritual. El suicidio mediante el ayuno extremo reservado para los
"puros", aquellos que se abstienen de la leche, la carne, los huevos
y el sexo con el desprendimiento de las cosas materiales. En las epopeyas
homéricas, los nobles movidos por el afán de honor y gloria marcial, debían
morir en el campo de batalla de manera heroica. Los hoplitas desplazaron la
gloria individual por la gloria colectiva al servicio del Estado. El estatus
del suicidio cambia, un acto egoísta que sólo puede ser ordenado por el Estado
o justificado en nombre del honor y la dignidad. En Grecia era una afrenta
contra la sociedad y los dioses, los únicos que deben decidir cuánto deben
vivir. Los suicidas eran indignos, vergonzosos e impuros, se les negaba la
sepultura en los cementerios. Las costumbres órficas señalan que se les
separaba de los demás difuntos y eran enterrados con las manos cortadas. La
muerte debía ser para el alma una liberación del cuerpo, especialmente las
muertes gloriosas, pero el suicida que expulsaba violentamente su alma, hacía
que quedada encadenada al cuerpo, vagando alrededor de la sepultura y el lugar
del suicidio como un fantasma. En Japón los suicidios bajan la plusvalía de las
casas por la creencia en los fantasmas y los vendedores están obligados a
informar de los suicidios en las casas a sus clientes, en caso contrario,
recibir demandas. El suicida mandaba su cuerpo al inframundo, pero condenaba su
alma a seguir en el mundo de los vivos. Platón sólo aprueba el suicidio en
situaciones en que la vida se vuelve insoportable: pobreza, enfermedades
crónicas, enfermedades mentales, edad avanzada, vergüenza, indignidad,
desdicha. Aristóteles desaprueba el suicidio como un acto cobarde para evitar
situaciones insoportables en perjuicio del Estado, y sólo lo aprueba en tres casos,
una orden del Estado, la desgracia, la ignominia. Los epicúreos desaprueban el
suicidio si todavía podían procurarse algún felicidad. Los estoicos aprueban el
suicidio como una demostración de la responsabilidad y autonomía de la vida en
casos de una miseria inevitable. Los primeros registros aparecen en la
"Literatura Pesimista" del Primer Período Intermedio de Kemet
(2181-2125 a.C.): "Otro texto ("La Disputa entre un Hombre y su
Alma" o "La Disputa de Uno-que-está-cansado-de-la-vida con su
Alma") es uno de los ejemplos más interesantes de escritura religiosa
egipcia, y está considerado también como una obra de arte literaria del mundo
antiguo. Hace referencia al apuro de un hombre cuya vida se ha visto destrozada
por el desmoronamiento de la sociedad en la que vive e intenta demostrar los
efectos catastróficos que el Primer Período Intermedio ejerce sobre su persona,
explorando sus dudas y temores. El hombre discute sus problemas personales con
su ba (alma), que se describe como una unidad independiente; anhela la
muerte e incluso contempla la posibilidad del suicidio, pero el Alma se opone a
sus planes... Se han ofrecido diversas interpretaciones de este texto. En una
de ellas el hombre contempla el suicidio pero el Alma se niega a permanecer con
él debido a las dificultades que tendrá que sufrir al no haber preparado tumba
alguna. Por el contrario, el Alma intenta persuadir al hombre de que debe
seguir viviendo describiéndole los peligros de la muerte, pero él trata de
justificar su decisión enumerando los males que le acechan en la vida y
destacando el gozo comparativo que la muerte le supondría... Al final, el Alma
vence en sus razonamientos y convence al hombre para que siga viviendo. Este
texto nos proporciona una autentica visión de las dudas internas que asaltaban
al individuo en un período de agitación política y social, y muestra que ni
siquiera el olvido que depara la muerte era considerado una solución porque la
gente no podía ya prepararse adecuadamente para la vida de ultratumba"
(David, pp. 125, 127).
La vergüenza y la desvergüenza.
Cicerón condenaba
el suicidio, salvo en casos de actos heroicos o la defensa del honor. En el
cristianismo primitivo, el suicidio estaba permitido como un acto digno de los
primeros mártires. En el siglo IV la Iglesia lo condena por las tesis de San
Agustín de Hipona, quien ve el suicidio como un acto contranatura, equivalente
al homicidio. En 452 el Concilio de Arlés condena el suicidio, y el Concilio de
Toledo decreta la excomunión de los suicidas y niega los ritos funerarios en
las Iglesias. En la Alta Edad Media, las legislaciones ordenaban la
confiscación de todas las propiedades y la negación de la sepultura en Tierra
Santa. En el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino mantiene las tesis de San
Agustín, el suicidio es un pecado porque el hombre no puede disponer de lo que
no le pertenece, la vida le pertenece a Dios. Las sectas heterodoxas de fines
del mundo antiguo y medievales invirtieron la noción de karma, para
liberarse tenían que saldar la deuda con el cuerpo hasta agotar la negatividad:
autoteísmo (igualamiento con la divinidad, la imposibilidad de pecar y sentir
vergüenza) y antinomianismo (ausencia de normas morales). Para el libertino, el
suicidio no tiene sentido porque la única liberación es el principio de la
contradicción o el nihilismo: el triunfo de la nada, el desenfreno, los excesos
y el libertinaje. La libertad total con el abandono de la nada, el vaciamiento
espiritual: "Hermanos del Espíritu Libre". Las sectas heterodoxas
negaban las categorías de la materia y reclutaban entre los grupos afectados
por la guerra, la peste y la penuria económica: sexo (sodomía), edad
(pederastia, gerontofilia), parentesco (incesto), especie (zoofilia), propiedad
(robo), vida (suicidio, homicidio, necrofilia, canibalismo). Las ideas
heterodoxas, aunque promovían la falta de vergüenza, el homicidio y el
suicidio, redujeron el rechazo del suicidio con una mayor comprensión por los
colectivos vulnerables. La reforma protestante endureció los castigos contra
las propiedades de los suicidas, ya que lo atribuían a una acción del demonio:
"La Europa de los siglos XIII y XIV se vio azotada por hambrunas,
enfermedades y pestes incontrolables, que llevaron a la desaparición de un
cuarto de su población. Cerca de 25 millones de personas mueren entre
1348-1349, atacadas por el gran enemigo de la sociedad de ese tiempo: la Peste.
La situación en Inglaterra, en Francia y en Alemania es ciertamente desastrosa,
ninguna salida posible a una naturaleza hostil que se niega a dar sus cosechas,
que obliga a morir sin misericordia y, sobre todo, sin vergüenza; la peste
acompaña al hambre, los pobres se alimentan de gatos, perros e inclusive, de
niños" (Cf. Lucas, 1930: 355)... El canibalismo se convierte
efectivamente, en estas condiciones, en una práctica cotidiana de
sobrevivencia; alimentarse del prójimo se vuelve la única posibilidad de seguir
vivo, pero, ¿cómo asimilar esa degradación del espíritu, sin morir en la
hambruna, sin acabar deglutido por el otro, esta vez, sí absolutamente aniquilado?
Henry Lucas en su artículo sobre la gran hambruna europea de los años 1315,
1316 y 1317, escribe: "Un cronista hace énfasis en la verdad de la
historia del canibalismo y declara que los hombres hambrientos morían con
frecuencia en las tumbas mientras desenterraban cadáveres para comérselos"
(Ibid.: 364). Más adelante, Lucas continúa: "En Irlanda la agonía
arrastró en 1318 a tantos y fue tan severa, que la gente desenterraba los
cuerpos en los atrios de las iglesias y se los comían, y los padres, incluso,
acababan comiéndose a sus hijos" (Ibid.: 376)" (Cohen, pp. 48,
49). El Renacimiento emancipó a los individuos de toda tradición, señorío,
cartas juradas, costumbres y pensamiento religioso; el Estado-nación de los
lazos comunitarios de la época medieval; los organismos supranacionales de
gobernanza global de los grupos primarios. Los tres han creado la libertad tal
y como la hemos conocido en el mundo contemporáneo, un aumento de la anomia o
nihilismo por los ideales mercantiles de libertad, entendidos como una
liberación no sólo de la historia, sino de cualquier compromiso con la
comunidad o grupo primario. El desarrollo de la idea de libertad redujo la
condena social no sólo del suicidio, sino del homicidio en ciertos casos. No
debe extrañar la promoción de las banderas eugenésicas como "derechos
humanos". No es la vida, sino la muerte la que se ha convertido en un
derecho en los gobiernos de la muerte. Voltaire, Montesquieu y Hume, defendían
el suicidio como una manifestación de la libertad humana y un derecho para
poder acabar con la propia vida cuando se quisiera. En el siglo XVIII Romeo
y Julieta de William Shakespeare y en el siglo XVIII Las penas y
desventuras del joven Werther, de Johann Wolfgang Goethe, abordan la
problemática del suicidio por penas de amor. En China, Japón, Grecia y Roma, el
pecado era la vergüenza y la deshonra como una muerte civil para el que no
había un nuevo comienzo ni perdón social con el suicidio voluntario por
deshonor. En Japón el suicidio no es el fin de la existencia, sino del papel
asignado por la sociedad y que ya no puede representar por vergüenza. El
suicida no quiere morir, quiere una vida, un nuevo comienzo. El suicidio
colectivo de una familia (ikka shindyuu) por la imposibilidad de
soportar la idea de un futuro de sufrimientos para todos, en el que la madre o
el padre eliminan a sus hijos y luego a sí mismos. Propio de sociedades
tradicionales como Japón o China (o la antigua Grecia y Roma) donde la familia
ocupa un lugar de privilegio en detrimento del individuo. No existe la
posibilidad de que algunos de los miembros sean marginales (prostitutas,
asesinos, delincuentes) o apóstatas con el descrédito familiar. Los elementos
desclasados pierden sus redes de parentesco, pero cuando la marginalidad es el
único futuro con una vida de sufrimientos, el suicidio familiar para no
deshonrar a los antepasados. La gente que tiene en alta estima su honor y
dignidad, es más proclive al suicidio, prefiere una muerte digna que una vida
degradante. En Japón el suicidio no es considerado pecado. En China destacan los suicidios colectivos como expresión del malestar
comunitario: "En la cultura occidental existe el concepto de culpa que
remite al cristianismo; ella, unido a la posibilidad de caer en el error,
arrepentirse y comenzar de nuevo, encierra un pecado original, una especie de
"caída". En China el equivalente a la culpa es la vergüenza por la
reprobación social, la autoexclusión al grupo al que se pertenece. Y esta
actitud es comprensible en tanto que, al margen del ámbito social, la ren
no existe. En la cultura china tampoco existe la confesión, y la vergüenza es
una carga solitaria. En chino, el concepto de "honor" aparece
escindido en dos caracteres, mianzi y lianzi. Si por mianzi se
entiende el prestigio social, el estatus del individuo, lianzi significa
la integridad moral personal en la que el grupo confía, y que si se pierde no
se puede recuperar, ya que no se puede desempeñar el papel individual en
sociedad" (Napoleoni, pp. 159, 160).
Foto: París. Autor: Joe de Sousa. CC0 |
Autor del texto:
Armando Ossorio ©
※ XPOFERENS ※
"Entonces tuve por más felices a los muertos, porque ya están muertos, que a los vivos, que viven todavía; y consideré más feliz aún al que todavía no ha existido, porque no ha visto las infamias que se cometen bajo el Sol".
Eclesiastés 4:2,3.
"He venido en respuesta a tus plegarias. La vida ya no tiene sentido, el vino no tiene sabor, la comida te produce náuseas. Parece que nada tiene razón de ser, ¿verdad? ¿Y si pudiera devolverte todo? Calmarte el sufrimiento y darte otra vida. Una que no puedes ni imaginar. Y sería para siempre. Y ni la enfermedad ni la muerte podrían volver a tocarte".
Lestat de Lioncourt.
Anne Rice. Entrevista
con el vampiro.
"Non nobis Domine, non nobis, sed nomini
tuo da gloriam".
Foto: Checa. Autor: Windmemories. CC BY-SA 4.0 |
Bibliografía.
Guicciardini,
Francesco. (2006) Historia de Florencia, 1378-1509. México:
Fondo de Cultura Económica.
Billings,
Lee. (2014) Cinco mil millones de años de soledad. La búsqueda de vida
entre las estrellas. México: Ediciones Crítica.
Biedermann,
Hans. (2013) Diccionario de símbolos. Barcelona: Ediciones
Paidós.
Calvet
Louis-Jean. (2001) Historia de la escritura. De Mesopotamia
hasta nuestros días. Barcelona: Ediciones: Paidós.
Stewart,
Ian. (2008) Historia de las matemáticas. Barcelona: Ediciones
Crítica.
Eliade,
Mircea. (2012) Tratado de la historia de las
religiones: morfología y dialéctica de lo sagrado. España:
Ediciones Cristiandad.
Eliade,
Mircea. (2018) Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Editorial
Planeta.
Eliade,
Mircea. (2010) Historia de las creencias y las ideas religiosas I: De
la edad de piedra a los misterios de Eleusis. México: Editorial
Paidós.
Eliade,
Mircea. (2011) Historia de las creencias y las ideas religiosas II.
México: Editorial Paidós.
Eliade,
Mircea. (2011) Historia de las creencias y las ideas religiosas III: De
Mahoma a la era de las reformas. España: Editorial Paidós.
Robles,
Martha. (2000) Mujeres, mitos y diosas. México: Fondo de
Cultura Económica.
Cotterell,
Arthur. (2008) Mitos, diccionario de mitología universal. Barcelona:
Editorial Ariel.
Armstrong,
Karen. (2015) Campos de sangre. La religión y la historia de la
violencia. España: Ediciones Paidós.
Kriwaczek,
Paul. (2011) Babilonia. Mesopotamia: la mitad de la historia humana. Barcelona:
Editorial Ariel.
Cline,
Eric. (2016) 1177 a.C. El año en que la civilización se derrumbó.
Barcelona: Ediciones Crítica.
Vernant,
Jean-Pierre. (2011) Los orígenes del pensamiento griego. Madrid:
Editorial Paidós Orígenes.
Harrison,
Jane Ellen. (2013) Arte y ritual antiguos. México: Ediciones
del Museo Nacional de Antropología.
Eco,
Umberto. (2010) Historia de la belleza. Barcelona: Ediciones:
Random House Mondadori, S. A.
Heather,
Peter. (2011) La caída del imperio romano. Barcelona:
Ediciones Crítica.
Toner,
Jerry. (2012) Setenta millones de romanos. La cultura del pueblo en la
antigua Roma. Barcelona: Editorial Crítica.
B.
Krebs, Christopher. (2011) El libro más peligroso. La Germania de
Tácito, del Imperio Romano al Tercer Reich. Barcelona: Editorial
Crítica.
Pirenne,
Henry. (2012) Historia de Europa. Desde las invasiones hasta el siglo
XV. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Manacorda,
Mario. (2003) Historia de la Educación 2. De la antigüedad
al 1500. México: Ediciones Siglo Veintiuno Editores.
McGlynn,
Sean. (2009) A hierro y fuego. Las Atrocidades de la Guerra en la Edad
Media. Barcelona: Editorial Crítica.
Tyerman,
Christopher. (2007) Las guerras de Dios: Una nueva historia de las
cruzadas. Barcelona: Editorial Crítica.
Maalouf,
Amin. (2012) La cruzada vista por los árabes. Madrid:
Ediciones Alianza Editorial.
Bartlett
W.C. (2006) Los asesinos. Barcelona: Editorial Crítica.
Hoge,
Jr, James F; Rose, Gideon. (2002) ¿Por qué sucedió? El terrorismo y la
nueva guerra. Barcelona: Ediciones Paidós.
Meiksins
Wood, Ellen. (2011) De ciudadanos a señores feudales. Historia
social del pensamiento político desde la Antigüedad a la Edad Media. Madrid:
Editorial Paidós.
Herrin,
Judith. (2000) Miscelánea medieval. Barcelona: Ediciones
Grijalbo Mondadori, S. A.
Varios.
(2005) Las órdenes militares en la Europa medieval. España:
Lunwerg Editores.
Castelfranchi,
Liana. (2005) Esplendor oculto de la Edad Media. Italia: Lunwerg
Editores.
Augias,
Corrado. (2011) Los secretos del vaticano. Luces y sombras de la
historia de la Iglesia. Barcelona: Editorial Crítica.
Gray,
John. (2008) Misa negra. La religión apocalíptica y la muerte de la
utopía. Barcelona: Ediciones Paidós.
Cohen,
Esther. (2013) Con el diablo en el cuerpo. Filósofos y brujas en el
renacimiento. México: Editorial Taurus.
Cotterell,
Arthur. (1984) Historia de las civilizaciones antiguas. Europa,
América, China, India. Barcelona: Editorial Crítica.
Postgate,
Nicholas. (1999) La Mesopotamia arcaica. Madrid: Editorial
AKAL.
Johnson
Paul. (1999) La historia de Egipto. Argentina: Ediciones B
Argentina, S.A.
Molina,
Manuel. (2000) La ley más antigua: textos legales sumerios. España:
Editorial Trotta.
David,
Rosalie. (2004) Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona:
Editorial Crítica.
Marino,
Ruggero. (2005) Cristóbal Colón. El último de los templarios. Barcelona:
Ediciones Obelisco.
Frau
Abrines, Lorenzo. (2010) Diccionario enciclopédico abreviado de la
masonería. México: Editorial Herbasa.
Blaschke
Jorge; Río Santiago. (2010) La verdadera historia de los masones. México:
Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V.
Ferrer
Benimeli, José Antonio. (1996) La masonería en la España del Siglo XX. España:
Ediciones Universidad de Castilla la Mancha.
Johnson,
Paul. (2010) La historia del cristianismo. Barcelona:
Ediciones B.S.A.
Harris,
Marvin. (2011) Caníbales y reyes. Los orígenes de las culturas. Madrid:
Alianza Editorial.
Harris,
Marvin. (2011) Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura. Madrid:
Alianza Editorial.
Tiramonti,
Guillermina; Ziegler, Sandra. (2008) La educación de las elites.
Aspiraciones, estrategias y oportunidades. Buenos Aires: Editorial
Paidós.
Varios.
(1768) Retrato de los jesuitas, formado al natural, por los más sabios,
y más ilustres católicos. Juicio hecho de los jesuitas. Autorizado con
auténticos e innegables testimonios, por los mayores y más esclarecidos hombres
de la iglesia y del estado: desde el año de 1540, en que fue su fundación,
hasta el de 1650. Madrid.
Aguaviva, Claudio. (1845) Mónita secreta de los
jesuitas o instrucciones reservadas de los padres de la Compañía de Jesús. Madrid.
Imprenta de la gaceta mercantil.
Katz, Friedrich. (1981) La guerra secreta en
México. Europa, Estados Unidos y la Revolución mexicana. México:
Ediciones Era.
Ricard, Robert. (1986) La conquista espiritual
de México. Ensayo sobre el apostolado y los métodos misioneros de las órdenes
mendicantes en la Nueva España de 1523-1524 a 1572. México: Ediciones
Fondo de Cultura Económica.
Díaz del Castillo, Bernal. (1987) La historia
verdadera de la conquista de la Nueva España. México: Editorial
OCÉANO.
Ferrer Benimeli, José Antonio (1996) La
masonería en la España del Siglo XX. España: Ediciones Universidad de
Castilla la Mancha.
Touraine, Alain. (1997) ¿Podremos vivir juntos? México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Lafaye, Jacques. (1997) Mesías, cruzadas,
utopías. El judeo-cristianismo en las sociedades iberoamericanas. México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Boorstin, Daniel J. (1997) Compendio histórico
de los Estados Unidos. Un recorrido por sus documentos fundamentales. México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Bales, Kevin. (2000) La nueva esclavitud en la
economía global. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.
Ferro, Marc. (2000) La colonización. Una
historia global. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.
Klein, Naomi. (2000) No Logo. Barcelona:
Editorial Paidós.
Foucault,
Michel. (2000) Los anormales. México: Ediciones Fondo de
Cultura Económica.
Torres, Jurjo. (2001) Educación en tiempos de
neoliberalismo. Madrid: Ediciones Morata.
O´Neil, Charles E.; Domínguez,
Joaquín María. (2001) Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Madrid:
Editorial Universidad Pontifica Comillas.
Goñi, Uki. (2002) La auténtica Odessa. La fuga
nazi a la Argentina de Perón. España: Ediciones Paidós.
González Ruiz. (2002) Los Abascal, conservadores
a ultranza. México: Editorial Grijalbo.
Giroux, Henry. (2003) La inocencia robada.
Juventud, multinacionales y política cultural. Madrid: Ediciones
Morata.
Giroux, Henry.
(2003) La escuela y la lucha por la ciudadanía. México:
Ediciones Siglo Veintiuno Editores.
Gellately, Robert. (2004) La Gestapo y la sociedad
alemana. La política racial nazi (1933-1945) España: Ediciones Paidós.
Marino, Ruggero. (2005) Cristóbal Colón. El
último de los templarios. Barcelona: Ediciones Obelisco.
Washington Valdez, Diana. (2005) Cosecha de
mujeres. Safari en el desierto mexicano. México: Editorial
OCÉANO.
Hoyo, Eugenio. (2005) Historia del Nuevo Reino
de León (1577-1723). Monterrey: Fondo Editorial Nuevo León.
Ciccotti Ettore. (2005) La esclavitud en Grecia,
Roma y el mundo cristiano. Barcelona: Editorial Reditar libros.
Koonz, Claudia. (2005) La conciencia nazi, la
formación del fundamentalismo étnico del Tercer Reich. España:
Ediciones Paidós.
Varela, Consuelo (2005). Cristóbal Colón. De
corsario a almirante. España: Lunwerg Editores.
Wright, Jonathan. (2005) Los jesuitas. Una
historia de los "soldados" de Dios. México: Editorial
Debate.
Torres, Jurjo. (2005) El curriculum oculto. Madrid:
Ediciones Morata.
Rodríguez,
Esteban David. (2005) Derecho de sangre. Historias familiares del poder
público en México. México: Editorial Random House Mondadori.
Garrido Genovés, Vicente; López
Lucio, Patricia. (2006) El rastro del asesino. El perfil psicológico de los criminales en la investigación
policial. Barcelona: Editorial
Planeta, S.A.
Wachtel,
Nathan. (2007) La fe del recuerdo. Laberintos marranos. México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Flavio Josefo. (2008) La guerra de los judíos. España:
Editorial GREDOS.
Babeuf, Gracchus. (2008) El sistema de
despoblación: genocidio y revolución francesa. Madrid: Ediciones de la
Torre.
Meyer, Jean. (2008) La cruzada por México. Los
católicos de Estados Unidos y la cuestión religiosa en México. México:
Tusquets Editores.
Kenneth
Turner, John. (2008) México Bárbaro. México: Ediciones
Colofón, S.A.
Aryeh
Coffman (2009) En Yaacob. Las enseñanzas del Talmud. México:
Editorial Jerusalem de México.
Paredes, Luis. (2009) Los secretos del Yunque.
Historia de una conspiración contra el estado mexicano. México:
Editorial Grijalbo.
Frau Abrines, Lorenzo (2010) Diccionario
enciclopédico abreviado de la masonería. México: Editorial Herbasa.
Blaschke Jorge; Río Santiago (2010) La verdadera
historia de los masones. México: Editorial Planeta Mexicana, S.A. de
C.V.
Alsina, Claudi (2010) Asesinos matemáticos: una
colección de errores que serían divertidos sino fuesen tan frecuentes. Barcelona: Editorial Ariel.
Johnson, Paul. (2010) La historia de los judíos. Barcelona:
Ediciones B.S.A.
Johnson, Paul. (2010) La historia del
cristianismo. Barcelona: Ediciones B.S.A.
De la Corte Ibáñez, Luis; Giménez-Salinas Framis,
Andrea. (2010) Crimen org. Evolución y claves de la delincuencia organizada. Bacerlona: Editorial Planeta, S.A.
Cedillo, Juan Alberto. (2010) Los
nazis en México. La operación pastorius y nuevas revelaciones de la
inflitración al sistema político mexicano. México: Ediciones Random
House Mondadori.
Cacho, Lydia. (2010) Esclavas del poder. Un
viaje al corazón de la trata de mujeres y niñas en el mundo. México:
Editorial Grijalbo.
Yoshiaki, Yoshimi. (2010) Esclavas sexuales. La
esclavitud sexual durante el imperio japonés. Barcelona: Ediciones B.
Vernant, Jean-Pierre (2011) Los orígenes del
pensamiento griego. Madrid: Editorial Paidós Orígenes.
Harris, Marvin. (2011) Vacas, cerdos, guerras y
brujas: los enigmas de la cultura. Madrid: Alianza Editorial.
Ramos Soriano, José Abel. (2011) Los
delincuentes de papel. Inquisición y libros en la Nueva España. México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Malló, Oriol. (2011) El cártel español. Historia
crítica de la reconquista económica de México y América Latina. Madrid:
Ediciones Akal.
Vernant, Jean-Pierre (2011) Los orígenes del
pensamiento griego. Madrid: Editorial Paidós Orígenes.
Sand, Shlomo. (2011) La invención del pueblo
judío. Madrid: Editorial AKAL.
León-Portilla, Miguel; Silva Galeana, Librado.
(2011) Huehuetlahtolli. Testimonios de la antigua palabra, Recogidos
por fray Andrés de Olmos. México: Ediciones Fondo de Cultura
Económica.
Stiglitz,
Joseph. (2012) El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene
lo que el 99% necesita. Madrid: Editorial Taurus.
Meyer, Jean. (2012) La fábula del crimen ritual.
El antisemitismo europeo (1880-1914) México: Editorial Tusquets.
Suárez, Luis. (2012) La expulsión de los judíos.
Un problema europeo. Barcelona: Editorial Ariel.
Duverger, Christian. (2012) Crónica de la
eternidad. ¿Quién escribió la historia verdadera de la conquista de la Nueva
España? México: Ediciones Taurus.
Garrido, Vicente. (2012) Perfiles criminales. Un
recorrido por el lado oscuro del ser humano. Barcelona: Editorial
Planeta S.A.
Florescano, Enrique. (2012) Quetzalcóatl y los
mitos fundadores de Mesoamérica. México: Ediciones Taurus.
Cohen, Esther. (2013) Con el diablo en el
cuerpo. Filósofos y brujas en el renacimiento. México: Editorial
Taurus.
Sand, Shlomo. (2013) La invención de la tierra
de Israel. Madrid: Editorial AKAL.
Camarasa, Jorge; Basso Prieto, Carlos. (2014) América
nazi. México: Ediciones Prisa.
Darnton, Robert (2014) El diablo en el agua
bendita o el arte de la calumnia, de Luis XIV a Napoleón. México:
Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Darnton, Robert (2014) Los best sellers
prohibidos en Francia antes de la revolución. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.
Asín Fernández, Enrique (1998): La política en las olimpiadas de Berlín 1936 (artículo en linea). Centre dÉstudis Olímpics UAB
(Consultado el 18 de mayo de 2020)
http://olympicstudies.uab.es/pdf/wp080_spa.pdf
Comentarios
Publicar un comentario