Ir al contenido principal

Los Cuentos Militares.

Scoala Cleopatra Popescu ©

John Rambo & Moto Club MC.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

En Firts Blood de Ted Kotcheff (Acorralado, 1982), basada en la novela de David Morrell (Primera Sangre, 1972), el antiguo veterano de la Guerra de Vietnam, John James Rambo (Sylvester Stallone) extraña el código de honor del frente de batalla que obliga a los soldados a cuidarse las espaldas y luchar por una causa más grande. En la guerra experimenta la trascendencia religiosa, la camarería masculina y los lazos de amistad al compartir el entrenamiento, los castigos, los juramentos de honor hacia la unidad y la experiencia de la guerra y la muerte en grupo. Una experiencia diferente de la ciudad donde el sistema económico promueve el individualismo, la indiferencia y la competencia, las grandes causas comunes están privatizadas y las luchas sociales tienen fines de lucro. Nadie se inmola altruistamente por el bien de la humanidad porque las grandes causas ya no significan nada para el ciudadano moderno, vaciadas de contenido por la retórica política y publicitaria. John Rambo forma parte de algo llamado “destino compartido” que experimenta el mundo con la emergencia COVID-19 y la amenaza de la guerra nuclear, explotado en las películas de desastres con los héroes que se inmolan para el beneficio común o la salvación de la humanidad. El tipo de experiencia que tenían los sumerios de las sociedades colectivistas que compartían el mismo estatus y el mismo destino ante la Asamblea Celestial: guerras, sequías, hambrunas, epidemias, desastres naturales. John Rambo descubre que en la ciudad no existe el honor, la lealtad, el sacrificio ni la vergüenza, no puede confiar en nadie: “Para mí la vida civil no es nada. En el frente tenemos un código de honor: Tú me cubres la espalda, yo cubro la tuya, pero aquí no”. John Rambo enfrenta a su regreso la condena de los grupos que no van a la guerra, no hacen el servicio militar ni se ensucian las manos con sangre para reclamar la atención del Estado: “Y cuando regreso a mi país me encuentro a esos gusanos en el aeropuerto gritándome y llamándome asesino de niños y otros horribles insultos. ¿Quiénes son ellos para insultarme, eh? No estuvieron allí luchando como yo, no saben lo que dicen”. Rambo a pesar de ser experto en combate cuerpo a cuerpo, manejar aviones, tanques, helicópteros y armas de alto poder, no puede incorporarse a la vida civil y vaga por los pueblos de montaña en busca de sus compañeros de armas: “Allí manejaba aviones, conducía tanques, tenía a mi cargo millones de dólares. ¡Aquí ni siquiera me dan trabajo de lavacoches! Tenía amigos en las fuerzas aéreas. Todos aquellos muchachos eran amigos míos. ¿Dónde están? Aquí no tengo a nadie”. La historia inicia cuando el sheriff Will Teasle Ullod (Brian Denneny), un veterano de la Guerra de Corea, que ve con malos ojos la presencia de Rambo en su pueblo por considerarlo un vagabundo, lo sube a la patrulla y lo deja a las afueras para continuar su camino: “No nos gustan los tipos como tú en este pueblo, vagos, en un instante se llenaría el pueblo de tipos como tú… Si quieres un consejo de amigo, córtate el pelo y date un baño. Hazme caso muchacho, te ahorrarás muchos problemas. Y pórtate bien, eh?”. Rambo regresa y es arrestado, en la estación de policía es maltratado, recuerda la tortura de guerra y huye al bosque tras dejarlos malheridos. Rambo usa la chaqueta M-65 de Alpha Industries (1965), producto de la evolución de la M-43 de la Segunda Guerra Mundial, la M-50 con la inclusión de botones internos para acoplar un forro, la M-51 que introduce una cremallera tras los botones frontales y broches de metal en los cierres de los bolsillos delanteros, finalmente la M-65 de la Guerra de Vietnam que se dejó de producir en el año 2009: dos bolsillos en el pecho y dos por encima de la cadera, un cordón de algodón a la altura de la cintura para ceñirla, cierres de velcro en las muñecas y una capucha oculta en la cremallera; la motocicleta XT 250 “Cross Trail” de Yamaha (1982), una cilindrada de 249.00 cc (15.19 ci), un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, una potencia de 17.00 cv (12.4 kw) a 7500 rpm, un peso de 125.0 kg y una velocidad máxima de 112.0 km/h; la ametralladora M60 “La Cerda” de Saco Defense, U.S. Ordnance (1950), basada en el diseño de las alemanas MG42 y FG42 para sustituir el BAR y la ametralladora Browning M1919A6, con un peso de 10,5 kg, calibre 7,62 mm y alcance efectivo de 1100 m –máximo 3725 m-; el fusil de asalto M16A1 de Colt (1960), la versión militarizada de la AR-15, usado en la Guerra de Vietnam, con un peso de 3,9 kg, calibre 5,56 mm y alcance efectivo de 550 m; la pistola semiautomática M1911A1 de Colt (1921), con un peso de 1130 g, calibre 11,43 mm y alcance efectivo de 50 m; un cuchillo de supervivencia Jimmy Lile hecho para la película (1982), comercializado por United Cutlery bajo el modelo UC-RB1 de 36 cm de largo y un hoja de 23,5 cm: “La perspectiva de matar puede despertar nuestra empatía, pero en los propios actos de la caza, la incursión y el combate, este conjunto de emociones queda inundado de serotonina, el neurotransmisor responsable de la sensación de éxtasis que asociamos con algunas formas de experiencia religiosa.  Por lo tanto, estas persecuciones violentas se percibían como actividades religiosas naturales, por muy extraño que parezca a nuestra comprensión actual de la religión. Las personas, especialmente los hombres, experimentan un poderoso vínculo con sus compañeros guerreros, una intensa sensación de altruismo al poner su vida en peligro por los demás y la sensación de vivir con más plenitud. Esta respuesta a la violencia persiste en nuestra naturaleza… También puede ocurrir que mientras dan rienda suelta a los impulsos agresivos procedentes de la región más profunda de sus cerebros, los guerreros se sienten armonizados con la dinámica más elemental e inexorable de la existencia, la de la vida y la muerte.  Expresado de otra manera, la guerra es un medio de entregarse a la crueldad reptiliana, uno de los más poderosos impulsos humanos. Por lo tanto, en la batalla, el guerrero experimenta la autoafirmación extática que otros encuentran en el ritual, a veces con un efecto patológico. Los psiquiatras que tratan a los veteranos de guerra que padecen trastorno de estrés postraumático han señalado que en la destrucción de otras personas los soldados pueden experimentar una afirmación casi erótica. Sin embargo, más tarde, cuando se esfuerzan por desenmarañar sus emociones de compasión y crueldad, los pacientes con trastorno de estrés postraumático pueden descubrir que les resulta imposible comportarse como seres humanos coherentes. Un veterano de Vietnam describió una fotografía de sí mismo sujetando dos cabezas cercenadas por el pelo; la guerra, dijo, era un “infierno”, un lugar donde “la locura era lo natural” y todo “estaba fuera de control” (Armstrong, pp. 20, 21). Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los veteranos se establecieron en California, la escasez de metales y combustibles hizo que el gobierno promoviera el uso de la moto en lugar del coche: Harley Davidson, Triumph, Royal Enfield o Indian. De la noche a la mañana las carreteras se inundaron de miles de veteranos con problemas de alcoholismo y drogadicción. Los héroes de la nación se habían convertido en un problema doméstico. El 4 de julio de 1947, el Gypsy Tour de Hollister, la reunión de la Asociación de Motociclistas Americanos (AMA) que había sido suspendida por la guerra. Los comerciantes del pueblo de Hollister esperaban que las carreras de motos fuera una fuente de ingresos y miles de motociclistas bajaron desde San Francisco, Florida y Nueva Inglaterra. Al evento se presentaron los Pissed Off Bastards of Bloomington POBOB “Bastardos Cabreados” (1945), los Booze Fighters Motorcycle Club of California BFMC “Peleadores Borrachos” (1946) y los Market Street Comandos “Comandos de Market Street” (1945). El Departamento de Policía de Hollister solo contaba con siete hombres para controlar la situación y cerraron los bares para evitar problemas. Los veteranos en estado de ebriedad ignoraron la pista y realizaron carreras por las calles del pueblo, entre cincuenta o sesenta motoristas fueron atendidos por heridas, cincuenta motoristas fueron arrestados por delitos menores y retenidos por unas horas. El domingo decenas de oficiales los amenazaron con usar gas lacrimógeno y armas de fuego si no respetaban las reglas. Los motoristas abandonaron la población, pero el San Francisco Chronicle publicó la “Devastación de Hollister” con la foto montada de un joven borracho con una cerveza en la mano sobre una Harley Davidson. La revista Life, de mayor alcance, rescató la foto con el artículo Cyclist´s Holiday: He and Friends Terrorize Town “La Fiesta del Ciclista: Él y sus amigos aterrorizan el pueblo”, que hizo que las ciudades suspendieran las concentraciones de motos. El origen de la leyenda negra de las bandas motoristas de matones, borrachos y drogadictos que amenazaban la tranquilidad de la América Profunda. La Asociación de Motociclistas Americanos (AMA) emitió un comunicado señalando que el 1% (One Percenter) de los motoristas era “gamberro, maleante y camorrista”. El mito creció con el estreno de The Wild One “El Salvaje” (1953) de László Benedek, basada en la novela The Cyclists´Raid “El Ciclista” de Frank Rooney (1951) que narra los sucesos de Hollister, que lanzó al estrellato al ídolo juvenil rebelde Marlon Brando en el papel de Johnny Strabler, jefe de la banda Black Rebels. La influencia del cine hizo que crecieran los Outlaw “Fuera de la Ley”, identificados con el One Percenter “Uno por Ciento”: Pagans MC of Pennsylvania, PMCOP (1957); Sons of Silence MC of Colorado, SOSMC (1966); Bandidos MC of Texas, BMCOT (1966). Los Hells Angels MC of Fontana HAMC “Ángeles del Infierno” (1948), el nombre de una unidad de élite de paracaidistas del ejército en la Segunda Guerra Mundial, formado con integrantes de los Pissed Off Bastards of Bloomington POBOB. El parche incluye un cráneo alado con un casco de motociclista, encima Hells Angels y debajo “MC”. Los miembros muestran preferencia por las insignias Luftwaffe, las Cruces de Hierro alemanas, la Harley Davidson, la barba y el pelo largo. En la cultura Chopper se puede encontrar la simbología de los pueblos blancos: Cruces Celtas, Cruces Templarias, Cruces Teutónicas. Los veteranos de la Guerra de Vietnam (1958-1975) llegaron con problemas de alcoholismo y drogadicción, y se refugiaron en las calles y los clubes de motociclistas que estaban fuera de la ley. Los clubes One Percenter se asociaron para establecer límites territoriales y un parche distintivo: los Gypsy Jockers of San Francisco (1956), los Satan´s Slaves of California (1960), los Road Rats of Londres (1960): “Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, miles de veteranos traumatizados por la guerra, regresaron a casa y buscaron actividades que les reemplazaran la adrenalina perdida de invadir países, así que se centraron en la conducción y carrera de motocicletas, en compañía de los hermanos de armas que quedaron vivos. Los motoclubes continuaron creciendo a largo y ancho del territorio estadounidense sin mayor problema hasta que un reportaje en la revista Life complicó el panorama para el motociclismo: el incidente de Hollister, California… Barney Peterson, un fotógrafo del San Francisco Chronicle tuvo a bien montar una escenografía y aprovechó que un borracho salía de un bar para subirlo a una motocicleta estacionada, rodeada de botellas vacías de licor. Las palabras “terrorismo” y “pandemonio” acompañan la exagerada crónica… La publicación era local y, a falta de muertos, no causó sensación en sus lectores, hasta que la revista Life recuperó la fotografía y la publicó el 21 de julio con el título: “Cyclist´s Holiday: He and Friends Terrorize Town”. El artículo de la revista asegura que 4,000 motociclistas eran responsables de haber destruido un pueblo. La imagen bastó para escandalizar un país… Entonces se acuña el término One Percenter o 1% para referirse a los motoclubs que no están asociados con la AMA, que se consideran a sí mismos fuera de la ley… A mediados de los años 60 obtuvieron gran renombre, pero las autoridades les ignoraban hasta que una acusación de violación contra dos integrantes de Hells Angels capítulo Oakland, California, atrajo la atención de la sociedad. El estado de California lanzó The Lynch Report (El Reporte Lynch), en marzo de 1965, que recogía todas las leyendas urbanas sobre las atrocidades –reales o inventadas- de los Hells Angels, quienes disfrutaban de la mala fama… Al principio, la lista roja del Federal Bureau of Investigation (FBI), señalaba a “the big three” o los “tres grandes”, según su poder sociocultural: Hells Angels MC, Outlaws MC y Bandidos MC. Actualmente son cuatro, con el adendo de Pagans MC a la lista de motoclubes involucrados en tráfico de drogas y armas, extorsión, asesinatos, secuestros, violaciones y otros delitos” (Falcón Zertuche, pp. 105, 106, 108).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Último Samurái & Tigre Blanco.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

El cine impulsó las películas de motociclistas como Rebel Without a Cause de Nicholas Ray (Rebelde sin Causa, 1955) y James Dean, Rumble Fish de Francis Ford Coppola (La Ley de la Calle, 1983) con Mat Dillon y Mickey Rourke, The Outsiders de Francis Ford Coppola (Los Marginados, 1983) con Mat Dillon, Patrick Swayze y Tom Cruise. La versión dulce y amarga del ejército, interpretada por Tom Cruise en Top Gun de Tony Scott (Pasión y Gloria, 1986), Born on The Fourth of July de Oliver Stone (Nacido el 4 de Julio, 1989) y The Last Samurai de Edward Zwick (El Último Samurái, 2003). En Asia los colores significan zonas o puntos cardinales. En China y Japón el dragón amarillo (centro), la tortuga negra (norte), el ave bermellón (sur), el dragón azul (este) y el tigre blanco (oeste). En el caso de los hunos de lengua mongola o turca, la clasificación de los hunos negros (norte), hunos rojos (sur), hunos azules (este), los hunos blancos (oeste). En Asia el “Color Blanco” y el “Tigre Blanco” representan el Oeste: los occidentales. En Egipto Osiris, vestido de Blanco, es el “Señor de los habitantes del Oeste”. En Japón el Blanco es el “Color de la Muerte”. La visión diurna de Katsumoto (Ken Watanabe) en sus meditaciones sobre un grupo samurái acorralando a un Tigre Blanco, significa la llegada de un guerrero occidental: el capitán Nathan Algren (Tom Cruise). En Asia el Tigre es el símbolo de la casta guerrera y el Tigre Blanco (oeste) de la virtud regia, ligado con el Dragón Azul (este), el símbolo del emperador. El equivalente del Poema de Gilgamesh (2500-1800 a.C.), el sueño premonitorio de Gilgamesh sobre la llegada de la “Pantera de la Estepa” Enkidú. Una bestia grande, peluda y con una fuerza descomunal, pero pacífica, noble y bondadosa: “Se levantó un día Gilgamesh y fue a contar su sueño. Así habló a su madre: Madre, vi esta noche un sueño. Estaban ahí las estrellas del cielo. Caía sobre mí como un trozo de cielo. Quería alzarlo, pero era más fuerte que yo. Quería moverlo, no podía ni levantarlo… La multitud se precipitaba hacia él, se amontonaba el gentío en torno suyo. Y como niños pequeños besaban sus pies. Yo mismo como a una esposa lo acariciaba. Lo echaba a tus pies. Y tú lo tratabas como a mí mismo”. La madre de Gilgamesh, la prudente, la que todo lo sabe, habló así a su señor… Vendrá para ti un poderoso compañero, protector del amigo, cuyo poder será grande en el país, como un trozo de cielo será grande su vigor. Como a una esposa lo acariciarás, pues él, de ninguna manera te abandonará. ¡El presagio es fausto, tu sueño es favorable!” (Poema de Gilgamesh, Tablilla I, Col. V, VI). El héroe de guerra Nathan Algren es alcohólico y vive atormentado por las matanzas de mujeres y niños en las guerras indias, pero no puede conseguir otro trabajo que no sea la guerra y malvive como vendedor del fabricante de rifles Winchester, el “primer proveedor de todo tipo de armamento del ejército de Estados Unidos”: “Éste, señores, es el rifle que está ganando el oeste, pues muchas son las veces en que me he visto rodeado por un enjambre de nativos hostiles, sin nada más que esta arma protegiéndome de una horrenda y cruel muerte… Mil gracias de parte de todos los que murieron en el nombre de las mejores máquinas de esparcimiento y oportunidades comerciales”. El sargento Zebulón Gant (Billy Connolly) observa su desastrosa actuación y lo lleva a escuchar una oferta de trabajo con el coronel Bagley (Tony Goldwin) y el diplomático Omúra (Masato Harada), quien en nombre del emperador de Japón (“Dragón Azul”) está comprando cañones y reclutando capitanes americanos para entrenar su ejército y combatir a los samuráis. El coronel Bagley en privado pide que olvide los horrores de la guerra haciendo hincapié que él hizo lo mismo y no guarda remordimientos de sus acciones: “¿Quiere que mate japos?, mato a japos. ¿Quiere que mate enemigos de japos?, mataré enemigos de japos, rebeldes, sioux, cheyenes. Por 500 pagos al mes mataré a quien me pida, pero tenga esto presente, a usted le mataría gratis”. Algren es infeliz, el equivalente de Enkidú cuando reniega de la Civilización: “Enkidú tenía llenos de lágrimas los ojos, tristeza en el corazón… se sentía abatido… Gilgamesh se volvió hacia él y así hablo a Enkidú: “Amigo mío, ¿por qué tus ojos están llenos de lágrimas, triste tu corazón? ¿Por qué estás abatido?” Enkidú tomó la palabra y habló así a Gilgamesh: “¡Los lamentos, amigo mío, paralizan mis músculos; sueltos mis brazos, mi fuerza disminuye!” (Poema de Gilgamesh, Tablilla III, Col. II). En Japón encuentra una sociedad feudal amenazada por la modernidad que detesta. Algren en la batalla asesina a Hirotaro, le quita el estandarte del Tigre Blanco y se defiende en todas direcciones: “norte, sur, este, oeste”. Katsumoto (Ken Watanabe) observa la imagen, recuerda su visión diurna y pide a su hijo Nobutada (Shin Koyamada) el cautiverio del “Tigre Blanco” en la casa de su hermana Taka (Kato Koyuki), la viuda de Hirotaro. Ujio (Hiroyuki Sanada) exige su suicidio por deshonor y Katsumoto lo impide con el argumento de que tienen que aprender del enemigo y encarga su seguridad al samurái silencioso (Seizo Fukumoto). Taka, ante la disyuntiva de vivir con el asesino de su esposo, solicita permiso para suicidarse por deshonor o la muerte de Algren. Aquí se repite la iniciación de Enkidú, Katsumoto no puede introducir a Algren en la sociedad samurái, lo tiene que hacer a través de una mujer. A diferencia del Poema de Gilgamesh donde Enkidú era introducido en la ciudad, Algren es introducido a la vida rural. Taka ocupa el lugar de la hieródula Shámhat, son las mujeres las que conquistan a los hombres. Una vez que Algren conoce a Taka, ya no se separa de ella por su nobleza y bondad, y en su cautiverio descubre los valores aristócratas del honor y la lealtad: “1876, día desconocido, ¿mes?, desconocido. Sigo viviendo entre esta extraña gente, soy su prisionero porque no puedo escapar. Casi siempre me tratan con una leve indiferencia, como si fuera un perro callejero o un huésped indeseable. Todos son amables, me sonríen y me saludan, pero detrás de su cortesía adivino profundos sentimientos acumulados. Son desconcertantes, se dedican al perfeccionamiento de lo que sea que hagan”. El trato que recibe el “Tigre Blanco” es el de una bestia, como la “Pantera de la Estepa” Enkidú. Gracias a Taka, Algren se baña, viste de manera nipona, entrena, intenta hablar japonés y ganar su confianza y la de sus hijos Higen (Sosuke Ikematsu) y Magojiro (Aoi Minato). Taka le sonríe de forma amistosa, pero no sabe que empieza a hablar japonés y conocer lo que piensa de él: “Por favor, al menos dile que se bañe, apesta como los cerdos”. Algren no se ofende, sabe que su ostracismo lo ha convertido en un guiñapo y trata de mejorar su condición. Taka a través de Algren aprende que los occidentales son caballerosos con las mujeres y cariñosos con los niños. Un ataque de los ninjas al campamento prueba su fidelidad y entrenamiento, Algren y Katsumoto chocan sus espaldas para cubrir ambos flancos. La primera vez que combate el “Tigre Blanco” en el bando de Katsumoto. Enkidú y Gilgamesh también trabajan en equipo: “Gilgamesh arengó a Enkidú: “En terreno resbaloso, uno solo resbala, dos pueden pasarlo. Dos son como si fueran tres… Dos triples cuerdas pueden más que una sola cuerda triple. Dos cachorros son más fuertes que un león”; “¡Que el combate encienda tu corazón; olvida la muerte, piensa en la vida! El que cuida al de junto debe ser hombre seguro. Se cuida solo quien va delante, pero protege a su compañero y por generaciones perdurará su nombre” (Poema de Gilgamesh, Tablilla IV, Col. IV). Algren aprende que la vida es efímera, ahora sólo irá a la guerra para proteger lo que más ama, un mundo que está a punto de desaparecer por los valores materialistas que han destruido el mundo occidental: “Usted también peleará contra los blancos? Si vienen acá, sí. ¿Por qué? Porque vienen a destruir lo que yo he aprendido a amar”. Taka le entrega la armadura de Hirotaro para la batalla final y lo abraza por la espalda, recupera el objeto perdido. Katsumoto le entrega la katana que representa la unión de ambos mundos: “Necesitarás esto. ¿Qué tiene escrito? Pertenezco al guerrero en el cual se han unido lo viejo y lo nuevo”. En el poema, Enkidú y Gilgamesh derrotan al dragón Huwawa del Bosque de los Cedros y al Toro del Cielo de Ishtar. Los Anunnakis deciden castigarlos con la muerte de Enkidú y la conciencia de la mortalidad de Gilgamesh. En la película, los cañones representan la venganza del Dragón, pero muere el Gilgamesh japonés y el Enkidú americano sobrevive: “Mi corazón triste, demacrado mi semblante? ¿Cómo podría no estar lleno de angustia mi vientre? ¿Cómo no habría de tener el rostro como el de quien ha hecho un largo viaje, maltratada la cara por el frío y el calor? ¿Cómo no habría de andar vagando por la estepa? ¡Mi amigo, mulo errante, onagro del monte, pantera de la estepa; mi amigo, Enkidú, mulo errante, onagro del monte, pantera de la estepa –con quien, uniendo fuerzas, juntos, escalamos la montaña, nos apoderamos del Toro y lo matamos, derrotamos a Huwawa, quien moraba en el Bosque de los Cedros, y en los pasos de montaña matamos los leones-; mi amigo, a quien tanto amé, quien conmigo pasó tantas pruebas, Enkidú, a quien tanto amé, quien conmigo pasó tantas pruebas, llegó a su fin, destino de la humanidad! Seis días y siete noches lloré por él, y no le di sepultura hasta que de su nariz cayeron los gusanos. ¡Tengo miedo de la muerte y aterrado, vago por la estepa! Lo que le sucedió a mi amigo me sucederá a mí” (Poema de Gilgamesh, Tablilla X, Col. V). El tema principal no es la relación de Algren con Taka, sino la amistad de Katsumoto con Algren. El “Tigre Blanco” (oeste) se presenta ante el “Dragón Azul” (emperador) para reivindicar el honor del samurái: “La espada de Katsumoto señor, habría querido que fuera suya, que la energía de los samuráis siempre esté con usted. Él creyó en el último instante que usted pensaría en los ancestros que la tuvieron en su poder, y por qué fallecieron… Alteza, si usted piensa en mí como un enemigo, mándame y acabaré con gusto con mi vida”. La tarea del “Tigre Blanco” queda expuesta, Algren, un automarginado de la civilización occidental, es enviado por el cielo para luchar por el alma de Japón. El emperador conmocionado por la lealtad de Algren, cambia de parecer y suspende el trato: “Yo sueño con ver unificado a Japón, una nación con fuerza, independiente y moderna. Y ahora, vemos trenes, y cañones, todo occidental, pero, no hay que olvidar nuestro origen, de dónde venimos. Embajador Swanbeck, hoy he decidido que este tratado no es lo que más le conviene a mi pueblo”. La escena final muestra al “Tigre Blanco” regresando al pueblo y reencontrándose con Taka, encontrando la paz en la vida rural. Una lección del Cuento de Gilgamesh, en la versión paleobabilónica, la tabernera Siduri trata de disuadir al héroe de emprender la travesía del mar de las aguas mortales: “Gilgamesh, ¿hacia dónde corres? La vida que persigues, no la encontrarás. Cuando los dioses crearon la humanidad, le impusieron la muerte; la vida, la retuvieron en sus manos. ¡Tú Gilgamesh, llena tu vientre; día y noche vive alegre; haz de cada día un día de fiesta: diviértete y baila noche y día! Que tus vestidos estén inmaculados, lavada tu cabeza, tú mismo estés siempre bañado. Mira al niño que te tiene de la mano. Que tu esposa goce siempre en tu seno. ¡Tal es el destino de la humanidad!” (Fragmento Meissner MVAG 7/1 : VAT 4105, col. III, 1-14). El mismo significado de la vida aparece en la literatura pesimista de Egipto: “Otro texto (“La “Disputa entre un Hombre y su Alma” o “La Disputa de Uno que está cansado de la vida con su Alma”) es uno de los ejemplos más interesantes de escritura religiosa egipcia, y está considerado también como una obra de arte literaria del mundo antiguo. Hace referencia al apuro de un hombre cuya vida se ha visto destrozada por el desmoronamiento de la sociedad en la que vive e intenta demostrar los efectos catastróficos que el Primer Periodo Intermedio ejerce sobre una persona, explorando sus dudas y temores… ¿Con quién hablaré hoy? Los hermanos son malvados, los amigos de hoy no son agradables. ¿Con quién hablaré hoy? Los hombres son codiciosos, todos roban los bienes de su vecino. ¿Con quién hablaré hoy? No hay quien sea honrado, la tierra está a merced de los malhechores… La muerte está hoy ante mí, como cuando un hombre enfermo se restablece, como cuando uno sale libre tras el confinamiento. La muerte está hoy ante mí, como la fragancia de la mirra, como cuando uno se sienta bajo la vela en día de brisa. La muerte está hoy ante mí, como la fragancia de las flores de loto, como cuando uno se sienta en la orilla de la embriaguez. La muerte está hoy ante mí, como un sendero bien delimitado, como cuando un hombre regresa de la guerra. La muerte está hoy ante mí, como un cielo despejado, como cuando un hombre descubre lo que ignoraba. La muerte está hoy ante mí, como cuando hombre añora ver su hogar después de haber pasado largos años de cautiverio” (David, pp. 125, 126).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Edad de Héroes & Rey de Reyes.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

En 3500 a.C., Sumeria era la región más poblada del mundo con medio millón de habitantes. En 3000 a.C., Unug era la ciudad más grande en tamaño y población que la Atenas de Pericles y la Roma republicana. La revolución de las ciudades impulsó la evolución de la escritura con un claro objetivo: el control social. El origen de los más de dos mil pictogramas ligado a la gestión de bienes: rebaños, bodegas, contratos, tratados, leyes, documentos de fundación y conmemoración (3300 a.C.). La escritura cuneiforme sumeria con la evolución al fonetismo (3300-3200 a.C.). La escritura agadia con la trascripción fonética de una lengua semita y la conversión del sumerio monosílabo en trisílabo (2500 a.C.). La sociedad mesopotámica del siglo XXVI a.C., o la del Gilgamesh histórico (¿2750 a.C.? ¿2650 a.C.?) era semejante a la Antigua Grecia y la Edad Media: ciudades amuralladas, capas que se cierran a la altura del pecho, cascos de bronce o cobre que cubren las orejas y el cuello, armas de cobre y bronce, vasijas de bronce, plata y oro, piedras preciosas, joyas de plata y oro, instrumentos de tocador, carros de cuatro ruedas jalados por onagros, tableros de juegos, poetas, cantantes, arpistas, arpas y liras. Todos los aspectos de la civilización ya estaban incluidos: el hogar, la guerra, el arreglo, los vehículos, los juegos de mesa, la cerveza y la música. Las Tumbas Reales de Ur del Dinástico Antiguo III (2650-2400 a.C.) contenían sacrificios humanos, la PG/800 de la reina Shub-ad tenía 25, la PG/789 del rey Meskalamdug tenía 75, la PG/1237 de la “Gran Fosa de la Muerte”, 5 hombres y 78 mujeres. La de Meskalamdug contenía armas de bronce, un puñal de oro con una empuñadura de lapislázuli, un casco de oro en forma de peluca y un juego de instrumentos de tocador de oro. La de Shub-´ad los cuerpos de diez mujeres dispuestas en hileras, ataviadas con adornos de oro y piedras preciosas, que portaban instrumentos musicales. Una arpista tocada con una corona de oro junto a un arpa cuyas cuerdas estaban tocadas coronadas con adornos de oro, y en el frente de madera una cabeza de oro de un toro con ojos y barba de lapislázuli. La caja de resonancia del arpa estaba decorada con incrustaciones de cornalina, lapislázuli y nácar. Los cuerpos de dos caballerizos y un carro de madera con incrustaciones de oro, piedras preciosas y nácar, y cabezas de leones y toros con los mismos materiales. La aparición de armas, herramientas, decenas de vasijas de bronce, plata, oro, lapislázuli y alabastro, un tablero de juegos. Un enorme cofre de madera de dos metros de largo que servía para guardar ropa. Los cuerpos de seis soldados vistiendo su uniforme militar, dos carros tirados cada uno por tres bueyes, los cuerpos de los caballerizos y los aurigas. Los cuerpos de nueve mujeres vestidas con ricos ornamentos con la cabeza apoyada contra la pared, cadáveres de mujeres, hombres y soldados armados puestos en hileras. La reina Shub-´ad famosa por la corona de hojas de oro, lapislázuli y cornalina, cubierta de amuletos y adornos de oro y pedrería, los cuerpos de dos sirvientes. El “Estandarte de Ur” (2650-2400 a.C. Museo Británico de Londres) de las Tumbas Reales, en realidad una caja de resonancia decorada de algún instrumento musical. En una primera hilera muestra a un grupo de prisioneros conducidos ante el rey y su séquito. En la segunda, los soldados del rey vencen y matan a los enemigos y conducen a los supervivientes ante el monarca, ataviados con un casco hecho en bronce o cobre que cubría las orejas y el cuello de los combatientes, una larga y pesada capa con piezas circulares que se cierra a la altura del pecho, la capa posiblemente hecha de cuero y las piezas circulares de refuerzos metálicos (“capa de lunares”), y pertrechados con hachas y lanzas. En la tercera, los carros de guerra de cuatro ruedas jalados por cuatro onagros con un conductor y un lancero o guerrero con hacha, que atropellan a los soldados enemigos. El Poema de Gilgamesh (2500-1800 a.C.) brinda una idea de lo que significaba la riqueza para la realeza. En la Tablilla VI Gilgamesh se baña, suelta su cabellera sobre su espalda, se viste con los atuendos reales y coloca la corona, Ishtar lo observa y le propone su amor con la propuesta de convertirlo en el “Príncipe de la Tierra”, señalando las ventajas de estar con ella: “En la belleza de Gilgamesh puso sus ojos Ishtar, la princesa: “¡Ven Gilgamesh, sé mi esposo! Ofréceme como don el fruto de tu virilidad. Serás tú mi esposo y yo seré tu esposa. Haré enjaezar para ti un carro de oro y lapislázuli. De oro serán sus ruedas, de ámbar su timón. Haré que se le unzan mulas fogosas cual tormenta. A nuestros palacios de cedros fragantes entraras. Y a tu entrada, en los palacios haré que los altos dignatarios besen tus pies. Haré que se inclinen ante ti reyes, señores, príncipes y te paguen en tributo el producto de valles y montañas. Que paran tus cabras triates y gemelos tus ovejas. Que superen tus borricos a las mulas en la carga y que corran soberbios los caballos de tu carro. Que tus bueyes en la yunta no tengan igual” (Tablilla VI, Col. I). Gilgamesh hace lo contrario de los reyes de la época una vez que su madre Ninsún Rimat le recriminara ser arrogante y Enkidú le enseñara a trabajar en equipo. El poema de Gilgamesh tiene el objetivo político de atenuar la divinización y los excesos de la Edad Heroica de Bronce (2300 a.C.): “Aquellas tumbas fueron construidas para la reina, el rey y un hombre de quien no conocemos el nombre. Entonces ¿qué hacían allí cadáveres? ¿Y tantos cadáveres? Tuvieron que rendirse a la evidencia, a todas aquellas personas les llegó la hora de la muerte pero no de forma natural. Habían sido sacrificadas, o se habían quitado la vida en un suicidio ritual, político-religioso, para acompañar a sus reyes más allá de la vida y seguir sirviéndoles más allá de la muerte… Los tres enterramientos tenían numerosos “acompañantes”. En el de Pu-abum se encontraron un hombre y una mujer a sus pies. Eran servidores. En la rampa de bajada hacia la cámara funeraria se encontraron diez mujeres más, cuidadosamente colocadas, en dos hileras, unas frente a otras. Llevaban instrumentos musicales, arpas y liras, de increíble belleza. Sus vestidos y collares, sin ser tan lujosos como el de la reina, eran magníficos. Una de las arpas era extraordinaria: cornalina, nácar y, de nuevo, oro. Había oro por todas partes: en los vestidos, en los peinados, en los instrumentos musicales… Cuando comenzaron a excavar esa nueva tumba, la del rey, comprobaron que el ritual había sido el mismo: muchas personas sacrificadas a su muerte. El rey había muerto antes que la reina y cuando ella falleció, hicieron la tumba sobre la de su esposo, por eso estaba una sobre otra. Pero quizá el hallazgo más estremecedor se realizó en lo que Woolley llamó Pozo de la Muerte… Habían encontrado ya varias decenas de cadáveres humanos y no sabían cuántos más aparecerían. En el Pozo de la Muerte eran muy numerosos, costaba trabajo intentar comprender la razón de tantas muertes… Afortunadamente para la arqueología, el Pozo de la Muerte se había hallado casi intacto… Aquí todo se había preparado con el máximo lujo pues también los hombres llevaban aderezos de oro… Sabemos que daban mucha importancia a la música en las honras fúnebres o en las ceremonias de palacio pues muchas de las mujeres llevaban sus arpas” (García del Junco, pp. 53, 54). En la “Estela de los Buitres” de Eannatum de Lagash (2450 a.C. Museo del Louvre) que conmemora la victoria sobre la ciudad de Umma, en el anverso se observa la formación de un ejército sumerio: al frente del ejército el rey marchando a pie con un casco liso y pelo recogido en la nuca, lo soldados de Eannatum marchan en formación de falange con largas lanzas y protegidos por cascos lisos y grandes escudos, los enemigos arrollados y pisoteados por la falange. En la parte de abajo el rey montado en su carro de guerra esgrimiendo una larga lanza, detrás los soldados con lanzas y hachas. En otro fragmento una bandada de buitres que llevan en el pico cabezas y miembros de los enemigos vencidos. La figura más grande e importante es el dios Ningirsu que captura a sus enemigos en su gran red y los golpea en la cabeza con su mazo: “Por eso ofrece sacrificio a su red y quema incienso a su malla, pues gracias a ellas su pesca es abundante, y suculenta su comida. ¿Vaciará pues, su red y seguirá matando sin piedad a las naciones?” (Habacuc: 16-17). En la “Estela de la Victoria” de Naram-Sin (2250 a.C. Museo del Louvre) que conmemora el triunfo de Agade sobre los lullubi de los Zagros, la figura más alta es el rey dios de Agade que aplasta a sus enemigos con sus pies, porta el casco con cuernos que representa la divinidad, los vencedores y los vencidos están representados de forma individual y los dioses como tres discos solares en el cielo: “Cuando las cuatro regiones del mundo le eran hostiles, por el amor que Ishtar le guardaba, venció nueve batallas en un solo año y capturó a los reyes que se rebelaron. Puesto que desde la adversidad pudo consolidar los fundamentos de su ciudad, su ciudad pidió a Ishtar en el Eanna… convertirlo en el dios de su ciudad de Acad. Y en el centro de Acad le construyeron un templo”. La conexión de los dioses y la naturaleza se rompió, los dioses de la naturaleza se representaban con forma humana y los atributos de la realeza. De ahora en adelante las coronas serían exclusivas de los reyes, los dioses serán representados como ídolos y reemplazados por símbolos: el Sol para Shamash, la Luna para Sin, la estrella de ocho puntas de Ishtar, la estrella de cuatro puntas de Asur, la estrella de cinco puntas de Isis. Naram-Sin es el rey dios que cuestiona su propia divinidad, la responsabilidad es la carga de los dioses: “Estaba confuso. Estaba desorientado. Desesperado. Aquejado, desconsolado. Me desanimé. Así que pensé: “Qué ha traído dios a mi reino”. Soy un rey que no ha mantenido la prosperidad de su tierra, y un pastor que no ha mantenido a su pueblo. ¿Qué me he traído a mí mismo y a mi reino?” (Naram-Sin y las Hordas Enemigas). La Edad Heroica de Bronce (2300 a.C.) es el tránsito entre la época mitológica a las leyendas de los héroes, la civilización se basaba en la creencia de que la humanidad fue creada por los dioses para sus propios propósitos, cada dios tenía una residencia terrestre que limitaba su jurisdicción. Por primera vez los humanos reclaman un estatus divino con la aparición aristocrática de los reyes de las “Cuatro Regiones del Universo” (Mesopotamia, Anatolia, Levante Mediterráneo, Irán). ŠAR.RU.KI.IN o SHARRU.KINU (2340-2284 a.C.) o Sargón de Agade era el jardinero de Akki cuando Ishtar le entregó su amor y lo convirtió en el rey de la Totalidad, rey de Sumeria y Agade, rey de las “Cuatro Regiones del Universo”. Ishtar también le entregó su amor a su sobrino NA.RA.AM o NARAM.SIN (2260-2223 a.C.) y lo convirtió en el “rey de la Totalidad, rey de Sumeria, dios de Agade, rey de las Cuatro Regiones del Universo”: El honor y la gloria eran las consignas de esta casta de hombres. No deseaban ni lujuria ni fortuna, sino fama y adulación. Dominaban a su gente por medio de un nuevo principio de gobierno. Los que estaban dirigidos por esos héroes de tal grandeza, no los seguían por miedo, ni por amor, ni mucho menos por una confianza en la excelencia y eficacia de su administración sino por la fascinación hacia su heroísmo y esplendor, desesperados por bañarse ellos también (aunque sea unos instantes) en el reflejo de la gloria… La introducción del trabajo con metal cambió todo eso. Los materiales requeridos, mineral de cobre y estaño son poco comunes y debían traerse (encontrarse, comerciarse y transportarse) a través de grandes distancias. Se necesitan muchos años de entrenamiento para dominar el arte de fundidor de bronce. El trabajo con metales requiere un equipamiento complejo y caro… Los productos de bronce fundido, por lo menos al principio, debieron ser muy caros, sólo accesible a los más ricos… Pero la tecnología del bronce posibilitó la espada, el arma por excelencia del combate cuerpo a cuerpo, al que eleva por encima del nivel crudo, sin elegancia y brutal de la pelea a puño limpio. Los guerreros, armados con espadas, ya no formaban una masa indistinguible, sino que sobresalían como luchadores individuales, situándose a un paso más o menos de su contrincante y, en lugar de enfrentarse mano a mano o como bestias salvajes con un garrote o hacha, intercambiaban hábilmente técnicas concretas y calculadas de impulso y retirada, estocada y respuesta… Junto con las armas de bronce, hay que añadir otro accesorio del guerrero, que aparece por primera vez en los textos e imágenes: el caballo, probablemente domado por primera vez un poco antes, en el tercer milenio a.C., por los nómadas de la estepa que se expande como un mar de hierba desde Ucrania hasta Mongolia” (Kriwaczek, pp. 149, 150, 151, 152).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Carromato & Carro de Caballos.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

La revolución de los metales inicia en la primera ciudad fábrica de Tell Hamoukar (3500 a.C.) en el Norte de Siria, a ocho km de la frontera de Unug, dieciséis hectáreas rodeadas por una muralla de tres metros de espesor para evitar robos. Un centro de producción de obsidiana traída del norte de la Tierra de Khati (Turquía) que empezaba a sustituirla por cobre para fabricar herramientas de metal, de importancia estratégica al ser punto clave en la ruta de comercio que iba desde la Tierra de Khati a través del Norte de Siria y cruzaba el Tigris hacia el sur de Mesopotamia. La teoría es que los habitantes abandonaron la agricultura y compraban cosechas al campesinado porque habían descubierto que la metalurgia era una fuente de mayores ingresos. La red de comercio agadia abarcaba Sumeria y Agade (Mesopotamia), la Tierra de Khati (el “País del Cobre”), el Levante Mediterráneo e Irán (el “País de la Plata, el Oro y las Piedras Preciosas”). La red de comercio paleoasiria a Sumeria por el sur, la Tierra de Khati por el norte y las rutas caravaneras de Irán y Afganistán por el oeste. Las colonias amorreas tenían su cuartel general en el Karum Kanesh (“Puerto Kanesh”) de Khati. Asiria enviaba lana de Mesopotamia y estaño de origen afgano a sus colonias para cambiarlas por plata y oro, invertidos en la compra de cobre para fabricar espadas. También enviaban el annukum, interpretados por algunos como hojalata, y por otros como plomo. Si era hojalata, servía para la fabricación de bronce; si era plomo, se trataba del ingrediente necesario para refinar la plata durante el proceso del copelado. Los asirios ya usaban el ashium “hierro”, una mercancía escasa. La cultura ariya (“noble, honorable”) surgió en las estepas caucásicas del sur de Rusia (4500 a.C.), el antecedente de los hititas, los micénicos, los griegos, los romanos, los celtas, los persas, los escitas, los mongoles, los tocarios, los germanos y los vikingos. La domesticación del caballo desde la gran estepa de Ucrania hasta Mongolia (3000-2300 a.C.); las migraciones de las estepas para conquistar amplias zonas de Asia, Europa y Oriente Próximo (2500-1500 a.C.) con la invención del carro de guerra jalado por caballos, el sacrificio (asvamedha) del caballo (védico ratha, avéstico rava) y el criador de caballos (ashvaka). En la Tierra de Khati los luvitas se impusieron por la fuerza en el oeste (2200 a.C.), los nesitas se mezclaron con los khatitas en la zona central y oriental de los futuros hititas, los palaítas en la región del este (2000 a.C.). Los hititas de Hattusa y los hurritas de Mitanni aprendieron de los asirios las artes de la civilización. Los asirios aprendieron de los hititas a moldear el hierro y convertirlo en espadas, de los hurritas a cabalgar y adquirieron el carromato, más rápido, ligero, de madera flexible y con ruedas radiales en lugar de sólidas. Tan ligero que los conductores hurritas maryannu debían llevarlos en sus espaldas sin cansarse, hechos con madera de roble o encino para el eje y los radios, olmo para el timón, fresno para las llantas, el cuadro inferior de la caja y parapeto, ojaranzo para el yugo, corteza de abedul para el revestimiento, así como para anudar los radios al cubo de la rueda. Las ruedas tenían cuatro u ocho radios, y más frecuentemente seis. El eje consistía en una sola tabla de acacia, grueso y resistente. Dos piezas encajadas una en otra dibujaban el cuadro de la caja, un semicírculo cerrado por una barra derecha, sobre ella se fijaba un suelo de sicomoro o un entrelazado elástico de tiras de cuero. Los tableros se colocaban en el contorno, macizos en el frente, vaciados en los lados y flanqueados por un pasamano. El timón se acodaba a un quinto de su largura. Se montaba el extremo grueso sobre la mitad del eje y se fijaba la caja sobre una especie de gran T, la plataforma encajada sobre el eje y el acodamiento del timón; una doble ligadura de cuero aseguraba la estructura. Un yugo de ojaranzo doblado en arco, se unía a la extremidad libre y servía para uncir a los caballos. El dios hurrita más importante era Teshub, el dios del cielo y la tormenta, adoptado por los hititas como un toro guerrero fuertemente armado con un casco: Siu hitita, Ziu germano, Indra sánscrito, Indara avéstico, Thór fenicio, Thor vikingo. Wilusiya o Wilusa era un estado satélite del imperio hitita; Taruwisa o Taruisa, una parte de la región (Tróade), mejor conocida como “Ilión y Troya”, habitada por pelirrojos: “Un empuje paralelo se manifiesta por la misma época al otro lado del mar, con la llegada de los hititas indoeuropeos al Asia Menor y su expansión a través de la planicie anatolia. Sobre el litoral, en Tróade, la continuidad cultural y étnica que se había conservado cerca de un milenio, desde la Troya I hasta la Troya V (comienzo de Troya I: entre 3000 y 2600 a.C.) se ha roto súbitamente. El pueblo que edifica la Troya VI (1900 a.C.), ciudad principesca, más rica y poderosa que nunca, es pariente próximo de los minios de Grecia… El caballo aparece en Troya con los hombres de la Troya VI. “Rica en caballos” es todavía, en el estilo formulista que Homero recoge de una antiquísima tradición oral, el epíteto que recuerda la opulencia del país dárdano. La reputación de los caballos de Troya, como la de sus tejidos, no fue sin duda extraña al interés que llevaba a los aqueos a aquella región, incluso antes de la expedición guerrera que, al destruir la ciudad del Príamo (Troya VII a), sirvió de punto de partida para la leyenda épica. Como los minios de Tróade, los de Grecia conocían también el caballo: debían haber practicado su domesticación en las estepas en que se habían detenido antes de su llegada a Grecia. La prehistoria del dios Poseidón muestra que, antes de reinar sobre el mar, un Poseidón equino (Hippos o Hippios) asociaba en el espíritu de los primeros helenos, como ocurría también con otros pueblos indoeuropeos, el tema del caballo a todo un complejo-mítico: caballo-elemento líquido; caballo-aguas subterráneas, mundo infernal, fecundidad; caballo-viento, huracán, nube, tempestad… Pero el carro de guerra, el carro tirado por dos caballos, no podía ser un aporte cretense. En la isla el caballo no aparece antes del Minoico reciente I (1580-1450 a.C.). Si ha habido préstamo, los minoicos serían más bien los deudores en este terreno. Por el contrario, los carros acusan todavía las analogías entre el mundo micénico o aqueo, en vías de edificarse, y el reino de los hititas, que adopta hacia el siglo XVI esta táctica de combate, tomándola de sus vecinos del norte, los hurritas de Mitanni, población no indoeuropea, pero que reconocía la soberanía de una dinastía indoirania” (Vernant, pp. 29, 30). Kemet sufrió la invasión h(e)qw(ou) h(a)sw(ou)t “gobernantes de tierras extranjeras” en la dinastía XIV (1773-1650 a.C.), vasalla de la dinastía XIII con capital en Ittauy, y la dinastía XV (1650-1550 a.C.) de Salitis, Jacob-her-Meruserre, Jyan Seuserenre, Aauserre Apepi y Jamudi: kemita heka, h(e)qw(ou) ek´wo “magia”, protoindoeuropeo h é´k-u-sh é´k-u-mh´ k-u-és, micénico i-qo “caballo” (ikkwos) e i-qi-ja “carro de caballos”, itálico hékwo, latino equus “equino”. El luvita ak(u)waak yuwaas(u)wa; hitita ekuwaelis(u)wa; hurrita ek´wiyoissiya; antiguo hindú aswa o asva. La identificación hitita de los micénicos de Rodas como achai(w)ia, achiyawa o ahhijawa, ahhiya “agua, mar o islas del mar” y wa “población” para “Pueblos de las Islas del Mar”. La raíz hqw del caballo Hippos y Hippios, el caballero Hippéis Hippéus para los aristócratas capaces de sostener con su propiedad la cría de caballos y prestar servicios militares al Estado. El Hippódromos (Hipódromo) para el “lugar destinado a la carrera de caballos” e Hippiké (Hípico) para “las carreras, concursos, doma y adiestramiento de los caballos”.  El sánscrito de la cultura Yanmaya era una lengua tardía que surgió en el reino de Hurri, Hanigalbat, Khanigalbat o Mitanni (1500 a.C.) de población hurrita con una casta gobernante ariya en la región de Siria y la Alta Mesopotamia. Los hurritas del Mar Caspio, un pueblo posiblemente originario de Armenia en la zona comprendida entre los contrafuertes del Tauro y el piedemonte de los Zagros, uno de los sospechosos junto con los amorreos de haberse unido con los h(e)qw(ou) h(a)sw(ou)t “gobernantes de tierras extranjeras”. Una confederación de tribus que venían de la Tierra de Khati con el carro de guerra jalado por caballos, las espadas de bronce, el arco compuesto y la imitación de la cultura minoica (el boxeo y el salto del Toro). La teoría ubica su origen en Asia Menor y en su paso por Siria y Palestina se les unieron los amorreos y los hurritas. La dinastía tebana XVII rivalizó con la h(e)qw(ou), Kamose “El Toro Lunar ha nacido” (1570-1567 a.C.) les infringe derrotas, sucedido por Amosis “La Luna ha nacido” (dinastía XVIII) y Tutmosis “El dios Luna ha nacido” (dinastía XVIII) el encargado de expulsarlos a Retenu, la futura Kanaán. El aporte h(e)qw(ou) fue el carro de guerra jalado por caballos con dos tripulantes, que contaba con una estructura ligera y ruedas con cuatro radios sostenidas sobre un eje ubicado en el centro de la caja. Los ingenieros kemitas retrasaron el eje hasta la parte trasera de la caja y añadieron dos radios más a las ruedas, modificaciones que permitieron alcanzar una velocidad de 40 km/h (el doble de la época) y hacer giros sin perder estabilidad. El karoma cambiaba velocidad (40 km/h) por seguridad (50 kg de peso) y no era apto para ser usado en estructuras rocosas, enfrentar directamente a la infantería o carros de mayor blindaje, de uso exclusivo para los arqueros. Los protogriegos micénicos mukana Mk desarrollaron la industria bélica basada en la producción de carros (wo-ka), ruedas de carro (a-mo) y armas. En las inscripciones de Cnossos y Pilo, el modelo de producción “fordista” con la cadena de montaje (ta-ra-si-ja): lorigas, carros con ruedas, carros sin ruedas, cajas de carro, ruedas, partes semicirculares traseras del carro (wo-ra), armazones de carro y los inventarios de ruedas. Cuatro tablillas con el término o-pa (OPA) para la fase de acabado o ensamblaje de las partes con la descripción minuciosa de los componentes del carro. En Cnossos, un estadillo de distribución con 200 carros de guerra anotados y 300 cajas de carro, que por la situación de la Isla de Kaptura (Creta), hace pensar que el uso no fue militar, sino de prestigio social para sus propietarios. Los artesanos fabricaban varios tipos de arneses de caballos: bridas con o sin frontalera, arreos de caballos y de animales de tiro, bridas ceñidas a la collera o sujetas en el bocado. Las armas formadas por las corazas (to-ra-ke), el yelmo (ko-ru-to) y las dagas (pa-ka-na de Pa-ka-na-na “Kanaán”), entre otras como las lorigas, lanzas, jabalinas, dobles hachas o espadas. Los mukana tenían minas de plomo en Creta y Grecia, una forja de Pilo documenta 270 broncistas (ka-ke-u) con 1.046 kg de metal asignado para trabajar. El trabajo del bronce con la producción ta-ra-si-ja en manos de artesanos ambulantes de baja categoría y una clasificación de trabajadores: los que reciben grandes cantidades de bronce para trabajar (ta-ra-si-ja e-ko-te e-ko-si); y los que no los reciben (a-ta-ra-si-jo do-e-ro “esclavos”). En el Levante Mediterráneo desarrollaron la metalistería del bronce porque el cobre venía de Chipre y el estaño de la costa asiática. Los mukana se aprovisionaban de bronce en Chipre, Laurio y la Tierra de Khati. La industria más famosa por la testosterona de La Ilíada de Homero, formada por el oro (ku-ru-so con ideograma AUR), la plata (a-ku-ro), el plomo (mo-ri-wo-do), el cobre y el estaño, que aparecen en la aleación del bronce (ka-ko): “A los pueblos familiarizados ya con la cría de caballos, la carretería hubo de plantearles nuevos problemas de selección y adiestramiento. Un eco de esto se encuentra en el tratado de hipología redactado por un tal Kikkuli, del país de Mitanni, y que fue traducido al hitita. En las relaciones que se establecieron a principios del siglo XIV entre los hititas y los que ellos llamaban los achaiwoi (los aqueos o micenios), tuvieron parte las preocupaciones de orden ecuestre. Los archivos reales hititas de Hatussa, entre otras naciones de la Ahhiyawa (la Acaya), consignan la residencia de príncipes aqueos, entre ellos Tagalawas (¿Etéocles?), llegados a la corte para perfeccionarse allí en la conducción del carro. ¿Habrá que relacionar con el nombre del rey hitita Mursilis el del auriga de Enomao, Mirtilo? De éste se conoce el papel que representó en la leyenda de Pélope, antepasado de la dinastía de los atridas, reyes de Micenas… Este relato de habilitación para la realeza coloca la prueba del carro bajo el patrocinio de Poseidón, el antiguo dios-caballo, que aparece, en esta fase de la civilización micénica, no ya en su aspecto pastoril, sino como un señor del carro, guerrero y aristocrático. En efecto, es el altar de Poseidón en Corinto (un Poseidón Hippios y Damaios), el que, elegido para señalar el término de la carrera, consagra al vencedor en su llegada” (Vernant, pp. 30, 31).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Arco Compuesto & Bota Militar.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

El imperio neoasirio (934-609 a.C.) creó el mejor ejército del mundo antiguo, inventó la bota militar y el arco compuesto, hizo el carro más pesado para romper formaciones como un tanque y mejoró las espadas de hierro. El equivalente a enfrentar un ejército con cinco divisiones modernas: 30.000 y 50.000 soldados. La dirección del ejército asirio recaía en el rey como jefe supremo de las fuerzas armadas, protegido por una guardia personal (qurubti sha sepe) formada por elementos de caballería, carros e infantería. Las crónicas asirias siempre muestran al rey en campaña, pero cuando no podía acudir delegaba su autoridad en los dos generales de campo (turtanu). Los altos cargos militares recaían en los nobles que estaban al mando de la caballería y los carros. Los tres rangos militares más altos eran gobernadores de provincias: Comandante en Jefe, Comandante de la Derecha y Comandante de la Izquierda. El ejército dividido en unidades de 1.000, 500 y 100 soldados, distribuidas en tres cuerpos principales: la infantería, los carros y la caballería, cada uno con unidades especiales. La infantería (zuk o zuk shepi) albergaba a los arqueros, lanceros, honderos y escuderos. Los soldados de la infantería luchaban en escuadras de diez, cada una encabezada con un suboficial y agrupadas en compañías de 5 o 20 escuadras bajo el mando de un capitán, el Kirsu. Los lanceros asirios abandonan las sandalias por la bota militar que permitía pelear en cualquier terreno y clima. Un calzado de cuero hasta la rodilla que tenía una suela gruesa con tachuelas y placas de hierro para proteger las espinillas. El origen de las espinilleras para prevenir traumatismos y fracturas: fútbol, hockey, rugby, béisbol, deportes de combate. En un fresco del palacio de Til Barsip (730 a.C.) es posible observar a Tiglath-Pileser ejecutando un enemigo, pero también el atuendo militar a colores. El rey porta unas botas azules con agujetas rojas cruzadas hasta la rodilla que parecen de luchador, una especie de calcetines rayados que combinan el azul y el rojo por encima de la rodilla, ambos objetos podrían pasar por moda setentera. Un relieve del palacio de Assurbanipal en Nínive, muestra a los soldados demoliendo las murallas de la ciudad y guiando a los prisioneros cargando con el botín, portando unas botas militares con placas de hierro similares a las modernas. Los arqueros y los honderos estaban divididos en compañías, seguían a los lanceros para disparar por encima de la infantería. Los disparos de piedra de los honderos obligaban a que el enemigo elevara su escudo, aumentando el blanco de los arqueros. Los arqueros asirios usaban arcos con un alcance máximo de 650 metros. Cuando se acercaban a las murallas de la ciudad iban en parejas formadas por un arquero y un escudero, mientras el arquero disparaba, el escudero lo protegía con un escudo redondo, pero también usaban un escudo curvo que rebasaba la estatura de los soldados. Los arqueros estrenaron el arco compuesto de madera, cuerno y resina, lo suficientemente pesado que necesitaba dos hombres para encordar. En el relieve de la sala del trono del palacio Norte de Nínive, del siglo VII a.C. (Museo Británico de Londres), aparecen los arqueros y los lanceros atacando una ciudad egipcia desde la base de la muralla y unos soldados que logran colocar una gran escalera en el muro para realizar el asalto. Un soldado arrodillado destruyendo la parte baja de los muros protegido con un gran escudo curvo y los escuderos subiendo la escalera con los arqueros para protegerlos. Un soldado asirio prendiendo fuego a las puertas de madera de la ciudad. Los arqueros protegidos detrás de altos escudos curvos disparando contra los defensores situados en lo alto de las torres. Los soldados asirios con las cabezas cortadas de sus enemigos en las manos como trofeo y cerrando las filas de los prisioneros que serán deportados: “Hasta entonces, varias generaciones de emperadores habían reformado el ejército asirio hasta convertirlo en la primera máquina de combate verdaderamente moderna, un modelo para todos los ejércitos futuros hasta la introducción de la mecanización y las armas de fuego… Todos estaban bien resguardados e incluso bien equipados, porque Asiria estaba poniendo sobre el campo de batalla a los primeros ejércitos con hierro: espadas de hierro, puntas de lanza de hierro, yelmos de hierro e incluso fragmentos de hierro como armadura en sus túnicas. Las armas de bronce no suponían una auténtica competencia: este material nuevo, que era más barato, más resistente, menos frágil, podía clavarse más hondo y mantenía una hoja más afilada durante más tiempo… Los lanceros asirios eran también más ágiles que sus predecesores. En lugar de sandalias, ahora llevaban una invención militar asiria que se convirtió posiblemente en una de las más influyentes y más duraderas de todas: la bota militar. En este caso, las botas eran calzado de cuero hasta la rodilla, de suela gruesa con tachuelas y placas de hierro para proteger las espinillas, que hacia posible por primera vez luchar en cualquier terreno, al margen de su aspereza o humedad, montaña o pantano, y en cualquier estación, invierno o verano. Se trataba del primer ejército para todo el año, para cualquier clima… Los arqueros estaban ahora equipados con un arma nueva, el arco compuesto, otra innovación asiria…” (Kriwaczek, pp. 293, 294, 295). La unidad más importante era la caballería, organizada en grupos de un millar de jinetes que podían actuar solos o con el cuerpo de carros. La tercera unidad del ejército eran los carros, plataformas rápidas y ligeras con dos o tres soldados, que evolucionaron en estructuras pesadas que podían llevar cuatro soldados y jalados por cuatro caballos. Los carros perdieron rapidez, pero ganaron agilidad, utilizados como plataformas de tiro en la batalla y armas de choque para destruir formaciones. En un relieve de la sala del trono del palacio Noroeste de Nimrud, datado en el siglo IX a.C. (Museo Británico de Londres), el rey Assur-nasirpal II en la escena de la caza del león, las ruedas del carro de guerra son grandes y gruesas como un todo-terreno, a bordo el conductor y el rey usando su arco, el carro cuenta con un dispositivo para guardar las hachas. En un relieve de la sala del trono del palacio de Assurbanipal en Nínive, datado en el siglo VII a.C. (Museo Británico de Londres), pasa revista a sus tropas desde su carro real de guerra con unas ruedas que superan la estatura de una persona, el carro cuenta con una sombrilla para cubrirlo del sol, acompañado de un conductor y una mujer que lo toma del brazo. Un relieve del palacio Sudoeste de Nínive, realizado en el siglo VII a.C. (Museo Británico de Londres), muestra la batalla del río Ulai entre el ejército de Assurbanipal y los soldados de Elam que huyen en desbandada. Aparecen carros de guerra con el conductor adelante y el arquero apuntando atrás, y los arqueros, lanceros y honderos en acción. Los asirios contaban con un grupo de ingenieros que construían rampas de madera y tierra para hacer avanzar máquinas de asedio: arietes móviles, torres de asalto, escalas, etc. En un relieve del palacio Noroeste de Nimrud, datado en el siglo IX a.C. (Museo Británico de Londres), se observa una de las máquinas de asedio del ejército de Assur-nasirpal II. Un carro sin caballos de tres ruedas que parece un tanque de guerra, al frente tiene una especie de cañón, arriba, una especie de torreta pequeña y al lado la torreta grande con dos arqueros disparando. Los legionarios romanos construían máquinas de asedio, puentes, rampas, torres, pasadizos subterráneos y fosos concéntricos para llenarlos de trampas mortales. Pero las complejas torres de asedio asirias parecen de la Edad Media. Los asirios impusieron una nueva forma de hacer la guerra con innovaciones tecnológicas que no estaban al alcance de sus vecinos. Los dirigentes preferían el combate cuerpo a cuerpo en espacios abiertos, pero no tenían problemas para asediar ciudades amuralladas. Una vez tomada la ciudad se demolían las murallas y las defensas para evitar rebeliones. Los asirios buscabas acuerdos diplomáticos con un matrimonio dinástico entre una de las hijas del rey local y el rey asirio o un acuerdo personal que tenía que ser renovado si uno de los firmantes moría, si las negociaciones fallaban iniciaban la guerra, se capturaba la capital para provocar la rendición de la región. Si fallaban, escogían una pequeña ciudad para tomarla, destruirla e incendiarla con todo tipo de horrores: desollamientos, decapitaciones, destripaciones, amputaciones, violaciones, empalamientos, arrancar los ojos, exponer la piel de los desollados vivos en las murallas, hileras de empalados en los caminos, colgar las cabezas decapitadas en estacas o del cuello de los supervivientes. La idea era que se corriera la noticia y ante el avance la gente rogara clemencia con la rendición incondicional. La proclama de la dominación asiria del tatatarabuelo de Tiglath Pileser o Tukulti-apil-Esharra “mi confianza está en el heredero de Esharra” (1114-1076 a.C.): “Construí una columna frente a las puertas de la ciudad y desollé a todos los jefes que se habían rebelado y cubrí el pilar con sus pieles. A algunos los empalé sobre estacas en la columna y a otros los até a estacas alrededor de la columna… Amputé los miembros de los oficiales… que se habían rebelado… A muchos cautivos, los quemé con fuego y a muchos los tomé como prisioneros. A algunos les corté la nariz, las orejas y los dedos; a muchos, les saqué los ojos. Hice una columna con los vivos y otra con cabezas, y clavé sus cabezas a troncos de árboles alrededor de la ciudad. A sus jóvenes y sus doncellas los quemé con fuego… Al resto de sus guerreros, los hice consumirse de sed en el desierto del Éufrates”. La venganza contra Babilonia después de sufrir una derrota y el asesinato de su hijo, de Senaquerib o Sin-Ahhe-Eriba “Sin (la luna) ha reemplazado a mis hermanos” (705-681 a.C.): “Barrí, demolí y quemé con fuego la ciudad y sus casas, desde sus cimientos hasta sus parapetos. La muralla y el muro exterior, los templos y los dioses, el zigurat de tierra y de ladrillos de barro, tantos como había, los demolí, y deposité en el canal de Arahtu. En mitad de esa ciudad hice cavar zanjas e inundé su superficie con agua. Destruí la forma de sus cimientos y causé tal devastación que excedió a la de cualquier otra inundación, para que en los días futuros la superficie de esa ciudad, sus templos y sus dioses fueran olvidados. Hice que Babilonia fuera cubierta con el agua y terminé con ella como si fueran cenegales”. La profanación de cadáveres y la destrucción de la economía de Elam, de Assurbanipal o Ashur-Bani-Apli “Assur es el constructor de Apli” (668-630 a.C.), reforzada por el relieve de Nínive donde los elamitas son obligados a moler los huesos de sus antepasados: “Los templos de Elam destruí para que dejaran de existir. Los enterramientos de sus reyes, antiguos y recientes, que no habían temido a Assur ni a Ishtar y que habían hecho temblar a mis antecesores, los destruí, los derribé y los obligué a contemplar la luz del sol; sus huesos me los traje a Asiria. Propiné una paliza interminable a sus espíritus. Les negué las ofrendas de alimentos y las libaciones de agua… Por espacio de un mes y veinticinco días asolé la región de Elam; sembré sus campos de sal y malas hierbas; privé a sus campos de las voces humanas, del paso del ganado mayor y menor”: “A la cabeza iban las tropas de asalto: formaciones de carros, plataformas de proyectiles móviles, el equivalente antiguo de tanques. Ya no tiraba de ellos a paso lento un asno, sino unos animales mucho más rápidos, más grandes y resistentes: caballos. Cada carro era reforzado hasta por cuatro bestias y tripulado por un conductor que, conforme avanzaban las destrezas ecuestres, a veces montaba uno de los caballos y manejaba a los otros con un sistema de arneses, dejando sitio en la plataforma al arquero y dos escuderos para que combatieran con mayor libertad. Estos hombres iban también armados con lanzas, espadas y hachas, así que después del primer asalto podían desmontar y luchar como infantería pesada mientras el conductor devolvía su vehículo a terreno seguro… Pero probablemente le habría resultado desconocida otra innovación bélica que perduraría, introducida por los asirios: la caballería. Si un conductor podía montar uno de los caballos del carro, entonces también podía montar un caballo sin un carro adosado. Estos guerreros que llevaban espadas o arcos, montaban con bridas de estilo moderno, pero sin sillas ni estribos, que todavía no se habían inventado. En su lugar, se sentaban en mantas, fijadas en su lugar con cinchas, sostenes y fustes, y controlaban sus monturas con la presión de sus talones… Cada provincia tenía todo un organismo de oficiales, musarkisi, dedicados a proveer monturas para el ejército. Según los documentos que se han recuperado de la ciudad de Nínive, fueron capaces de asegurar unos 3.000 animales al mes, de los cuales un 60 por ciento estaban destinados a los cuerpos de carros, el 30 por ciento a la caballería y el resto a sementales” (Kriwaczek, pp. 295, 296). 

Scoala Cleopatra Popescu ©

Arco Huno & Arco Mongol.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

Peter Heather en La caída del imperio romano (2011), señala que los escitas y los hunos eran arqueros a caballo que usaban el arco compuesto, el escita tenía 80 cm de longitud, el huno 130 y 160 centímetros. En 1753 Hassan Aga realizó un tiro con un arco turco de 110 centímetros de longitud, 20 y 50 menos que el huno, alcanzando una distancia de 534 metros, inferior a los 650 metros del arco asirio. Para tener una idea del impacto, a una distancia superior a los 100 metros, el arco turco es capaz de hundir más de cinco centímetros la flecha en un trozo de madera de 1,25 centímetros de grosor. En 209 a.C., el primer imperio hsiung-nu de las estepas de Mongolia, el líder Modun crea un cuerpo de caballería, derroca a su padre y adopta el título Shan-Yu “rey. Los hsiung-nu hostigaban la frontera noroccidental de la dinastía Han, extraían grandes cantidades de tributos en forma de sedas, metales preciosos y cereales. También disputaban la cuenca del río Tarim de la ruta de la seda. En 119 a.C., los hsiung-nu son expulsados de Mongolia interior. En 48 d.C., los hsiung-nu ante los embates de la dinastía Han, se dividen en dos ramas, una septentrional y una meridional gobernada por su propio Shan-Yu. Los hsiung-nu del sur se asimilan al imperio y se convierten en una importante fuerza. Los hsiung-nu del norte mantienen su independencia y conflicto hasta el año 93 d.C., cuando el gobierno paga al grupo nómada hsienpi para atacar los territorios hsiung-nu, cien mil familias quedan absorbidas en la confederación hsienpi “mongoles”, los demás huyen al “oeste”. En el siglo IV las tribus de Mongolia deambulaban por India y Europa. En 376 aparecen los hunos procedentes de la estepa euroasiática, una rama de los hsiung-nu con una lengua emparentada con la mongola y la turca. En 410 los hunos entran en la gran llanura húngara, fundan un imperio y someten a varios grupos germánicos e iranios como vasallos: sármatas, alanos, suevos, godos, rugos, gépidas, esciros y hérulos. Un dominio relajado sobre los lombardos, turingios, burgundios, alamanes y francos. En 440 el godo se convierte en la lingua franca del imperio huno y los hunos adoptan nombres godos. Onegesio, Edica, Bericho, Escotas, Bleda y Atila “padrecito” (Atala) son nombres germanizados. La economía de los hunos estaba basada en prestar servicios mercenarios al imperio romano de Oriente, pero al mismo tiempo sometían grupos y realizaban excursiones, a tal grado que Atila y su hermano Bleda firmaron un tratado para recibir un tributo anual de 316 kilos de oro. Atila se convirtió en el monarca huno al asesinar a su hermano Bleda. El ataque huno era similar al mongol, los arqueros a caballo tenían la misión de romper las filas del enemigo, la caballería pesada matarlos con el arco o el sable. Amiano Marcelino hace una descripción del ataque huno: “(los hunos) acuden a la batalla en grupos… (Y c)omo son ligeros y muy rápidos a la hora de combatir, lanzan a propósito ataques por sorpresa y… de forma desordenada se desplazan causando grandes matanzas… (Y es que, como) luchan a distancia, disparan armas que cuentan con huesos afilados en vez de punta, y que están realizadas con una técnica extraordinaria. Después, recorren (al galope) la larga distancia que les separa del enemigo y luchan cuerpo a cuerpo con espadas”. En el siglo IV, Zósimo registra la característica del ataque huno: “(los hunos) eran totalmente incapaces de combatir a pie, ya que ignoraban cómo hacerlo, pero con sus giros, sus cargas, sus retiradas a tiempo y su lanzamiento de dardos a caballos, causaban una enorme mortandad”. El embajador romano Prisco, que escribía en griego y cuyos fragmentos fueron reunidos por Constantino VII Porfirogenetos; hace llegar la apariencia huna a través de Atila, una persona moderada, juiciosa, magnánima, implacable y austera. Transmitida por el historiador Jordanes del siglo VI que escribía en latín: “(Atila) era arrogante en el porte y volvía los ojos de un lado a otro para que incluso el poder de su espíritu orgulloso se manifestara en cada movimiento de su cuerpo. Aunque era amante de la guerra, sabía mantener el control de sus actos. Era sumamente juicioso, clemente con los que les suplicaban perdón y generoso con los que se aliaban con él. De estatura era bajo, ancho de pecho, de cabeza grande y ojos pequeños; la barba la tenía poco poblada, los cabellos canosos, la nariz aplastada y la tez oscura…” Los hunos trajeron el empalamiento a Hungría y Transilvania como el principal medio de castigo. En el apogeo huno los pueblos europeos adoptaron la deformación craneal para alargar las cabezas. Los enterramientos hunos se distinguían por el arco de oro y la deformación craneal: “Sucede que los escitas, a quienes los sármatas habían sustituido como potencia dominante en la región septentrional del mar Negro a principios de la época imperial, también habían sido arqueros a caballo, exactamente igual que los hunos; que empleaban asimismo tácticas muy similares; y que, en aquella época, la lanza había prevalecido frente al arco. ¿Por qué, tres siglos más tarde, se inclinó la balanza en favor del arco? … Tanto los hunos como los escitas usaban lo que se llamaba el “arma prodigiosa de la estepa”. Cuando los occidentales pensamos en un arco, lo que solemos tener en mente son los “arcos de una pieza”, confeccionados con una única vara de madera y que al ser tensados adquieren una forma cóncava simple. Los arcos de los habitantes de la estepa eran completamente diferentes. Para empezar, constaban de varias piezas. La madera de sus distintas secciones proporcionaba un punto de anclaje para los demás elementos que lo integraban: tendones en la parte exterior que se distendía al ser tensado el arco, y las placas de hueso en la parte interior que, por el contrario, resultaban comprimidas. Cuando no se los tensaba, estos arcos se curvaban además en la dirección opuesta, de ahí que también se conociera esta arma con el nombre de arco recorvado… Ya hemos dicho que tanto los hunos como los escitas utilizaban el arco compuesto, pero si los arcos escitas tenían unos 80 centímetros de longitud, los arcos hunos que se han hallado en las tumbas eran mucho mayores, ya que medían entre 130 y 160 centímetros… El arco largo era más pesado y difícil de manejar, y su asimetría exigía que el arquero modificase su punto de mira. Sin embargo, el arco asimétrico huno de 130 centímetros tenía una potencia considerablemente mayor que la de su equivalente simétrico escita de 80 centímetros: a diferencia del de los escitas, podía atravesar una coraza sármata y mantener al mismo tiempo al arquero a una distancia segura sin impedirle un buen manejo del caballo” (Heather, pp. 206, 207). En la mitología mongola el dios supremo era Mongke Tengri, quien dictaminó al comienzo del tiempo que el destino del Kan mongol era dominar el mundo. La mitología del lobo gris que descendió del cielo para aparearse con una cierva salvaje en las fuentes del río Onon, gestando a la primera generación de lobos borjigines. Una nueva generación de lobos convertidos en seres humanos, el origen del clan Borjigin y de Temuyín “Hombre de Hierro”, el Gengis Kan “Amo del Mundo”. Todos los mongoles tenían la fama de ser excelentes arqueros, los niños desde los dos y los tres años empezaban a montar a caballo, les entregaban arcos de tamaño proporcionado a sus edades y les enseñaban a lanzar flechas. La disciplina era férrea, Marco Polo registra que los jefes de diez hombres responden ante un jefe de cien, los diez jefes de mil, ante un jefe de mil, y los diez jefes de mil, ante un jefe de cien mil, etc. Si en la batalla uno, dos o tres o más huyen, el resto de los diez hombres es condenado a muerte. Si los diez huyen, a menos que cien de los otros huyan también, todos son condenados a muerte: “Sus armas y armaduras eran de hierro, usándose en las primeras filas. Cada hombre, por supuesto a caballo, al igual que todo el ejército, llevaba una cantidad inmensa de armas, debiendo tener todos a lo menos las siguientes: “dos o tres arcos o al menos uno, si es muy bueno; tres aljabas llenas de flechas; un hacha y cuerdas para arrastrar las máquinas (…) algunos tienen corazas y también armaduras para los caballos… Si la fortaleza lo permite, la bloquean y la encierran de tal forma que nadie puede ya entrar ni salir. La atacan violentamente con máquinas y flechas, y no cesan en la lucha ni de noche ni de día, de tal manera que los que están dentro de la fortaleza no puedan tomarse un descanso (…) Y si no pueden apoderarse de esta forma, lanzan fuego griego. Tienen también la costumbre de recoger la grasa de los hombres que han matado y de desparramarla después de derretida, sobre las casas; y en todas partes donde el fuego cae sobre esta grasa, se quema sin que sea posible apagarlo… El mayor goce del hombre es vencer a sus enemigos, empujarlos ante sí, quitarles lo que poseen, ver a las personas que ama con el rostro cubierto de llanto, montar sus caballos y estrujar entre los brazos a sus hijas y sus mujeres” (Vidal Kuntsmann, pp. 71, 72). Los mongoles fueron los mayores colonialistas de la Edad Media: de Corea hasta Hungría y de India hasta Rusia. El emperador Kublai Kan de China combatía a los Song del sur cuando intentaron mantener relaciones con Japón. En la primera carta enviada a través del rey de Korea, deja entrever que buscaban la sumisión del territorio: “Desde tiempos inmemoriales, los gobernantes de pequeños estados han buscado mantener relaciones amistosas con nosotros. El Gran Imperio Mongol, ha recibido el “Mandato del Cielo” y nos ha convertido en dueños del mundo. Por lo tanto, numerosos estados en tierras lejanas se han extendido para formar lazos con nosotros. En cuanto fui ascendido al trono he dejado de pelear con Korea y restaurado su tierra y su gente. En gratitud, ambos, el gobernante y la gente de Korea han venido a nosotros para ser nuestros súbditos. Su alegría se parece a la de un hijo con su padre. Japón se encuentra cerca de Korea y desde su formación ha enviado en muchas ocasiones tributos al Reino del Medio. Sin embargo, esto no ha pasado desde el comienzo de mi reinado. Esto producto de que ustedes no están completamente informados. Por lo tanto y por la presente; les envió a ustedes un enviado especial para informarles acerca de nuestros deseos; desde ahora doy la oportunidad a ustedes de entablar relaciones amistosas con nosotros. Nadie desearía recurrir a las armas” (Yamada, p. 132). En una carta de 1270, Kublai apela a la sabiduría china y las creencias niponas para evitar la guerra: “El uso de la fuerza militar sin razón va en contra de las enseñanzas budistas y confucionistas. Debido a que el Japón es un país divino (shinboko) nosotros no intentaremos usar nuestra fuerza” (The Cambridge History of Japan, p. 135). Los japoneses no contestaron ninguna carta. En octubre de 1274 los mongoles envían 8.000 tropas coreanas, 15.000 yuanes entre chinos del norte y mongoles, y 3500 barcos. En la isla de Tsushima contra 80 samuráis. En la isla de Iki contra 100 samuráis. El 20 de octubre en la bahía de Hakata. Los mongoles traían arcos pequeños de mayor potencia, flechas envenenadas y artefactos y bolas negras que estallaban con pólvora. Pero fueron derrotados por un viento huracanado conocido como el Kamikaze: “Un día sopló con tanta fuerza este viento de la tramontana que los ejércitos del gran Khan se dijeron que, si no se embarcaba para alejarse de la costa todas sus naves quedarían destrozadas (…) en cuanto llegaron a una distancia de cuatro millas la fuerza del viento comenzó a aumentar; y era tal la multitud de sus naves que muchas de ellas chocaban y se quebraban unas contra otras…” (Marco Polo, pp. 379, 380). En agosto de 1279, en el primer flanco, 10.000 coreanos, 30.000 mongoles, 900 barcos, 17.000 tripulantes y los soldados que atacarían por el este. En el otro flanco, 100.000 chinos del sur y 3500 barcos para atacar por el sudeste chino. La batalla el 14 de agosto de 1281, donde son derrotados los mongoles: “Entonces el general Wan, del gran Yuan, habiendo soltado las amarras de sus setenta mil navíos, a la hora del dragón del décimo séptimo día del octavo mes, se dirigió hacia Nagato y Suwo, por Moji y Akamagaseki. Su flota había hecho la mitad del camino, cuando el tiempo que hasta entonces fuera tranquilo, con nubes inmóviles, cambió bruscamente. Gruesas nubes negras, venidas del Noroeste, cubrieron el cielo, el viento empezó a soplar con violencia, proyectando hasta el cielo olas furiosas, el trueno rugía y el rayo golpeaba el suelo con una frecuencia y una violencia tales, que hubieras dicho que grandes montañas caían y que el cielo se venía encima de la tierra. De los setenta mil navíos de guerra de los piratas extranjeros (hay discrepancias en la cantidad de barcos), los unos fueron lanzados contra las rocas escarpadas y se hicieron pedazos; los otros después de haber girado entre las enfurecidas olas, se hundieron con armas y bagajes” (Gowen, p. 130).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Peste de Atenas & Peste Antonina.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

Egipto tuvo dos períodos persas: la dinastía XXVII (525-404 a.C.) y la dinastía XXXI (343-332 a.C.). El faraón Darío I (521-486 a.C.) enfrentó a los atenienses en la batalla de Maratón (490). El faraón Jerjes (485-465 a.C.) en la batalla de Salamina (480 a.C.). Un período ptolemaico (332-30 a.C.), el faraón Alejandro Magno (330-323 a.C.) fue Gran Rey de Media y Persia, cuyo imperio llegaba hasta Massalia (Marsella). Un período romano (30 a.C.-IV d.C.) del Egipto Jupiterino, el Egipto Hercúleo y la Tebaida. Roma seguía siendo la capital simbólica del imperio, pero había dejado de ser un centro político y administrativo de importancia: Milán (Emilia) y Tréveris (Bélgica primera) en Occidente, Antioquía (Celesiria) y Constantinopla (Europa) en Oriente, los centros administrativos y políticos predominantes. La “Peste de Atenas” (430-426 a.C.) marca el fin de la democracia y el inicio de la oligarquía, la fiebre tifoidea (bacteria salmonella typhi) o el tifus exantemático (bacterias rickettsia typhi o rickettsia prowazekii) elimina un tercio de la población ateniense: 1.000 habitantes. La “Peste Antonina” (165-180 d.C.) con la muerte de los emperadores Lucio Vero y Marco Aurelio, provocada por la viruela (variola virus). J. F. Gilliam estima una población de 50 millones en el Imperio Romano de Occidente, de los que fallecieron entre el 1 y el 2% (500.000-2.000.000). R. Littman estima entre el 7 y el 10% (3,5 y 5 millones). El filósofo Sócrates era uno de los 3000 hoplitas que participaron en la Guerra del Peloponeso (432-429 a.C.) entre Atenas y Esparta, contagiados por la peste. El médico Hipócrates visitaba a los pacientes, tomaba notas de sus síntomas y registraba la repuesta a los tratamientos. El historiador Tucídides la padeció: un fuerte y excesivo calor en la cabeza, ojos sanguinolentos e hinchados, lengua y garganta sanguinolentas, aliento hediendo y difícil de salir, estornudos, voz ronca, gran tos, dolor agudo, vómito de cólera, piel de tono rubio y cárdena, pústulas pequeñas, sensación de gran calor por dentro, muerte a partir de los siete días: “Apareció por primera vez, según se dice, en Etiopía, la región situada más allá de Egipto, y luego descendió hasta Egipto y Libia y a la mayor parte del territorio del rey de Persia. En la ciudad de Atenas se presentó de repente y atacó primeramente a la población del Pireo, por lo que circuló entre los habitantes de que los peloponesios habían echado veneno en los pozos” (Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, II, 48, 1); “Porque si, por miedo, no querían visitarse los unos a los otros, morían abandonados, y muchas casas quedaban vacías por falta de alguien dispuesto a prestar sus cuidados; pero si se visitaban, perecían, sobre todo quienes de algún modo hacían gala de su generosidad” (Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, II, 51, 4); “En efecto, como no habían casas disponibles y habitaban en barracas sofocantes debido a la época del año, la mortandad se producía en una situación de completo desorden; cuerpos de moribundos yacían unos sobre otros, y personas medio muertas se arrastraban por las calles y alrededor de todas las fuentes movidos por su deseo de agua” (Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, II, 52, 1); “También en otros aspectos la epidemia acarreó a la ciudad una mayor inmoralidad. La gente se atrevía más fácilmente a acciones con las que antes se complacían ocultamente, puesto que veían el rápido giro de los cambios de la fortuna de quienes eran ricos y morían súbitamente, y de quienes antes no poseían nada y de repente se hacían con los bienes de aquellos. Así aspiraban al provecho pronto y placentero, pensado que sus vidas y sus riquezas eran igualmente efímeras. Y nadie estaba dispuesto a sufrir penalidades por un fin considerado noble, puesto que no tenía la seguridad de no perecer antes de alcanzarlo” (Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, II, 53, 1). La Primera Guerra Romana Parta (53 a.C.-63 d.C.) por el control de Armenia, inicia con la destrucción de los ejércitos de los Crasos, padre e hijo. En el siglo II los emperadores obtienen victorias contra los partos. En 165 los legionarios derrotan a los arsácidas en Seleucia del Tigris, de regreso al cuartel general de Antioquía, Dión Casio registra que uno de los generales pierde “muchos soldados” por el hambre y una enfermedad (Dio LXXI, 2, 3-4). Luciano de Samosata registra la peste en Nisibis y Elio Arístides en Esmirna: “Residía en pleno verano, en una casa a las afueras de la ciudad (Esmirna) y una enfermedad contagiosa hizo presa en casi todos mis vecinos. Al principio, dos o tres de mis domésticos cayeron enfermos, y después uno tras otro, hasta que al final todos, tanto los más jóvenes como los mayores, estaban contagiados. Yo cogí la enfermedad al último. (…) Las bestias cayeron enfermas y, si uno intentaba moverse a pie hacia alguna parte, inmediatamente se caía a las mismas puertas. (…). Todo estaba dominado por el desánimo, los lamentos, los gemidos y la tristeza general. En la propia ciudad las enfermedades eran terribles. Hasta este momento me había mantenido cuidando de la salud de los otros no menos que de la mía, pero después mi enfermedad se agravó y fui presa de un terrible ardor de toda clase de bilis que me molestaba constantemente, día y noche. Estaba cerrado a todo alimento y mis fuerzas menguaron. Los médicos renunciaban y, dándome por terminado, desistían por completo; anunciaron que pronto había de morir. (…) Me observaba a mí mismo con atención, como si fuera otro, y me daba cuenta que el cuerpo se quedaba paulatinamente sin fuerzas hasta que llegué al límite” (Elio Arístides, Orationes XLVIII, 38-39). En 166 regresa a Roma el ejército de Lucio Vero con la enfermedad, en otoño mueren miles de personas y en los cuarteles de invierno en la frontera del Danubio. El médico Galeno de Pérgamo es testigo y huye de Roma. En el invierno del año 168 y 169, Lucio Vero y Marco Aurelio estaban en Aquileia, la base de los cuarteles de las legiones durante las guerras marcomanas. Galeno fue obligado a regresar para que viera el rebrote de la epidemia en el campamento: “Cuando llegué a Aquileia la peste golpeó como no lo había hecho antes, tanto que los emperadores huyeron a Roma junto a unos pocos soldados y nosotros, la mayor parte, a duras penas nos salvamos en mucho tiempo; muchísimos murieron no sólo por la peste, sino porque estos hechos estaban teniendo lugar en pleno invierno” (De libris propriis 2 = Kühn XIX, 18). En 169 fallece Lucio Vero en su viaje de regreso a Roma desde Aquileia, una muerte de esa magnitud durante la peste hizo que la población temiera lo peor para el futuro de Roma. Entre 174 y 175 Marco Aurelio dirige una carta a los atenienses en el que rebaja los requisitos de elegibilidad del Areópago para mantener su número, señal de la caída de la población y menos personas de las categorías sociales predilectas. En enero y febrero de 179 d.C., un registro de pagadores de tasas de la ciudad egipcia de Socnopaiou Nesos, documenta la mortalidad de un tercio de los contribuyentes en dos meses, de 244 en 178, 59 en enero y 19 de febrero. En 180 la muerte de Marco Aurelio, víctima de un cuadro de fiebre: “En el caso de la peste Antonina, no hay narración y descripción extensa de la enfermedad como la que hizo Tucídides sobre la peste de Atenas en el siglo V a.C., o la que redactó Procopio de Cesarea con motivo de la peste de Justiniano en el siglo VI d.C. Al contrario, contamos con apuntes dispersos, pero que tienen el gran valor de haber sido escritos por un testigo directo de los hechos que, además, era un observador aventajado: Galeno de Pérgamo. Galeno puede considerarse no sólo como el más famoso y mejor médico de su época, sino como el médico más influyente de toda la Antigüedad. Con su ingente obra, que ocupa más de veinte mil páginas, mejoró los fundamentos de la medicina hipocrática y sentó las bases de la medicina occidental hasta el siglo XVII… Galeno presenció la epidemia y trató a varios pacientes, es decir, se enfrentó directamente a los efectos que la enfermedad producía en el cuerpo humano, con lo que proporciona datos científicos de primera mano… El texto más extenso de Galeno en relación a la enfermedad, y que es fundamental para tener una cierta aproximación a los síntomas de la peste, es el siguiente: “Exantemas de color negro o violáceo oscuro que después de un par de días se secan y desprenden del cuerpo, pústulas ulcerosas en todo el cuerpo, diarrea, fiebre y sentimiento de calentamiento interno por parte de los afectados, en algunos casos se presenta sangre en las deposiciones del infectado, pérdida de la voz y tos con sangre debido a las llagas que aparecen en la cara y sectores cercanos, entre el noveno día de la aparición de los exantemas y el décimo segundo, la enfermedad se manifiesta con mayor violencia y es donde se produce la mayor tasa de mortalidad” (Gal., Meth. med. 5, 12). A partir de este texto y diversos apuntes que aparecen desperdigados en cinco obras de Galeno, diferentes investigadores intentaron llegar a un diagnóstico. Con indecisión, la enfermedad se identificó con viruela, tifus exantemático y peste bubónica, siendo preferente siempre la viruela en las apuestas” (Alonso Alonso, pp. 9, 10). En 190 Séptimo Severo crea dos nuevas provincias en la frontera oriental: Osroene (Edesa, Turquía) y Mesopotamia (entre Armenia y Asiria), haciendo avanzar la frontera hacia al sur y hacia el este. El sasánida Aldachir I (224-240) invadió por primera vez Mesopotamia (237 y 240). Roma lanzó contraataques fallidos contra Sapor I (241-243) y Sapor II (309-379): la muerte de Gordiano III (244), Valeriano I (260) y Juliano (363). En los años 367 y 368, Cosroes derriba a los gobernantes de Armenia e Iberia (Georgia), aliados de Roma, sustituidos por hombres designados por él. En 369 Valente estaba en los Balcanes por los godos y se retira con sus tropas al Oriente por los persas. En 371, aprovechando las dificultades de Persia, volvió a colocar a dirigentes designados por Roma en Armenia e Iberia. En 375 regresa el rey de reyes Sapor II. En 376, Valente envió a tres embajadas agresivas que regresan con la misma respuesta: “retroceder o aceptar la lucha”. Valente envía al comandante de caballería Víctor para llegar a un acuerdo de paz con Persia sin importar los términos. En 377 Valente falleció en la batalla de Andrinópolis, Teodosio acepta sus pérdidas y llega a un acuerdo sobre Armenia. Ante la amenaza de los grupos nómadas, romanos y persas llegaron a un acuerdo de mutua defensa contra los hunos. Los persas tenían que fortificar y dotar de guarniciones el desfiladero clave de Dariel, los romanos debían contribuir a sufragar los costos. Las provincias que se extendían desde Egipto hasta la parte occidental del Asia Menor constituían la principal fuente de ingresos del Imperio de Oriente. Constantinopla tenía que ocupar más del 40 por 100 de sus efectivos militares a la frontera persa, y emplear 92 unidades de tropas de guarnición en la defensa de Egipto y Libia. Las únicas fuerzas que el Imperio de Oriente podía ocupar en Occidente eran la sexta parte de las tropas de guarnición apostadas en los Balcanes y las tres cuartas partes de las fuerzas de campaña en Tracia. En 450 queda comprometida la capacidad de Constantinopla de ayudar a Occidente en contra de los hunos. En el año 451 el Cronicon de Idacio registra terremotos en Galicia con una interpretación esotérica, la mezcla de cambios climáticos, hambrunas y plagas: “(140) En Gallaecia, el cielo muestra muchas señales de continuos terremotos… Así, en la víspera de las nonas de Abril (4 de abril), martes, al anochecer, el cielo tomó el color rojo del fuego y de la sangre por el norte, mezclado con unas líneas claras con apariencia de lanzas resplandecientes deformadas por el rojo ígneo. La señal dura desde el fin del día hasta la tercera hora de la noche, y pronto fue explicado por su extraordinario desenlace. (141) Los hunos, una vez rota la paz, saquean las provincias de Galia arrasando muchas ciudades. En los Campos Cataláunicos, no lejos de Metz, a la que destruyeran, entrando en batalla campal y recibiendo un daño irreparable, son venidos con la ayuda divina por el dux Aecio y el rey Teodoro, con los que la ciudad estaba aliada. La caída inoportuna de la noche interrumpió la lucha. Allí yació abatido el rey Teodoro” (Idacio, Cronicon, XXVIII). En 452 Atila hace campaña en los Balcanes, Padua, Mantua, Vicenza, Verona, Brescia y Bérgamo. Antes de llegar a Roma, una comitiva del papa León Magno lo aborda y Atila regresa a Hungría. El Cronicon de Idacio explica que un fuerte motivo para regresar era que su ejército estaba disminuido por la hambruna y la peste: “En el segundo año del reinado de Marciano, los hunos que saqueaban Italia, después de arrasar algunas ciudades, fueron destruidos gracias a Dios por el hambre, por la enfermedad y otras plagas del cielo. Además fueron atacados por las tropas auxiliares enviadas por el príncipe Marciano con el dux Aecio y, vencidos en los campamentos por las plagas celestiales igual que por el ejército de Marciano, después de verse forzados a firmar la paz con los romanos, intentaron volver a sus tierras. Allí, nada más llegar, murió su rey Atila” (Idacio, Cronicon, XXIX, 452-453).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Circo Romano & Gladiador.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

El FORVM ROMANVM (la Via della Salara Vecchia, 5/6) albergaba las basílicas, los templos, la Curia del Senado y la Tribuna de los oradores. Famoso por la Cloaca Máxima para drenar los pantanos locales y la ciudad, eliminando el olor a mierda. La frase faex popvlis “heces del pueblo” no era retórica. La prostitución popular de las SPVRCAS “puercas” y las SCORTVM “pellejas” en el infame barrio de SVBVRA (entre las colinas del Viminal y el Esquilino, cercada por el Foro y el Trans Tiberis, con una sinagoga), la Tobita Shinchi romana, el refugio de los criminales, los burdeles más infames, las tabernas y posadas más inseguras. El barrio de ladrillo y madera en el que creció Julio César, de mármol por la gracia de Augusto. El barrio del VELABRVM (al sur del Foro, entre el Capitolio y el Palatino hasta el Circo Máximo), otro de los favoritos de la prostitución, barrios caros con edificios de tres o cinco pisos arrendados y subarrendados, callejuelas estrechas, comercios y fábricas: zapateros, libreros, herreros, vendedores ambulantes, magos, maleantes, aventureros, charlatanes, prostitutas y pobres. El barrio de TRANS TIBERIS (en la ribera oeste del Tíber, actual barrio de Trastévere), el refugio de los miserables por la proximidad de los cementerios y los bosques. Al este del Foro, el COLOSSEVM ROMANVM (Piazza del Colosseo, 00184), el CIRCVS MAXIMVS (el Vaticano). Julio César, Augusto, Calígula y Nerón construyeron el CIRCVS MAXIMVS en el Vaticano, con un aforo de 250.000 espectadores. En un terreno donde estaba el templo subterráneo del dios CONSVS y el altar de la diosa MVRCIA. Aprovechando que en las pendientes estaban los templos de Ceres, Luna, Flora, Mercurio, Venus, Magna Mater o Apolo. Entre los atractivos estaba la reja de hierro de Pompeyo que rodeaba la arena para protección del público (“lucha en jaula”), tirada por los elefantes; los siete delfines de bronce de Agripa que contaban las vueltas de los aurigas y la spina adornada con el obelisco de granito rojo de Ramsés II, actualmente en el centro de la Plaza de San Pedro: tigres de Armenia, Hircania y la India: elefantes indios y africanos; leones, leopardos, rinocerontes, antílopes, ñus, cebras, jirafas, avestruces, camellos, gacelas, hipopótamos y cocodrilos de África; ciervos y linces de la Galia; los jabalíes de Germania; osos de Iberia, Dalmacia y Caledonia (Escocia); toros de Tesalia. Los Juegos Romanos tenían la intención de promover los valores imperiales a través del entretenimiento: espectáculos sanguinarios y grotescos que involucraban fieras y montajes escenográficos. Para los romanos era una vergüenza exhibirse públicamente en un espectáculo como entretenedores, la razón de que los actores y los gladiadores fueran considerados profesiones infames. El caso de Cómodo que conducía carros públicamente, cazaba fieras salvajes en el anfiteatro, ejerció de mimo y luchaba como gladiador, al grado que al fallecer el Senado lo llamaba “gladiador”, “auriga” y “zurdo”. El caso de Caracalla que conducía carros, cazaba fieras salvajes y luchaba como gladiador. El Circo es el origen de las Cuatro Facciones que llamaríamos barras bravas: los ALBI (Blancos), los RVSSATI (Rojos), los VENETI (Azules) y los PRASINI (Verdes). Los Azules y Verdes absorbieron a los Blancos y Rojos. Calígula, Claudio, Nerón, Domiciano y Cómodo fueron hinchas de los Verdes, la facción de la burguesía comercial e industrial, los aristócratas populistas, los POPVLARIS. Vitelio, Caracalla y Justiniano de los Azules, la facción de la aristocracia latifundista y de los campesinos, la aristocracia elitista, los OPTIMATES. Calígula era tan fanático de la facción Verde que llegaba a comer y dormir en sus caballerizas y regaló al auriga Eutico un millón de sestercios. Caracalla era tan fanático de la facción Azul, que al ascender al poder, mandó a asesinar al auriga Euprepes, ya anciano, sólo por ser el corredor más célebre de la facción Verde al obtener 782 Coronas. La profesionalización del deporte era una oportunidad de fama y fortuna para pocos afortunados, como el auriga Diocles que llegó a acumular en toda su carrera más de 35 millones de sestercios. Los emperadores sufragaban de su fortuna personal sus juegos, los de sus hijos y nietos, e incluso los de los magistrados que no podían sufragar los gastos: el Circo, el Teatro, el Anfiteatro, el Foro, el Campo de Marte, los Saepta. Augusto fue el primer emperador en mostrar cosas que no habían sido vistas en Roma: un rinoceronte en el Campo Marte, un Tigre en el Teatro, una Serpiente en el Comicio. Augusto ordenó la construcción del palco del Circo Máximo para el emperador y la familia real, la restauración del Teatro de Pompeyo, la ordenación de los espectadores en gradas según su rango social, la separación de hombres y mujeres en el anfiteatro, la prohibición de las mujeres de asistir a los certámenes atléticos y la prohibición de asistir a los espectáculos a las personas mal vestidas. Calígula, Claudio y Nerón fueron grandes impulsores del combate de aurigas y gladiadores, los primeros emperadores en competir en el Circo y promover la participación de los ciudadanos de las órdenes superiores. Nerón de la destrucción de las normas y la violencia en las gradas: “CALÍGULA volvió nuevamente a la política de distracción de masas. Ofreció con frecuencia combate de gladiadores en el anfiteatro Tauro y en el Campo de Marte… Los derroches llegaron a tal punto que en el segundo año de su reinado había agotado el tesoro público. Su afición por los espectáculos superó a la de sus predecesores ampliamente. Es conocida su pasión por la facción Verde (factio prasina), que le llevó incluso a comer y dormir en sus caballerizas, o regalarle al auriga Eutico un millón de sestercios. En realidad esta pasión por el equipo de los verdes se explica por la política antisenatorial de Calígula. En su intento de ganarse el favor del pueblo, apoyó con fervor esta facción, la cual, como veremos más adelante, contó siempre con las simpatías de la plebe, mientras que el Senado apoyaba la facción Azul (factio veneta)… CLAUDIO, continuando con la política de mecenazgo de Estado, ofreció juegos frecuentemente. Celebró circenses en el Vaticano, donde Calígula había comenzado a construir un circo, y embelleció aún más el Circo Máximo. En las uenationes, fue en ocasiones la caballería pretoriana la encargada de abatir las fieras. Aumentó los combates de gladiadores, ofreciendo uno anual en el campamento pretoriano, sin uenatio, y otro en el Campo de Marte… Respecto a la actitud de Nerón con los espectáculos, superó a su tío Calígula en infamia, al presentarse en el Circo Máximo conduciendo una cuadriga con el traje de los Verdes –de nuevo esta afición demagógica por la facción prasina- ante los ojos de todo el pueblo romano… Por otro lado, en el año 55 d.C., suprimió la guardia que velaba la seguridad en el teatro, tal vez en un intento de conceder una mayor sensación de libertad al pueblo romano. Sin embargo, el único resultado fue un alarmante incremento de los disturbios en las gradas, que llegaban hasta el extremo de convertirse en batallas campales. Según nos cuenta Suetonio, el mismo Nerón tomaba parte activa en estos altercados, lanzando desde lo alto de los graderíos piedras y trozos de asientos arrancados sobre los espectadores, hasta que finalmente acertó a herir en la cabeza a un pretor” (Jiménez Sánchez, pp. 80, 81, 83, 84). Vespasiano ordenó construir un nuevo anfiteatro después de que el Tauro fuera destruido durante el incendio del año 64, el COLOSSEVM ROMANVM, usando los planos que había dejado Augusto para construir un anfiteatro en el centro de Roma. Vespasiano quería ganar el favor del pueblo y legitimar la dinastía Flavia tras un año de guerras civiles. En el año 80 su hijo Tito fue el encargado de inaugurarlo, en el primer día fueron cazadas 5.000 fieras y la presentación de una batalla naval. Los primeros juegos del Coliseo duraron 100 días, en la naumaquia de Augusto combatieron 3.000 hombres representando los ejércitos atenienses y siracusanos. Domiciano ofrecía en el Coliseo combates nocturnos de gladiadores que eran iluminados con antorchas y la primera lucha de ¡enanos contra mujeres! En el 84 crea dos nuevas facciones circenses que sólo duraron en su reinado: la Dorada y la Púrpura. La palabra GLADIATOR viene del GLADIVS “espada corta”. Los gladiadores MERIDIANI combatían al mediodía, los juegos llegaban a durar un día completo y la gente aprovechaba el mediodía para dejar el anfiteatro y regresar a sus casas a comer. Pero las gradas nunca se vaciaban y los espectáculos no se detenían en el descanso, el momento en que se aprovechaba para ajusticiar a los condenados a muerte en el anfiteatro. Los condenados tenían dos opciones, ser ejecutados por gladiadores profesionales o luchar entre ellos como “gladiadores meridiani”, sólo con armas ofensivas. Los combates terminaban rápidamente al carecer de protección y el vencedor estaba obligado a participar en la siguiente lucha hasta que muriera. El gladiador RECIARIO combatía armado de tridente y red y siempre desprovisto de casco, el único gladiador al que se le podía ver el rostro al momento de la muerte. El gladiador SECVTOR “perseguidor”, la armadura con la que pelaba Cómodo, combatía con el yelmo de grandes viseras, el gran escudo rectangular, el GLADIVS “espada corta” y una greba en la pierna izquierda. Para librarse del tridente y alcanzar al reciario con su espada corta, necesitaba combatir cerca. El reciario necesitaba combatir lejos para librarse de la espada del secutor y alcanzarlo con su tridente y red. Cómodo recibió el nombre del famoso gladiador Esceva, que era zurdo al igual que él. El LVDVS GLADIATORIVS podía ser un privado, una escuela gladiatoria de un LANISTAE “empresario”, o del IMPERATOR “emperador”, el LVDVS MAGNVS. Marco Aurelio y Cómodo instaron al Senado para acabar con los abusos de los lanistas que arruinaban los municipios. El sobrino de Constantino I, el usurpador Nepociano, tras haber tomado Roma en 350, armó la primera tropa de luchadores profesionales procedentes del ludus Magnus. El 1 de octubre del 366, Dámaso fue elegido papa en la iglesia de Lucina. En el mismo día fue elegido papa el diácono Ursino, en la basílica de Julio. ¿La solución de Dámaso? El 26 de octubre hizo un llamado a los arenarii (“gladiadores”), los quadrigarii (cuadrigas) y los fossores (enterradores) para asaltar armados la basílica de los partidarios de su rival. ¿El resultado? 160 muertes del bando de Ursino. El 17 de octubre del 357, la Constitución de Constancio II prohíbe a los soldados y a los dotados con dignidad palatina que se alquilen como gladiadores. En el año 397/399, Arcadio y Honoro promulgaron el Codex Theodosianus para que los senadores dejaran de formar guardias personales con los gladiadores y provocar disturbios o intentos de usurpación, con la advertencia de que perderían su inversión y el gladiador sería desterrado: “También el Thesaurus linguae Latinae recoge el significado de uenator, gladiator para el término arenarius. Además debemos recordar que entre los individuos requeridos por Dámaso, no sólo había arenarii, sino también quadrigarii, es decir, conductores de cuadrigas: aurigas. No es de extrañar, pues, que si el recién elegido papa recurrió a gente del Circo, lo hiciera también a gente del anfiteatro, profesional de la lucha. Esto quedo bien patente en los resultados: mientras que murieron 160 personas del lado de Ursino, no hubo una sola víctima del de Dámaso (de parte uero Damasi nullus mortuus). Una vez que podemos afirmar que Dámaso contó con la ayuda de gladiadores en su enfrentamiento con Ursino, se nos plantea el problema de cómo y dónde consiguió a estos luchadores. Al igual que en el caso anterior, es muy probable que los reclutara del ludus oficial de Roma, el ludus Magnus. Respecto al modo en que consiguió su ayuda, las fuentes son aquí, afortunadamente, más explicitas: soborno. Los gladiadores de un ludus –ya fuera el imperial o uno privado- no tendrían ningún de impedimento –ni legal ni moral- para poner al servicio del mejor postor. Por su parte, Dámaso tampoco tuvo ningún tipo de problema –igualmente, ni legal ni moral- para contratar a unos profesionales de la muerte con los que derribar a su rival. Lejos de tener contratiempos de tipo legal, llegó a contar, incluso, con la ayuda de las cohortes urbanas del prefecto de la ciudad, Vivencio. Los dos sucesos que acabamos de comentar tuvieron lugar en Italia. El tercer ejemplo que estudiaremos ocurrió, sin embargo, en África, ya está relacionada con las disputas que el conflicto donatista originó en esta zona del Imperio. Según atestiguan las fuentes, en el año 307/308, Silvano, subdiácono de la iglesia de Cirta (actual Constantine), consiguió hacerse obispo de esta ciudad gracias al apoyo de los harenarii. Como acabamos de comentar en el caso de Dámaso, la identidad de estos individuos no deja lugar a dudas: se trataba de los profesionales del anfiteatro –gladiadores y cazadores-.” (Jiménez Sánchez, pp. 169, 170).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Circo Bizantino & Barras Bravas.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

Los ALBI (Blancos), los RVSSATI (Rojos), los VENETI (Azules) y los PRASINI (Verdes) eran las Cuatro Facciones del hipódromo de Constantinopla, después de la desaparición de los juegos gladiatorios en 450, el único espectáculo de masas de la ciudad. Los Verdes, la facción de la burguesía comercial e industrial, los aristócratas populistas, los POPVLARIS. Los Azules, la facción de la aristocracia latifundista y de los campesinos, la aristocracia elitista, los OPTIMATES. Justiniano “Justin” financiaba a los Azules y alentaba todo tipo de saqueos y abusos, pero no todos los Azules estaban de acuerdo con la política. Los Verdes cometían todo tipo de delitos, aunque a ellos se les castigaba y cometían mayores delitos. Los miembros de las facciones cambiaron de look, se dejaban crecer el bigote y la barba como los persas, adelante un corte hasta las sienes y atrás el cabello largo y en desorden como los masagetas: “moda huna”. Las tribus bárbaras se convirtieron para los romanos de Oriente en el sinónimo de la rebeldía y fuera de la ley, un modelo juvenil a imitar. Y como los bárbaros eran sinónimo de saqueos y riquezas, todos querían ir vestidos como príncipes y ropajes excesivos que sólo podían ser adquiridos por medios ilícitos. La túnica que cubría los brazos era estrecha en la muñeca, pero hasta los hombres extremadamente ancha, dando la sensación de tener brazos musculosos y un cuerpo fornido. Usaban capas, pantalones y calzado con nombres y formas propias de los hunos. En la Constantinopla del siglo VI d.C., tenemos un ejemplo de copiadores de estilo. Los hunos eran el equivalente juvenil de los nazis y el hipódromo de las pistas de motociclismo. Las facciones de día llevaban escondidas pequeñas dagas de doble filo en el muslo y en la noche cometían delitos en la plaza y en los callejones para robar ropa, cinturones y broches de oro. A tal grado que la gente empezó a utilizar cinturones y broches de bronce, vestidos inferiores a su rango social y ocultarse en sus casas en la noche. Los partidarios de la Azul que no cometían delitos, estaban expuestos a los robos y al escarnio público de pertenecer a una facción delincuente. Denunciar a los Azules no servía de nada porque el magistrado los consideraba intocables por gracia del emperador. Las facciones aprendieron que pertenecer a la Azul implicaba la impunidad y empezaron a cambiar de bando, otros se dieron a la fuga y fueron detenidos o murieron en manos de sus rivales o en la prisión. Los Azules al ver que no les hacían nada, empezaron a matar a sus rivales, y luego a la gente que no les había hecho nada. Las facciones obligaban a los jóvenes y a las casadas a tener relaciones en contra de su voluntad. Los magistrados empezaron a tener miedo y los jueces votaban en función de las relaciones de amistad y hostilidad que tuvieran los litigantes con los miembros de las facciones. Los ciudadanos descubrieron que vivían en una tiranía, el emperador entregaba grandes sumas de dinero a los Azules, los promovía a las magistraturas y cargos honoríficos. Este relato rabiosamente moderno no sólo es la descripción de la Constantinopla de Procopio de Cesarea, sino de la moral de Justiniano que alentaba el terror y la impunidad. Alguien tan deplorable debía tener una esposa a su altura: Teodora la Prostituta. En Bizancio, Acacio, el cuidador de las fieras del Circo por la facción de los Verdes, el “encargado de los osos”; falleció dejando tres niñas: Comitó, Anastasia y Teodora, la mayor de siete años. La viuda se juntó con otro hombre para se hiciera cargo con ella de los asuntos domésticos y el trabajo. El director de danza de los Verdes, Asterio, es sobornado para destituirlos de su cargo y darle su lugar a otros, la madre aprovechando que la gente estaba congregada en el Circo, hace una súplica a los Verdes junto con sus niñas, finalmente los Azules se apiadan de ella. Pero las hijas son prostituidas por su madre: “Sin embargo, cuando la mujer vio a toda la población congregada en el circo, puso unas coronas a sus hijas en la cabeza y en las dos manos y se sentó como suplicante. Aunque los Verdes no se declararon en absoluto dispuestos a acceder a su súplica, los Azules les concedieron este mismo cargo, puesto que se les acababa de morir su cuidador de fieras. Cuando estas niñas llegaron a la adolescencia, la madre las llevó enseguida a la escena que había allí porque era notoria su belleza, aunque no todas al mismo tiempo, sino conforme cada una de ellas le pareció madura para este tipo de trabajo, Comitó fue pues la primera que sobresalió entre las heteras de aquellos días. Después de ella venia Teodora, que se cubría con una pequeña túnica de mangas a la manera de un joven esclavo y entre otros servicios que les prestaba llevaba siempre sobre sus hombros un escaño sobre el que aquella solía sentarse en sus encuentros. Porque aquel entonces Teodora, que no estaba todavía desarrollada, no podía acostarse con ningún hombre y era absolutamente incapaz de tener relaciones como mujer, pero ella se unía lascivamente como los hombres con ciertos miserables y esto incluso con cuantos esclavos seguían a sus dueños al teatro para cometer este acto nefando aprovechando la oportunidad que se les presentaba. Permanecía así mucho tiempo en el prostíbulo entregada a este comercio contra natura de su cuerpo. Pero tan pronto como llegó a la adolescencia y estuvo ya desarrollada, se bajó ella misma a escena con las mujeres y se convirtió en una hetera de esas que los antiguos llamaban “de infantería”, pues no era flautista ni harpista ni había siquiera estudiado los pasos de la danza, sino que sólo entregaba su juvenil belleza a todo el que llegaba, dejándole que se sirviera de todas las partes de su cuerpo” (Procopio de Cesarea, Historia Secreta, pp. 201, 202). Las prostitutas interpretaban aventuras de mimos con personajes del pueblo en situaciones comprometedoras que incluían desnudos y actos sexuales simulados o reales, que finalizaban con la desnudez total de los actores. Las actrices con el tiempo tomaron conciencia de su nivel artístico y se negaron a desnudarse en público. Los empresarios teatrales empezaron a contratar a prostitutas profesionales para que realizaran la NVDATIO sobre el escenario. Las MIMAE “mimas” ya no se desnudaban sino las auténticas prostitutas, el caso de Teodora: “Luego se asoció con los mimos en todas sus actividades del teatro y tomó parte de ellos en sus representaciones allí, prestándose a sus ridículas groserías. Era en efecto extremadamente ocurrente y salaz y pronto llegó a ser admirada por su actuación, pues la mujer no tenía nada de vergüenza ni nadie la vio nunca turbada, sino que se prestaba sin vacilar a las más impúdicas prácticas y era de tal manera que si se la golpeaba y abofeteaba en la cara se sentía capaz de hacer chistes y estallar en carcajadas y desvistiéndose mostrar desnudas a cuantos se encontrasen allí sus partes traseras y delanteras… Era tal la licenciosidad con la que ella envileció su propio cuerpo, que parecía tener sus vergüenzas no en el mismo lugar en donde las situó la naturaleza en las demás mujeres, sino en su cara, y así los que tenían relaciones con ella se daban cuenta enseguida, porque no se unían a ella conforme a la ley de la naturaleza” (Procopio de Cesarea, Historia Secreta, pp. 201, 202, 203, 204). Teodora fue amante del tirio Hecebolo, el gobernador de la provincia de la Cirenaica. La amante del senador Justiniano, quien se enamoró de ella y la convirtió en patricia, consiguiendo gran poder y fortuna. Una vez que murió la emperatriz Eufemia y ante la imposibilidad legal de que un senador se casara con una actriz, obligó al emperador Justino a abrogar las leyes para legitimar el matrimonio con heteras y borrar omnem maculam todo lo anterior a las mujeres que hubieran alcanzado una dignidad: Cod. Iust. V 4, 23. Acto seguido usurpó la dignidad imperial y obligó a su tío y a los nobles a votarle. Justiniano y Teodora asumieron el título imperial tres días antes de la fiesta. El 1 de abril de 527, en Jueves Santo, Justino cedió a Justiniano la dignidad de Augusto. En el Lunes de Pascua del 4 de abril de 527, la coronación por el patriarca. Justiniano y Teodosia jugaron con las facciones para simular que estaban peleados: “Así pues, en primer lugar fomentaron la escisión entre los cristianos, fingiendo que cada uno de los dos seguía caminos opuestos en los asuntos debatidos y así consiguieron enfrentar a todos, tal como no tardaré mucho en exponer. Luego dividieron a las facciones del circo. Ella simulaba tomar partido por los Azules con todos los medios a su alcance, y autorizándoles a actuar libremente contra la facción rival les toleró que cometieran sus crímenes y ejercieran su funesta violencia sin control alguno. Él por su parte hacía como si se indignase y ocultase su irritación por ser incapaz de enfrentarse a las órdenes de su mujer, pero muchas veces intercambiaban incluso sus papeles y uno adoptaba en apariencia el poder que no le correspondía, de forma que mientras él decidía castigar a los Azules por sus numerosos crímenes, ella, mostrándose resentida en apariencia, se enojaba porque su marido se impusiese a su voluntad… En las controversias judiciales cada uno de los dos parecía apoyar a, un bando distinto y como se presionaba para que de entre los dos ganase el que seguía la causa injusta, de esta forma ellos despojaban de la mayor parte de sus bienes a los litigantes. En efecto, este emperador que había escogido a muchos de ellos entre sus allegados, les daba licencia para atentar contra el estado en cuantos crímenes y actos violentos quisieran, pero en cuanto se descubría que habían acumulado una gran cantidad de dinero, enseguida se enfrentaban con esta mujer por cualquier falta… Entonces ella les causaba enseguida cuanto mal podía, mientras que el como si no se hubiera enterado de lo que sucedía, se hacía sin el menor pudor con la propiedad de todos sus bienes. En estas estratagemas se ponían siempre de acuerdo y así mientras públicamente simulaban estar divididos, fomentaban la escisión entre sus súbditos para poder controlar más firmemente las riendas de su tiranía” (Procopio de Cesarea, Historia Secreta, pp. 212, 213, 214). El emperador ordenó a los paganos abandonar sus creencias con la amenaza de restringir sus derechos de patrimonio, reunión, acceso a cargos públicos o la educación. Justiniano fue el primer emperador que metió mano en los templos paganos para confiscar sus bienes: tesoros de oro y plata, piedras preciosas, casas, pueblos, campos. También prohibió por ley la pederastia, equiparada con la homosexualidad en Nov. 77 (¿a. 535?) y 141 (a. 559), calificada como un locura inspirada por la acción diabólica y castigada con duras penas, siguiendo el Cod. Iust, IX 9, 30. La novedad es que sólo condenaba la pederastia pasada sin necesidad de acusación. La ley tenía dedicatoria para la facción Verde y las grandes fortunas como mecanismo de venganza política. En 532 los senadores previendo que iba a confiscar sus propiedades después del acotamiento de los magistrados y los obispos, promovieron en el Hipódromo la revuelta de la Nika (“Vence, Victoria”) para destituirlo. Una vez sofocada, Justiniano les confiscó sus propiedades: “Por aquel mismo tiempo en Bizancio se produjo de forma inesperada una sedición popular, que vino a ser, contra lo que cabía pensar, la mayor de todas y acabó en un gran desastre para el pueblo y el Senado; y fue como sigue. La población de cada ciudad, desde muy antiguo, estaba dividida entre “Azules” y “Verdes”, pero no hace ya mucho tiempo que, por estos colores y por las gradas en que están sentados para contemplar el espectáculo, gastan su dinero, exponen sus cuerpos a los más amargos tormentos y no renuncian a morir de la muerte más vergonzosa. Se pelean con sus rivales, sin saber por qué corren este peligro, pero dándose plena cuenta de que, aun cuando superaran a los enemigos en la pelea, lo que les espera es que los lleven de inmediato a la cárcel y al final los hagan perecer torturados de la peor manera… Por entonces, la autoridad pública constituida en Bizancio apresó a algunos sediciosos y los condenó a muerte. Pero los de una y otra parcialidad, tras concertarse y pactar una tregua entre ellos, se apoderan de los encarcelados y, entrando de inmediato en la cárcel, liberan a todos los reclusos arrestados por sedición o por cualquier otra fechoría. A los guardias que sirven a las órdenes de la autoridad ciudadana, se pusieron a matarlos sin ninguna consideración… y la ciudad fue entregada a las llamas, lo mismo que si lo hubiera sido por enemigos. La Iglesia de Santa Sofía, los Baños de Zeuxipo y, en el palacio imperial, desde los Propileos hasta la llamada Casa de Ares, todo esto fue consumido por el fuego; y, además de esto, los dos grandes pórticos que llegan hasta la plaza que se llama “de Constantino”, y muchas mansiones de gente rica y grandes tesoros… La contraseña que se daban las facciones era “Nika”, y ese es el nombre que hasta el día de hoy ha recibido…” (Procopio de Cesarea, Historia de las Guerras, pp. 139, 140, 142, 143).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Peste de Justiniano & Pompeya.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

En 505 el rey ostrogodo Teodorico el Grande ordenó construir un templo consagrado al cristianismo arriano en la ciudad de Rávena. El emperador de Oriente Justiniano I (527-565) concibió un programa de conquista del Mediterráneo occidental que aniquiló los reinos vándalo y ostrogodo del norte de África y de Italia y arrebató la parte sur de Hispania a los visigodos. En 540, tras la conquista bizantina, el templo de Rávena fue habilitado para el culto católico, la Basílica de San Apolinar el Nuevo, donde destacan dos mosaicos: Jesús separando a los corderos de los cabritos (Mateo 25:32-33) con dos ángeles a los lados, uno de color rojo (Satán) y otro de color azul (Lucifer), ambos bellos y de buen aspecto; los magos Melchor, Gaspar y Baltasar llevando ofrendas de oro, incienso y mirra a Jesús. En el siglo VI la población mundial sobrepasaba los 200 millones de habitantes, la población del Imperio Romano de Oriente de 34 millones de habitantes, Constantinopla tenía 600.000 habitantes e Hispania 5,6 millones de habitantes, de los cuales los visigodos representaban entre 100.000 y 200.000 personas. En la era alejandrina el año 6000 coincidía con el 507/508 d.C. El nuevo milenio estaba marcado por la llegada del Anticristo y Justiniano cumplía todas las características del Príncipe de los demonios, coronado por el patriarca el Lunes de Pascua del 4 de abril de 527. En 536 d.C., o “6030” inició una pequeña “Edad de Hielo”, una erupción volcánica en Islandia, seguida de dos erupciones masivas en 540 y 547 (¿Japón e Indonesia?), expulsaron nubes tóxicas de ácido fluorhídrico y dióxido de azufre, que provocaron el aumento del plomo en el aire, trastornos climáticos, la disminución de la luz solar y la bajada de temperaturas de 2,5º con la producción de bacterias: la peste bubónica en 541. Los gases sulfurosos tienen la capacidad de matar a la gente y el ganado. La niebla sumió a Europa, Oriente Medio, China e India en la oscuridad durante 18 meses, el “Verano de Arena”, el “Cielo de Sangre”, el “Sol Azulado”: nevadas, inundaciones, malas cosechas, hambrunas. La “Peste de Justiniano” (541-544 d.C.) o peste bubónica (yersinia pestis) elimina 30 millones de personas en todo el mundo, la tercera parte de la población del Imperio de Oriente y la mitad de la población de Constantinopla, de 600.000 a 300.000 habitantes. Precedida de una serie de terremotos en Oriente Medio y Levante Mediterráneo: Antioquía, Seleucia, Anazarbo, Íbora, Amasia, Políboto, Lícnido y Corinto. Justiniano probablemente no era el Anticristo, pero sin duda era el Nerón de Constantinopla que agravó el problema con obras hidráulicas de mala calidad: “Estos fueron los acontecimientos que afectaron a la humanidad durante el reinado del demonio encarnado en su cuerpo y él mismo fue el causante de ellos una vez que fue elegido emperador… El río Escirto, al anegar Edesa, causó incontables calamidades a sus habitantes… El Nilo experimentó la crecida en el momento en que solía producirse, pero luego las aguas no bajaron cuando correspondía y causaron, tal como ya conté anteriormente, graves daños a algunos habitantes de la región. El Cidno, rodeando casi toda la ciudad de Tarso, la anegó durante muchos días y no se retiró sino después de haber causado en ella males irreparables. Antioquía, la capital de Oriente, y Seleucia, que es una población vecina, se vieron sacudidas por terremotos, y también Anazarbo, la más notable ciudad de los cilicios. ¿Quién sería capaz de contar el número de hombres que perecieron en ellas? Aún se podría citar a Íbora, a Amasia, la primera ciudad del Ponto, a Políboto de Frigia, a la ciudad que los pisidios llaman Filomele, a Lícnido de los epirotas y a Corinto, que desde antiguo eran ciudades muy populosas. Sucedió que todas estas ciudades a la vez durante este periodo sufrieron un terremoto y que prácticamente todos sus habitantes perecieron con ellas. Luego sobrevino la peste, de la que ya hice antes mención, y que se llevó aproximadamente a la mitad de los hombres que habían sobrevivido. La muerte de tan gran número de personas se produjo primero cuando Justiniano administraba el estado romano y después cuando tuvo el poder imperial” (Procopio de Cesarea, Historia Secreta, pp. 268, 269, 270). En POMPEII (Pompeya) una fuerte actividad sísmica durante dos décadas antecedió la erupción del Vesubio en el año 79. El terremoto del 16 de marzo del año 37, pocos días después de la muerte de Tiberio, registrado por Suetonio en Vida de Tiberio (72-74, 74,2).  El terremoto dañó el faro de la isla de CAPREAE (Capri), a unos 20 kilómetros de Pompeya. El faro se encontraba al sur del palacio de Tiberio, que comunicaba con Sorrento y con MISENVM (Miseno), sede de la flota imperial. El terremoto del 5 de febrero del año 62 (Tácito) o 63 (Séneca) y del año 64 en la época de Nerón, registrado por Publio Cornelio Tácito en Anales (Ann. 14, 48) y Lucio Anneo Séneca “Séneca el Joven” en Cuestiones Naturales (Sen. Nat. 6, 1, 1-3). Popea Sabina, la segunda esposa de Nerón desde el 62 y Augusta desde el 63, tenía propiedades en Pompeya. Séneca registra una tabula cerata encontrada en Herculano durante el terremoto del año 63 que atestigua la propiedad de Popea Augusta: AC(TV)M IN POMPEIANO IN FIGLINIS ARRIANIS POPPAEAE AVG(ustae) VIII IDVS MAIAS C. MEMMIO REGVLO L. VERGINIO RVFO COS. El seísmo sepultó Pompeya y provocó daños en HERCVLANEVM (Herculano), a 13 kilómetros; NVCERIA ALFATERNA (Nuceria), a 13 kilómetros al este; y NEAPOLIS (Nápoles), a unos 25 kilómetros. Séneca formula la hipótesis de que el aire en el interior de la tierra se corrompe, y al salir viciado durante los terremotos altera el aire y contamina el agua (Sen. Nat. 6, 27, 2). Los grandes terremotos liberan principios mortales (“gases sulfurosos”) y les sigue una especie de peste por el aire corrompido (Sen. Nat. 6, 27, 28). Los terremotos del año 70, los últimos antes de la erupción del Vesubio en el 79, registrado por Plinio el Joven (Ep. 6, 16; Ep. 6, 20) y Casio Dión (66, 22, 1-4): “Plinio el Joven (62-111 d.C.), en su Epístola 6, 20, 8-9, escribió: praecesserat per multos diez tremor terrae, minus formidolisus quia Campaniae solitus. Es decir, durante muchos años previos a la erupción, la tierra temblaba, aunque, según este autor, todo ello resultó menos espantoso para la población por ser ya algo habitual. Y en la noche previa a la desgracia, se produjo un seísmo de violencia increíble. Según sus palabras, esa noche se vivió un terremoto tan violento que ya no parecía que todo temblaba, sino que directamente se daba la vuelta… El historiador Casio Dión (66, 22, 1-4) ofrece un relato similar. Según da a entender el relato de este historiador, algunos días antes de la erupción comenzaron a producirse sucesos extraños, ¿quizás indicios de leves sacudidas? Primero aparecieron vapores en el aire y la tierra empezó a retumbar: la gente pensó que los Gigantes se habían revelado, que sus figuras fantasmagóricas, de tamaño sobrehumano, se vislumbraban entre el humo… Tras estos fenómenos, de repente se sucedieron terribles desecaciones –las fuentes y los manantiales del área, pues, debieron de secarse, la idea es que todo estaba árido y polvoriento-, así como terremotos violentos, tanto que parecían socavar la llanura, acompañados de ruidos tremendos, algunos procedentes del interior de la tierra, como si fueran truenos, y el mar también se removió. Y, tras esto, el estallido indescriptible del volcán… La erupción del Vesubio del 24 de agosto del año 79 se verá acompañada de numerosos terremotos… El impacto psicológico causado por los terremotos a los habitantes locales era tan grave que obligó a Seneca a escribir su tratado sobre los fenómenos naturales, sus Cuestiones Naturales, y dedicó el libro sexto, De terrae motu, a los movimientos sísmicos para apoyar a su amigo Lucilio que vivía en la zona. Seneca escribe que considera probable que los terremotos en diferentes partes del mundo estaban interconectados, e incluso que estaban vinculados a una tormenta…” (Barrera; Sanz, pp. 39, 38, 44). Procopio de Cesarea en Historia de las Guerras, Libro II, narra los síntomas de la peste bubónica en la “Peste de Justiniano” (541-544 d.C.), que incluye una fiebre repentina, la aparición de un tumor inguinal, pero también en la axila, junto a la oreja y en diversos puntos del muslo. La aparición de pústulas negras, el estado de coma y el delirio: “Unos entraban en coma profundo, otros en un delirio agudo… Sin embargo, los que eran dominados por el delirio sufrían un terrible insomnio y muchas alucinaciones: pensaban que venía gente a matarlos y se hallaban inquietos y gritando como locos se precipitaban a huir… Unos morían de inmediato; otros, después de muchos días. A algunos el cuerpo se les cubría de pústulas negras tan grandes como una lenteja y no sobrevivían ni un solo día, sino que todos morían enseguida. A muchos también les sobrevenía un vómito espontáneo de sangre que acababa con ellos al momento” (Procopio de Cesarea, pp. 262, 263, 264, 265). El pronóstico de vida para las embarazadas era bajo, si abortaban morían, si alumbraban fallecían ellas o sus hijos, pero en ninguno de los casos sobrevivían ambos: “Y para las mujeres embarazadas que contraían la enfermedad, la muerte era algo previsible. Pues unas abortaban y morían, y otras, nada más dar a luz, fallecían con sus recién nacidos. Sin embargo, cuentan que tres de ellas sobrevivieron al alumbramiento, a pesar de haber perdido a sus hijos, y que también ocurrió que el niñito de una que ya estaba muerta en el momento del parto, nació y quedó con vida”. (Procopio de Cesarea, p. 265). Era una enfermedad desconocida para la que no existía tratamiento ni diagnóstico confiable. Los pacientes recibían tratamientos experimentales, en unos funcionaban y en otros fracasaban sin poder explicar sus causas: “Los médicos más reputados predijeron que morirían muchos que, inesperadamente, sanaron poco después y aseguraron que se salvarían muchos que, sin embargo, iban a perecer muy pronto. De tal modo que no había ninguna causa de esta enfermedad que pudiera ser comprendida por el razonamiento humano, pues en todos los casos la recuperación se producía la mayor parte de las veces de una forma impensada” (Procopio de Cesarea, p. 265). La peste bubónica sirvió para que los médicos hicieran exploraciones y llegaran a conclusiones a partir de la evolución del carbunco: “Lo cierto es que algunos médicos, sin saber qué hacer por su desconocimiento de los síntomas y creyendo que la clave de la enfermedad se reducía a los tumores inguinales, decidieron examinar los cadáveres de los fallecidos. Y, después de abrir algunos tumores, descubrieron un tipo extraño de carbunco que se había generado al interior… Pues bien, en aquellos casos que el tumor inguinal se inflamaba aumentando de tamaño y supuraba, los pacientes salían de la enfermedad y se restablecían, porque evidentemente la gravedad del carbunco remitía de esa forma y la mayoría de las veces era señal de que se iba a recobrar la salud” (Procopio de Cesarea, pp. 265, 266). La peste en Constantinopla despertó la generosidad atrofiada por Justiniano. Pero en cuanto pasó la peste y el peligro de morir, la mayoría regresó a sus conductas viles: “Pues bien, la enfermedad estuvo cuatro meses infestando Bizancio y durante tres de ellos se manifestó con especial virulencia. Al principio morían en un número un poco mayor que el de costumbre, después las pérdidas fueron elevándose progresivamente, para luego alcanzar una cantidad de cinco mil víctimas al día, hasta llegar a diez mil o un poco más. Así pues, primero, cada cual se ocupaba de enterrar a los fallecidos de su propia casa, a los que venían a arrojar en tumbas ajenas, o a escondidas o utilizando la violencia. Posteriormente, la confusión fue total en todos los aspectos. Y es que hubo esclavos que se quedaron sin dueños, y hombres que en el pasado eran muy ricos se vieron privados de la asistencia de sus siervos domésticos, por estar enfermos o haber muerto; y muchas casas quedaron totalmente deshabitadas. De ahí que, en razón de esta misma escasez de seres humanos, también sucedió que algunas personas ilustres permanecieron insepultas durante muchos días… Y cuando ya se llegó al extremo de que todas las tumbas que antes había estaban llenas de cadáveres, cavaron, uno tras otro, todos los rincones de la ciudad y allí colocaban a los que iban muriendo, como cada cual podía, y luego se alejaban… Y a partir de entonces corría hasta la ciudad un aire pestilente que atormentaba aún más a sus habitantes, sobre todo cuando lo traía el viento al soplar desde allí… Es más, incluso aquellos que con anterioridad disfrutaban entregándose a acciones viles y perversas, ésos desterraron de su vida diaria todo delito para practicar escrupulosamente la piedad, y no por haber aprendido de súbito lo que era la decencia ni por haberse vuelto unos repentinos amantes de la virtud… En esos días parecía que no era fácil ver a nadie por los lugares públicos, al menos en Bizancio, sino que todos los que coincidía que estaban sanos permanecían en sus casas, cuidando a los enfermos o llorando a los muertos” (Procopio de Cesarea, pp. 265, 266, 268, 269).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Mahoma & Fuego Griego.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

El papiro Brooklyn del segundo período persa (343-332 a.C.) o el período ptolemaico (332-30 a.C.), una descripción morfológica de 38 serpientes: tamaño, color, dimensiones, mordeduras, venenos. El papiro Leiden y el papiro Londres del período ptolemaico (332 a.C.), contienen 61 prescripciones, de las cuales sólo 25 son médicas. El papiro destaca por la falta de ética. Las recetas mágicas contienen encantamientos para inducir el sueño o para producir la muerte y las enfermedades. W. C. Bartlett en Los Asesinos (2006), narra los inicios del comerciante Mahoma. En 610 estaba casado con una esposa rica, recibe una revelación y empieza a desarrollar un credo con ideas de otras religiones, especialmente del judaísmo y del cristianismo. Las revelaciones fueron producto de una crisis moral generalizada, veía que el crecimiento económico de la Meca había producido nuevos ricos, como su propia esposa Jadiya, pero estaba destruyendo las viejas normas comunitarias e igualitarias del sistema tribal. Las tribus árabes experimentaron un malestar espiritual al cuestionarse si su vida tradicional y nómada estaba en peligro al no adaptarse a las condiciones individualistas de la nueva economía de mercado. El dilema de Mahoma es el dilema del hombre moderno. El islam triunfó sobre los deseos de los mercaderes ricos de la Meca porque había una población descontenta con los cambios culturales. Sus primeros seguidores fueron su esposa Jadiya y su primo y yerno Alí. En 619 reúne un pequeño grupo de seguidores en la Meca con el patrocinio y protección de su tío Abu Talib. Al fallecer, los intentos de asesinato hicieron que Mahoma huyera con sus seguidores a Medina, donde desarrolla un concepto de evangelización basado en la persuasión, pero si fallaba estaba permitida la fuerza. Hela Ouardi en Les derniers jours de Muhammad “Los últimos días de Mahoma” (2016), relata que con la violencia llegó el dinero, los maleficios de los judíos (Labid ibn al-A´ssam), los intentos de envenenamiento (Zaynab bint al-Harit), los intentos de asesinato (conjura de al-Aqaba) y la desconfianza de su círculo cercano. Mahoma recibe el reto judío para probar que era el Profeta, conquistar Siria, la “Tierra del Juicio Final y de los Profetas”. La conquista de Jerusalén y vencer a Bizancio. En septiembre de 629 la expedición fallida de Mu´ta, 3.000 muslim masacrados por 100.000 bizantinos con la muerte de los capitanes Zayd ibn al-Harita, Abdullah ibn Rawaha y Ya`far ibn Abi Talib. En 631 la fallida expedición de Tabuk donde nunca apareció el ejército bizantino, el Profeta pensaba entrar a Siria, pero Omar lo desaconseja por los 250.000 soldados del ejército bizantino. Finalmente, la expedición termina en un viaje de negocios: “Partimos con el Profeta hacia Tabuk: compramos y vendimos. El enviado de Dios vio cómo lo hacíamos y no puso ninguna objeción”. Ambos fracasos pusieron en evidencia la capacidad militar del Profeta, no era lo mismo enfrentar tribus árabes desordenadas que la logística del ejército bizantino: “Crees que combatir con los rubios (banu al-asfar) será como combatir con otros árabes”. En marzo de 631 la peregrinación a la Meca para anunciar la prohibición de la idolatría en Arabia, encargada a Abu Bakr, a quien impuso la presencia de Alí para leer los versículos de la sura Bara, interpretado por Bakr como pérdida de la confianza. A lo que Mahoma replica que sólo un miembro de su familia puede leer los mensajes de Dios. Aisha y Hafsa eran esposas de Mahoma y las hijas y espías de sus amigos Abu Bakr y Omar. El Profeta se acostó con la concubina María en el cuarto de la esposa legítima Hafsa, quien por enojo lo confesó a la esposa favorita Aisha, quien le hizo una escena de celos. Mahoma repudia a Hafsa por no guardar el secreto, la hija de Omar. Mahoma decide separar a María de Hafsa y Aisha, María queda embaraza de Ibrahím y el sucesor de Mahoma fallece a los 20 meses de nacido, durante el eclipse solar del 27 de enero del año 632. María es degradada al harén y Aisha recupera su lugar. La muerte hizo que Mahoma decidiera culminar su misión religiosa. Aisha obtiene la confesión de designar a su primo Alí como sucesor, Aisha lo cuenta a Hafsa y ambas a Abu Bakr y Omar. El 23 de marzo de 632 Mahoma parte de Medina para hacer la peregrinación de la despedida, anuncia en público el fin de su misión en el monte Arafat y la sucesión de Alí a la altura del estanque de Jumm, Abu Bakr y Omar intentan congraciarse con Alí. Mahoma enferma en marzo y fallece en junio, Abu Bakr y Omar impiden que redacte su testamento, Alí es desplazado por Abu Bakr y Omar ataca la casa de Fátima por acoger enemigos del primer califa: “Transcurridos dos días de su muerte, aún no han enterrado al Profeta. Su cadáver, cubierto con una túnica, yace abandonado desde el lunes… Siguiendo las instrucciones del Profeta, es Alí quien lleva a cabo el lavado ritual. El funeral se celebra esa misma noche. Aisha dirá más tarde que no supo que estaban enterrando a su marido hasta que oyó el ruido de los picos en mitad de la noche. Pero, ¿cómo puede ser que no la hayan avisado del entierro de su esposo? ¿Dónde está ella en aquel momento? ¿El Profeta no había muerto en su habitación? ¿Y dónde se encuentran Abu Bakr y Omar, los dos futuros califas? Todos los compañeros de Mahoma parecen haber desaparecido… ¿Cómo explicar esta afrenta hacia el Profeta cuyo cuerpo, abandonado, ofrece el obsceno y horripilante espectáculo de su putrefacción? ¿Las intrigas políticas y la carrera por el califato les obsesionaban tanto como para olvidar los restos del maestro y negarle este cuidado mínimo que se debe a la dignidad humana? … La confusión que muestra la tradición sobre la causa de muerte de Mahoma es, claramente, un indicio de que se intenta (torpemente) ocultar un crimen. Porque si el Profeta muere de enfermedad, ¿cómo puede explicarse que no lo examine ningún médico? Se sabe que en esta época no faltan médicos en Medina, ya que los vemos preguntar constantemente al Profeta sobre el carácter lícito del uso de tal o cual sustancia. En el entorno de Mahoma, se suele consultar a los médicos: el primer califa, Abu Bakr, fallecido apenas dos años después que el Profeta, será atendido por uno durante su agonía; el segundo califa, Omar, herido de muerte, recibirá cuidado de tres médicos. Cabe preguntarse, por tanto, por qué la familia de Mahoma, al ver que su estado de salud se agrava, no requiere la presencia de un hombre docto en las artes de la medicina. ¿Qué oculta esta actitud? Al buscar la verdadera causa de la muerte del Profeta, se encuentran muchas incoherencias y un buen número de preguntas sin respuesta…” (Ouardi, pp. 14, 15, 56). El califa Abu Bakr es sustituido por el califa Omar, quien inicia un período de conquistas islámicas. Entre 634 y 635 las tropas avanzan hacia al norte de la península arábiga con dirección a Siria, sorprenden a las fuerzas bizantinas y se apoderan de Damasco. El imperio bizantino prepara un contraataque de 80.000 soldados desde Constantinopla para expulsar a los invasores. En 636 se encuentran ambos ejércitos cerca del río Yarmuk, en Palestina. Durante la batalla, una tormenta de arena ciega a las tropas bizantinas, aprovechando la confusión, los muslim abren las filas bizantinas y los derrotan. Cae Jerusalén, Palestina y Siria. En 637 derrotan a los persas en Qasidiya. En 642 derrotan a los persas en Nehavend, la dinastía sasánida cae y Persia y Egipto son incorporados al imperio islámico. En 673 las tropas islámicas fracasan en su intento de conquistar Constantinopla e inician conquistas en los territorios bizantinos del norte de África. El “fuego griego” fue el arma secreta contra los dos grandes asedios árabes de Constantinopla de 674-678 y 717-718. La invención atribuida a un exiliado judío de Siria, el ingeniero militar Calínico de Heliópolis, llegado de Constantinopla antes del primer gran asedio árabe. Las hipótesis atribuyen sus conocimientos a los estudios de Esteban de Alejandría, alquimista, óptico y astrónomo, trasladado a Constantinopla en 616. La primera referencia viene de Homero, el primero en nombrar llamas inextinguibles de fuego que salían de los barcos en la Guerra de Troya (canto XVI, 2002: 307): “El intachable ánimo de Ayante se dio cuenta, y le estremeció esta obra de los dioses, porque truncaba sus planes de lucha el antisonante Zeus y planeaba dar la victoria a los troyanos, y se puso al abrigo de sus dardos. Prendieron infatigable fuego en la veloz nave, de la que al punto brotó llama inextinguible”. Eneas el Táctico en su “Poliorcética” del siglo IV a.C., describe la preparación de recipientes rellenos con una mezcla incendiaria compuesta por pez, azufre, incienso molido (o resina), serrín de pino y estopa, una mezcla que sólo era posible apagar con vinagre. El “fuego griego” era un arma incendiaria utilizada por el imperio bizantino en numerosas batallas navales entre los siglos VII y XIII d.C., capaz de arder sobre el agua y en contacto con ella, extremadamente difícil de apagar. Usado contra los rusos en el ataque de Constantinopla del año 941, registrado por Liutprando de Cremona: “Los griegos empezaron a lanzar su fuego por todas partes; y los russi, al ver las llamas, se arrojaron apresuradamente de sus barcos, prefiriendo ahogarse en el agua a quemarse vivos en el fuego”. La fórmula era un secreto de Estado, una sustancia liquida o pastosa (resina de pino) que se pegaba al cuerpo y los objetos y se inflamaba al entrar en contacto con el agua. La mezcla incluía nafta -una fracción del petróleo también conocida como bencina-, azufre y probablemente amoníaco. También se han propuesto la cal viva o el nitrato. En el primer caso, la nafta y el azufre actuarían como combustible. En el segundo, el nitrato aportaría el oxígeno necesario para que arda el combustible, similar a los fuegos artificiales y la pólvora, que contiene un 75% de nitrato de potasio y un 15% de azufre. La cal viva al entrar en contacto con el agua aumentaba su temperatura por encima de los 150º C., actuando como la mecha que enciende el combustible. Era similar al napalm (ácido nafténico y ácido palmítico), las personas que lo recibían en las naves estaban condenadas a morir quemadas, probada por los árabes, los venecianos, los pisanos y los normandos. Aparte brindaba un espectáculo, la acumulación de gases altamente venenosos generaba altas presiones que producía explosiones en altamar. La única manera de apagar un incendio producido por nafta liquida era reduciendo el oxígeno al 14% (espumas, polvos químicos, la asfixia con esteras), la orina (inhibidor de la combustión: sales orgánicas, urea), la arena y el vinagre (neutralizar la temperatura de la cal viva en contacto con el agua). La fórmula se perdió en la destrucción de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada (1204). Ya sin la fórmula, los bizantinos copiaron la imitación árabe. Existen registros que los mongoles usaban el “fuego griego” y derretían la grasa de los enemigos sobre las casas sin que fuera posible apagarlo: “En la historia militar del Imperio Bizantino, sobresalen dos armas muy especiales, a saber: el fuego griego y el fundíbulo. Considero que son dos armas notables en la historia de la polemotecnología porque cabe incluirlas en la sucesión de intentos que, a lo largo de la historia, han hecho los jerifaltes militares con el fin de alcanzar un arma suprema, esto es, un arma con la capacidad de destruir un ejército entero cuando menos. Este ansiado fin se alcanzó en la Segunda Guerra Mundial por medio de las armas atómicas y, poco después, las nucleares. De ahí en más, se les han añadido armas químicas y biológicas, justo uno de los motivos principales de la Bioética global. En rigor, en lo que al famoso y mortífero fuego griego concierne, no parece que pueda ser posible develar a día de hoy cuál era su composición, una situación debida, al menos en parte, a su carácter de secreto de Estado, uno de los secretos mejor guardados del Imperio Bizantino, debido al sirio Calínico de Heliópolis, quien puso esta arma a disposición del emperador bizantino Constantino IV Pogonatos… Si bien, como se dijo más arriba, aún se desconoce la fórmula precisa, hay algún consenso entre los expertos acerca de ciertos ingredientes básicos: el petróleo (nafta), la cal viva y el salitre. En este caso, la cal viva producía mucho calor al entrar en contacto con el agua, lo cual podía encender el combustible y mantener la ignición en un medio acuático, mientras que el salitre, al descomponerse mediante el calor, desprendía una gran cantidad de oxígeno, lo cual permitía que la combustión no dependiese del oxígeno atmosférico. Por su parte, otros expertos proponen que esta mezcla es muy inestable y estiman que el fuego griego tenía como base solo petróleo destilado y resinas espesantes. Pero, como quiera que sea, está descartada la idea de que el fuego griego fuese pólvora, pues, con el paso del tiempo, ésta desplazó al fuego griego al ser una mezcla más estable y segura” (Sierra Cuartas, pp. 13, 15).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Knights Templar & Templarios.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

En 1070 nace Hugo de Paganis, nieto de Hugo de Payns, señor de Montigny, e hijo de Gautier de Montigny. Entre 1085 y 1090 Hugo de Pedano confirma una donación efectuada por el conde de Champagne a la abadía de Molesme, donde se forma como clérigo. La muerte de su hermano Geoffroy lo obliga a abandonar la vida consagrada para hacerse cargo de la hacienda familiar. Casado en primeras nupcias con Emeline de Touillon y en segundas nupcias con Elisabeth de Chappes, manteniendo una estrecha relación con la familia de los condes de Champagne y con la de Montbard. En 1104 Hugo participa en la segunda cruzada con el conde Hugo de Champagne y regresan en 1110. En 1113 Hugo aparece con el título de sir, un reconocimiento del conde de Champagne. En 1114 Hugo de Champagne regresa de Jerusalén sin Hugo de Payns. El Santo Sepulcro y el Hospital eran las ramas litúrgicas y benéficas de un solo complejo eclesiástico que tenía una rama militar compuesta por un pequeño grupo de hombres de origen francés que rendía obediencia al prior del Santo Sepulcro y residían en las inmediaciones de los edificios del Hospital. En 1120 Hugo de Payns, Godofredo de Saint Omer y siete caballeros de Borgogne y Champagne, ante su inactividad, solicitan permiso al prior del Santo Sepulcro para abandonar la obediencia y trasladarse al Templo de Salomón. Balduino II cede los establos reales de al-Aqsa con la misión de proteger a los peregrinos occidentales y defender el Estado latino de Siria. Los pauperes commilitones Christi “Pobres Caballeros de Cristo” toman los votos de pobreza, castidad y obediencia, erigen un monasterio y reciben ayuda económica de los condes de Anjou y Champagne. En 1127 Hugo, Godofredo y su grupo viajan a Occidente en busca de apoyo y limosnas. Hasta 1128 los Templarios usaban la Regla de San Agustín, otorgada por el patriarca de Jerusalén. En 1129 el Concilio de Troyes otorga reconocimiento oficial de la Iglesia latina al Temple, añade nuevos preceptos a la regla a cargo del abad de Claraval y permite a sus freires vestir un hábito blanco con la cruz roja encima al ser la antigua rama militar del Hospital. La gente la confunde y su símbolo incrementa miembros, donativos y privilegios papales a costa de los hospitalarios. En 1130 Johannes Michaelensis es el encargado de la redacción final de la Regla Latina del Temple de 72 artículos, completadas con los retraits y los estatutos jerárquicos: Regula Pauperum Commilitonum Christi Templique Slomoncini “Regla de los Pobres Compañeros de Armas de Cristo y del Templo de Salomón”, Regula Pauperum Commilitonum Sanctae Civitatis “Aquí comienza la Regla de los Pobres Compañeros de Armas de la Santa Ciudad”. La Regla Latina del Temple es un conjunto de aportaciones de la Regla de San Agustín, la Regla del Císter y el propio patriarca de Jerusalén, Gormondo de Picquigny. La regla contenía los preceptos religiosos pertinentes y numerosos detalles sobre el equipamiento militar y las tácticas en el campo de batalla, la marcha y las cargas de caballería. La disciplina militar era severa y ocupaba un lugar destacado; una vez en el campo de batalla, ningún freire debía atacar sin permiso. La Regla Templa abarcaba la admisión y recepción de los freires y toda suerte de gestiones disciplinarias y prácticas: “Tanto en invierno como en verano lleven capas blancas, símbolo de la castidad, sin riquezas y sin ningún símbolo externo de vanidad” (Artículo 10); “Se prohíben los zapatos puntiagudos y con cordones de lazo, porque son cosa de paganos. Ni el pelo ni el hábito serán demasiado largos” (Artículo 14); “Todos tengan al menos un colchón, un almohadón y una manta y aquél a quien falte manta pueda utilizar un tapiz o alfombra siempre que sea de pelo fino. Dormirán siempre vestidos con camisa y pantalón y la luz encendida” (Artículo 13); “La comida se efectuará en el refectorio, todos juntos y en silencio y escuchando la lectura de las Sagradas Escrituras” (Artículo 16); “Debido a la escasez de pucheros, comerán por parejas, utilizando el mismo recipiente y comiendo uno mientras el otro mira” (Artículo 17); “La carne estará limitada a tres veces por semana, excepto en Navidad, Todos los Santos, la Asunción y la festividad de los doce Apóstoles” (Artículo 18); “A la salida del capítulo se deberá mantener el silencio, salvo emergencia y si alguno necesita hablar con el escudero lo hará en voz baja” (Artículo 23); “Estarán prohibidas las palabras vanas y las risas y quien desobedezca esta orden deberá rezar un paternóster” (Artículo 25); “Ninguno saldrá por la noche sin el permiso del maestre, excepto si es al Santo Sepulcro o a otro lugar de oración” (Artículo 32); “Las salidas de la casa se harán por parejas y ningún hermano deberá luchar o descansar por decisión propia sino siguiendo las órdenes del maestre” (Artículo 33); “Sin permiso del maestre ningún hermano tendrá bolsa o monedero que se pueda cerrar, ni cartas de parientes, ni podrá aceptar regalos de seglares y si fuese carne o producto perecedero lo entregará al maestre o al encargado del avituallamiento” (Artículo 36); “Si un hermano sabe de otro que murmura le reprenderá en privado y si no hace caso se hará acompañar de otro hermano y, si sigue sin obedecer, lo expondrá en el capítulo” (Artículo 40); “Se prohíbe hacer gala ante los hermanos de las acciones propias en la vida secular y hablar de las relaciones que mantuvo con mujeres inmorales y quien lo oiga deberá silenciarlo o abandonar el lugar” (Artículo 41); “Se prohíbe el uso de oro o plata en bridas, estribos o espuelas y si le son regalados los pondrá a disposición del maestre” (Artículo 44); “Los Caballeros del Temple pueden matar a los enemigos de la Cruz sin pecar y pueden poseer tierras y mantenerlas y villanos y campos” (Artículo 49); “Los hermanos ancianos y enfermos deberán ser atendidos en sus necesidades y, en consecuencia, se ordena al enfermero que los provea de carnes, viandas y los manjares que sean necesarios para su mejoría, según las posibilidades de la casa” (Artículo 52); “Cuando un hermano fallezca se oficiará una misa por su alma y los hermanos rezarán cien padrenuestros durante los siete días siguientes y además un mendigo será alimentado durante cuarenta días en memoria del fallecido” (Artículo 54); “Todos estarán preparados para ofrecer su vida por los demás como el propio Cristo dio su cuerpo” (Artículo 55); “Los hombres casados pueden ser admitidos en la Orden con la condición de llevar una vida honesta y que al morir dejen a la misma una parte de sus propiedades y lo que hayan obtenido tras el ingreso” (Artículo 61); “Para que la castidad no se vea comprometida, las mujeres no serán admitidas en la casa” (Artículo 62); “Todos los hermanos se abstendrán de besar a una mujer, “sea viuda, niña, madre, hermana, tía u otro parentesco” (Artículo 63); “Se prohíbe que los hermanos lleven niños a la pila bautismal” (Artículo 64); “Todos estos mandatos que se han mencionado y escrito aquí, en esta Regla actual, están sujeto a la discreción y juicio del maestre” (Artículo 65). El Temple estaba organizado como una república parlamentaria de base electiva, salvo la elección del maestre que era de por vida. La autoridad residía en la voluntad del convento y no en la del maestre: “todos los hermanos del Temple deben obedecer al maestre y el maestre debe obedecer a sus conventos” (Artículo 98). En 1291 capítulo en Nicosia con la presencia de 400 Caballeros Templarios, Jacques de Molay expresa su intención de reformar la Orden para liberarla de cosas que le estaban haciendo daño. El abril de 1292 la elección del Gran Maestre de la Orden del Temple entre los candidatos Jacques de Molay y Hugo Pairaud. Jacques de Molay apoyado por los hermanos de Oriente, hombres veteranos de guerra que habían luchado con Guillaume de Beaujeu. Hugo Pairaud apoyado por el grupo de Occidente, los hermanos de la retaguardia, las encomiendas, la administración y la diplomacia. Un documento en los archivos de la Corona de Aragón atestigua que los monjes soldados vencieron a los administradores: el maestre Jacques de Molay (Borgogne), el mariscal Beaudeuin de Andrin (Chipre), el comendador de tierra Berenguer Sant-Just (Aragón), el lugarteniente de pañero Gaucher de Liencourt (Picardía), el turcople Guillén de Tor (Chipre), el sub mariscal Raymón de Barberá (Aragón), el comendador de la Bóveda Guillén d´Ourenç (Galicia), el tesorero Martín de Loup (Castilla), Bertran I´Aleman (Alemania), Exemen de Lenda (Aragón), Ryenbaut de Caron (Provenza). Para Felipe el Hermoso los enemigos de Francia tenían nombre, especialmente los Templarios y los banqueros judíos, a quienes hacía responsables de las devaluaciones que beneficiaban a sus enemigos: el rey de Aragón (reino aliado cátaro en la cruzada albigense con intereses en Sicilia), el rey de Flandes (aliado flamenco de Inglaterra), el papado. Con Clemente V a su favor, podía operar sobre la Orden del Temple y neutralizar a sus enemigos: Coronación en Lyon en lugar de Roma; fijación de la sede papal en la zona de influencia del rey francés, primero en Poitiers y después en Avignon; confirmación del levantamiento de la excomunión de Felipe (decidida por Benedictino XI, papa envenenado), creación inmediata de nueve cardenales franceses que pasaron a ser mayoría en el colegio cardenalicio; levantamiento de la condena y restauración en el cardenalato de Giacomo y Pietro Colonna (destituidos por Bonifacio VIII); derogación de la bula papal Clericis laicos (1296) y limitación de la aplicación de la bula Unam Sanctam (1302); concesión de rentas eclesiásticas a Carlos de Valois, hermano del rey y pretendiente al trono bizantino. El día de la coronación de Clemente V, Felipe había celebrado una reunión con él y varios cardenales para tratar el asunto de la fusión de las órdenes porque deseaba colocar como Gran Maestre a uno de sus hermanos con el título de rey de Jerusalén. En los graves disturbios de París de 1306, los Templarios cometieron el error de enseñar a Felipe las arcas llenas que guardaban en el sótano del castillo en un momento en el que reino estaba en crisis y el rey buscaba fusionar el Temple y el Hospital. Felipe no entendía por qué si el tesoro real estaba en manos de los Templarios, el reino estaba en crisis y las arcas del Temple llenas, en su mente los hace responsables de las devaluaciones. Felipe pide un préstamo de 300.000 florines a Jean de Tour, el tesorero del Temple y su tesorero real, quien accede a la solicitud sin solicitar la autorización del maestre Jacques de Molay y sin ninguna garantía, violando la Regla Latina. El maestre Jacques de Molay realiza una revisión general de los libros de contabilidad y descubre la operación sin la debida autorización, ordenando la inmediata expulsión del tesorero por sustracción u ocultamiento. Jean de Tour tenía la protección del visitador de Francia, Hugo de Pairaud, el contendiente a Gran Maestre de la Orden del Temple en la elección de Jacques de Molay, el representante de los administradores. El Gran Maestre se negó a perdonar a Jean de Tour, desoyendo los pedidos de Felipe y Clemente V.. En los juicios, la cabeza de Baphomet nunca apareció. La única cabeza que encontraron fue la de una mujer porque la Orden veneraba a dos mártires: Santa Eufemia en Oriente y una de las vírgenes de Santa Úrsula en París: “Resulta extraño que tras la ocupación por los oficiales del rey de las casas, encomiendas, capillas, granjas, molinos, etc., de la Orden, tan solo se encontrara una “cabeza”: la que apareció en la casa central de París, denominada “Temple”. Una bella cabeza de plata dorada, con figura de mujer, parecida a la que el hermano sirviente de´Arteblay pretendía haber visto en los capítulos generales de París, lo que hace que su declaración alcance el rango de extraordinaria en cuanto a que es la única que puede que tenga fundamento real y que ya en su momento dio lugar al interés de la comisión papal, no sólo por lo que significa de aval para la acusación sino, sobre todo, por los numerosos detalles que proporcionaba en la misma. D´Artablay declaró que los jefes habían rendido culto a la “cabeza” y que se le había dicho que correspondía a una de las once mil vírgenes. La investigación ordenada por los comisarios papales confirmó la deposición dÁrtablay pues dentro de la cabeza se encontraron los huesos de, al parecer, una mujer joven y una tarjeta en la que estaba escrito: Caput LIII. Esta circunstancia nos lleva a pensar que, efectivamente, se trataba de la cabeza que había visto Guillermo d´Arteblay, aunque dudara al reconocerla. Esta es, pues, la llave del misterio. La cabeza mágica, la cabeza del diablo, el ídolo al que adoraban los templarios, no era ni más ni menos que un ostensorio, con una reliquia en su interior, expuesto sobre el altar en donde recibía el culto de los hermanos como se hace aún hoy en día con multitud de reliquias en todo el mundo católico. Lo que explica también las “cabezas” a que hace referencia en otros lugares. Es posible que la adoración a la “cabeza” de Montpellier, referida por algunos de los detenidos, fuera realmente el culto a una reliquia sin identificar que en algunos casos estaría dentro de un ostensorio de oro o de plata” (Domínguez Alarcón, pp. 327, 328).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Juegos Griegos & Olimpiadas.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

En la mitología griega la contraposición de Aión αών “tiempo originario, tiempo-todo, fuerza vital, tiempo-duración, eterno presente” y Krónos Κρόνος “tiempo originado, número, intervalo de tiempo, tiempo ilimitado, número del movimiento, tiempo calculado, tiempo-sucesión, destrucción, conocimiento universal, ciencia”. Kairós καιρός “momento adecuado, momento oportuno, absoluto desorden, temporal, espacial, fugaz, pasajero”. Aión es el dios del tiempo originario que se renueva, el tiempo actual, el eterno retorno y el presente infinito. Krónos es el dios del tiempo originado y temporal de la muerte y la impotencia que no se renueva, el tiempo de la acción, el tiempo potencial, el presente finito y relativo. Kairós καιρός es el tiempo oportuno y propicio del cumplimiento: la gracia, la gloria, la fuerza, la belleza, la salud, etc. Los babilonios fueron los primeros en determinar el movimiento diario del planeta Júpiter durante un período de 400 días, en una tablilla datada en 163 a.C. En la parte superior: 126 8 16; 6, 46, 58   -0; 0, 45, 18 En la inferior: -0; 0, 11, 42   + 0; 0, 0, 10, También descubrieron las revoluciones de la luna alrededor de la tierra: 125. El patrón de los eclipses en el ciclo de saros: 19 años solares = 235 meses lunares. Arquímedes de Siracusa (287-212 a.C.) construyó la primera computadora analógica (“Mecanismo de Anticitera”) para predecir posiciones astronómicas, la geometría de sus órbitas, eclipses de hasta 19 años y la fecha exacta de cuatro certámenes deportivos: los Juegos Olímpicos, los Juegos Píticos, los Juegos Ístmicos, los Juegos Nemeos. Estos intervalos de tiempo recibían el nombre de Olimpiadas, el tiempo de Kairós. Los Cuatro Juegos más importantes eran los Juegos de Olimpia consagrados a Zeus, celebrados cada cuatro años y creados en la mitología por Hércules. Los ganadores obtenían coronas de olivo silvestre. Los Juegos Píticos en honor de Apolo se celebraban cada cuatro años cerca de Pitona, la futura Delfos, al pie del monte Parnaso. La mitología explica que Apolo después del diluvio dio muerte a la serpiente Pitón y estableció los Juegos siete días después de su victoria. Las nueve ninfas del Parnaso le ofrecieron sus dones y determinaron que los juegos se celebraran cada nueve años, reducidos a cuatro. Inicialmente contemplaba concursos de flauta, lira y canto, la exposición de pinturas y esculturas, el pancracio y el pentatlón. Los ganadores primero recibían dinero, luego ramas de roble, una corona de encino y finalmente una corona de laurel. Los Juegos Nemeos en honor de Zeus se celebraban cada tres años en Nemea, cerca de Cleona, en la Argólide. Los Juegos conmemoraban la victoria de Hércules sobre el León de Nemea en una pradera, donde en la mitología habían pastado los bueyes sagrados. Fundados por los siete caudillos de la primera expedición contra Tebas y restablecidos por Hércules. Los ganadores obtenían coronas de oliva y después de apio. Inicialmente restringidos a los guerreros y sus hijos: carreras de carros, carreras en el estadio, lanzamiento de disco, el salto, la lucha, el pugilato, el pancracio, el quinquercio o los cinco juegos. Los jueces vestían togas negras como representación de los Juegos Fúnebres. Los Juegos Ístmicos de Corinto en honor de Poseidón se celebraban cada dos años, incluían certámenes de poesía y música y los ganadores obtenían coronas de pino. El antecedente de los Olimpiadas está en los Juegos del Valor de la Odisea y los Juegos Fúnebres de la Ilíada de Homero. En el Canto VIII de la Odisea, Ulises es huésped de Alcinoo, el rey de los feacios, a quien pide ayuda para regresar a su tierra. La diosa Atenea presenta a Ulises más alto y musculoso de lo que en realidad es para ganar el temor y el respeto de los feacios. Después del banquete, Alcinoo considera que es hora de probar la nobleza de su gente en toda clase de juegos ante el huésped: el pugilato, la lucha, el salto, las carreras, el lanzamiento de disco. Laodamante, hijo de Alcinoo, reta a Ulises a demostrar que su aspecto va más allá de la estética decorativa. Ulises ignora la provocación, el joven Euríalo la secunda y ante el temor de quedar en ridículo, Ulises lanza una contrarréplica, la belleza, la elocuencia y el ingenio deben darse juntas para ser consideradas como tales. Ulises toma un disco muy grueso y pesado para lanzarlo lejos, demuestra su habilidad en el arco de madera y reta a cualquiera al pugilato, la lucha o una carrera. Alcinoo reconoce a Ulises el coraje que se espera de cualquier hombre honorable y para calmar la situación acepta que podría vencer a cualquier feacio en la lucha, pero asegurando que nadie es mejor que los feacios en la danza. Ulises entiende la indirecta y reconoce la supremacía de los feacios en la danza. Euríalo le pide perdón por secundar la provocación de Laodamante y Ulises les desea a todos salud y riquezas. En la Ilíada de Homero hay un hombre que representa al macho alfa, Aquiles. En la Ilíada, inicia su guerra contra Agamenón por haber robado a su esclava favorita, Briseida. Mientras Aquiles dormía con una mujer traída de Lesbos, Diomeda, en el lado opuesto de la tienda Patroclo dormía con ifis, la de bella cintura, un regalo de su amigo (Canto XI). Cuando los aqueos quieren que vuelva a la lucha, le tientan con una infinidad de esclavas hermosas, vírgenes y “expertas en intachables labores”, sabedores de su afición de quedarse con las mujeres y las hijas más bellas de los hombres que mata. Héctor mata a Patroclo, Aquiles celebra los Juegos Fúnebres para honrar a su amigo. Después de la incineración del cuerpo y la introducción de los huesos en un cofre de oro, Aquiles saca de las naves los premios para los Juegos Fúnebres: carrera de caballos, pugilato, lucha, carrera, combate, lanzamiento del peso, juego del arco, lanzamiento de jabalina. En la carrera de carros el vencedor obtendrá una “joven hábil en hermosas labores” y un trípode de asas; el segundo, una yegua de seis años no domada ni preñada; el tercero, un caldero grande, reluciente y hermoso; el cuarto, dos talentos de oro; el quinto, un caldero con asas. Cinco aurigas compiten por el ansiado premio: Eumelo, Diomedes el Tidida, Menelao, Antíloco y Meriones. En primer lugar llega Diomedes el Tidida por los favores de Atenea; en segundo lugar, Antíloco; en tercer lugar, Menelao; en cuarto lugar, Meriones; en quinto lugar, Eumelo: “Lo que vamos a ver, es que tanto los juegos en los poemas homéricos como los Olímpicos, Píticos, Ístmicos y Nemeos tenían esta función mencionada: son discurso oral y acción observada al servicio de la transmisión cultural y del mantenimiento del orden social… En Odisea se puede interpretar que el héroe, para poder ser considerado como tal, ha de poseer unas virtudes que se expresan con claridad en los juegos y en la retórica que los acompaña: coraje, fuerza, belleza, elocuencia, ingenio, nobleza, sensatez, salud. La descripción de los mismos no tiene otra misión que la de destacar y pregonar estas cualidades… Después de comer y beber copiosamente el aedo divino Demódoco canta hasta que Alcino considera que es hora de probar toda clase de juegos para ensalzar la nobleza de su gente. El propósito de los mismos no es otro que el de expresar la identidad y la superioridad de su pueblo (que diga Ulises que somos mejores que nadie) manifestada a través del pugilato, la lucha, saltando o corriendo… Numerosos jóvenes compitieron en una carrera y ejecutaron la lucha de palmas, el salto, el lanzamiento de disco y el pugilato… Si en Odisea hemos visto que los juegos son expresión de identidad grupal y presentación de las virtudes del héroe, en Ilíada adquieren otras funciones. En este caso son juegos fúnebres que tienen como propósito honrar a Patroclo, amigo de Aquiles, muerto por Héctor. En los juegos fúnebres, por su propia definición, se honra a un muerto; un muerto con un puesto importante en la estructura social. Ni qué decir tiene que hoy en día han desaparecido este tipo de juegos y sería de bastante mal gusto organizar un acontecimiento deportivo después de un entierro. No era así, sin embargo, en los tiempos de Ilíada, en donde los juegos fúnebres se celebraban a continuación de incinerar al fallecido. Consistían en pruebas atléticas y retoricas con enfrentamientos dialécticos entre los concursantes. Tales juegos manifiestan la importancia de la palabra hablada en aquellos tiempos orales” (Cantarero, pp. 3,4,5,6). Los Juegos Olímpicos de la época micénica (XIII-X a.C.) y la época oscura (X-VIII a.C.) pueden catalogarse como expresión de la Edad Heroica de Bronce de los señores homéricos. Los Juegos Olímpicos del 776 a.C., oficialmente los primeros Juegos registrados, en realidad eran la XXVIII Olimpiada. Del siglo VIII-V a.C., la transición de la democracia y el alfabeto en la que los espartanos se llevan el 70% de las victorias. A partir del siglo V a.C., la democratización del deporte, el desplazamiento del mito por la filosofía y el honor y la gloria por los valores de la burguesía. Los Juegos Olímpicos duraban cinco días. En el primer día se realizaban los juramentos y la ofrenda de sacrificios rituales. En el segundo día iniciaban las competiciones en el hipódromo: carrera de cuadrigas y de caballos. El pentatlón: lanzamiento de disco, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, prueba de velocidad y la lucha. En la noche continuaban los sacrificios. En el tercer día las carreras pedestres: carrera de fondo, prueba de velocidad y de 400 metros. En el cuarto día la lucha, el boxeo, el pancracio y la carrera de soldados. En el quinto día, la consagración de las procesiones, la entrega de premios y el banquete de clausura. En su apogeo los Juegos incluían tres tipos de agones “lucha contra el adversario, enfrentamiento contra el enemigo”. Los agones atléticos incluían las carreras de velocidad y resistencia, el salto de longitud, el lanzamiento de disco, el lanzamiento de jabalina y la hoplitodromía, una carrera con armamento que servía como entrenamiento para la guerra. Los agones luctatorios incluían la lucha (“grecorromana”), el pugilato (“box”) y el pancracio (“lucha libre”). El pancracio permitía casi todo, con excepción de morder o presionar los ojos del contrincante con los dedos: patear, golpear, torcer los miembros y estrangular al oponente. Los agones hípicos la carrera con carros que incluían el salto de obstáculos, el evento más importante de los Juegos. A las especialidades gimnásticas y las correspondientes carreras se les asignaron inventores humanos: a Teseo la lucha, a Pólux el pugilato, a Belerofonte la carrera de caballos. Pausanias en la Descripción de Grecia y Filóstrato en el Arte gimnástico, informan que la equitación fue introducida en 648 a.C., las carreras y la lucha en 632 a.C., el pentatlón en 628 a.C., el pugilato en 616 a.C., el pancracio en 200 a.C. Los atletas y los aurigas rendían honores a la diosa Nike para agradecer sus triunfos. Los romanos vieron en Nike un símbolo de la victoria sobre la muerte, y dejaron a la diosa de la Victoria el papel de dispensadora de las conquistas terrenales. El altar más importante de la Victoria fue erigido en el palacio del Senado por el emperador Augusto en el año 29 a.C.: “Así pues, los Juegos Olímpicos se celebraban cada cuatro años en Olimpia; los Píticos (en Delfos) y los Nemeos (en Nemea) se convocaban también con el mismo intervalo de tiempo pero alternados; y los Ístmicos (en Corinto) cada dos años. Como resultado, cada año prácticamente se celebraban unos a otros por lo que su función en el mantenimiento de la paz era relevante. Es bien sabido que todos los juegos se acompañaban de treguas que aseguraban la concordia antes y durante el desarrollo de los mismos. Además de los participantes, de los que ahora hablaremos, llegaban innumerables ciudadanos griegos siendo su asistencia como espectadores uno de los puntos culminantes de sus vidas: hombres de negocios, malabaristas, magos, videntes, vendedores ambulantes y también filósofos… No se permitía participar a los “barbaros” es decir a aquellos que no pertenecían a la comunidad griega. De este dato podemos inferir que los juegos permitían recrear la identidad nacional de los griegos, probablemente desunidos… Las diferentes concepciones del mundo se observan de manera clara entre los ilustres jonios atenienses y los dorios espartanos. Los primeros, se sentían atraídos por el individualismo, y menos por la lucha, el belicismo y la disciplina del cuerpo. Los dorios espartanos, con una férrea disciplina de grupo, sí que disciplinaban su cuerpo con ejercicios gimnásticos diversos y escasez de comidas. Estaban obsesionados por la preparación militar y por la física. Fruto de esta mentalidad colectiva “nacen” los atletas de Esparta que son un modelo para el mundo griego porque acaparan gran parte de las victorias: “entre los XV Juegos Olímpicos (720 a.C.) y los L (576 a.C.) los atletas espartanos fueron proclamados campeones 56 veces sobre un total de 71 victorias” (Mandell, op. cit.: 43)” (Cantarero, pp. 11, 12).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Olimpiadas de Berlín 1936.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

El 15 de diciembre de 1867 la creación del Union Klub reúne a los representantes de las sociedades hípicas de toda Alemania, con la excepción de Baviera. Los aristócratas prusianos consideran que el terreno de Tempelhof no era apto para las damas y ordenan construir un gran hipódromo, Heinrich von Treskow-Dahlwitz crea el nuevo campo olímpico de Hoppegarten. En 1882 la creación del clubhouse, el salón de lujo de las grandes fortunas, los propietarios de caballerizas o criaderos y familias reconvertidas a la banca como los Oppenheim… El 22 de junio de 1901 se funda la Sociedad Hípica Española, presidida por el duque de Maceda, ubicada en las 64 hectáreas dentro de los terrenos del monte de El Pardo. En enero de 1908 S.M. Alfonso XIII accede a la petición del club y le concede el título de Real, ahora la Real Sociedad Hípica Española de Madrid: “Marqués de Martorell, secretario fundador de la Real Federación Hípica Española”. En 1902 el italiano Federico Caprilli introduce una técnica de montura, la de inclinarse hacia adelante cuando el caballo está saltando. En 1912 los eventos ecuestres fueron incluidos en el programa olímpico de Estocolmo hasta los juegos de Helsinki de 1952. En 1921 se homologan las reglamentaciones de las competencias internacionales, los Juegos Olímpicos y otras disciplinas ecuestres, el año de la fundación de la Federación Hípica Internacional por representantes de 8 federaciones nacionales: Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Japón, Noruega, Suecia y Estados Unidos. Enrique Asín Fernández en La política en las olimpiadas de Berlín 1936 (1998), explica las causas que hicieron que Barcelona perdiera la sede olímpica ante Berlín. En 1929 Barcelona había celebrado con éxito su Exposición Universal, la ciudad catalana atrajo la atención internacional por su capacidad de organización. El Comité Olímpico Internacional vio una ciudad dotada para albergar el certamen olímpico. El XXXIX Congreso del COI fue asignado a Barcelona para estudiar las posibilidades sobre el terreno. Del 24 al 27 de abril de 1931, que coincide con serios problemas políticos en el país, el antecedente de la Guerra Civil Española (1936-1939). A las sesiones de trabajo sólo asisten diecinueve miembros internacionales y la decisión de concederle los Juegos de la XI Olimpiada es aplazada. En el XXVII Congreso del COI celebrado en Berlín del 25 al 30 de mayo de 1930, se dan a conocer las ciudades que buscaban la candidatura para la sede de los Juegos Olímpicos de la XI Olimpiada: Nüremberg, Colonia, Fráncfort, Berlín, Alejandría, Budapest, Buenos Aires, Dublín, Helsinki, Roma y Barcelona. La mayoría termina retirando su candidatura por las malas condiciones para celebrarla, excepto Barcelona y Berlín. El 13 de mayo se decide la votación por correspondencia en Lausana, favoreciendo los votos a Berlín por 43 a 16 de Barcelona y 8 abstenciones. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de los Ángeles de 1932, el ideólogo nazi Julius Streicher calificaba las olimpiadas de “infamante festival dominado por los judíos”. Hitler había sido nombrado canciller del Reich una semana después de la primera reunión del Comité Organizador, a pesar de que Hindenburg era el jefe nominal del Reich, el COI entendió que debían negociar con Hitler. En marzo de 1933 Hitler recibe la visita del presidente y vicepresidente del Comité, quienes explican los proyectos y solicitan su colaboración. Hitler exige la destitución de dos de los miembros del Comité Organizador, entre ellos el presidente, Theodor Lewald, por tener ascendencia judía. El mayor Comité Olímpico Internacional se ve obligado a intervenir. Su presidente, el conde de Baillet-Latour, amenaza a Hitler con cambiar las sedes de los Juegos de Verano y de Invierno que debían celebrarse en Alemania (Garmisch-Partenkirchen) si tales destituciones tenían lugar. Asimismo le solicitó garantías de igualdad para los judíos alemanes. Hitler decide mentir, no podía comprometer la celebración de los Juegos Olímpicos de Berlín, su plataforma de propaganda política ante el mundo. En el Comité nacional de Estados Unidos había una lucha entre los que estaban a favor y en contra de que la Alemania nazi celebrara las Olimpiadas, el grupo encabezado por Avery Brundage (futuro quinto presidente del COI) se impone al intento de boicot de Ernst Lee Jahncke. Fabrice D´Almeida en El pecado de los dioses. La alta sociedad y el nazismo (2008), señala que el Union Klub durante el nazismo estuvo presidido a partir de 1934 por el canciller Franz von Papen. Von Papen no era ajeno a la competencia ecuestre, el teniente del regimiento número 24 de dragones tenía un récord de 1463 carreras con 596 victorias. En su cargo de presidente del Union Klub agrupaba a los nobles, en los que predominaban los militares: el secretario del Presidium, el mayor general conde Von Seherr-Thoss; los generales de caballería, el conde Von Pogrell, caballero Von Dalwigk; un general del ejército, Fromm; el teniente general, el conde Von Uthenau-Hohenthurm; el mayor Walther Bresges; comandante Wolff Metternich; jefe de la policía de Berlín, el conde Georg von Helldorf. El Union Klub reduce sus miembros de 600 a 500 con la expulsión judía. El mariscal Göring convierte el Gran Premio de Berlín en el Gran Premio del Reich con la mayor prima otorgada: 100.00 marcos. En 1938 Hitler dota el premio honorífico del Jockey Club con 40.000 marcos. El gran hipódromo de Berlín reproducía el circo romano para el lucimiento de las élites, sufragado por los ricos (adquisición, mantenimiento y entrenamiento de los caballos pura sangre y el reclutamiento y disciplina extrema de los jockeys) para divertir a un público modesto: “A pesar de su democratización en los años treinta, el deporte sigue siendo bajo el nazismo un lugar de distinción… La equitación y las carreras de caballos son un sector experimental de esta política deportiva canalizadora del placer, reservada a las élites y ofrecida las masa en forma de espectáculo… Por otro parte, los dirigentes nazis están fascinados por la dimensión biológica de la cría de caballos. Tienen el objetivo de hacer de ésta un ejemplo de proeza de la selección genética. El trabajo realizado con los pura sangre se efectúa en perfecta armonía con las teorías higienistas y raciales. La idea de numerosos criadores es obtener una raza perfecta en suelo alemán, y la de los dirigentes es engendrar mediante la selección eugenésica hermosos ejemplares humanos… Consciente de la atracción ejercida por el mundo hípico, el ministro-presidente de Prusia, el mariscal Göring, modifica el antiguo Gran Premio de Berlín para convertirlo en el Gran Premio del Reich. Su vencedor recibe la mayor prima jamás otorgada en un hipódromo: 100.000 marcos. Para recuperar la iniciativa, Goebbels se lanza en una campaña de prensa celebrando el acontecimiento. Esto basta para que los propietarios franceses e ingleses entren, en 1937, en la competición. En concreto, la caballeriza Boussac presenta su mejor semental, de cinco años de edad, Corrida. Los 2.400 metros de la carrera se desarrollan bajos los gritos de un público que sueña con ver a Sturmvogel (pájaro de tempestad), el vencedor de 1935 y 1936, llevarse el primer puesto. Los últimos 100 metros son muy ajustados. Corrida cruza la línea de llegada una cabeza por delante de Amerina, una yegua italiana… Al año siguiente, de nuevo un caballo francés, Antonym, propiedad de M Holdert, les roba la victoria a los propietarios alemanes. Estas dos manifestaciones confirman el regreso de Alemania a la alta sociedad hípica internacional en la medida en la que despiertan los deseos de revancha” (D´Almeida, pp. 185, 186, 189). El 24 de julio de 1936 los representantes españoles debían partir de Barcelona, pero no pudieron hacerlo porque el equipo de hípica que estaba en Berlín fue obligado a regresar. Goebbels fue el maestro de la propaganda nazi, por primera vez la antorcha olímpica fue encendida en Olimpia, en el propio Templo de Zeus por el sacerdote de la Acrópolis, transportada hasta Berlín por unos 3000 relevistas. El 1 de agosto de 1936 el estado de Grünewald con una capacidad para 110.000 espectadores, recibe la antorcha en medio de una manifestación paramilitar. Hitler hace su entrada triunfal por la Puerta del Maratón con el himno nacional Deustchland Über Alles, el pastor griego Spiridion Louis fue el encargado de entregarle una rama de olivo. Las victorias germanas en la gimnasia, hípica, remo y vela compensaron los disgustos al führer por los triunfos de los atletas negros norteamericanos que se llevaron 14 de 29 medallas de oro: Owens, Williams, Woodruf, Johnson. Los nazis promovieron la grandeza, la decencia y la sencillez en las producciones propagandistas de Leni Riefenstahl, contando con el diseño de los decorados y el desarrollo de las ceremonias de Albert Speer y la dirección musical de Herbert Windt, compositor de los cantos oficiales del NSDAP: Sieg des Glaubens (“la victoria de la fe”) de 1933; Triumph des Willens (“el triunfo de la voluntad”) de 1934; Tag der Freiheit (“el día de la libertad: nuestras fuerzas armadas”) de 1935; Olympia de 1938, la primera vez que se filmaron unos Juegos Olímpicos con propaganda política en 1936, las Olimpiadas de Hitler en Berlín. Leni pasó cuatro años en prisiones y campos de detención, en 1952 es liberada tras ser declarada inocente de crímenes de guerra. Más tarde le propusieron filmar los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 y los Juegos Olímpicos de Oslo, pero rechaza el ofrecimiento con el argumento de que no podría superar su película. En diciembre de 1917 la fundación de la Universum Film Aktiengeselschaft -UPA- en Alemania, entidad dedicada a la producción de películas patrióticas. En 1926 en manos de Alfred Hugenberg, uno de los promotores de Hitler. A partir de 1933, en manos de Goebbels, interesado en la importancia de las películas para manipular ideas y conductas, siguiendo los pasos de Lenin y Stalin. Entre 1942-1945, los años de la guerra, Hollywood produce 1700 películas contra 540 alemanas. Goebbels consideraba que los judíos eran los principales enemigos de la civilización occidental y los amos de Hollywood. La primera película antijudía no fue producción nazi, la sueca Petterson & Bendel de Axel Branner, estrenada en julio de 1935 y repuesta en 1938. El 4 de febrero de 1935 se inaugura el Reichsfilmarchiv, la filmoteca que coleccionaba los títulos de cine extranjero, especialmente el cine judeoamericano. El 8 de noviembre de 1937 la exposición Der ewige Jude en Munich para mostrar la penetración judía en todos los sectores de la sociedad: Juden ohne Maske de Walter Botticher (1937); The House of Rotschild de Alfred Werker (1934). El inicio de las primeras superproducciones antijudías en 1940: Die Rothschilds de Erich Waschnek, Jud Süß de Veit Harlan, Der ewige Jude de Fritz Hippler. Harlan uno de los directores estrellas del Reich: Der Herrscher “El soberano” (1937), Der grobe König “El gran rey” (1942), Kolberg (1945). El duque de Alburquerque y tres veces Grande de España, Beltrán Osorio y Díez de Rivera no había alcanzado la mayoría de edad cuando participa en la Guerra Civil en el frente de Somosierra y en los requetés navarros, bajo el mando de la compañía del Tercio de San Fermín, pasando al Arma de Caballería con destino al Ejército del Centro. Al finalizar la contienda, ingresa en la Academia militar, de la que sale con grado de teniente, alcanzando el empleo de comandante de Caballería. El duque de Alburquerque Beltrán Osorio y Díez de Rivera participaba cada año en la Gran National de Liverpool, en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 y de Roma de 1960, y en 1964 gana el Campeonato Hípico de Europa, el primer jinete reconocido de España y uno de los mejores de Europa, que pagó su pasión ecuestre con treinta huesos fracturados, siete vértebras severamente dañadas, tres clavos y una placa en una pierna: “Me he partido tantos que hasta me da vergüenza a veces enumerarlos, y tampoco podría hacerlo, porque he perdido la cuenta… No hay que exagerar, porque casi todos los yoqueis han tenido muchas fracturas… Mis huesos son buenos; además; siempre he tenido mucha voluntad, y eso es fundamental. Yo quería curarme no para estar sano, sino para montar a caballo de nuevo”. En Gran Bretaña hubo protestas cuando las autoridades hípicas le negaron la licencia para montar, el Jockey Club declara que la medida fue adoptada por consejo del doctor Frank d´Abreu, que por las condiciones físicas del jinete estaba expuesto a una caída que lo dejara permanentemente incapacitado. Desde 1954 fue jefe de la Casa del Conde de Barcelona, Don Juan Carlos I, hasta su muerte el 1 de abril de 1993.

Scoala Cleopatra Popescu ©

Aviación, Automovilismo, Motociclismo.

♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜♜

Francesco Baracca nace el 9 de mayo de 1888 en Lugo, provincia de Rávena, hijo del terrateniente Henry Baracca y la condesa Paolina de Biancoli. Realiza estudios en Lugo, en Florencia y la Academia Militar de Módena (1907), donde sale como subteniente de la caballería del Regio Esercito Italiano. En 1912 queda fascinado por un ejercicio aéreo en el aeropuerto Roma-Centocelle y pide su traslado a la aviación. Inicia su adiestramiento en una escuela de vuelo en Francia con un Nieuport 10, donde se distingue por sus habilidades en las técnicas acrobáticas. En 1913 Giulio Macchi funda la Societá Anonima Nieuport Macchi como empresa de fabricación de aviones (Aermacchi). En 1914 Baracca es asignado al 5º Batallón de aviadores, poco tiempo después al 6º Escuadrón. En vísperas de la guerra es enviado a París para entrenarse en el combate en un Nieuport 10. El 28 de julio de 1914 el inicio de la Primera Guerra Mundial por el asesinato del archiduque Francisco Fernando por una sociedad secreta nacionalista serbia (“La Mano Negra”) el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro. La guerra estuvo precedida por el conflicto anglo-alemán por el dominio de los mercados y la rivalidad naval, el conflicto ruso-alemán por los imperialismos y el conflicto austro-ruso en los Balcanes, ya que Rusia motivaba los movimientos independentistas de los pueblos eslavos bajo dominio del Imperio Austro-húngaro. Baracca vuelve a Italia en julio de 1915, destinado a la 8ª Escuadrilla de reconocimiento y combate, equipada con un Nieuport-Macchi Ni-10. Su primer derribo en un Nieuport 11 en Gorizia el 7 de abril de 1916, tras varios minutos de lucha derriba un avión de exploración Hansa-Brandenburg CI austro-húngaro, que tras recibir 45 disparos, se ve obligado a aterrizar y la tripulación es hecha prisionera. El 13 de mayo Baracca obtiene otra victoria, promovido a capitán en junio de 1916. El 28 de diciembre logra su quinta victoria, obteniendo la calificación de as. A partir de 1916, BMW se dedicaba a la fabricación de motores de avión para los alemanes. En Italia fallecen de H1N1 Alfredo y Alfredo jr Ferrari, padre y hermano de Enzo Ferrari, quienes habían sido reclutados para combatir en el frente de la Primera Guerra Mundial. En 1917 Enzo Ferrari es reclutado en el 3er Regimiento de Artillería de Montaña y regresa con una neumonía que casi acaba con su vida. El 1 de mayo de 1917 Baracca es trasladado a la Squadriglia 91º, compuesta por los grandes ases de la aviación italiana que fueron elegidos por el mismo Baracca: Ferrucio Ranza, Pier Ruggero Piccio o Fulco Ruffo di Calabria. La unidad se equipa con el nuevo Nieuport 17 construido por Macchi. En su avión se pinta el cavallino rampante, causa de controversias porque no se sabe si era rojo o negro, si procedía del escudo de armas familiar o la consideración que la aviación tenía como una “caballería del aire” con el caballo sobre una nube. Al frente del escuadrón derriba 26 aviones enemigos. En septiembre de 1917 las 19 victorias de Baracca lo convierten en el as italiano con el mayor número de derribos, ascendido a Mayor. Logra otros cinco derribos en octubre, con dos dobles en dos días. Los austrohúngaros se refuerzan con aviones alemanes y la Escuadrilla 91ª equipada con el SPAD S-XIII que no impide la derrota italiana de Caporetto. El SPAD S-XIII el avión con el que Baracca alcanza las treinta victorias. En mayo de 1918 regresa a la acción luego de que su tercera Medaglia di Argento al Valore Militare se convirtiera en medalla de oro, y derriba un Albatros D.III, su último avión cerca de San Biaggio di Callalta. El 19 de junio de 1918 regresa a su base en Quinto di Treviso con su SPAD S-XIII dañado, lo cambia por un SPAD S-VII para la cuarta misión del día. Baracca encara un avión biplaza austrohúngaro y es derribado, Max Kauer y Arnold Barwig se acreditan la victoria, mientras los italianos niegan su muerte. Baracca recibe funerales públicos y privados y es enterrado en la capilla familiar de Lugo. El 11 de noviembre de 1918 termina la Primera Guerra Mundial, los motores de avión BMW fueron prohibidos con la salida del máximo accionista: Camillo Castiglione. En 1919 Enzo Ferrari se convierte en piloto y participa en la carrera Parma-Poggio en un CM 15/20 de 2.3 litros y cuatro cilindros. En 1920 acaba segundo en la Targa Fiorio con un Alfa Romeo Tipo 40/60 de seis litros y cuatro cilindros, el inicio de su colaboración con la marca. En 1923 conoce a la condesa Paolina de Biancoli, que le permite usar en sus coches el emblema que su hijo Francesco Baracca usaba en su avión, el caballo rampante. En 1927 y 1928 gana las carreras en el Circuito de Módena con un Alfa Romeo 6C-1500 SS. El 16 de noviembre de 1929 crea la Scuderia Ferrari, que conduce a la creación de un equipo oficial con vehículos Alfa Romeo. Fabrice D´Almeida en El pecado de los dioses. La alta sociedad y el nazismo (2008), expone el impulso de las sociedades hípicas y la industria automovilística durante el nazismo. Hitler decidió que el carro sería el símbolo de la modernidad. El 8 de marzo de 1933, durante la Feria Internacional del Automóvil en Berlín, pronuncia un discurso que inaugura una política de desarrollo del sector a la par de la construcción de autopistas. A partir de 1926, Mercedes Benz desarrolla modelos potentes y rápidos. El objetivo de la marca era desarrollar carros de lujo destinados a la clientela de mayor poder adquisitivo: los banqueros y los políticos. La inmensa limusina Groser Mercedes en dos modelos, el modelo K de tipo deportivo, capaz de desarrollar 160 caballos por su motor de 6.26 litros; la versión coupé más elegante, con ruedas de repuesto laterales y capota recogida. Entre 1939 y 1934, el Groser Mercedes modificado con una carrocería de 6 puertas y un motor de 7.71 litros, la versión con compresor desarrolla los 200 caballos de fuerza. En 1937 el chasís más ligero y un suplemento de motorización para la limusina más rápida del mundo que le permite alcanzar los 160 kilómetros por hora. Henry Ford, simpatizante del nazismo y distribuidor del Judío Internacional en América, decide cambiar las reglas. El carro debía ser accesible al pueblo y los trabajadores de la industria debían ganar más, y la única manera de lograrlo era elevar la producción, el origen del fordismo. En 1934 Hitler adopta el proyecto de Ferdinand Porsche sobre construir un coche a bajo precio para que fuera accesible a los trabajadores alemanes: Volkswagen “carro del pueblo”. La manera de promover la competencia de la industria era la carrera entre las escuderías alemanas e italianas. El 30 de mayo de 1937 Bend Rosemeyer del Auto-Union bate el récord de velocidad con 276 kilómetros por hora, el 26 de octubre Rosemeyer los 408 km/h, el 28 de enero de 1938 Rodolfo Caracciola los 423 km/h, al mediodía Rosemeyer los 450 km/h, sale de la pista y fallece. En 2017 los 447,19 kilómetros por hora del Koenigsegg Agera RS y en 2019 los 482,803 kilómetros por hora del Bugatti Chiron: “Ahora bien, para el nazismo el coche no sólo es un medio de transporte. Es un reflejo del afán de competencia del régimen y de su deseo de promover los deportes de lujo… En el caso de las carreras de automóviles, Hitler opta por favorecer a la empresa más capaz de todas: Mercedes. Al fin y al cabo, los Mercedes se llevaron los primeros premios en 1932… Sin embargo, tanto el Gran Premio de Alemania como el de Berlín se le escapan a Alemania en 1933. La presión crece para obtener una victoria alemana… Los Mercedes han renunciado al Gran Premio de Mónaco para estar preparados. Brauchitsch lanza los 354 caballos de su coche a la carrera, pero el motor tiene dificultades. El piloto alemán prefiere renunciar antes que ser vencido por los italianos. En Nürburgring, para el Gran Premio de Alemania, se realizan los ajustes necesarios. Los motores Mercedes dan toda su potencia. Los dos pilotos de la casa, Brauchitsch y Luigi Fagioli, van en cabeza. Fagioli va primero. El director de la escudería, Alfred Neubauer, le pide que deje pasar primero a Brauchitsch… A continuación se constituye una segunda escudería alemana, gracias a los esfuerzos conjuntos de las empresas Horch, Audi, Wanderer y DKW. Se emplea para la ocasión a Ferdinand Porsche, el antiguo director de Mercedes. Auto-Union cuenta con un motor V12 que despliega una potencia de más de 300 caballos y una carrocería aerodinámica. Un piloto alemán, Bernd Rosemeyer defiende sus colores. La estrella italiana Tazio Nuvolari acepta dejar Alfa Romeo para unirse a la nueva escudería. La feroz competencia entre constructores alemanes para ganar los grandes premios, los encargos y los favores del régimen, conduce a las empresas a superar el antiguo dominio italiano de los Alfa Romeo, los Maserati o los Bugatti. Cada carrera parece un duelo entre las dos marcas. Según dicen, Auto-Unión es la velocidad, y Mercedes la manejabilidad. Sin embargo, Mercedes bate los récords del mundo de velocidad” (Almeida, pp. 173, 174). El 27 de abril de 1937 Hitler recibe en la Cancillería a la delegación italiana de la Confederación de Industriales Fascistas, bajo la dirección del importante empresario Alberto Pirelli (GB Pirelli & Co). En 2015 Pirelli & C. S.p.A adquirido por el grupo ChemChina. En 1911 cinco hermanos fundan Benelli, actualmente del grupo Qinjiang. El estallido de la Segunda Guerra Mundial hizo que la factoría Ferrari de Módena se convirtiera en una fábrica de armamento militar, bombardeada en 1944. En 1901 Bianchi es el primer productor italiano de motocicletas, en 1981 Bimota (1973) comprada por Piaggio, fabricante de aviones de combate en la Segunda Guerra Mundial. En 1923 la primera moto BMW, la R32. En 1937 el primer automóvil BMW, el Austin Seven. Nieuport Macchi después de la Segunda Guerra Mundial se refugia en las motocicletas Aermacchi. En los sesenta asociados con Harley-Davidson (vespa Tooper, scooter M50). En 1978 Cagiva compra Aermarcchi. En 2012 Audi adquiere Ducati a través de la subsidiaria Lamborghini, quien había sido dirigida entre 1985 y 1996 por los hermanos Castiglioni: Claudio y Gianfranco Castiglioni, hijos de Giovanni Castiglioni, fundador de Cagiva. En 2014 Mercedes adquiere una participación en la MV Augusta, la marca del conde Domenico Augusta, el refugio de los Castiglioni. En junio de 1944 los soldados norteamericanos invaden Europa en jeeps, camiones y tanques fabricados por las tres grandes compañías automotrices de Estados Unidos. Los soldados se llevan una desagradable sorpresa cuando descubren que el enemigo usaba camiones fabricados por Ford y Opel (subsidiaria de General Motors). En enero de 2012 Alenia Aermacchi producto de la fusión entre Alenia Aeronáutica, Alenia Aermacchi y Alenia SIA, dedicados a los aviones militares (Turín), comerciales (Nápoles) y sistemas de entrenamiento (Venegono). Autores del M-346 Master Trainer, el C-27J Spartan y el cazabombardero Typhoon. Socios de Lockheed Martin en el programa Joint Strike Fighter F-35 y el francés Dassault en el desarrollo del Neuron (drones de combate). En el futuro es posible que desaparezcan los vehículos de guerra, desplazados por los drones: “Una de las formas en que se concretiza el “otro” sería la de una identidad marcada por un estatus elevado de tipo convencional, vinculada simbólicamente a sectores socioeconómicos altos y a ciertas marcas como BMW. Otro de los ejemplos del citado proceso de diferenciación es la rivalidad con los denominados “japos”, conductores de motocicletas de marca japonesa. Se trata de un tópico que ocupa un lugar importante y común en los discursos de los harlistas de nuestros grupos de discusión, especialmente entre los de posiciones medias y medias-altas. Los consumidores de Harley saben que su motocicleta no es la mejor en términos tecnológicos, ni la definen –como decimos- en términos de estatus simbólico vertical. De ahí que la “rudeza” de su motocicleta, el fuerte ruido característico, el carácter “básico”, poco “civilizado” y evolucionado de la Harley, devienen signos de diferencia, identidad y “autenticidad”, siendo aquello más valorado por sus consumidores… Se trata de un relato que mostraría la apropiación (imaginaria) de las bondades que les proporciona la identidad idealizada de Harley, con la que se proponen como objeto de miradas y valoraciones ajenas. Tenderían así, estos consumidores, a buscar la confirmación en los demás, de la imagen ideal y deseada que imaginan tener, siendo éste uno de los fundamentos motivacionales del presente modelo de lazo. Su configuración, con evidente carácter narcisista, estaría basada en el principio relacional del gustar (Landowsky, 1997). Una lógica de naturaleza psicosocial que se mostraría de modo más patente entre los consumidores de las clases medias del GD1, GT4 y la EA4. Pues según Bordieu (1979), son las que más se juegan el valor simbólico en el juego de las apariencias y los juicios ajenos (H: “es que me encantan que me miren”, GT4; “les gusta la H.D. y mí me encanta que les guste” EA4; H: “nos gusta mucho que nos miren las motos”, GD1). Si damos un paso más vemos como el discurso de estos harlistas de posiciones medias y medias altas señala la posesión de la Harley Davidson como elemento clave que les convierte en sujetos admirados y envidiados” (Viñas, pp. 41, 42).

Scoala Cleopatra Popescu ©

Autor del texto: Armando Ossorio ©

XPOFERENS

 

“Por ende, no es extraño encontrar en dichos sectores preferencias educativas fuertemente conservadoras que se caracterizan por la reivindicación de un pasado percibido como ideal, que promete el retorno a la disciplina y al conocimiento verdadero, sancionado por la tradición y las “buenas” costumbres. La idealización romántica del pasado remite a escuelas que valoran el conocimiento, la disciplina, la moral, en donde cada uno conocía su lugar en una sociedad caracterizada por la estabilidad y el orden… Junto con la ponderación de la tradición y desde una perspectiva conservadora y elitista, la valoración por el saber y el conocimiento parecen ser los elementos decisivos a la hora de elegir una escuela que priorice los saberes científicos y académicos como parte de la formación integral de los jóvenes… Estas parejas, en general, adscriptas al “hippismo”, lograron identificar (y muchas veces crear) para sus hijos un ambiente educativo que los preservara de los imperativos del “viejo mundo”. Un entorno que promoviera una determinada relación con la cultura por medio de estrategias pedagógicas específicas y les permitiera así, liberar su imaginación, su creatividad, en un clima de paz y espontaneidad libertaria… Tales instituciones insisten en colocar a disposición de los alumnos un conjunto de obras del cine, la pintura, la música, la escultura, la literatura con el objetivo de generar una cierta “disposición estética”, que junto con la enseñanza de las Ciencias Exactas, la Lengua y el contacto con lo “natural” contribuyan a formar una persona con una percepción cultural diferente, caracterizada por la sensibilidad y el goce”.

 

Guillermina Tiramonti & Sandra Ziegler.

 

La educación de las elites.

Aspiraciones, estrategias y oportunidades.



"Non nobis Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam".

 

Bibliografía.

 

Guicciardini, Francesco. (2006) Historia de Florencia, 1378-1509. México: Fondo de Cultura Económica.

Billings, Lee. (2014) Cinco mil millones de años de soledad. La búsqueda de vida entre las estrellas. México: Ediciones Crítica.

Biedermann, Hans. (2013) Diccionario de símbolos. Barcelona: Ediciones Paidós.

Calvet Louis-Jean. (2001) Historia de la escritura. De Mesopotamia hasta nuestros días. Barcelona: Ediciones: Paidós.

Stewart, Ian. (2008) Historia de las matemáticas. Barcelona: Ediciones Crítica.

Eliade, Mircea. (2012) Tratado de la historia de las religiones: morfología y dialéctica de lo sagrado. España: Ediciones Cristiandad.

Eliade, Mircea. (2018) Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Editorial Planeta.

Eliade, Mircea. (2010) Historia de las creencias y las ideas religiosas I: De la edad de piedra a los misterios de Eleusis. México: Editorial Paidós.

Eliade, Mircea. (2011) Historia de las creencias y las ideas religiosas II. México: Editorial Paidós.

Eliade, Mircea. (2011) Historia de las creencias y las ideas religiosas III: De Mahoma a la era de las reformas. España: Editorial Paidós.

Robles, Martha. (2000) Mujeres, mitos y diosas. México: Fondo de Cultura Económica.

Cotterell, Arthur. (2008) Mitos, diccionario de mitología universal. Barcelona: Editorial Ariel.

Armstrong, Karen. (2015) Campos de sangre. La religión y la historia de la violencia. España: Ediciones Paidós.

Kriwaczek, Paul. (2011) Babilonia. Mesopotamia: la mitad de la historia humana. Barcelona: Editorial Ariel.

Cline, Eric. (2016) 1177 a.C. El año en que la civilización se derrumbó. Barcelona: Ediciones Crítica.

Vernant, Jean-Pierre. (2011) Los orígenes del pensamiento griego. Madrid: Editorial Paidós Orígenes.

Harrison, Jane Ellen. (2013) Arte y ritual antiguos. México: Ediciones del Museo Nacional de Antropología.

Eco, Umberto. (2010) Historia de la belleza. Barcelona: Ediciones: Random House Mondadori, S. A.

Heather, Peter. (2011) La caída del imperio romano. Barcelona: Ediciones Crítica.

Toner, Jerry. (2012) Setenta millones de romanos. La cultura del pueblo en la antigua Roma. Barcelona: Editorial Crítica.

B. Krebs, Christopher. (2011) El libro más peligroso. La Germania de Tácito, del Imperio Romano al Tercer Reich. Barcelona: Editorial Crítica.

Pirenne, Henry. (2012) Historia de Europa. Desde las invasiones hasta el siglo XV. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Manacorda, Mario. (2003) Historia de la Educación 2. De la antigüedad al 1500. México: Ediciones Siglo Veintiuno Editores.

McGlynn, Sean. (2009) A hierro y fuego. Las Atrocidades de la Guerra en la Edad Media. Barcelona: Editorial Crítica.

Tyerman, Christopher. (2007) Las guerras de Dios: Una nueva historia de las cruzadas. Barcelona: Editorial Crítica.

Maalouf, Amin. (2012) La cruzada vista por los árabes. Madrid: Ediciones Alianza Editorial.

Bartlett W.C. (2006) Los asesinos. Barcelona: Editorial Crítica.

Hoge, Jr, James F; Rose, Gideon. (2002) ¿Por qué sucedió? El terrorismo y la nueva guerra. Barcelona: Ediciones Paidós.

Meiksins Wood, Ellen. (2011) De ciudadanos a señores feudales. Historia social del pensamiento político desde la Antigüedad a la Edad Media. Madrid: Editorial Paidós.

Herrin, Judith. (2000) Miscelánea medieval. Barcelona: Ediciones Grijalbo Mondadori, S. A.

Varios. (2005) Las órdenes militares en la Europa medieval. España: Lunwerg Editores.

Castelfranchi, Liana. (2005) Esplendor oculto de la Edad Media. Italia: Lunwerg Editores.

Augias, Corrado. (2011) Los secretos del vaticano. Luces y sombras de la historia de la Iglesia. Barcelona: Editorial Crítica.

Gray, John. (2008) Misa negra. La religión apocalíptica y la muerte de la utopía. Barcelona: Ediciones Paidós.

Cohen, Esther. (2013) Con el diablo en el cuerpo. Filósofos y brujas en el renacimiento. México: Editorial Taurus.

Cotterell, Arthur. (1984) Historia de las civilizaciones antiguas. Europa, América, China, India. Barcelona: Editorial Crítica.

Postgate, Nicholas. (1999) La Mesopotamia arcaica. Madrid: Editorial AKAL.

Johnson Paul. (1999) La historia de Egipto. Argentina: Ediciones B Argentina, S.A.

Molina, Manuel. (2000) La ley más antigua: textos legales sumerios. España: Editorial Trotta.

David, Rosalie. (2004) Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona: Editorial Crítica.

Marino, Ruggero. (2005) Cristóbal Colón. El último de los templarios. Barcelona: Ediciones Obelisco.

Frau Abrines, Lorenzo. (2010) Diccionario enciclopédico abreviado de la masonería. México: Editorial Herbasa.

Blaschke Jorge; Río Santiago. (2010) La verdadera historia de los masones. México: Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V.

Ferrer Benimeli, José Antonio. (1996) La masonería en la España del Siglo XX. España: Ediciones Universidad de Castilla la Mancha.

Johnson, Paul. (2010) La historia del cristianismo. Barcelona: Ediciones B.S.A.

Harris, Marvin. (2011) Caníbales y reyes. Los orígenes de las culturas. Madrid: Alianza Editorial.

Harris, Marvin. (2011) Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura. Madrid: Alianza Editorial. 

Tiramonti, Guillermina; Ziegler, Sandra. (2008) La educación de las elites. Aspiraciones, estrategias y oportunidades. Buenos Aires: Editorial Paidós.

Varios. (1768) Retrato de los jesuitas, formado al natural, por los más sabios, y más ilustres católicos. Juicio hecho de los jesuitas. Autorizado con auténticos e innegables testimonios, por los mayores y más esclarecidos hombres de la iglesia y del estado: desde el año de 1540, en que fue su fundación, hasta el de 1650. Madrid.

Aguaviva, Claudio. (1845) Mónita secreta de los jesuitas o instrucciones reservadas de los padres de la Compañía de Jesús. Madrid. Imprenta de la gaceta mercantil.

Katz, Friedrich. (1981) La guerra secreta en México. Europa, Estados Unidos y la Revolución mexicana. México: Ediciones Era.

Ricard, Robert. (1986) La conquista espiritual de México. Ensayo sobre el apostolado y los métodos misioneros de las órdenes mendicantes en la Nueva España de 1523-1524 a 1572. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Díaz del Castillo, Bernal. (1987) La historia verdadera de la conquista de la Nueva España. México: Editorial OCÉANO.

Ferrer Benimeli, José Antonio (1996) La masonería en la España del Siglo XX. España: Ediciones Universidad de Castilla la Mancha.

Touraine, Alain. (1997) ¿Podremos vivir juntos? México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Lafaye, Jacques. (1997) Mesías, cruzadas, utopías. El judeo-cristianismo en las sociedades iberoamericanas. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Boorstin, Daniel J. (1997) Compendio histórico de los Estados Unidos. Un recorrido por sus documentos fundamentales. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Bales, Kevin. (2000) La nueva esclavitud en la economía global. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.

Ferro, Marc. (2000) La colonización. Una historia global. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.

Klein, Naomi. (2000) No Logo. Barcelona: Editorial Paidós.Foucault, Michel. (2000) Los anormales. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Torres, Jurjo. (2001) Educación en tiempos de neoliberalismo. Madrid: Ediciones Morata.

O´Neil, Charles E.; Domínguez, Joaquín María. (2001) Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Madrid: Editorial Universidad Pontifica Comillas.

Goñi, Uki. (2002) La auténtica Odessa. La fuga nazi a la Argentina de Perón. España: Ediciones Paidós.

González Ruiz. (2002) Los Abascal, conservadores a ultranza. México: Editorial Grijalbo.

Giroux, Henry. (2003) La inocencia robada. Juventud, multinacionales y política cultural. Madrid: Ediciones Morata.

Giroux, Henry. (2003) La escuela y la lucha por la ciudadanía. México: Ediciones Siglo Veintiuno Editores.

Gellately, Robert. (2004) La Gestapo y la sociedad alemana. La política racial nazi (1933-1945) España: Ediciones Paidós.

Marino, Ruggero. (2005) Cristóbal Colón. El último de los templarios. Barcelona: Ediciones Obelisco.

Washington Valdez, Diana. (2005) Cosecha de mujeres. Safari en el desierto mexicano.  México: Editorial OCEANO.

Hoyo, Eugenio. (2005) Historia del Nuevo Reino de León (1577-1723). Monterrey: Fondo Editorial Nuevo León.

Ciccotti Ettore. (2005) La esclavitud en Grecia, Roma y el mundo cristiano. Barcelona: Editorial Reditar libros.

Koonz, Claudia. (2005) La conciencia nazi, la formación del fundamentalismo étnico del Tercer Reich. España: Ediciones Paidós.

Varela, Consuelo (2005). Cristóbal Colón. De corsario a almirante. España: Lunwerg Editores.

Wright, Jonathan. (2005) Los jesuitas. Una historia de los "soldados" de Dios. México: Editorial Debate.

Torres, Jurjo. (2005) El curriculum oculto. Madrid: Ediciones Morata.

Rodríguez, Esteban David. (2005) Derecho de sangre. Historias familiares del poder público en México. México: Editorial Random House Mondadori.

Garrido Genovés, Vicente; López Lucio, Patricia. (2006) El rastro del asesino. El perfil psicológico de los criminales en la investigación policial. Barcelona: Editorial Planeta, S.A.

Wachtel, Nathan. (2007) La fe del recuerdo. Laberintos marranos. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Flavio Josefo. (2008) La guerra de los judíos. España: Editorial GREDOS.

Babeuf, Gracchus. (2008) El sistema de despoblación: genocidio y revolución francesa. Madrid: Ediciones de la Torre.

Meyer, Jean. (2008) La cruzada por México. Los católicos de Estados Unidos y la cuestión religiosa en México. México: Tusquets Editores.Kenneth Turner, John. (2008) México Bárbaro. México: Ediciones Colofón, S.A.

Aryeh Coffman (2009) En Yaacob. Las enseñanzas del Talmud. México: Editorial Jerusalem de México.

Paredes, Luis. (2009) Los secretos del Yunque. Historia de una conspiración contra el estado mexicano. México: Editorial Grijalbo.

Frau Abrines, Lorenzo (2010) Diccionario enciclopédico abreviado de la masonería. México: Editorial Herbasa.

Blaschke Jorge; Río Santiago (2010) La verdadera historia de los masones. México: Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V.

Alsina, Claudi (2010) Asesinos matemáticos: una colección de errores que serían divertidos sino fuesen tan frecuentes. Barcelona: Editorial Ariel.

Johnson, Paul. (2010) La historia de los judíos. Barcelona: Ediciones B.S.A.

Johnson, Paul. (2010) La historia del cristianismo. Barcelona: Ediciones B.S.A.

De la Corte Ibáñez, Luis; Giménez-Salinas Framis, Andrea. (2010) Crimen org. Evolución y claves de la delincuencia organizada. Bacerlona: Editorial Planeta, S.A.

Cedillo, Juan Alberto. (2010) Los nazis en México. La operación pastorius y nuevas revelaciones de la inflitración al sistema político mexicano. México: Ediciones Random House Mondadori.

Cacho, Lydia. (2010) Esclavas del poder. Un viaje al corazón de la trata de mujeres y niñas en el mundo. México: Editorial Grijalbo.

Yoshiaki, Yoshimi. (2010) Esclavas sexuales. La esclavitud sexual durante el imperio japonés. Barcelona: Ediciones B.

Vernant, Jean-Pierre (2011) Los orígenes del pensamiento griego. Madrid: Editorial Paidós Orígenes.

Harris, Marvin. (2011) Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura. Madrid: Alianza Editorial.

Ramos Soriano, José Abel. (2011) Los delincuentes de papel. Inquisición y libros en la Nueva España. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Malló, Oriol. (2011) El cártel español. Historia crítica de la reconquista económica de México y América Latina. Madrid: Ediciones Akal.

Vernant, Jean-Pierre (2011) Los orígenes del pensamiento griego. Madrid: Editorial Paidós Orígenes.

Sand, Shlomo. (2011) La invención del pueblo judío. Madrid: Editorial AKAL.

León-Portilla, Miguel; Silva Galeana, Librado. (2011) Huehuetlahtolli. Testimonios de la antigua palabra, Recogidos por fray Andrés de Olmos. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Stiglitz, Joseph. (2012) El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita. Madrid: Editorial Taurus.

Meyer, Jean. (2012) La fábula del crimen ritual. El antisemitismo europeo (1880-1914) México: Editorial Tusquets.

Suárez, Luis. (2012) La expulsión de los judíos. Un problema europeo. Barcelona: Editorial Ariel.

Duverger, Christian. (2012) Crónica de la eternidad. ¿Quién escribió la historia verdadera de la conquista de la Nueva España? México: Ediciones Taurus.

Garrido, Vicente. (2012) Perfiles criminales. Un recorrido por el lado oscuro del ser humano. Barcelona: Editorial Planeta S.A.

Florescano, Enrique. (2012) Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica. México: Ediciones Taurus.

Cohen, Esther. (2013) Con el diablo en el cuerpo. Filósofos y brujas en el renacimiento. México: Editorial Taurus.

Sand, Shlomo. (2013) La invención de la tierra de Israel. Madrid: Editorial AKAL.

Camarasa, Jorge; Basso Prieto, Carlos. (2014) América nazi. México: Ediciones Prisa.

Darnton, Robert (2014) El diablo en el agua bendita o el arte de la calumnia, de Luis XIV a Napoleón. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Darnton, Robert (2014) Los best sellers prohibidos en Francia antes de la revolución. México: Ediciones Fondo de Cultura Económica.

Asín Fernández, Enrique (1998): La política en las olimpiadas de Berlín 1936 (artículo en linea). Centre dÉstudis Olímpics UAB (Consultado el 18 de mayo de 2020) http://olympicstudies.uab.es/pdf/wp080_spa.pdf

Norio, E. (2021), “Why are tourist resorts attractive for transnational crime? The case of the Mayan Riviera”, Tourism Critiques, Vol. 2 No. 1, pp. 38-73. https://doi.org/10.1108/TRC-10-2020-0019

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cinismo para principiantes.

Kaewalin Winotaphan. ICE SIAM DREAM © Liebres, Lobos, Osos, Conejos. El origen de los latinos VRSV “oso”, VRSA “osa”, CVNNVS “vulva, coño”, CVNICVLVS “galería subterránea, madriguera”, CVNA “cuna”, nórdico BERSEKIR “guerrero oso”, alemán BÄR “oso”, neerlandés BEER “oso”, inglés antiguo BERA “oso”, inglés BEAR “oso” proceden del mundo antiguo. Los sumerios usaban las palabras KUN “cola, rabo”, UR “perro” y UR-BAR-RA “lobo, bajo vientre, útero”, HUM “oso”. El nombre del perro y el lobo sustituyeron el del oso: TIN Š E Š AH (excremento de cerdo) Š E UR (de perro) Š E UR.BAR.RA (de lobo) Š E KA (de zorro) A A.GAR.GAR MA Š DÀ (con caca de gacela) “para curarlo, lo fumigarás con excremento de cerdo, de perro, de lobo, de zorro, con caca de gacela”. El latín CANIS “perro” y turco KANI Ş “caniche” de la ciudad asiria KARUM KANI Š (XX-XVIII a.C.) en las montañas de Turquía Central, del asirio KANU: “ser firme en su lugar, permanecer, estar seguro, para durar y soportar, ser leal, honesto, de...

1984.

Iwakura © Oleg Gordievski. ¸¸¸¸¸ Ben Macyntire en " Espía y traidor. La mayor historia de espionaje de la Guerra Fría " (CRÍTICA, 2019), expone los orígenes del doble agente Oleg Gordievski: la KGB y el MI6. Llevaba el servicio de espionaje en el corazón y la sangre. Su padre había trabajado para él toda la vida y llevaba el uniforme del KGB a diario, fines de semana incluidos. Los Gordievski vivían con la fraternidad de espías en un bloque de pisos reservado para ellos, se alimentaban con comida especial para los altos mandos y pasaban su tiempo libre con otras familias de espías. Gordievski era hijo de la organización. El Komitet Gosudarstvenoi Bezopasnoti, o Comité de Seguridad del Estado (KGB), era la agencia de espionaje más compleja y extensa jamás creada. Como sucesora directa de la red de espías de Stalin, combinaba la obtención de información privilegiada en su territorio y fuera de él con la aplicación de la seguridad interna, amén de ejercer de policía estatal. El...

El origen oriental de América.

Foto: Plato Samarra. Autor: Einsamer Shütze. CC BY-SA 3.0 Serpientes pájaro. Las primeras civilizaciones tenían una agricultura de aldeas con el conocimiento de la casta sacerdotal, los primeros astrónomos que representaban a las estrellas con animales. El pensamiento griego recibió la herencia del culto sumerio con la constelación de Enki (Capricornio), Apzu (Acuario), Isimud (Géminis) y Enlil (Tauro); Leo en Babilonia. El Zodíaco toma forma en la Persia de Zoroastro con la división de la aparente órbita del Sol en doce campos: Aries o Carnero, Tauro o Toro, Géminis o Gemelos, Cáncer o Cangrejo, Leo o León, Virgo o Virgen, Libra o Balanza, Escorpio o Escorpión, Sagitario o Arquero, Capricornio o Cabra montesa, Acuario o Aguador, Piscis o Peces. Estos signos no siempre tuvieron la misma representación, en la Babilonia de 420 a.C., el Jornalero (Aries), Pléyades (Tauro), Géminis, Cáncer, Leo, Espiga (Virgo con una espiga de trigo en la mano), Libra, Escorpión, Centau...

Trumpilandia: Vol.1

  Hal Hefner © El estatus de la ciencia . ¸¸¸¸¸ M. Paz Sandín Esteban en "Investigación cualitativa en educación. Fundamentos y tradiciones" (McGraw Gill, 2003), expone que en la historia cultural de Occidente anterior al siglo XVII predominó una determinada idea de ciencia, heredada en gran parte del pensamiento griego y, en parte, reelaborada por los medievales. La ciencia (llamada episteme) se consideraba un saber seguro, apoyado en demostraciones y ordenado en sus conocimientos, contrapuesto a la simple opinión (doxa). La filosofía se consideraba como la síntesis y el ordenamiento de la episteme. En la Edad Media, la teología fue la "reina de las ciencias" y la misma filosofía era una ancilla theologiae. El siglo XVII ya puede ser considerado un punto de inflexión en la historia del pensamiento, y las ideas que significó, un declive del antropocentrismo, el antropomorfismo y la teología (Barnes, 1987). Se rechaza la cosmología teológica y centrada en el hombr...

Ossario: siglo XVII-XXI.

Foto: Escudo Ossario en Turienzo de los Caballeros. Autor: Jim Anzalone. CC BY-SA 2.0 Casa de Astorga, Altamira y Montemar:  Siglo XVII-XXI. Marqués de Cerralbo y Virrey de la Nueva España, Rodrigo Pacheco Ossorio y Álvarez de Toledo (1624). Autor: Francisco Antonio Vallejo. Virrey de Nápoles y marqués de Astorga, Antonio Pedro Sancho Dávila y Ossorio y Colonna (1652). Autor: Alonso Cano. Inquisidor y Vicario General de la diócesis de Toledo, Obispo de Puebla y Virrey de la Nueva España, Diego Osorio Escobar y Llamas (1664).  Marqués de Astorga y Grande de España, Vicente Joaquín Ossorio de Moscoso y Guzmán (1756-1816). Autor: Francisco de Goya.  Marqués de Astorga y 13 veces Grande de España, Vicente Ferrer Isabel Ossorio de Moscoso y Álvarez de Toledo (1777-1837). Autor: Francisco de Goya.  Don Manuel Ossorio Manrique de Zúñiga (1787). Autor: Francisco de Goya. María Ignacia Álvarez de Toledo y Gonzaga, conde...

Satanismo para principiantes.

Autor: Elena Tkachenlo. CC BY-SA 4.0 El Libro de Enki. אבגדהוזחטיךכלםמןנסעףפץצקרשתװױ El Libro de Enoc es en realidad una colección de textos conocidos como Libros de Henoc en el período III a.C.-VI d.C. El corpus compuesto por el Libro Etiópico de Henoc (Henoc 1), El Libro Eslavo de Henoc (Henoc 2), El Libro Hebreo de Henoc o Sefer Hekalot “Palacios Celestiales” (Henoc 3), los fragmentos arameos y coptos de Henoc del siglo VII y VIII (basados en Henoc 1). ¿Dónde surge el nombre Henoc? Los hebreos hacen descender el nombre de la raíz hebrea חנך hnk “dedicar” o hanikim “dedicar, celebrar, vasallo” en Gn 14, Dt 20:5, 1Re 8:63 y 2Crón 7:5. No comparto la raíz hebrea, la kemita HN “hierba” y K “duna” producen Heneke “hierba de la duna”, pero si al final agregas una T “torta”, produce la cerveza HNKT (Heineken). Las palabras kemitas que terminan con T son femeninas, torta es el equivalente de “pan” y duna de “pecho”: hitita PEDA “lugar”, latín OPPIDA “colina, meseta”, nipón OPPAI “t...

Pedonomics Vol. 2

Gluttonouslop © #PedoNiveles.  あかがか゚さざただなはばぱまぱ   El Proyecto COmbating Paedophile Information Networks in Europe o “COPINE” (1997) fue desarrollado por el profesor Max Taylor y la profesora Rachel O´Connell del Departamento de Psicología de la Universidad de Cork en Irlanda. Usaron una colección de pornografía infantil en Internet (70,000 imágenes) para rastrear a los pedófilos. La información fue usada por la Policía de Irlanda (GARDAÍ), la Unidad de Pedófilos de Scotland Yard y la INTERPOL. La Escala COPINE (1997) fue desarrollada con la finalidad de categorizar la gravedad de las imágenes de abuso sexual infantil. La Escala está dividida en 10 niveles según la gravedad de la victimización del menor. El nivel 1 es el menos grave y el 10, el de mayor gravedad. La colaboración de la Unidad de Pedofilia de la Policía Metropolitana de Londres la convirtió en una tipología. El Panel Asesor de Sentencias (2002) en Inglaterra y Gales aconsejó al Tribunal de Apelación sobre delitos...

La era del simulacro.

Nana Kic © Ciudad Mito & Bienestar. ¸¸¸¸¸ Steven Forti es historiador y analista político. Profesor asociado en Historia contemporánea en la Universitat Autònoma de Barcelona e investigador del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidade Nova de Lisboa. Miembro del consejo editorial de CTXT, Política & prosa e Il Mulino. Co-autor de "Patriotas indignados. Sobre la nueva ultraderecha en la Posguerra Fría" (ALIANZA, 2019) y autor de "Extrema derecha 2.0. Qué es y cómo combatirla" (SIGLO XXI DE ESPAÑA, 2021). En el artículo "Posverdad, fake news y extrema derecha contra la democracia" (NUSO Nº298, 2022) parte de la definición de posverdad del Diccionario de Oxford, que la eligió como la palabra del año 2016: "circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que las referencias a emociones o creencias personales". Según Lee McIntyre, "la posverdad no es tanto la afirmación de...